Coronavirus
Cacerolas por una renta básica de cuarentena
Este lunes 30 de marzo, la Marea Básica contra el Paro y la Precariedad convocaba una cacerolada para exigir la aplicación urgente y sin trabas burocráticas de una renta básica de cuarentena.

Ya avisaron hace dos semanas, cuando el estado de alarma acababa de empezar, de la urgencia de garantizar mediante transferencias económicas directas a la población —una renta básica— que nadie quedase atrás. Hoy lunes 30 de marzo, miles de ERTE después, y tras el anuncio de nuevas restricciones a la actividad económica, la Marea Básica contra el Paro y la Precariedad ha querido hacerse oír en las ventanas y balcones con una cacerolada a mediodía. Consideran que esta medida es hoy aún más urgente y quieren hacérselo saber al Consejo de Ministros, que se reunirá mañana martes.
Este colectivo exige, según un comunicado difundido ayer domingo, que de aprobar una renta básica de cuarentena, el gobierno “comience de inmediato hasta final de año y que no se pierda en trámites burocráticos que nunca ayudan a las personas con menos recursos pero que, en el momento actual de confinamiento e imposibilidad de llevar adelante sus formas de subsistir, significaría situaciones límite”.
Marta Sánchez de Ron, activista de esta red, insiste en la necesidad de que la medida sea “individual, incondicional y suficiente dadas las circunstancias de estado de alerta y de emergencia social en el que estamos inmersas”.
Ya la demanda de una renta básica se incluyó entre las medidas que, al principio de este estado de alarma, defendieron quienes señalaron la necesidad de implementar un amplio plan de choque social antes de que el gobierno anunciara, el martes 17 de marzo, el primer paquete de medidas económicas. Esta herramienta cobraría aún más sentido “tras dos semanas de confinamiento que impiden a miles de personas llevar una vida mínimamente digna”, apunta Sánchez de Ron.
La Marea Básica contra el Paro y la Precariedad lleva años alertando contra los extenuantes trámites que deben afrontar quienes requieren de ayuda económica por parte del Estado y sus consecuencias en la perpetuación de la exclusión social: “La reciente visita a España de Philip Alston, el Relator Especial de la ONU sobre pobreza extrema, ha puesto encima de la mesa que la lacra social de la pobreza y la precariedad (...), supone una pesada losa que una sociedad como la nuestra no se debería permitir”, han recordado.
Hacen especial mención a las trabajadoras y trabajadores que, dependiendo de la economía informal, han visto radicalmente mermados sus ingresos. En este sentido, también vienen empujando por el cumplimiento de la Carta Social Europea pues, como recuerda Sánchez de Ron, “el pan cotidiano con el que nos encontramos a diario son las trampas burocráticas de las rentas mínimas que estigmatizan a quien las solicita y hoy se ven denegadas o paralizadas en multitud de casos”.
Por ello, desde la Marea Básica insisten en que las medidas de salvamento a la población afectada por esta situación de excepcionalidad “se concreten en una sola que permita atenuar drásticamente la gravedad de la situación: la aplicación de una Renta Básica de Cuarentena”.
También quieren dejar claro que, si bien esta es una medida de emergencia inaplazable, el horizonte está “en la renta básica universal incondicional individual y suficiente”, afirma Sánchez de Ron.
Coronavirus
La emergencia sanitaria aviva la demanda de un ingreso incondicional para toda la población
Entre la urgencia de garantizar una seguridad material a quienes ven ahora en peligro su supervivencia económica y el empuje a un cambio de paradigma que permita repensar la relación entre trabajo y acceso a recursos, el debate de la renta básica se abre paso en los medios y quizás también en el gobierno.
Renta básica
Siete tesis de urgencia sobre la renta básica
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