Centros de Internamiento de Extranjeros
La reforma del CIE de Aluche afianza el énfasis en la seguridad mientras se siguen vulnerando derechos

Los colectivos señalan que la rehabilitación de las instalaciones se basa en reforzar la seguridad y control, mientras que las denuncias de vulneraciones de derechos quedan fuera de la agenda política.
CIE Aluche cámara
CIE de Aluche. Álvaro Minguito
24 ene 2023 09:50

El Centro de Internamiento de Extranjeros de Aluche lleva casi dos semanas vacío. El pasado 13 de enero se anunció su cierre. No se trata, obviamente, de la clausura definitiva que vienen reclamando los movimientos de personas migrantes y las organizaciones y colectivos que las apoyan, si no de una pausa de cinco meses para acometer obras de rehabilitación.

“Sustitución de puertas existentes e incorporación de rastrillos de apertura automatizada. De igual modo, se procede a la soldadura de determinado número de puertas con el fin de aumentar la seguridad y control tanto en el interior como en el exterior del edificio”, así empiezan a enumerarse las actuaciones previstas en el Proyecto Básico de Ejecución de Acondicionamiento del Centro de Internamiento de Extranjeros de Madrid, que entre reorganizaciones del espacio y otras reformas, se centra ampliamente en fortalecer los dispositivos de seguridad y sumar puestos de control a las instalaciones.

“Las obras que se pondrán en marcha no resuelven las deficiencias que se llevan detectando desde hace años ni la problemática que se ha estado denunciando desde su apertura”, afirmaban en un comunicado del pasado 17 de enero entidades en defensa de los derechos de las personas migrantes, un documento rubricado por 39 colectivos y organizaciones de todo el estado, entre las que se incluyen APDHA, Caminando Fronteras, Cies no Valencia, Sintrahocu, o Sos Racisme Catalunya. Las firmantes recordaban así mismo, que este cierre tendrá repercusiones en el resto de centros de internamiento.

El CIE de Aluche es de momento el de mayor capacidad del estado,  con 206 plazas, 172 hombres y 34 mujeres, aunque en el momento de su cierre temporal los protocolos covid lo mantenían con un número reducido de internos e internas, personas que para desalojar las instalaciones “han sido trasladadas a otros centros, puestas en libertad o expulsadas del territorio nacional sin las garantías debidas”, por otro lado, “se ha seguido internando a nuevas personas hasta el día anterior a su cierre”, denunciaban en el comunicado. Por otro lado, este centro de internamiento es el único que cuenta con un módulo de mujeres, a la espera de la apertura del otro módulo femenino, en el CIE de Zona Franca en Barcelona.

Los espacios penitenciarios son norma en las políticas migratorias, una tendencia que va en aumento, siendo la construcción del mayor centro de extranjeros previsto en Algeciras —con capacidad para medio millar de personas— una muestra más de se avanza en dirección opuesta a la demanda de los colectivos

Para María Paramés Bernardo, de Mundo en Movimiento, una de las organizaciones firmantes, esta gestión de las personas, cambiándolas de CIE, deportándolas para agilizar el desalojo, o internarlas en un centro aunque su cierre sea inminente, no tiene nada de nuevo y denota el lugar de desamparo de las personas migrantes frente a unas instituciones que se asientan en la vulneración de derechos como práctica normalizada. Es en este marco en los que encuadra unas obras que, señala “se van a dirigir concretamente a mejorar la privación de libertad en términos de seguridad”. Una privación de libertad que se da en espacios penitenciarios y que resulta incompatible “con que se puedan respetar el resto de derechos fundamentales de una persona, como puede ser el derecho a la intimidad, el derecho a la comunicación, los derechos de visitas”, denuncia Paramés.

Y es que, recuerda Paramés, que las personas internas se encuentran en un régimen similar al penitenciario —aunque la infracción cometida sea administrativa— con el agravante de que la Policía Nacional es la que gestiona este espacio bajo un reglamento escasamente desarrollado. Mientras, lamenta, los jueces de control, herramienta que comprende dicho reglamento, carecen de potestad para tomar decisiones como “por ejemplo, una puesta en libertad por una cuestión sanitaria”.

Los espacios penitenciarios son norma en las políticas migratorias, una tendencia que va en aumento, siendo la construcción del mayor centro de extranjeros previsto en Algeciras —con capacidad para medio millar de personas— una muestra más de que se avanza en dirección opuesta a la demanda de los colectivos, que impugnan la misma existencia de estos espacios. “Insistimos en que la única opción viable es el cierre de estos centros, la privación de libertad en CIE es incompatible con el respeto a la dignidad y a los derechos fundamentales de las personas”, denuncian en su manifiesto.

Para Paramés, el hecho de que el cierre de estos centros no esté en la agenda política, y que las denuncias de abusos no tengan prácticamente con fuera de los espacios activistas, tiene que ver con la consolidación de una mirada respecto a las migraciones, centradas en la gestión de los flujos “implique lo que implique”. Se trata de un planteamiento en el que dispositivos como el CIE son fundamentales, aún cuando son ineficaces “en términos económicos, o en los términos para los que han sido finalmente creados, que al final es hacer efectivas las expulsiones del territorio de personas irregulares”. 

Los datos del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura revelan una realidad distante de ese propósito. “Todos los años informan de que las expulsiones no se hacen desde el CIE”, apunta Paramés, resultando liberadas la mayor parte de las personas tras su paso por estos centros, donde son internadas sin que se den las condiciones previstas por la ley, que prevé el paso por estos centros como una medida cautelar excepcional. “Lo que se está es internando a gente en su mayoría única y exclusivamente en situación administrativa irregular, con una orden de expulsión, pero que no cumple con esos motivos extraordinarios para los que se crea el CIE para asegurar la expulsión en esos 60 días”.

Los CIE pues operan, considera esta activista, como “un espacio de generación de orden social que está mandando un mensaje muy claro de que puedo desposeer de derechos a determinadas personas, puedo hacer con ellos un montón de cosas y además de todo eso, puedo después de ello expulsarlos y que no se lleve a cabo una investigación efectiva sobre todas las vulneraciones de derecho que han sucedido dentro”.

Avances que no se ejecutan

En los últimos meses se dieron avances destinados a garantizar el cumplimiento de los derechos de las personas migrantes internadas en los CIE a la hora de denunciar agresiones sufridas, o mejorar las condiciones sanitarias de los centros, “por primera vez, los tres jueces a cargo del control del CIE de Madrid reconocieron graves deficiencias en la gestión sanitaria y en los procedimientos de denuncia por malos tratos”. En este marco, los jueces “requirieron a la Dirección General de Policía la modificación de las condiciones que rigen el servicio sanitario para el cumplimiento de la legislación vigente y a la dirección del CIE la creación de un protocolo para la gestión de denuncias por malos tratos que garantice el respeto a la tutela judicial efectiva”, recuerdan en su comunicado las organizaciones firmantes.

Las medidas aspiraban a solventar la dificultad de denunciar agresiones por parte de las mismas fuerzas de seguridad que tutelan los centros, que incluyen impedimentos a que se realicen partes de lesiones o al acceso a estos partes por las personas que denuncian.  A estas dificultades se añade la amenaza de deportación tras haber denunciado, imposibilitando que se concluyan las pesquisas y se realicen los procesos pertinentes. La atención sanitaria, insuficiente y con prácticas ilegales, como la administración de estupefacientes sin receta a internos, es otro de los grandes problemas que el pronunciamiento conjunto de los jueces buscaba afrontar.

Los colectivos manifiestan su decepción a la hora de trasladar las resoluciones de los jueces a las prácticas en el CIE, donde se ha informado además de un suicidio en 2022, “en los días previos al cierre, más de cinco personas internadas han denunciado haber sufrido agresiones por parte de agentes de policía”

Sin embargo, los colectivos manifiestan su decepción a la hora de trasladar las demandas de los jueces a las prácticas en el centro, donde se ha informado además de un suicidio en 2022, “en los días previos al cierre, más de cinco personas internadas han denunciado haber sufrido agresiones por parte de agentes de policía. Estas denuncias están siendo investigadas por los juzgados de control e instrucción y dieron lugar a una visita del Defensor del Pueblo la tarde anterior al cierre”, recordaban en su comunicado.

Estas últimas agresiones, denuncia Paramés, han permitido comprobar una vez más la ineficacia del protocolo para facilitar las denuncias de malos tratos: “Los partes de lesiones no han sido elaborados aparentemente, no han sido entregados a las personas internas y al no haber sido entregados a las personas internas, no se han podido presentar en las denuncias, teniendo que ser solicitadas por los jueces”.  Los protocolos, denuncia la portavoz, no han sido capaces de garantizar que tanto el personal sanitario como el personal social de la Cruz Roja, hicieran su labor correctamente: “no aparecen informes del personal sanitario y tampoco se ha derivado a la gente a los hospitales o al juzgado para que haya una valoración forense”. 

Centros de Internamiento de Extranjeros
CIE La hostilidad hacia las personas migrantes sigue rigiendo los CIE
Según el informe anual del SJM las agresiones contra las personas internas, los déficit en la atención sanitaria y los obstáculos a las visitas de la sociedad civil hicieron de los CIE un territorio hostil durante el 2021.

Cerrar los CIE

Ni rehabilitaciones de edificios ni protocolos de actuación, “la única opción viable es el cierre de estos centros”, exigen los colectivos en el comunicado pues, apunta Paramés, los métodos que intentan paliar las realidades denunciadas en los CIE, “siguen siendo insuficientes, como lo van a ser esas obras que solamente van a aumentar la seguridad y no van a proteger en ningún momento los derechos”.

Pero el cierre de estos centros no parece estar en el horizonte político, aún cuando uno de los partidos en el gobierno ha reivindicado esta demanda en el pasado. “Al final, lamentablemente, lo que ha pasado es que Unidas Podemos ha aceptado la agenda política migratoria del PSOE”, expresa Paramés, recordando que el cierre de los CIE solo fue circunstancial durante la pandemia, o, como en este caso, por obras. “Los CIE forman parte de la política migratoria que ha venido haciendo el PSOE históricamente, sus socios de gobierno no se han rebelado contra ello”.

Melilla, lamenta Paramés, es un ejemplo muy claro de cómo se han acabado aceptando las políticas del ministerio de interior. Las vulneraciones de derechos en los CIE mostrados en los acuerdos gubernativos de los jueces de control, “podrían haber generado un pronunciamiento por parte de este socio de gobierno que tanto se había pronunciado anteriormente”, ironiza la integrante de Mundo en Movimiento, este desistimiento para dar la pelea contra los CIE, desarrolla Paramés, abunda en la derechización de la política, que normaliza la existencia de estos centros y en la privación de libertad de las personas migrantes como un elemento necesario en las políticas migratorias.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Migración
Estados Unidos Más de 10 días de huelga de hambre en un centro de detención para migrantes en Estados Unidos
229 inmigrantes detenidos dentro del Centro de Detención del Noroeste, en Tacoma (Washington), continúan en huelga de hambre como respuesta a la muerte del trinitense Charles Leo Daniel por razones desconocidas.
Migración
Hibai Arbide “As estratexias de manipulación espallan moitas versións diferentes para diluír a veracidade”
Xornalista, avogado e activista, Hibai Arbide comparte a súa lectura da actual situación política en Grecia e o papel dos medios de comunicación nun contexto de crecente deslexitimación do xornalismo.
Migración
Frontera Sur Llamando a la Europa fortaleza: “Queremos protección”
El desamparo espera a quienes consiguen llegar a Europa, tras sortear sus blindadas fronteras, en una Europa que avanza hacia la normalización de su vertiente más restrictiva, a través del Pacto Europeo de Migración y Asilo.
Genocidio
Ayman Qwaider “A la gente se le pide una cantidad excesiva de dinero para poder salir de este campo de exterminio de Gaza”
Profesor especializado en educación en emergencia y educación inclusiva, Ayman Qwaider vive en Australia. Desde allí, intenta ayudar a su familia a salir de Gaza, mientras denuncia la ocupación israelí y la complicidad de la comunidad internacional.
Ocupación israelí
Opinión Las palestinas también existen
La morbilidad femenina, el conjunto de enfermedades, factores de riesgo y motivos de consulta recurrentes en las mujeres que merecen una atención específica, tiene múltiples ejes de discriminación: no es lo mismo en Suecia que en Palestina.
Palestina
Palestina Viaje al fondo del horror
El fotoperiodista Javier Bauluz cubrió la primera Intifada, la primera gran rebelión del pueblo palestino desde la creación del estado israelí.
Economía
En primera persona Instrucciones por si encuentras muerta a tu suegra
Todo el que está en el mundillo sabe que el sector funerario vive casi un duopolio de facto y lo máximo que se está dispuesto a hacer es poner una multa de vez en cuando. Cuando alguien llama a una, ni se imagina al entramado que está llamando.
Educación pública
Iglesia Semana Santa: negocios, procesiones en colegios, inmatriculaciones y fervor
Más allá de la expresión cultural, la Semana Santa tiene una esfera económica que genera millones de euros y otra social que le sirve a la Iglesia Católica para legitimar sus privilegios dentro del Estado español.
Venga, circula
Venga, circula Un paso, luego otro
Llega un día en el que vemos con claridad algo que solíamos observar en los demás pero que nunca —prometíamos— nos sucedería a nosotros.
Sexualidad
Consultorio de sexualidad ¿Qué tengo si me diagnostican Síndrome de Ovario Poliquístico?
Afecta a entre un 7 y un 13% de las mujeres en edad reproductiva, y el 70% están sin diagnosticar. Pero, ¿qué es el SOP y como podemos apaciguar sus síntomas?

Últimas

Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
Maternidad
Maternidades Reaprender la espera
El tiempo de gestación es largo y va a un ritmo distinto al que acostumbras: el ritmo natural al que desarrolla una playa, un monte, un océano. Y no estamos ya habituados a darle la mano a la pausa.
Momus Operandi
Momus operandi Todo es una narración
Nos dicen que las mentiras son la única realidad. Que aprendamos a mentirnos, que nos engañemos, que no nos importa la salud, ni los derechos laborales, ni las violencias estructurales.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La PAH València clama por el derecho a una vivienda digna: “¿Duermen tranquilos?”
Centenares de personas protestan frente al palacio de la Generalitat para exigir que se haga efectivo el derecho a la vivienda ante la insoportable alza de los precios.
Sidecar
Sidecar Crisis intratable en la República Democrática del Congo
Una y otra vez los actores externos han fracasado a la hora de contener la escalada de violencia en la República Democrática del Congo.
Más noticias
Accidentes laborales
Accidentes laborales Detenidos tres empresarios en Galicia tras la muerte de un migrante que trabajaba sin equipo de protección
El joven de 28 años, que estaba empleado con un contrato irregular, falleció el 26 de febrero tras precipitarse desde una carretilla elevadora sin la protección necesaria para esa labor.
Deportes
Rugby femenino +35 Las Milnoh Granada, un club de rugby femenino +35 creado y gestionado por mujeres
32 mujeres nacidas en mil novecientos y pico, federadas en un equipo que les ha dado un espacio propio, sentido de pertenencia, una tribu donde “yo soy porque somos”

Recomendadas

Argentina
Argentina Myriam Bregman: “El de Milei es un típico gobierno neoliberal con recetas ortodoxas clásicas”
Quien fuera candidata de la izquierda a la presidencia en las elecciones en las que Milei salió victorioso, evalúa las consecuencias del gobierno de La Libertad Avanza y las respuestas que están dando los distintos actores políticos.
Ríos
Radiografía fluvial de España La tierra que no amaba sus ríos
Los ríos ibéricos agonizan. Casi la mitad de las masas de agua está en mal estado. Presas, sobreexplotación, contaminación y crisis climática son sus principales amenazas, con la agroindustria como mayor agresora.
Memoria histórica
Marc Solanes “Mi bisabuela luchó en el frente y fue considerada una mala madre, pero lo hizo por sus hijas”
En ‘Las niñas de Elna’ (Pollen, 2024) el periodista reconstruye la historia de las mujeres de su familia resolviendo enigmas para resignificar la imagen de la mujer en la historia.
Euskal Herria
Korrika Correr a favor del euskera cruzando fronteras
La Korrika es el mayor evento de Euskal Herria. En la última edición de esta carrera de más de 2.500 kilómetros ha participado un tercio de la población vasca.