CETI
Habib Qadmi “Hacemos huelga de hambre porque queremos que nos trasladen a la Península y poder trabajar”

El 27 de abril estalló una huelga de hambre en el CETI de Melilla. Siete migrantes se han cosido la boca con puntos de sutura para exigir que se les conceda el asilo político y que se les traslade a la península. Existía un precedente en Ceuta: el pasado 27 de marzo, Habib Qadmi protagonizó, junto con otros 13 internos, una huelga de hambre por los mismos motivos en el centro ceutí.  


Habib Oadmi
Fotografía facilitada por Habib Oadmi.

Habib Qadmi pasó dieciocho días en huelga de hambre junto con otros 13 compañeros en el Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) de Ceuta entre los meses de marzo y abril. Casado con una española, este marroquí de 41 años permanece “detenido” desde septiembre del 2019. Habib ya era residente en España, donde tenía su situación regularizada y ejercía su oficio de mecánico en Sevilla.

Pero en 2013, Habib se vio envuelto en un asunto menor de tráfico de hachís y recibió como castigo la expulsión de España durante cinco años. Cumplió su pena en febrero de 2019, pero el Estado español, asegura, aún no le permite volver a Sevilla a reunirse con su familia. De hecho, el caso de Habib no es único: otros como el de Junior Taofiki, el valenciano negro deportado después de cumplir su condena, reafirma el racismo institucional tras las deportaciones que vienen denunciando numerosos colectivos.

Racismo
“Me deportaron aunque nací en España”
Junior Taofiki fue deportado hace casi cuatro años a Nigeria,donde nunca había estado. Nació en Madrid y creció en el barrio de Benimaclet (Valencia)

En Sevilla le esperan Carmen, su mujer, y los dos hijos de esta. Dos jóvenes —ya adolescentes— a los que Habib ha ayudado a criar desde que tenían tres y cinco años, y a los que se refiere como “mis hijos”. Está preocupado por ellos y por Carmen, que es asmática, y Habib sabe que el coronavirus que mantiene a España en confinamiento es especialmente agresivo con las personas que padecen enfermedades y afecciones respiratorias. 

Cuando, el pasado 20 de marzo, se supo que el Gobierno iba a trasladar a la Península a un centenar de internos para “descongestionar” el CETI de Ceuta ante el estado de alarma, Habib creyó que podría volver a ver a su familia, pero no sucedió. Así que él y otros trece migrantes consideraron que el Gobierno les estaba discriminando e iniciaron una huelga de hambre en el CETI de Ceuta para exigir que les dieran los papeles por vía del asilo político y que los repatriaran a la península.

Aquella protesta fue “desconocida” por la Delegación del Gobierno en Ceuta. Finalmente, en un escrito firmado, los internos anunciaron la suspensión de la huelga de hambre y su aplazamiento hasta que finalizara el estado de alarma. Pero mientras dialogamos con Habib, en el otro CETI, el de Melilla, se cumplen ya diez días de que iniciara su propia huelga de hambre por los mismos motivos que llevó a Habib y a sus compañeros a iniciar la suya: exigen al Estado Español que se les conceda el asilo político y que se les traslade a la península para poder trabajar.

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1.700 personas se hacinan en el centro temporal de extranjeros de Melilla

La ciudad fronteriza alberga a más de 1.700 solicitantes de asilo que permanecen encerrados en el centro de estancia temporal y en un centro de menores que triplica su capacidad. Las carpas que acogían en una explanada a más de 300 personas en situación de calle se inundan durante el confinamiento.

Actualmente, en Melilla son ya siete las personas que se han cosido la boca con puntos de sutura para exigir al Gobierno que los trasladen a la Península y que les reconozcan como asilados políticos. La huelga de hambre en pleno coranavirus ha desatado la indignación de los colectivos migrantes y antirracistas del movimiento #RegularizaciónYa, apoyado por más de 1.000 entidades y de los organismos en defensa de los derechos humanos. Desde su confinamiento, Habib Qadmi, ha atendido a El Salto telefónicamente para explicarnos la situación dentro de los CETI.

¿Cómo llegaste al Centro de Estancia Temporal para Inmigrantes (CETI) de Ceuta?
Llegamos aquí porque el racismo es brutal, nadie nos quiere alquilar. Vivir en Ceuta es un infierno, el alquiler es muy caro, así que estamos aquí porque por el racismo no nos queda otra opción. El gobierno no facilita nada para empadronar, hay que esperar un año, una barbaridad. Aquí no siguen las normas de España, lo de aquí nunca lo vi. En el CETI de Ceuta, dicen que hay 468 personas, además, entre 80 y 100 mujeres y niños.

¿Cuál es la situación allí ahora?
Hace poco salió una noticia que decía que nosotros no queríamos salir. Pero es todo mentira, están mintiendo. En realidad la dirección del CETI ha dicho que ninguno sale. Quién tiene razón, ¿la delegada o nosotros? Nos han dicho que tenemos que hablar con el director, ¿pero el director dónde está? Es que ya no viene.

Me parece que no tiene sentido de la responsabilidad. Si no le gustamos, si le damos vergüenza, que cierren el CETI y que nos manden a la península. La comida da asco, la cena la dan a las tres de la mañana y deja mucho que desear. Si alguien viene aquí verá que no podemos salir, porque la delegada del CETI y el director están mintiendo al decir que no queremos salir.

Queremos tomar aire. Que venga la policía y que ponga una raya de un kilómetro. Pero que nos dejen. En los CETI parece que los migrantes estuviéramos en Guantánamo. Las peores prisiones del mundo. Encima dicen que no queremos salir. La hostia. No te dejan hacer nada. Habría que ver lo que hay aquí.

“En los CETI’s parece que los migrantes estuviéramos en Guantánamo. Son las peores prisiones del mundo”

Cuéntanos de la huelga de hambre que protagonizaste junto con 13 compañeros…
Yo lo que quiero es salir de aquí, trabajar. No queremos limosnas, ni ser una carga para el Estado. Queremos papeles, queremos trabajar como todos. Además, somos jóvenes y podemos trabajar. Yo tengo mi mujer, tengo a los niños. No quiero que me den nada, ni un euro, sólo quiero llegar a Sevilla e ir a los campos a trabajar. Porque de verdad, ninguno quiere ser una carga.

“No queremos limosnas, ni ser una carga para el Estado. Queremos papeles, queremos trabajar como todos”

Como no hay manera de que nos hagan caso, algunos compañeros del CETI de Ceuta hicimos la huelga de hambre, 18 días seguidos. Perdí 15 kilos, porque pesaba 73 y me quedé con 58 kilos. La huelga de hambre es para que nos trasladen a la península y poder trabajar.

¿Qué mensaje enviarías a los migrantes en huelga de hambre en el CETI de Melilla?
A mis hermanos que están en huelga de hambre, que aguanten. Esto puede ser que les joda la vida, pero que aguanten. Es que no sé por qué los españoles no piensan lo que pasó después de la Guerra Mundial. Ellos llegaron en barcos huyendo a África. Lo mismo nos pasó, nosotros éramos refugiados en nuestro país. Cada uno está buscando un futuro mejor. Yo sólo quiero estar con mi familia, y lo voy a estar, vivo o muerto. Si me pasa algo aquí, pues que me lleven a Sevilla y que me entierren ahí, que den mis órganos, que sirva para salvar la vida de alguien.

A pesar de la huelga de hambre en Melilla, el Ministro Grande-Marlaska dice que los va a deportar.
Deberían ver nuestro caso, espero que hagan algo, que vean la situación de cómo nos tienen aquí. Yo, por ejemplo, te lo juro que ahora estoy enfermo mentalmente, creo que tengo depresión. Tengo familia, estoy casado, pero el gobierno español, tiene un silencio en el CETI. Este caso no es importante para ellos, pero es importante, somos seres humanos. La gente está fatal en estos centros.

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Más de 600 personas de nacionalidad tunecina que llevan cerca de ocho meses hacinadas en el CETI de Melilla esperando a ser trasladados a la península y que ahora se ven inmersas en este anuncio de deportación colectiva.

Nosotros vamos a trabajar, no a robar. Ahora mismo hay muchas frutas sin recoger. Porque este trabajo duro lo hacemos los inmigrantes. Algunos españoles piensan que vamos a robar, pero sólo queremos trabajar. Tras la crisis del 2008, ahora hay muchos españoles cobrando más en Marruecos que lo que cobraban en España, es lo normal.

“Ahora mismo hay muchas frutas sin recoger. Porque este trabajo duro lo hacemos los inmigrantes”

¿Cuáles deberían ser los siguientes pasos?
Les pido a los colectivos migrantes y antirracistas que sigan empujando así. Tienen que llegar hasta el final. Esperemos que el gobierno de la respuesta lo antes posible. Necesitamos que la gente tenga sus papeles, que puedan trabajar legalmente. Queremos la regularización permanente y sin condiciones, es lo justo. Que si te para la policía, puedas salir a trabajar. Espero que haya una respuesta.

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#60339
13/5/2020 13:53

No hay trabajo y ahora con el covid aun mas se agrava la miseria tambien en los paises de acogida, esto es desastroso.
Pero siguen sin ser condenados los causantes de la huida en mass de millones de personas de sus paoses. Y luego cuando no se puede acoger a todo el q llega, se le atribuye racismo institucional. No hay empleo, no hay ganas de crear empleo estable y la gentes pierden lo q tienen, quien les ayudan, nadie?
Al final los q ayudan no son los gobiernos, sino la gente de a pie. Asi nos va

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