Cádiz
El vecindario de un edificio en Cádiz se niega a irse y se declara en lucha

Inma lleva diez años viviendo en su casa situada en el barrio de La Viña, frente al Teatro Falla, en el corazón de la ciudad, es decir, en Cádiz, Cádiz, Cádiz. El barrio en el que se crió y en el que decidió también criar a su hija, que ahora tiene quince años. La nueva propiedad del edificio, la familia propietaria se lo vendió a las compañías inmobiliarias Grupo Abu y Ovando Homes, se niega a continuar con los alquileres de su familia y otras dos más.
“El año pasado nos dijeron que teníamos que abandonar el edificio y yo llevo más de diez meses buscando un alquiler, pero es muy complicado porque nadie quiere alquilarle a una madre sola con hijos, porque dicen que luego es más difícil echarla y, además, yo solo tengo un sueldo, no paso ni la primera criba”, explica esta vecina.
Una vecina expone presiones para abandonar el edificio: “Han puesto puntales en todas las plantas para dar una sensación de que está ruinoso; uno se cayó hace poco y casi le da a mi hija. Por suerte tenía la mochila del instituto y lo amortiguó”
El grupo Ovando Homes, propiedad del gaditano Manuel Abril Ovando, lleva meses anunciando su nueva promoción inmobiliaria en el edificio donde pretende levantar once viviendas y cuenta con el apoyo del consistorio gaditano. El Ayuntamiento de la ciudad ha expuesto sobre el proyecto que su objetivo es solucionar el problema de la vivienda y para ello quiere “trabajar con entidades públicas y privadas para habilitar fincas ruinosas o semivacías”.
La compañía insiste en que su labor es “frenar el abandono de fincas ruinosas” y crear “soluciones para el problema de la vivienda”. Desde el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos de Cádiz denuncian que las compañías “están anunciando la futura promoción de viviendas de lujo con inquilinos e inquilinas dentro, como si estuviese actualmente el edificio vacío y en ruinas”.
El anuncio y desarrollo de la promoción se sigue ejecutando, aunque las familias siguen dentro del edificio. Desde el grupo Ovando Homes insisten en que “no se está echando a nadie, se les ha acabado el contrato de alquiler y punto”. Grupo Abu se ha desvinculado de la operación alegando que “pertenece a otra compañía”.
La portavoz del Sindicato del Inquilinato Gaditano, María Sánchez, expone que: “no hay que perder de vista que las inquilinas llevan más de 10 años pagando de forma continua el alquiler; de hecho, no han dejado de pagar a pesar de los intentos de expulsarlas y de bloquearles los pagos”. Las inquilinas están depositando el alquiler en una cuenta del juzgado ante la negativa de los propietarios de facilitarles una vía de pago, a pesar de que han insistido en ello”. La organización ha convocado una concentración en apoyo a las vecinas para el martes por la tarde.
Inma además expone presiones para abandonar el edificio: “Han puesto puntales en todas las plantas para dar una sensación de que está ruinoso; uno se cayó hace poco y casi le da a mi hija. Por suerte tenía la mochila del instituto y lo amortiguó”. Una situación de presión e incertidumbre que está afectando a las tres familias en resistencia: “A los menores les está afectando, por ejemplo, en el colegio, y a los adultos también; yo me he tenido que dar de baja por ansiedad”, explica Inma.
El Sindicato de Inquilinas de Cádiz además denuncia que las obras se están desarrollando sin tener las licencias necesarias, en un edificio que debería estar especialmente protegido, ya que cuenta con la distinción de protección 1 en términos de patrimonio.
Las personas que habitan, hasta ahora, este edificio han decidido reivindicarlo como edificio “en lucha” y exigir quedarse en su casa, además de la actuación del Ayuntamiento de Cádiz en la solución del problema de la vivienda. “La presión es insostenible, por eso no nos vamos, nos quedamos. “Lo hacemos por Cádiz”, concluye Inma.
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