Vivi Alfonsín

Si no conseguimos articular una oposición radical que lo impida, el Pacto Europeo de Migraciones y Asilo de la UE no será más que el artificio que disfrazará el alcance incontenible de la crueldad contra personas migrantes y refugiadas.

Lo único que estaba y está completamente en su mano es solventar la irregularidad administrativa de las personas migrantes. El pacto de gobierno de PSOE y Sumar será un contrato racista hasta que incluya la regularización.

Queda apenas un mes para construir un bloque político capaz de frenar al PP y a Vox, y eso es lo único que importa ahora mismo.

El verdadero antirracismo es y será incómodo siempre. La participación de personas racializadas y migrantes en las esferas de poder no garantiza la honestidad de pertenencia a esta lucha.

La colonialidad está aquí, en Europa, y nos persigue. Del mismo modo que las fronteras que condicionan la vida de las personas migrantes no se acaban en los límites terrestres del país donde nos toca vivir.

Recordar los desmadres de Berlusconi o la base social del fascismo histórico puede parecer un ejercicio infructuoso, pero lo cierto es que permite abordar la cuestión aportando la perspectiva de la memoria. Y tal vez la memoria sea lo único que nos pueda salvar.