Empujadas y pateadas por agentes de la Policía Nacional al salir de una discoteca en Alcobendas

Moratones en piernas brazos y una herida de siete centímetros por la que tuvo que recibir once puntos de sutura fueron el resultado de la agresión policial sufrida por dos mujeres en Alcobendas, según han denunciado.
Agresion policial Alcobendas - 2
Graviela González Sánchez, tras la agresión policial sufrida en la madrigada del 12 de noviembre.
29 nov 2022 06:33

“Ahora me da miedo salir sola a la calle, si veo un policía me pongo a temblar”, afirma a El Salto Graviela González Sánchez. La noche del 11 de noviembre Graviela acudió a una discoteca en Alcobendas para celebrar su aniversario de boda junto a su marido y unos amigos y acabó, a las 5 de la mañana, en el hospital por la agresión policial que sufrió, según ha denunciado. 

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 12 de noviembre, en la calle Capitán Francisco Sánchez, en Alcobendas. Varios agentes de la Policía Nacional y Municipal acudieron a desalojar una discoteca ubicada en esa misma calle. Según explica la denuncia de Graviela, los agentes pidieron a las personas que estaban allí que se dividieran entre hombres y mujeres y sacaran su documentación. Tras identificar a las mujeres, los agentes las hicieron salir de la discoteca. Entre ellas estaban Graviela González, de 54 años,  y su amiga Alexandra Aguero, de 28 años. Cuando llegaron a la puerta, se detuvieron a esperar a que salieran sus parejas y amigos. Entonces, un agente que Graviela recuerda de complexión grande y con parte de la cara tapada con un pasamontañas le ordenó que se alejara de la puerta. Fue entonces cuando Alejandra le espetó al agente: “Somos personas trabajadoras, deberías estar deteniendo criminales y no aquí”. Y, como respuesta, violencia. 

“A mi amiga Alejandra la empujó un agente y, cuando estaba en el piso, la pateó”, recuerda Graviela. “Me dejó el brazo con moratones, me pateó; hacía poco que me habían operado en la región abdominal y me asusté bastante por si se había dañado”, señala Alejandra.

Fue solo el principio. Ante la agresión sufrida por Alejandra, Gabriela explica a El Salto que no se pudo contener e insultó al agente de policía. “¿Cómo tratas a una mujer así? Eres un hijo de puta?”, le dijo, según ella misma relató en su denuncia. “No pude evitarlo, al ver cómo el agente había empujado y pateado a mi amiga, me enfadé”, explica a El Salto. “Después salió mi esposo y mis amigos, y al ver que estábamos discutiendo me sacó fuera. Les dije que nos estaban tratando peor que a animales y entonces vino otro policía, empujó a mi marido y a mí me agarró”. Entonces ya se habían alejado varios metros de la discoteca hasta llegar al final de la calle. Tras agarrarla, Graviela denuncia que el agente la empujó y la hizo caer contra un pivote de cemento.

“Cuando me levanté, sentí la cara helada por la sangre que me brotaba”, explica. Recuerda cómo su esposo la levantó y salieron tras los agentes de policía, que estaban volviendo a la discoteca, y a los pocos minutos se desmayó. “Les pregunté cómo era posible que le hicieran esto a mi esposa”, señala a El Salto, Fernando Miguel Falvy, marido de Gabriela, quien afirma que, cuando su mujer se desmayó, él y varias personas gritaron para pedir una ambulancia y los agentes de policía se negaron. 

“Usted cree que la policía matamos gente como en su país”, recuerda Falvy que le dijo uno de los agentes. “Yo le respondí que en mi país la policía no mataba gente, que de qué país pensaba que era y me dijo que de Argentina; nosotros somos peruanos, los policías nos estaban discriminando por motivos racistas”, afirma Falvy.

“Yo no soy la primera persona a la que le ha pasado esto, hay mucha más gente, pero por miedo no denuncian”, lamenta Graviela

Graviela fue finalmente trasladada al Hospital Universitario Infanta Sofía. El parte médico, al que ha tenido acceso El Salto, fechado a las 5.45 horas de la madrugada del 12, detalla la herida de siete centímetros que presentaba en la mejilla como consecuencia de la agresión y por la que la mandaron al Hospital de La Paz para que valoraran la necesidad de una intervención de cirugía plástica. Le tuvieron que dar once puntos de sutura, afirma a El Salto. “Un poco más y me destroza el ojo, la herida está casi desde el párpado hasta la nariz”, detalla Graviela, que el mismo día 12 denunció los hechos en comisaría, junto a Alejandra. “Yo no soy la primera persona a la que le ha pasado esto, hay mucha más gente, pero por miedo no denuncian”, lamenta Graviela. “Yo sé mis derechos y voy a ir hasta el final”, añade.

Desde el departamento de prensa de la Policía Nacional afirman que, como en otros casos, si se abre una investigación judicial sobre la actuación policial, la Unidad de Asuntos Internos también procederá a investigar los hechos.

Tortura
“Me inhabilitaron como policía por investigar un caso de torturas”
Gabriel Trejo, ex inspector jefe de la Policía Local de Algete, fue inhabilitado en 2014 por dos delitos de detención ilegal. Afirma que el proceso contra él derivó de su investigación de un caso de torturas en el municipio por parte de agentes de la Guardia Civil.
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