Soberanía alimentaria
Pandemias globales e inseguridades extremeñas

¿En qué medida Extremadura está expuesta a inseguridades derivadas de próximas “enfermedades globalizadas” y consecuentes “inseguridades alimentarias”? Ojalá en Extremadura comencemos a curarnos en salud frente a futuros coronavirus.

Agroecología
Exposición de productos agroecológicos.



Agricultor ecológico en el Valle del Jerte.
26 mar 2020 17:50

Extremadura arrancó en el furgón de cola del aterrizaje del coronavirus en este país. Este parecía más destinado a propagarse en Europa por aeropuertos concurridos y economías centrales intensamente conectadas a la llamada “globalización”. Hoy la gente siente que el coronavirus tiene ya dos curvas extremeñas en alza. La primera es la derivada de la pandemia internacional. La segunda será la recesión originada por el parón económico de pequeños negocios y de industria no ligada a servicios que se han considerado esenciales. Aún no se advierte, y este el motivo de este artículo, una tercera gran ola: ¿en qué medida Extremadura está expuesta a inseguridades derivadas de próximas “enfermedades globalizadas” y consecuentes “inseguridades alimentarias”?

El coronavirus no es la única pandemia globalizada declarada por la Organización Mundial de la Salud en los últimos años. Recordemos los casos de gripe “aviar” y gripe “porcina” que afectaron a más de 80 países entre 2004 y 2009. En ambos casos, como explica Gustavo Duch, el modelo de monocultivo destruye entornos que podrían ser hostiles a ciertas mutaciones de virus y facilita el traslado de los mismos de animales a humanos. La propia ONU y un reciente informe del Instituto Max Planck y el Departamento de Cardiología de la Universidad de Mainz argumentan que la contaminación atmosférica, que en la Unión Europea produce más de 400.000 muertes al año, tiene aún más méritos para ser considerada pandémica. Hace dos inviernos la gripe común causó 6.300 muertes en este país, según el CSIC, requiriendo atención hospitalaria 35.000 personas.

Las gripes globales, no las asentadas entre la población española, nos llegarán con retraso. Pero como está ocurriendo en la actualidad, el turismo, los retornos migratorios y el envejecimiento de la población nos subirán a los puestos intermedios de la pandemia

La economía extremeña es fundamentalmente periférica: se produce energía y productos hortofrutícolas sin transformar; se exportan minerales y sobre todo jóvenes; se invierte en un tipo de turismo que demanda muchas infraestructuras y concesiones ambientales y se revela frágil ante estas crisis. Las gripes globales, no las asentadas entre la población española, nos llegarán con retraso. Pero como está ocurriendo en la actualidad, el turismo, los retornos migratorios y el envejecimiento de la población nos subirán a los puestos intermedios de la pandemia, y también del parón económico, en cuanto la enfermedad se propague un poco más en Madrid, Barcelona o País Vasco. Extremadura, no obstante, estará más lejos de los impactos de la contaminación creciente de los núcleos urbanos, más afectados por las menores lluvias y una mayor demanda de desplazamientos motorizados.

Soberanía alimentaria
Pandemias globales e inseguridades extremeñas
¿En qué medida Extremadura está expuesta a inseguridades derivadas de próximas “enfermedades globalizadas” y consecuentes “inseguridades alimentarias”?

Aún no sentimos ni parecemos prepararnos para estas amenazas. Lo que sí vimos al comienzo de la crisis fueron multitud de reacciones nerviosas y compulsivas con respecto al acaparamiento de productos como conservas, productos precocinados, leche o papel higiénico. Estas colas no son reflejo de lo que consideramos una “inseguridad alimentaria”, aunque dicha inseguridad está muy presente en Extremadura. El coronavirus va a acabar afectando más a las clases más populares, las que viajan menos y acceden a menos alimentos frescos y más naturales. Y entre clases populares, el factor patriarcal hará que los trastornos alimentarios y las tareas reproductivas caigan más sobre los hombros de las mujeres, como indica Isabel Álvarez, experta en agroecología.

El parón económico supondrá una mayor exposición a la “comida chatarra”, alimentos de gran contenido en azúcares, grasas saturadas y aditivos añadidos

En cuanto a la producción local, las directrices para frenar al coronavirus no están tan pensadas para favorecer una comercialización de proximidad, una escala más territorializada de sistemas agroalimentarios. Así lo denuncian organizaciones diversas como Sindicato Labrego del Campo, Intervegas, hortelanos y hortelanas de toda la vida. El parón económico supondrá una mayor exposición a la “comida chatarra”, alimentos de gran contenido en azúcares, grasas saturadas y aditivos añadidos. Nos explica el informe Viaje al centro de la alimentación que nos enferma de la ONG Justicia Alimentaria que esta dieta chatarra constituye el 70% de nuestra alimentación, sobre todo para las clases más empobrecidas. Y eso está disparando diabetes, obesidades, alergias e incluso tumores. Aunque resulte paradójico, estamos en una región caracterizada por niños y niñas que comen menos fruta que en otras regiones. Con desigualdades alimentarias más evidentes y donde la pobreza infantil es más alta. Nuestra esperanza de vida está por debajo de la media española.

En segundo lugar, el embudo de la gran distribución agroalimentaria es un factor que agranda inseguridades ante crisis alimentarias. Ya nos ocurrió en el 2008. Una huelga de transportistas dejó las estanterías de estas grandes cadenas desabastecidas en tres días. Además, los recientes tratados internacionales firmados con Sudáfrica, Vietnam o Turquía, van en contra de una política que frene este embudo alimentario y otorgue poder y dignidad tanto al sector primario extremeño como a la pequeña producción de aquellos países. Vivimos en una región históricamente sembrada de legumbres y ahora vienen de Estados Unidos o México.

La soberanía alimentaria queda lejos y con ella habríamos de enfrentar muchos retos relacionados con futuras pandemias globales

En tercer lugar, la fiebre de los monocultivos nos somete recurrentemente a inseguridades mundiales desde hace unas décadas. El coronavirus comparte genealogía con las “gripes globalizadas” como la aviar o la porcina. Y a la vez son parientes próximos de super-plagas o super-enfermedades que recorren los ecosistemas extremeños: la fitóftora en las dehesas, suzuki y mosca blanca para frutales o el rizado amarillo del tomate. En ambos casos se facilita la circulación y la fortaleza de patógenos que se convierten en plagas ante sistemas alimentarios o sociales internacionalmente conectados y dependientes, los cuales están disminuyendo la biodiversidad cultivada e impiden crear frenos locales o compartimentos estancos frente a agentes externos venidos de fuera. El calentamiento planetario hace el resto.

La soberanía alimentaria queda lejos y con ella habríamos de enfrentar muchos retos relacionados con futuras pandemias globales, sean gripes o consecuencias del vuelco climático. La crisis puede ser también un momento de catarsis. No nos fiamos muchos del neokeynesianismo moderado y perverso abrazado por economistas tan neoliberales como Trump o el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, defendiendo control público y rentas mínimas. Ojalá en Extremadura comencemos a curarnos en salud frente a futuros coronavirus. Es tiempo de apostar en esta región por el derecho a la alimentación saludable y la producción sostenible y cercana. A dicho análisis dedicaré una serie de artículos en este diario.


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Memoria histórica
Memoria de Extremadura Antonio Elviro Berdeguer y la rebeldía contra la desmemoria en extremadura
Este 7 de diciembre se cumplen 88 años del fusilamiento por los fascistas de Elviro Berdeguer. Escritor, militante, extremeñista y socialista, es considerado el padre del regionalismo extremeño.
Energía nuclear
Antinuclear Desmantelar Almaraz
Breve análisis de exigencias, necesidades y responsabilidades en el cierre de la central nuclear de Almaraz.
Teatro
En defensa del teatro Extremadura Teatral, contra el cierre de la Sala Trajano de Mérida
El sector de las artes escénicas denuncia que la Junta de Extremadura deja fuera de sus presupuestos a uno de los espacios escénicos y culturales referentes de la región.
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.

Últimas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.
Ecofeminismo
COP29 La brecha de género en las Cumbres del Clima
VV.AA.
Las cumbres del clima no están aisladas del resto de espacios políticos y también están atravesados por las dinámicas patriarcales, pero ¿en qué lo notamos? ¿cómo abordan las negociaciones climáticas las políticas de género?
Más noticias
Galicia
Galicia Activistas de Greenpeace instalan ‘una celulosa’ en la sede de la Xunta en protesta contra Altri
Los ecologistas han realizado una acción en la sede del Gobierno gallego de Alfonso Rueda para animar a gallegos y gallegas a asistir a la manifestación de este domingo en la Praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
Comunidad de Madrid
Educación pública El Gobierno de Ayuso recula y aplaza hasta junio los despidos masivos en Educación
Integradoras sociales, enfermeras, educadoras, auxiliares y otros perfiles de personal laboral se enfrentaban a la incertidumbre de ser cesados en plenas vacaciones de Navidad.

Recomendadas

Fronteras
Túnez Túnez endurece la represión contra las ONG de ayuda a las personas migrantes
Mientras el presidente Kaïs Saied se prodiga en discursos racistas, el estado persigue a las entidades solidarias con quienes llegan al país, bajo el silencio cómplice de la Unión Europea.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.