Sanidad pública
La Junta de Andalucía borra la Salud Mental de su organigrama

El gobierno de Juanma Moreno ha suprimido las palabras Salud Mental y Adicciones de la Dirección General de Atención Sociosanitaria, Salud Mental y Adicciones que, tras la emisión de un Decreto el pasado martes 3 de septiembre, ha pasado a nombrarse Dirección General de Cuidados y Atención Sociosanitaria.

Ese mismo Decreto recogía la supresión de tres fundaciones públicas de investigación sanitaria la Fundación Pública Andaluza para la Investigación de Málaga en Biomedicina y Salud (Fimabis), la Fundación Pública Andaluza para la Investigación Biosanitaria en Andalucía Oriental Alejandro Otero (Fibao)y la Fundación Pública Andaluza para la Gestión de la Investigación en Salud de Sevilla (Fisevi).

A pesar de que la Junta ha expuesto que el cambio de nomenclatura no va a suponer un cambio en las funciones de la Dirección General y que se trata de un cambio que tiene como objetivo “la mejora continua de la calidad de la atención ofrecida a la población” desde la Federación Salud Mental Andalucía se muestran críticos con esta decisión, ya que “podría generar inquietudes sobre la priorización y visibilidad que se dará a áreas tan sensibles y cruciales”.

Desde la oposición también se han mostrado contrarios a esta decisión tomada por el gobierno andaluz, el portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García considera que se trata de un “ataque a los derechos de la ciudadanía andaluza y un ataque al derecho a la salud mental” además de mostrar la estrategia de la Junta de convertir el acceso a recursos de salud mental en “un privilegio de clase”.

La tasa de psicólogos en la sanidad pública sitúa a Andalucía a la cola de Europa

Aurora Báez Boza

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Salud mental

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La falta de inversión, de personal, las largas esperas y el contexto económico hacen que la atención a la salud mental en Andalucía sea deficiente.

“Muchas veces, detrás de los problemas de salud mental está la inseguridad económica”

La decisión surge en un contexto en el que la atención a la salud mental, como consecuencia del colapso del sistema de salud pública andaluz, se encuentra en un estado más que deficientes. Según los datos de la propia Junta de Andalucía el tiempo de espera medio para optar a una primera sesión psicológica es de más de 70 días y las citas de seguimiento se dan hasta 8 meses después.

La Plataforma ciudadana La Salud Mental es un derecho ha denunciado que “el 40% y el 60% de los motivos de consulta en atención primaria están relacionados con patologías mentales”.