Opinión
No-sanfermines 2020

Hemos tenido que renunciar a los sanfermines, algo que solo había sucedido por causas bélicas. No podremos cumplir con nuestras tradiciones festivas, colectivas y personales.

Escritor
6 jul 2020 08:00

En origen llamadas ferias y fiestas de San Fermín en Pamplona, siempre han sido ocasión de encuentro multitudinario, tanto entre los habitantes de la ciudad como con quienes acudían en otros tiempos para comerciar y ahora para hacer turismo y divertirse. Dos circunstancias convirtieron los sanfermines en unas fiestas internacionales. La primera, que Pamplona se halle tan cerca de Biarritz —“la reine des plages, la plage des reines”— y de la Côte Basque, que Napoleón III puso de moda como uno de los primeros destinos turísticos, cuando eran solo para las clases más acomodadas. A principios del siglo XX, este hecho facilitó que veraneantes franceses, británicos o norteamericanos se acercaran a conocer sus fiestas en el autobús que unía Biarritz y Pamplona durante la temporada estival. La segunda fue que Ernest Hemingway, aconsejado por sus amistades de París, acudiera a conocer San Fermín y lo reflejara en su novela Fiesta, impulsando mucho más la llegada de anglófonos con el turismo de masas de mediados del siglo XX.

Los sanfermines son unas fiestas que se viven fundamentalmente en las calles, lugares de encuentro y celebración. Los pamploneses y pamplonesas hemos hecho de nuestras fiestas una oportunidad para recibir a nuestros visitantes, un signo de identidad y una oportunidad para renovar y fortalecer nuestros vínculos colectivos. Por eso, este 2020 de la covid-19 hemos sido doblemente castigados. A los efectos directos de la epidemia, el contagio de la enfermedad y la muerte que han sufrido tantos convecinos y personas alrededor del mundo, se han unido los efectos indirectos que sufrimos toda la población: el confinamiento domiciliario, la suspensión o limitación de actividades y la crisis económica.

Hemos tenido que renunciar a encontrarnos en las calles y, durante semanas, acudir al sustitutivo de vernos en los balcones. Nos hemos visto obligados a prescindir de los bares, restaurantes, peñas y sociedades gastronómicas donde hacemos buena parte de la vida social. También hemos tenido que renunciar a los sanfermines de este año, algo que solo había sucedido en el pasado a causa de sucesos bélicos. No tendremos visitantes, lo que quiere decir que no tendremos los ingresos que deja el turismo sanferminero en la ciudad, y no podremos cumplir con nuestras tradiciones festivas, colectivas y personales. Porque cada cual tiene sus propias tradiciones, encuentros, lugares, hábitos gastronómicos y recuerdos.

No es prudente empeñarse en celebrar los sanfermines con actos multitudinarios ni aglomeraciones. Pero sí lo es vivir con la mayor normalidad posible los no-sanfermines de 2020

Este año mucha gente tratará de salvar algunos muebles del naufragio, resignada a no tener fiestas pero planeando celebraciones en familia o en grupo. Está abierto el debate sobre si es una irresponsabilidad tratar de celebrar unos sanfermines extraoficiales, con el riesgo de contagio y extensión de la pandemia que todo contacto social conlleva, o sobre si es una exageración mantener el confinamiento más allá de lo que las autoridades han exigido. Pienso que no es prudente empeñarse en celebrar los sanfermines con actos multitudinarios ni aglomeraciones. Pero sí lo es vivir con la mayor normalidad posible los no-sanfermines de 2020. Esto es, pasear aprovechando el estío, acudir a actos culturales, salir a beber y a comer, guardando todas las medidas que haya que guardar, y llenar las terrazas, los bares y restaurantes hasta donde sea posible. Encontrarse con vecinos y amigos, guardando las distancias físicas pero no las afectivas, recordar cómo son las fiestas y cómo, sin duda, volverán a serlo en el futuro.

Miguel Izu Belloso
El iruindarra es autor de libros como Sexo en sanfermines y otros mitos festivos (2007), El asesinato de Caravinagre (2014) o Crisis en sanfermines y otros temas festivos (2015) y ha participado en obras colectivas como Derecho sanferminero (2016) o El alma del vino (2018).
Cargando valoraciones...
Ver comentarios 2
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...
Cargando portadilla...
Comentarios 2

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...