Más sanos y menos quemados: la jornada semanal de cuatro días es una bicoca para la salud

El estudio más ambicioso publicado hasta la fecha sobre la semana laboral de cuatro días señala avances claros en la reducción del síndrome de quemazón y en los niveles de salud mental de las trabajadoras examinadas.
Estacion Metro Barcelona Barceloneta
Álvaro Minguito Estación de Barceloneta, en Barcelona.
23 jul 2025 14:38

Un estudio publicado en la revista Nature Human Behaviour y con datos de trabajadoras y empresas de Irlanda, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Australia y el Reino Unido ha concluido que la semana laboral de cuatro días —sin reducción de salarios— impacta crucialmente en la salud física y mental de los y las trabajadoras.

La investigación ha sido financiada por la ONG 4 Day Week Global (4DWG) y realizada por investigadoras del Boston College (Estados Unidos) y del University College Dublin (Irlanda). El requisito previo era una reorganización laboral previa al ensayo para mejorar la eficiencia y la colaboración, seguida de un ensayo de seis meses y una observación de los resultados de un año.

Gran parte de las empresas mantuvo la semana de cuatro días después del ensayo. Además, otra doce empresas participaron como “empresas de control”, tras mostrar interés en la medida pero no participar finalmente en el estudio.

La motivación inicial de la investigación, que arrancó en 2022, se remontan al covid-19 y a cómo la pandemia “generó tal nivel de estrés y agotamiento, que llevó a muchos empleados a decir: 'Quiero vivir mi vida de otra manera'”, según apuntó Juliet Schor, coautora del estudio. Los límites del mismo han sido las empresas que se han prestado, por la sobrerrepresentación de organizaciones del tercer sector y de prestación de servicios profesionales.

Las primeras conclusiones de la muestra, en la que han participado 3.000 personas, lo que la convierte en la mayor investigación de este tipo realizada hasta la fecha, señala que la reducción de un día de trabajo reduce los niveles de agotamiento (burnout) de las trabajadoras. Utilizando una escala de uno a cinco, siendo uno que nunca se ha sentido ese queme y cinco que se está completamente achicharrado, el estudio constata una disminución relevante de 2,83 a 2,38, casi cinco décimas, en el conjunto de la muestra.

Junto a la disminución de la fatiga y la mejor disposición a la hora de afrontar las tareas, la mejora del sueño es uno de los factores claves que destacaron las personas participantes en el estudio

Otros indicadores de mejora son el incremento de casi cuatro décimas en la percepción sobre la propia salud mental. Especial incidencia tuvo la mejora de los problemas relacionados con el sueño. Junto a la disminución de la fatiga y la mejor disposición a la hora de afrontar las tareas, la cuestión del sueño es uno de los factores claves que destacaron las personas participantes en el estudio. 

Los cambios en la salud física fueron los menos pronunciados que los que tienen que ver con la presión psicológica del trabajo, pero se constataron mejores de alrededor de tres décimas. Los datos recogidos un año después de que comenzara el estudio muestra que las mejoras en la salud se han sostenido en el tiempo.

El informe apunta también intangibles como los cambios en la cultura empresarial derivados de este proyecto: una sustitución del paradigma del “trabajador ideal”, que echa más horas que un reloj, y una mejora en la compenetración y “autocuidado” del personal de las empresas.

España, de las iniciativas pioneras al estancamiento

En octubre de 2023, el Ayuntamiento de València, gobernado entonces por Joan Ribó (Compromís) hizo públicos los resultados analizados de una prueba piloto que realizó durante cuatro semanas seguidas. La muestra coincide con el estudio publicado esta semana, las personas que se acogen a la semana laboral de cuatro días experimentan efectos muy positivos en la salud y el bienestar de las trabajadoras y trabajadores, pero en el caso del consistorio valenciano, también se apuntaron factores socioambientales de mejora como el ahorro energético o la disminución del tráfico y, por lo tanto, de la contaminación en el aire.

En la actualidad, la reducción de jornada —en este caso para establecer la suma semanal en 37,5 horas diarias— se discute en el Consejo de Ministros, pero la reciente crisis por el Caso Koldo ha torpedeado aun más la acción legislativa de un Gobierno que, para sacar adelante esta mejora, necesitaría el voto de partidos a priori poco propicios como PNV y, especialmente, Junts. El periodo de sesiones ha terminado, y el Consejo de Ministros no se ha atrevido a lanzar en el último pleno una medida que ha sido trabajada por la vicepresidenta, Yolanda Díaz, como su gran proyecto de la legislatura.
Reducción de jornada
¿Vivir mejor o más trabajo para todos? Las diferentes vías para llegar a la reducción de la jornada laboral
Situar el empleo fuera del eje central de la vida de las personas trabajadoras enfrenta la visión clásica de los sindicatos para lograr el pleno empleo al de asociaciones que buscan la conciliación y el autocuidado.
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