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Represión
Joanna Giménez i García: “Entiendo mi detención como un intento de disuadir a otros periodistas”
La entrevistada habla desde la redacción de El Salto, medio para el que cubrió la noticia que le llevaría a estar más de 30 horas detenida. Se expresa de manera bastante serena a pesar de llevar apenas un día en libertad provisional en el momento de esta conversación: “Estar en la cárcel es algo desagradable y angustioso, pero es cierto que a nivel ético yo estaba tranquila porque sé que solo hice mi trabajo”. Joanna Giménez i García es periodista y colaboradora habitual de este medio. Junto a una fotógrafa que también documentó la acción, Isabel, fue detenida el pasado domingo después de cubrir la acción protesta de un colectivo ecologista en el Museo del Prado contra la crisis climática y la inacción de los gobiernos.
El pasado sábado 5 de noviembre, dos activistas de Futuro Vegetal pegaron sus manos a los marcos de la Maja desnuda y la Maja vestida de Goya y dibujaron en la pared un 1,5º, en referencia al calentamiento global. Las pinturas no sufrieron desperfectos y las dos personas activistas, que emitieron un discurso alertando sobre la emergencia climática, fueron detenidas justo después de los hechos, en el mismo museo. En el caso de las periodistas, fueron identificadas después de acabar la acción pero pudieron abandonar el museo con normalidad.
Tal y como narra Joanna, fue horas después cuando la policía realizó un primer contacto, primero solicitando su testimonio en calidad de testigo. Pero pronto cambiaron el discurso: “Sobre las siete de la tarde la policía me llama diciendo que tengo que ir a declarar como testigo sobre lo que había sucedido. Yo les digo que no hay problema, que testificaré más tarde. Apenas había pasado una hora cuando me vuelve a llamar la policía pero en un tono mucho más insistente y me dice que vaya con la mayor brevedad posible”.
Libertad de información
Libertad de información Detenidas dos periodistas que informaron sobre la acción climática en el Museo del Prado
Ella no oculta a los agentes su sorpresa y angustia por este cambio de actitud cuando ella acababa de ser citada como testigo. “Me respondieron que no, que yo estaba acusada como investigada y que tenía que personarme allí porque si no iban a venir a buscarme y a detenerme. Les dije que no tenía problema en ir pero que necesitaba buscar antes asistencia legal”. Lo consiguió y quedó con los agentes en personarse al día siguiente a primera hora. “En la última llamada que tuve con la policía, yo les pregunté específicamente si iba a tardar mucho en declarar porque el lunes tenía que ir a trabajar [fuera de Madrid]. Me dijeron que no, que iba a ser un proceso rápido”.
Tanto Isabel, la fotógrafa, como ella, acuden a las 9:30 del domingo a la comisaría de El Retiro. “Lo primero que hicieron fue decirnos que estábamos detenidas ante la cara atónita del abogado. Aunque el abogado trató de explicar que no era necesaria la detención en esta situación, el agente de policía no le dejó hablar, le interrumpió varias veces y procedieron a la detención”. La noche en comisaría no fue precisamente agradable, expone. Pero tenía la conciencia tranquila: “Yo solo estaba haciendo mi trabajo”, reitera.
Editorial
El Salto condena la inaceptable detención de las periodistas que cubrieron la protesta en el Prado
Es en este punto en el que más se detiene. En el vídeo del acto se percibe claramente como una de las vigilantes del museo le espeta que lo que está sucediendo “no es información” —los criterios de noticiabilidad y la posterior cobertura mediática del acto de los dos activistas lo desmienten— y que “está grabando y no nos interesa que grabe”. Se escucha cómo la mujer trata de expulsar a las informadoras de la sala, a lo que Joanna responde que es periodista y que puede mostrar su acreditación. “Insistí varias veces en que estaba haciendo mi trabajo y que podía demostrar que era periodista, pero en ningún momento me pidieron el carné de prensa, solo querían echarme”.
Mientras asociaciones como la FAPE y la APM aceptaron la versión institucional que tacha de “cómplices” de los activistas a ambas profesionales detenidas —cuando ninguna de las dos pertenece a Futuro Vegetal, insisten—, otros colectivos del gremio como la Unió de Periodistes y Reporteros Sin Fronteras han manifestado su preocupación por las implicaciones que tiene para el ejercicio profesional la detención de las informadoras. “A mí me avisaron de que se iba a hacer una acción, pero yo no sabía la naturaleza de la misma y mucho menos participé en ella, me limité a grabar e informar de lo acontecido”. La noticia que reflejó este material fue publicada en este medio, en el que colabora con asiduidad, y desde el cual aceptamos la propuesta de contenido, lo que supone una evidencia más de que estaba ejerciendo su profesión. Joanna lo tiene claro: “Entiendo mi detención como un intento de disuadir a otros compañeros periodistas, especialmente a periodistas que se encargan de cubrir acciones o eventos de movimientos sociales”.
El proceso, recuerda, no ha hecho más que empezar: “Estamos en libertad provisional y a la espera de que se nos llame a juicio”, subraya la periodista. “Me enfrento a años de prisión por un supuesto delito de daños al patrimonio, o sea, me piden lo mismo que a los activistas que se pegaron a los marcos cuando yo lo único que hice fue mi trabajo: informar”. Todavía se desconoce la fecha prevista para el juicio, pero tanto Joanna como Isabel tienen claro en qué hay que enfocarse ahora: que tanto el conjunto de profesionales del periodismo como la ciudadanía en general sean conscientes de este caso frente a una legislación que a menudo no ampara el derecho a informar y ser informado.
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Mucho ánimo, esta detención no hay por donde cogerla, es una vergüenza.
Es evidente que están muy nerviosos con todo esto, tienen miedo y es el momento de insistir.
Fuerza a las activistas y a las periodistas!
No tiene recorrido jurídico imputable. Lo que se pretende es amedrentar, avisar, coaccionar, con esta medida de abuso de poder. Mala imagen de cara a unas elecciones, para el gobierno. ¿ Acaso es lo que busca la oposición, con ramificaciones jurídicas y policiales en la sombra, dentro de un gobierno? ¿ O es la parte más conservadora del gobierno?
Cuando alguien planta cara al statu quo la democracia liberal enseña sus dientes. Mucha suerte a las cuatro detenidas.
La brutal represión de este estado fascista es insoportabla!
Toda mi solidaridad con estas dos periodistas. Es terrorífico el constatar cómo nos van cercenando el derecho a una información veraz y a la libertad de expresión.
Todo un aviso a navegantes. No entienden la importancia planetaria del cambio climático ni la libertad de expresión, ni el artículo 20 de la Constitución.
No se puede esperar libertad de prensa en un estado fascista. Ánimo a Joanna y a las activistas de Futuro Vegetal
Otro acoso más a periodistas: "El juez que condenó a Juana Rivas consigue que un magistrado investigue un grupo de WhatsApp con 103 periodistas": https://www.publico.es/mujer/juez-condeno-juana-rivas-magistrado-investigue-grupo-whatsapp-103-periodistas.html