Política
El PSOE escenifica un apoyo unánime a Sánchez ante la incerteza sobre su dimisión

Son muchos y muchas más que los ultras que anegaron la madrileña calle Ferraz durante días para pedir su dimisión en las semanas posteriores al 23 de julio. Varios miles de militantes y simpatizantes del PSOE se han concentrado hoy a las puertas de la sede de su partido para escenificar un grito de apoyo unánime a Pedro Sánchez durante el penúltimo día de sus cinco jornadas de reflexión interna anunciadas por él mismo tras el ataque mediático y judicial contra Begoña Gómez, su esposa, que llegó a su máximo apogeo el pasado miércoles con la judicialización de un presunto caso de tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
En la cabeza del presidente, según él mismo ha dicho, solo se discuten dos ideas: dimitir o no dimitir. ¿Vale la pena soportar la violencia del lawfare o no? El lunes todo el mundo conocerá su decisión. Entre tanto, la dirección del Partido Socialista ha puesto a funcionar todo su aparato para escenificar un apoyo unánime de sus bases y de sus simpatizantes convocando un comité federal dedicado únicamente a pedirle a Sánchez “que no se rinda”. Es un acto simbólico, no de gestión interna: el partido ha movilizado a sus cargos municipales, provinciales, autonómicos y estatales para que, juntos, declaren públicamente su cierre de filas con el presidente del Gobierno y su secretario general. Ya lo han hecho y hasta lo han televisado con pantallas colocadas a las afueras de su sede.
Han pasado todos los perfiles socialistas del momento por el atril rojo: la vicepresidenta primera y potencial sucesora de Sánchez ante una hipotética dimisión, María Jesús Montero; el líder del PSOE de Euskadi, Eneko Andueza; el candidato del PSE a la Generalitat, Salvador Illa; la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera; el ministro de Transportes, Óscar Puente; la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite; y hasta el presidente de Castilla-La Manca, Emiliano García-Page. Todos y todas con discursos enalteciendo la historia del Partido Socialista, pidiendo la permanencia de Sánchez en Moncloa y alegando en favor de “un frente contra la ultraderecha”.
Conscientes de la importancia política del momento y, a priori, atravesados por la incerteza de lo que pasará el lunes cuando el presidente del Gobierno salga ante las cámaras de nuevo, la dirección del PSOE ha hecho hoy todo cuanto estaba en sus manos para demostrar su adhesión al proyecto que representa el liderazgo de Sánchez. Hasta han terminado el comité federal saliendo a besarse y abrazarse con su militancia a las puertas de la sede de la calle Ferraz.
Lawfare
El PSOE sale en tromba a resistir el ‘lawfare’ que antes negaba
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