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Andalucía
Enrique Dussel: Un pensador de la liberación
Enrique Dussel: ¿el Hegel y Marx del Sur global?
Filosóficamente, Enrique Dussel es el Hegel del Sur Global. Sin embargo, a Dussel esta analogía no le agradaba y siempre nos pedía amablemente que no la utilizáramos por diversas razones. Primero, por su humildad. Segundo, porque la analogía era incorrecta, ya que Hegel representa la cúspide del eurocentrismo, mientras que la obra de Dussel está precisamente en contra de dicho enfoque. A pesar de ello, recurrimos a esta comparación para que las audiencias eurocéntricas, poco familiarizadas con la obra de Dussel pero sí con la filosofía europea y norteamericana, puedan comprender la magnitud de su pensamiento.
Los filósofos eurocéntricos, ya sean de Europa, América Latina, África, Asia u otras regiones, identifican en Hegel al pensador que logró la gran síntesis de la filosofía, la historia mundial, la ética y la política eurocéntrica. Desde Hegel hasta Habermas, los filósofos eurocéntricos se refieren a él, ya sea para criticarlo con la idea de mejorar la perspectiva eurcentrada o para aceptarlo tal como es. Desde nuestra perspectiva, Dussel es nuestro Hegel porque realizó la gran síntesis del pensamiento descolonial del Sur Global. Creó una visión filosófica desde la experiencia de los oprimidos, explotados y excluidos del Sur Global, es decir, desde la exterioridad o “no ser” más allá del ser ontológico del mundo moderno. Desde este lugar de enunciación, Dussel fundó un “sistema” filosófico completo que incluye una ontología, meta-física, ética, filosofía, un método (el analéctico), así como una política, pedagógica, erótica y teológica, pasando por la económica y, próximamente, de manera póstuma, una estética de la liberación. Pero además, Dussel ha trazado una historia mundial que, a diferencia de Hegel, no es helenocéntrica ni eurocéntrica, lo que implicó una tarea titánica que se materializó en obras como Hipótesis para el estudio de Latinoamérica en la historia universal (1966) y Política de la Liberación. Historia mundial y crítica (2007).
Los calibanes del planeta, estén donde estén, encuentran en Dussel una fuente de pensamiento crítico que ha marcado un punto de inflexión en la tradición crítica y descolonial del Sur Global, al igual que Hegel lo hizo en la tradición eurocéntrica del Norte Global. Esto es importante, ya que no necesitamos reconstruir todo lo que hizo Dussel, sino que podemos partir de él de la misma manera en que los eurocéntricos han partido de Hegel. Por ello, el Sur Global y el pensamiento descolonial planetario debe basarse en la gran síntesis y el sistema filosófico abierto que Dussel ha producido.
Dussel también puede ser considerado el Marx de nuestro tiempo. Es sabido que utilizaba el espíritu de la metodología de Marx, no la de los marxistas, en sus investigaciones. Dussel dedicó diez años de su vida, equivalentes a dieciocho semestres universitarios, al estudio de la obra de Marx. Sin embargo, Dussel no se identificaba como marxista, sino como seguidor del pensamiento de Marx. Esta distinción es crucial, ya que el marxismo del siglo XX, en su mayoría, es eurocéntrico, a excepción del marxismo del Sur Global, como el marxismo negro o el latinoamericano, como el de José Carlos Mariátegui, Cedric Robinson u Oliver Cox, entre otros.
La versión de Marx que predominó durante el siglo XX fue la soviética y occidental, el cual derivó en un marxismo blanco y eurocéntrico que reprodujo muchos problemas. Lamentablemente, los intelectuales marxistas no tuvieron acceso a la obra completa de Marx. De hecho, al día de hoy, quedan muchos volúmenes sin publicar. Por lo tanto, Dussel es un pionero en el “Marx desconocido”, ya que estudió tanto los trabajos publicados como los inéditos en los archivos de Berlín y Ámsterdam, lo que le otorgó un conocimiento único sobre la obra del pensador alemán. Por ello, muchos de los marxistas del siglo XX y XXI reconocen en Dussel a la única persona que ha leído la obra completa de Marx, un trabajo descomunal que se ve materializado en cinco volúmenes dedicados a su obra (2). En estos trabajos, Dussel realizó importantes contribuciones al presentarnos un Marx en constante proceso de transformación, distinto al Marx estático y dogmático que nos ofrece el estalinismo. El Marx de Dussel es un pensador que durante los últimos años de su vida realizó diversos giros decoloniales sumamente importantes, desconocidos para muchos marxistas de renombre.
En este contexto, Dussel puso al día la obra de Marx. Obras como la Ética de la Liberación (1998), los tres tomos de la Política de la Liberación (2007; 2009; 2022) y los cinco volúmenes sobre Marx (1985; 1988; 1990; 1993; 2014), entre otras, reflejan el espíritu de la metodología de Marx. A menudo se pierde de vista este punto, ya que Dussel no cita a Marx constantemente, aunque sí lo hacía en sus conferencias, cursos y seminarios. No obstante, es importante comprender que su enfoque no se adhiere dogmáticamente a la metodología de Marx, sino que más bien proporciona una visión de cómo Marx trabajaba los temas, lo cual es distinto.
También es importante reconocer a Dussel como un destacado teólogo de la liberación, siendo la crítica al fetichismo uno de los fundamentos de esta teología. Dussel logró trabajar en el campo de la filosofía y de la teología, manteniendo la imbricación entre ambas epistemes, aunque siempre conservando cierta autonomía. Esto significa que cuando Dussel escribía sobre teología de la liberación, si bien estaba arraigado a la cosmovisión profética y mesiánica, no se limitaba a la teología, sino que se abría a múltiples y heterogéneos campos de conocimiento.
La tradición profética de la crítica a los faraones, emperadores y reyes era fundamental para Dussel. Siempre afirmaba, siguiendo a Marx, que la crítica política exige ser ateos de los dioses terrestres. Para él, la sacralización y la fetichización de estos dioses falsos impiden la producción de pensamiento crítico. La crítica radical, por lo tanto, surge de adoptar una postura atea frente a los poderes terrestres: el capital.
Otra categoría central en la obra de Dussel, vinculada al pensamiento de Marx, es la de “exterioridad”. A diferencia de la tradición marxista del siglo XX, que consideraba la categoría de “totalidad” como central en el pensamiento de Marx, Dussel sostenía que la primordial era la categorías de “exterioridad”. Esto significa que Dussel no sólo se dedicaba a la lectura del material inédito de Marx, sino que su formación abarcaba teología, economía-política, historial mundial, filosofía mundial, europea, china, latinoamericana, indígena, africana, indostánica, entre muchas otras, lo que le permitía percibir aspectos en una oración de Marx que escapaban a la percepción común. Mientras algunos identificábamos dos temas en una oración, él podía discernir siete, lo que le posibilitaba realizar una interpretación sumamente original de Marx, en sintonía con el espíritu del propio Marx.
En la tradición eurocéntrica marxista, a menudo se descuidan los aspectos teológicos de la obra de Marx, ya que esta tradición moderna se debate entre lo secular y lo religioso. Asimismo, se desatienden los elementos histórico-mundiales. Sin embargo, Dussel sitúa a Marx en la tradición semita, desafiando de esta manera la representación del Marx cartesiano promovida por el marxismo eurocéntrico del siglo XX, que concibe a Marx como un autor que piensa desde un “no-lugar”, es mecanicista y cientificista. En cambio, según Dussel, Marx está situado en el tiempo, espacio y desde una cosmovisión particular. En este sentido, la visión semita de Marx, según Dussel, le proporcionaba categorías, algunas de origen teológico, que le permitían realizar una crítica radical del mundo de su época.
Su relación con la academia, el pensamiento crítico y el compromiso político
Hemos tenido la oportunidad de ser testigos presenciales de Dussel en acción. El hecho de que la mayoría de los eventos realizados por la “red” Modernidad/Colonialidad fueran organizados por nosotros nos permite compartir algunas experiencias en primera persona (3).
Más allá de ser un gran intelectual, Dussel fue una persona profundamente comprometida con la liberación de los pueblos. Lo que escribía y expresaba era la formalización de su práctica concreta. Viajamos juntos por diversos lugares del mundo y pudimos compartir experiencias muy de cerca. En lo personal, siempre fuimos muy cautelosos al seleccionar los lugares a los que lo invitábamos, conscientes de no abusar de su tiempo. Siempre lo invitábamos a lugares donde su participación fuera significativa y también pudiera enriquecerse con la experiencia anti-imperialista, anti-colonial, anti-racista y anti-sexista de movimientos políticos y sociales. Por eso, él solía decir que “a donde Ramón me invita, allá voy”. En este sentido, elegíamos lugares de importancia tanto intelectual como política, ya que era este último aspecto lo que más le interesaba a Dussel de nuestras invitaciones. No lo invitábamos simplemente a pensar sobre la liberación del mundo, sino más bien a intervenir políticamente en su transformación y liberación.
Viajamos juntos por muchos países de América Latina, incluyendo Venezuela en varias ocasiones, varios países de América Latina, así como países de África, entre ellos Marruecos y Sudáfrica, y varios países de Europa. Siempre trabajábamos con los movimientos populares antiimperialistas que luchaban en las calles contra la dominación imperialista, colonialista, racista, sexista y eurocéntrica, incluyendo al movimiento de los Indígenas de la República en Francia. Invitamos también a Dussel a participar de eventos y reuniones de la “Europa Decolonial”, junto a compañeros musulmanes, caribeños y afrodescendientes en Europa, en países como Alemania, Francia, Inglaterra, España, entre otros.
Al organizar muchos de los eventos de la red Modernidad/Colonialidad, nos encontramos con pensadores como Aníbal Quijano, quien reproducía una lógica moderna y eurocéntrica en relación al debate entre lo secular y lo religioso, es decir, entre la ciencia moderna y la religión moderna, lo cual representa un profundo problema desde la perspectiva descolonial.
Lo que llamamos “secular” supone la cosmovisión teológica de la cristiandad como horizonte de sentido. La teología dominadora de la cristiandad moderno/colonial se disfraza de “secular” y de cientificista, generando un dualismo muy problemático entre humano vs. naturaleza, lo cual implica adoptar la historia local de la Europa medieval de la cristiandad, donde no se permitía la producción de ciencia debido a la incompatibilidad entre espiritualidad y ciencia, como historia universal. Los dualismos de la cristiandad impedían que la ciencia se desarrollara, pues se percibía como una amenaza a los dogmas de la Iglesia. Aquellos científicos que experimentaban con las fuerzas de la naturaleza, al considerarse demoníacas, eran condenados a la hoguera. Este dualismo sumió a Europa en un oscurantismo durante muchos siglos. En cambio, en el resto del planeta, existía una compatibilidad entre ciencia y espiritualidad gracias a una visión cosmológica holística de la relación entre el ser humano y la naturaleza. Esto permitió que contrario a la cristiandad, la ciencia se desarrollara en compatible con la espiritualidad.
En este contexto, Quijano cuestionaba por qué invitábamos a ese “curita”, refiriéndose a Dussel, a estos eventos. En otras palabras, no quería que invitáramos a Dussel porque supuestamente era sólo un teólogo y no tenía nada que aportar al pensamiento descolonial. Sin embargo, cuando le preguntábamos qué había leído de Dussel, resultaba que no había leído nada por puros prejuicios eurocéntricos y modernos. Había leído uno o dos textos en la línea de la teología de la liberación en la década de 1970 y con eso despachó el conjunto de la obra de Dussel, como si fuera una persona que no merecía ningún respeto ni atención.
Cuando Dussel presentaba su obra, Quijano descalificaba todo lo que decía. Siempre nos llamó la atención la humildad de Dussel ante el tono soberbio de Quijano, a pesar de que ambos tenían aproximadamente la misma edad y Dussel contaba con muchas más obras, especialmente sobre Marx. Con paciencia y respeto, Dussel siempre respondía a Quijano con argumentos sólidos y con respeto. Un ejemplo de esto es la divergencia en sus posiciones sobre la categoría de “totalidad”. Para Quijano, todo es totalidad y nada está fuera de ella, aunque tuviera una visión de “totalidad con heterogéneidad” y no una visión eurocéntrica de “totalidad con homogeneidad”. En cambio, Dussel reivindicaba la categoría de “exterioridad”, especialmente la exterioridad de la subjetividad humana, una posición que Quijano miraba con escepticismo. Quijano no reconocía epistemologías distintas a las europeas, considerando que todo formaba parte del mismo sistema. De esta manera, no percibía el potencial ni la posibilidad de un pensamiento producido desde la exterioridad relativa de la totalidad del sistema.
En 1998, organizamos una conferencia sobre “Colonialidad del poder, capitalismo histórico y Transmodernidad”(4) en la Universidad del Estado de Nueva York, en Binghamton. Bolívar Echeverría fue uno de los invitados. Siendo profesor del Departamento de Sociología y miembro del Braudel Fernand Center, Immanuel Wallerstein, director del centro, se nos acercó un día preguntándonos por qué Bolívar se quejaba por haber invitado a Dussel. Pidió que habláramos con él, ya que Bolívar alegaba que Dussel no era una persona seria. Al conversar, Bolívar también descalificó a Dussel como un “curita teólogo” sin aportes significativos para los marxistas. Al preguntarle si había leído la obra de Dussel sobre Marx, que ya tenía los cinco tomos publicados en 1998, admitió no haberlo hecho; ni siquiera había leído la Filosofía de la liberación de 1977. Su desestimación se basaba, de nuevo, en prejuicios secularistas, modernos y eurocéntricos. Por tanto, le señalamos que ese tipo de argumentación no nos convencía de no invitar a Dussel, dada su gran relevancia en múltiples campos del conocimiento y como referente fundamental en los diálogos Sur-Sur.
Nunca compartimos estas experiencias para evitar conflictos, pero ahora nos sentimos libres de hacerlo. Ya es tiempo de decir que Dussel fue maltratado, perseguido y excluido en el ámbito académico, lo cual es una vergüenza para el Sur Global.
En una ocasión, acompañamos a Dussel a dictar un seminario en Guadalajara, organizado por la Asociación Filosófica de México. Nos llamó mucho la atención que, al entrar al lobby del edificio, donde se encontraban muchos de los grandes filósofos mexicanos, nadie saludó a Dussel y todos le dieron la espalda. Nadie respondió a sus saludos, lo cual nos resultó sumamente chocante. De ahí caminamos más de 20 minutos hasta arribar a la esquina más remota donde se encontraba el aula del evento con Dussel. Recorrimos muchos pasillos con aulas casi vacías hasta llegar a la sala de Dussel, que estaba abarrotada con personas incluso trepadas en las ventanas para escucharlo hablar sobre filosofía de la liberación.
Algo similar sucedió en 2019, cuando Dussel participó en un evento organizado por la Universidad de Saint Denis, en París, Francia. En dicho evento hablaron Alain Badiou y se retiró, luego Jacques Rancière y también se fue, y finalmente Étiene Balibar hizo lo mismo. A Dussel le tocó tarde y no quedaba ningún filósofo francés presente, a pesar de que él se había preparado mucho para debatir con ellos. Al ver que ningún filósofo se había quedado y que no habría debate, expresó su decepción al inicio de su intervención. En esa oportunidad, criticó el evento y la actitud de soberbia de los filósofos franceses.
Seis meses después, organizamos también en París un evento sobre el tema descolonial en el Instituto de Altos Estudios de América Latina. Dussel tenía un gran interés en discutir con Balibar, por lo que lo invitamos, a pesar de su inicial renuencia debido a la falta de tiempo. Sin embargo, aceptó comentar la ponencia de Dussel. En aquella oportunidad, Dussel impartió una conferencia magistral sobre historia mundial de la política, desde la Mesopotamia, hace 5 mil años, pasando por China, India, Egipto, etcétera. La audiencia estaba asombrada. Cuando llegó el turno de Balibar para hacer el comentario, nos quedamos perplejos porque presenciamos la arrogancia y soberbia eurocéntrica personificada. Su eurocentrismo era tan evidente que nos preguntamos si era consciente de sus limitaciones. En lugar de ser honesto acerca de sus dudas y preguntas, ya que no estaba familiarizado con la filosofía fuera de la europea, lo primero que Balibar expresó fue: “Desconfío mucho de la gente que habla de eurocentrismo”, y continuó criticando sin fundamentos a quienes utilizaban ese concepto. Su reacción dejó a todos desconcertados y para nosotros significó un antes y un después (5).
Dussel demostró una paciencia y perseverancia impresionante a lo largo de su vida académica, a pesar de la violencia que experimentó en estos espacios. Nunca permitió que estas situaciones lo desviaran de su camino. Siguió adelante con entusiasmo, disciplina y un profundo amor por la humanidad, los pueblos y la liberación.
Dussel también mostró su compromiso ético-político en los momentos más complicados de Venezuela (6), Cuba y muchos otros pueblos oprimidos y excluidos del Sur Global. Por ejemplo, el impacto de las Escuelas descoloniales en Sudáfrica fue enorme, dando origen al movimiento “Rhodes Must Fall: Decolonize the University”. Estos estudiantes, que participaron en los cursos que impartimos junto a Dussel y Nelson Maldonado-Torres, constituyeron un movimiento nacional sudafricano decolonial que paralizó el sistema universitario para descolonizarlo. Aunque fue fuertemente reprimido, dejó un legado importante, ya que todas las universidades de Sudáfrica ahora consideran seriamente la descolonización de los currículos.
La humildad como condición de posibilidad del pensamiento crítico
Con frecuencia, observamos a Dussel interactuar con personas sin importar su título o formación. Cuando le señalaban errores o sugerían revisiones, él escuchaba, tomaba notas y reevaluaba su posición.
Dussel se despertaba cada mañana con oídos de discípulo. A pesar de tener 88 años, continuaba reflexionando, pensando y revisando su obra. En general, académicos con obras consolidadas suelen reaccionar negativamente a las críticas, pero Dussel persistía en revisar y actualizar su trabajo. Próximamente, se publicarán 15 volúmenes en la editorial AKAL bajo el título “Colección Enrique Dussel”, que abarca el “último Dussel” o el “Dussel tardío”. En estos volúmenes, revisa, actualiza e incluso radicaliza temas previos. Por lo tanto, tenemos Dussel al menos para otra década. Además, estos trabajos prometen ser muy significativos y dejarán a todos impresionados. La capacidad de seguir revisando, actualizando y modificando su obra al final de su vida requiere una gran humildad y un fuerte compromiso con los pueblos. Pues, para Dussel, su obra era una herramienta para la lucha por la liberación de los pueblos y no dudaba en modificar lo necesario para alcanzar ese objetivo.
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Notas
(1) “Sur Global” es una categoría relativa a los oprimidos dentro del sistema-mundo moderno/colonial, que geográficamente pueden o no estar localizados en países del Sur o del Norte del planeta. Al utilizar la expresión “Sur Global”, nos referimos a una posicionalidad dominada en las relaciones de dominación del sistema imperialista mundial.
(2) Somos afortunados en poder leer en castellano, ya que se han hecho muy pocas traducciones a otras lenguas.
(3) Fuimos uno de los organizadores de la red Modernidad/Colonialidad, aunque posteriormente optamos por distanciarnos públicamente.
(4) El proyecto utópico de Dussel se denomina “transmodernidad”, concebido como una superación de la civilización moderna de muerte, en vista de la afirmación de la vida de todas sus formas. Dussel propone la creación de una nueva civilización que, hasta el momento, carece de nombre, ya que nos encontramos en el proceso de “parto”.
(5) Lo único que Balibar rescató fueron ciertos aspectos del pensamiento analógico de Dussel, ya que él recién ahora estaba explorando ideas que Dussel ya había desarrollado y madurado durante más de medio siglo.
(6) Cuando sectores de la red Modernidad/Colonialidad redactaron un documento nefasto en el verano de 2017, en medio de las “guarimbas” y los ataques paramilitares en Caracas, difamando al gobierno de Nicolás Maduro como si fuera una dictadura y repitiendo las tesis imperiales sobre Venezuela, nos comunicamos con Dussel. Su lectura de los documentos lo llevó a proponer escribir una respuesta inmediata para confrontar la posición de los pseudo-descoloniales. Sin embargo, ante la posibilidad de que un texto escrito tardara demasiado en circular, sugerimos la idea de un video, que Dussel completó al día siguiente y se volvió viral al ser compartido a través de internet. Este acto representó un apoyo contundente a la Revolución Bolivariana contra las posturas de reconciliación con el imperio, promovidas por muchos intelectuales de la red. Además, publicamos otro documento que recogía firmas, entre otras acciones. La valentía, consecuencia y coherencia de Dussel quedaron patentes cuando presentó su video confrontando a la red y señalándoles que estaban equivocados.