Opinión
El infierno de la presa de Mattmark, la reparación de una memoria olvidada

El derrumbamiento en la construcción de la presa de Mattmark en 1965 acabó con la vida de 88 trabajadores, entre ellos 4 españoles, una de las peores catástrofes naturales que ha sufrido Suiza y el accidente laboral más grave de ese país.
Huir de la miseria temporeros españoles
Temporeros españoles en huelga en la empresa Murar de 1970, en Suiza, en una imagen de la exposición ‘Huir de la miseria’. Fotógrafo: Christian Murat.

Universidad de Castilla La Mancha

Universidad de Zurich

5 oct 2025 06:00

En la actualidad, vivimos en un contexto de cuestionamiento de los sistemas democráticos occidentales y de incremento del revisionismos históricos. Las políticas de Memoria Democrática de los últimos años tratan, por un lado, de cuestionar las posturas anteriores a través de estudios rigurosos, demostrando y recordando el legado cultural del pasado traumático y así evitar la banalización de épocas como la dictadura. Y, por otro, tratan de poner en valor la defensa de los derechos y libertades de la sociedad española y la reconstrucción de la ciudadanía democrática, como se puede comprobar en los diferentes actos organizados por el Gobierno en el programa de 50 años en Libertad

De manera progresiva, dicho término ha ido ampliando sus perspectivas de análisis, incluyendo algunos temas como la emigración. Tal y como ha mostrado la exposición Huir de la miseria, en un contexto de incremento de posturas xenófobas y racistas, es necesario poner de manifiesto la importancia que ha tenido la relevancia de la emigración para la ciudadanía de este país. La España actual no se puede entender sin la importancia de la emigración, sobre todo de los miles de españoles y españolas que durante las décadas de los sesenta y setenta marcharon a la Europa Occidental, de manera temporera o permanente, a trabajar en la industria, en la construcción o en la agricultura europea. 

Gran parte de las referencias a las experiencias migratorias en Europa se han centrado en poner de manifiesto la relevancia que tuvieron estos movimientos para la economía

Hasta el momento, gran parte de las referencias a las experiencias migratorias en Europa se han centrado en poner de manifiesto la relevancia que tuvieron estos movimientos para la economía de este país y para la democratización de España. Sin embargo, los movimientos migratorios también tuvieron un peaje. No solo por el impacto negativo que tuvo en las zonas rurales españolas, que comenzaron a perder población, sino también porque las condiciones de trabajo, entre otras cuestiones, provocaron el fallecimiento de numerosos españoles y españolas en Europa. Estos ciudadanos y ciudadanas, junto con sus familias, también forman parte de esa Memoria Democrática.

En los últimos días, en Suiza se está conmemorando el derrumbamiento en la construcción de la presa de Mattmark, que fue el mayor accidente de la historia de la construcción en Suiza. El 30 de agosto de 1965, una parte del glaciar Allalin se desprendió y arrasó la obra de construcción de la presa de Mattmark, en el cantón de Valais en Suiza. La avalancha, compuesta por unos dos millones de metros cúbicos de hielo y escombros, alcanzó los barracones, los talleres y la cantina, ya que estos habían sido ubicados justo en la línea de caída del glaciar Allalin porque era el lugar más barato y práctico, a pesar de las advertencias sobre los desprendimientos del glaciar. 

 El derrumbamiento en la construcción de la presa de Mattmark en 1965 acabó con la vida de 88 trabajadores, entre ellos 4 españoles, una de las peores catástrofes naturales que ha sufrido Suiza y el accidente laboral más grave de ese país

El desprendimiento del glaciar acabó con la vida de 88 trabajadores, la mayoría emigrantes temporeros: 56 trabajadores italianos, 23 suizos, 4 españoles, 2 alemanes, 2 austríacos y un apátrida. En el caso de los españoles, además de los trabajadores temporeros se encontraba un exiliado del franquismo que trabajaba como delineante en la obra. Esta tragedia fue una de las peores catástrofes naturales que ha sufrido Suiza y el accidente laboral más grave de la historia reciente del país, lo que provocó que se abrieran varios debates entre su sociedad.

El accidente puso de manifiesto la dependencia del país al trabajo migrante, el cual estaba acompañado en la mayoría de los casos de malas condiciones laborales. Trabajadores no cualificados o semicualificados de España e Italia, entre otras nacionalidades, acudían a Suiza a trabajar en la construcción en un periodo de 9 meses máximo a través de permisos de residencia de corta duración, que estaban sujetos a estrictas restricciones: los temporeros solo podían trabajar durante un tiempo limitado y después tenían que abandonar Suiza, se les prohibía traer a sus familias, por lo que solían vivir separados de ellas, no se les permitía cambiar de empleador o de lugar de residencia durante la temporada y las condiciones de trabajo y de vivienda solían ser muy deficientes, con salarios bajos y alojamientos en barracas de madera.

El caso de Mattmark fue un ejemplo de todo ello. En la construcción de la presa apenas se tuvieron en cuenta medidas de seguridad laboral para unos trabajadores que, además de desarrollar trabajos peligrosos, lo hacían a cambio de unos salarios muy bajos. Como solía ocurrir en gran parte de los casos, el conflicto de intereses entre la maximización de los beneficios y la seguridad en el trabajo, se resolvió a favor de los primeros.

El libro de Elisabeth Joris Mattmark 1965. Erinnerungen, Gerichtsurteile, italienisch-schweizerische Verflechtungen (Mattmark 1965. Recuerdos, decisiones judiciales y entrelazamientos italiano-suizos, Rotpunktverlag, 2025) así como la novela de Urs Hardegger Ein unvorhersehbares Ereignis (Un acontecimiento imprevisible, Nagel & Kimche, 2025) coinciden en señalar que la catástrofe no fue un desastre natural imprevisible.

El accidente fue el resultado de decisiones deliberadas de la dirección de la obra que, a pesar de las advertencias, construyó las barracas y los comedores en una zona de peligro situada debajo del glaciar Allalin. Así ahorraban tiempo y costes.

Se trató del resultado de decisiones deliberadas de la dirección de la obra que, a pesar de las advertencias, construyó las barracas y los comedores en una zona de peligro situada debajo del glaciar Allalin. Así ahorraban tiempo y costes. Estas investigaciones están sirviendo como actos de reconocimiento, justicia y memoria democrática para todas las familias de los fallecidos o afectados, ya que el juicio celebrado en 1972 terminó con la absolución de todos los acusados. 

La catástrofe se transformó en un símbolo de las dificultades que enfrentaban los emigrantes del sur de Europa en Suiza y generó una reacción ambivalente de compasión y rechazo hacia los trabajadores extranjeros. En primer lugar, para muchos italianos residentes en Suiza, el desastre fue un punto de inflexión en sus vidas laborales. Muchos de ellos comenzaron a cuestionar si debían seguir trabajando en una sociedad donde no se sentían aceptados, sino víctimas de la optimización de beneficios económicos y, al mismo tiempo de los crecientes movimientos xenófobos.

Para Suiza eso no fue un problema, porque los sustituyeron los trabajadores españoles. En segundo lugar, los medios de comunicación visibilizaron a las víctimas de Mattmark no como mano de obra barata invisible, sino como seres humanos que inspiraban solidaridad y merecían reparación. De hecho, tras la tragedia, los trabajadores recibieron mayor atención y tanto sindicatos como organizaciones benéficas impulsaron diversas acciones de apoyo, aunque se mantuvo el trabajo temporero en unas condiciones similares.

En tercer lugar, abrió el debate sobre el estatuto de los temporeros en Suiza que se alargó hasta 2002, cuando fue eliminado y sustituido por el Acuerdo sobre la libre circulación de personas (ALCP) entre Suiza y la UE. En cuarto lugar, las demandas de las familias afectadas hacia las autoridades suizas provocaron la aparición de los primeros movimientos xenófobos, que consideraban que reflexionar sobre las demandas de estos temporeros y sus familias suponía una amenaza a la política migratoria del país. 

Cincuenta años después de la catástrofe de Mattmark, el análisis de aquellos acontecimientos permite comprender mejor las particularidades de la emigración española hacia Europa, recuperar la memoria de trabajadores olvidados y reflexionar sobre la complejidad y los costes humanos de los movimientos migratorios. En el caso de los españoles en Mattmark —como en tantos otros en Francia, Alemania o Bélgica—, la necesidad de salir del país para mantener a sus familias, ahogadas por la dictadura, se convirtió en un viaje lleno de riesgos que, demasiadas veces, terminó en tragedia.

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