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Activista trans nobinarie, integrante de Sexualiarte
El argumentario del PSOE “Contra las teorías que niegan la realidad de las mujeres”, publicado el 9 de junio, no es solo tránsfobo, sino también, y sobre todo, queerfobo, y claramente señala tanto al activismo queer como a la teoría queer como enemigos. No obstante, casi todo el debate público desde entonces se centra en el derecho a la autodeterminación de la identidad de género de las personas trans, especialmente de las mujeres trans. Con pocas excepciones —una de ellas, El Salto—, se invisibiliza por completo tanto al activismo como a las personas queer, y apenas se habla sobre la teoría queer. Sobre todo una parte del movimiento trans, posiblemente por razones “tácticas”, se desvincula del activismo y de la teoría queer como “minoritarias”.
Pero no solo las personas trans no son una teoría —una campaña bastante binaria de la Asociación de Transexuales de Andalucía—, sino que tampoco lo somos las personas queer, cuirgénero/genderqueer, no binaries, de género fluido, agénero, o de muchas otras identidades de género que no encajan en el sistema binario de género. Y, aunque no somos una teoría, muches de nosotres sí nos identificamos tanto con el activismo como con la teoría queer, el nuevo enemigo del que la gran mayoría sabe poco, aunque habla mucho.
Aunque esta ley andaluza se pone como ejemplo, me costó cuatro años y tres intentos, conseguir que el SAS me reconociera como una persona no binaria
A mí, como persona genderqueer, esto me da miedo. Me preocupa que, si finalmente se consigue un derecho a la autodeterminación de la identidad de género, este derecho se verá limitado a elegir entre las dos opciones binarias masculino y femenino. Me baso en mi propia experiencia con la Ley de Andalucía, muchas veces celebrada como “avanzada” y ejemplar. Aunque esta ley incluye tal derecho, me costaron cuatro años y tres intentos, dos de ellos con la intervención del Defensor del Pueblo Andaluz, para conseguir que el SAS me reconociera como una persona no binaria (sexo ‘indeterminado’). Y hasta ahora la Policía (Extranjería) se niega a reconocerme con mi identidad de género reconocido en el pasaporte de mi país de origen (con una ‘X’ en el campo sexo), así cambiando mi sexo/género sin mi consentimiento.
Entiendo bien y comparto la furia, especialmente de las mujeres trans. Los argumentos en el documento del PSOE son ridículos, con poca base en la realidad, y todavía menos empatía hacia las personas/mujeres trans —las personas queer no existimos en el documento del PSOE—. Suena completamente vacía la afirmación del PSOE, al final de su argumentario y después de cuatro páginas de ataques a las mujeres trans, de que “desde el Partido Socialista manifestamos nuestra consideración y respeto hacia las personas transexuales y nuestro compromiso por dar cobertura y seguridad jurídica a sus necesidades”. ¿Cómo? ¿Dónde está el respeto cuando negáis a las personas trans (y queer) el derecho a la autodeterminación de su identidad?
Comparto la furia de las mujeres trans por el cuestionamiento de nuestra existencia, pero a mí no me sirve poder elegir entre la casilla ‘hombre’ o ‘mujer’
Comparto la furia de las mujeres trans por el cuestionamiento de nuestra existencia, de nuestro derecho a definirnos y a determinar nuestra identidad de género nosotres mismes, sin informes psicológicos, sin necesidad de un tratamiento hormonal o de una cirugía genital, sin que nadie puede negarnos quiénes somos. Comparto la furia por la negación de nuestra identidad en los documentos de identidad, en cada interacción con las autoridades, donde nos exigen marcar la casilla ‘hombre’ o ‘mujer’ según como la autoridad nos defina. Pero a mí no me sirve poder elegir libremente entre estas dos casillas, puesto que ninguna me representa. Y, ¿dónde hay seguridad jurídica si ahora mi país de origen me tiene como ‘no binarie’, la Policía como ‘hombre’, la Seguridad Social como ‘mujer’ (y me dijeron que podría cambiar cada mes entre las dos opciones) y el Servicio Andaluz de Salud como ‘indeterminado’? ¿Dónde está la seguridad jurídica cuando une agente de Policía de la Extranjería arbitrariamente puede cambiarme del sexo, sin mi consentimiento, porque no le gusta la ‘X’ en el campo sexo? El derecho a la autodeterminación de la identidad de género no me sirve para nada si se queda limitado a dos opciones binarias de género.
Comparto la furia de las mujeres trans por la completa ignorancia de su realidad diaria. El feminismo transexcluyente (TERF, las siglas de Trans Exclusionary Radical Feminism) —también queerexcluyente— construye riesgos donde no los hay, por ejemplo para negar a las personas trans el acceso a baños públicos según su identidad de género, o condicionar este acceso a la aprobación por parte de una ‘policía de género’, que te acredita como ‘mujer’ o ‘hombre’ según informes psicológicos y tratamiento hormonal y, a veces, cirugía genital. Esta misma ‘policía de género’ muchas veces niega a las personas queer, no binaries, el acceso a un tratamiento hormonal para cambiar nuestros cuerpos, ya que no queremos pasar ‘al otro lado’ del binarismo, como muestra mi propia experiencia con la Unidad de Atención a Personas Transexuales en Andalucía, y conozco por otres personas no binaries que mi caso no es un caso aislado.
Las mujeres trans tienen voz, son muy visibles; nosotres, de nuevo nos quedamos invisibilizades, otra vez no existimos
Y, para nosotres, personas queer, no binaries, ni existen baños públicos, ni vestuarios, ni servicios. Cada vez cuando necesitamos usar un baño público tenemos que elegir entre el baño de hombres (exponiéndonos potencialmente a acoso queerfobo) o el baño de mujeres (exponiéndonos potencialmente a acusación de acoso a mujeres por utilizar el baño equivocado). Muchas veces no sé cuál es la mejor opción. De vestuarios ni hablar. No puedo ir ni a piscinas ni a gimnasios públicos, ya que no hay donde cambiarme. ¿Dónde puedo comprar (y probarme) ropa? (Me parece ridículo que la ropa tenga género). La solución a estos problemas no es poner una ‘policía de género’, sino reorganizar estos espacios para que el género no importe, y todes podemos estar segures.
En este debate actual, las mujeres trans tienen voz, son muy visibles. Nosotres, ¿dónde nos quedamos nosotres? De nuevo nos quedamos invisibilizades, otra vez no existimos. ¿Dónde está la solidaridad trans, la solidaridad del movimiento LGBT (que, muchas veces, ni incluye a la ‘Q’ en sus siglas)? Insistimos en el derecho a la autodeterminación de nuestra identidad de género, sin ‘policía de género’ y sin limitaciones binarias. Insistimos en un feminismo trans y queerincluyente, para luchar juntes contra el cisheteropatriarcado. El futuro será queer, o no será.
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Lo más espeluznante de muchos comentarios es que es patente un sumo desconocimiento de la teoría cuir, pero una alegría obscena a la hora de opinar. Eso sí que es contemporáneo.
El feminismo tiene una base teórica clara, quienes pretendan desvirtuar dicha base teórica con amenazas e insultos sin ninguna intención de abrir un debate se están retratando así mismos. Por otro lado, cada vez que leo a personas que opinan sobre el queer generismo encuentro una confusión tremenda de conceptos, como dice Ana de Miguel "la confusión intelectual es el magma en que mejor se desenvuelven la desigualdad y el inmovilismo". A estas alturas de la película, no podemos negar la existencia del sexo como realidad material y sustituirlo por el género que es una construcción social, hacer esto implicaría borrar a las mujeres, retroceder los avances conseguidos por el movimiento feministas y generara inseguridad jurídica. Blindar el género supone impedir a las mujeres desarrollarse líbremente en una sociedad patriarcal que utiliza precisamente el género para apuntalar la desigualdad estructural del sistema.
Siento decirte que tu análisis es muy simplista y refleja un gran desconocimiento de la postura cuir.
Pero tiene solución. Hay mucho escrito al respecto (esto no es nada nuevo). Sólo hay que saber buscarlo. Salú
La verdad es que da bastante pena que entre personas sufren discriminación por su orientación sexual o como sea se diga ahora, se lleven como perro y gato. O perra y gata.....
Me siento Arquitecta aunque no sepa nada de nada sobre el tema pero quiero que me valoren en igualdad de condiciones que quien tiene el titulo para el trabajo de arquitecta ya que yo siento que lo soy si no me están oprimiendo
A mí no me representa ya ni el orgullo crítico, que era el único al que acudía. Poner en la misma balanza, los vientres de alquiler, la prostitución y otras veleidades como el derecho de las personas transgénero, que no transexuales; con un discurso decimonónico de la señorite Judith Butler, que es la persona más carca que una se pueda echar a la cara, ya que al parecer es la única que no ha cambiado ni un ápice su discurso ni su corte de pelo, en 40 años, pero eso sí quiere que los demás nos deconstruyamos al gusto de su señoría.
Respetando escrupulosamente los derechos que las personas trans tienen creo que el sexo es binario y el genero es un constructo social. Te puedes sentir como te de la gana, solo faltaba! pero no hay cerebros rosas y azules, lo que si hay son dos sexos independientemente de como te sientas
El sexo no es binario, sino un espectro. ¿Has hablado una vez con una persona intersexual? Les hacen encajar en el binario de manera muy violenta. La ideología médica binaria es por enzima de la realidad biológica compleja. El binario tanto del sexo como del género es un constructo.
Qué pesades estáis con lo de que el sexo es un espectro... las personas intersexuales representan un porcentaje tan pequeño que se puede considerar una anomalía. El resto de la población, casi el 100%, tenemos las características sexuales bien diferenciadas en dos grupos.
Yo creo que hay que entender que en el mundo hay gente de todos los tipos y por ello yo entiendo tanto a los que se sienten de otro genero aunque sea inventado y gente que no crea en dichos generos. Cada uno se ha de sentir con libertad de sentirse como quiera pero no de imponer al otro sus sentimientos. En España no esta penado sentirse de ningún genero pero parece que si que quieren que este penado no compartir esos sentimientos.
Ser queer es muy de 2018, ahora lo que pega es sentirse de otra especie, no binaria por supuesto
Si te acabas de caer de un guindo, no alardes de ello porque quedas un poco como arrogante reaccionario.