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Me apunté tarde al I Máster en Estudios Interdisciplinares de Género, más conocido como “el máster de Montón”. Lo dudé mucho y al final decidí dar un barniz de academia a mis palpitaciones feministas. Pura titulitis contemporánea, que para algo soy hija de estos tiempos. Eso y una lejana idea de que el máster me pusiera en el camino de hacer un doctorado.
A mediados de septiembre había hecho la preinscripción, y me incorporé a las clases cuando ya se habían impartido algunos módulos. El 1 de octubre de 2010 recibí un correo certificando mi alta como alumna en el sistema de la Universidad Rey Juan Carlos. Guardo los correos relacionados con el máster en una carpeta. También tengo un archivador con documentación de algunas asignaturas, textos y recortes de prensa relacionados con el máster. No sé por qué dice mi madre que soy desordenada.
El 11 de octubre recibí un mail de bienvenida al máster de Lara Martínez, secretaria académica del Máster de Estudios Interdisciplinares de Género, según este mismo correo. En el mail se me informa de que “aunque el Máster es presencial, no es obligatoria la asistencia”. Se indica asimismo que “en el supuesto de que no se pueda asistir a una asignatura o varias asignaturas se puede cursar online (con tutorías sobre los materiales, entrega del ejercicio o la práctica, etc.)”.
Sobre el procedimiento de evaluación, a través de este mail se me hace saber que “podrá ser común para el alumnado que curse el máster a distancia o presencial o podrá habilitarse (dependiendo de cada módulo y profesorado) un sistema de evaluación específico para cada modalidad. Pero SIEMPRE se tendrá en cuenta esta doble dimensión. Asimismo está previsto que una alumna/o opte (en función de su disponibilidad) por una modalidad mixta. Es decir, que asista a clase o no con carácter intermitente”.
Lara me informa de que las clases empezaron el 10 de septiembre y que me he perdido “tres módulos o asignaturas (Análisis de Políticas Públicas con perspectiva de género, Políticas Públicas y privadas de igualdad y Feminismo y construcción de la identidad de género). Los materiales asociados a dichas asignaturas, así como el sistema de evaluación podrá encontrarlo en el Campus Virtual”.
Unos días antes de iniciarse cada módulo, que se impartía en el aula 257 del edificio Departamental del Campus de Ciencias Jurídicas y Sociales del campus de Vicálvaro los jueves viernes y sábados, era habitual que Lara nos enviara el material para cada asignatura, que se colgaba también en el campus virtual. Entre ese material se encontraba casi siempre una ficha donde se especifican los objetivos de la asignatura y el modo de evaluación. Las fichas que conservo incluyen una forma de evaluación para alumnos presenciales y otra para alumnos no presenciales.
Pese a que el PDF en que se basa la información de eldiario.es para decir que el máster es presencial así lo indica y pese a la insistencia de este medio en que era exclusivamente presencial, la información que se nos daba a las alumnas era otra. Como digo, yo misma cursé en modo no presencial tres asignaturas siguiendo indicaciones de diferente profesoras.
Cuando me incorporo oficialmente a las clases y conozco a mis compañeras, lo primero que hago es ponerme al día con las asignaturas a las que no había llegado. En un mail, una compañera me pasa sus apuntes y me explica qué se ha pedido a las alumnas no presenciales en la asignatura Políticas Públicas y privadas de igualdad: “Lara mandó un mail diciendo que el trabajo que tenían que hacer las alumnas no presenciales era: 1) Resume las aportaciones a la teoría feminista de Olympe de Gouges, Condorcet y Mary Wollstonecraft. 2) Analiza la posición de Simmel respecto a las identidades femenina y masculina 3) Significado e implicaciones para las políticas de igualdad del lema lo personal es político”.
Cursé el resto de asignaturas de forma presencial, pero en los correos que nos enviaban hay referencias constantes a la modalidad no presencial. Por ejemplo, sobre Género y comunicación nos dicen: “El alumnado presencial solo realizará la primera. El no presencial tendrá que hacer las dos para superar la asignatura —un documento para realizar la Práctica 1 y para el seguimiento del Bloque temático 1 de los contenidos de la asignatura. Se llama Mujer publicada, mujer maltratada”.
Sobre la asignatura Empresa, trabajo e igualdad que se impartió los días 18, 19 y 20 de noviembre, y que según eldiario.es citando la ficha docente requería un 80% de asistencia para aprobar, se indica en un mail que “los ALUMNOS PRESENCIALES, deben entregar el cuestionario y el análisis del Plan de Igualdad de Danone” y que “LOS ALUMNOS NO PRESENCIALES, ADEMÁS, deben entregar el análisis del protocolo de prevención del acoso de Sabeco”.
Me veo en la obligación de hacer esta aclaración sobre la presencialidad o no del máster, porque sé y puedo probar que efectivamente el máster contemplaba la modalidad no presencial. No entiendo que ni la ministra ni las responsables de máster hayan sido incapaces de aportar esta información.
TFM sin defensa oral
También me gustaría aclarar que las alumnas con las que he mantenido una relación más cercana, ni yo misma, tuvimos que defender nuestro Trabajo Fin de Máster (TFM) oralmente ante un Tribunal, lo que no significa que no lo evaluara un Tribunal.En ningún momento se nos pidió la defensa oral, requisito que efectivamente está recogido el Real Decreto 1393/2007 y recogido en este Reglamento sobre Trabajo Fin de Máster, artículo 8.5: “La defensa del Trabajo Fin de Máster será realizada por los estudiantes de manera pública y presencial. En los Másteres Universitarios con modalidad de impartición online, la defensa del Trabajo Fin de Máster podrá realizarse mediante el sistema de videoconferencia sincrónica, siguiendo el procedimiento establecido para ello por la Universidad Rey Juan Carlos, publicado en la página Web de la universidad dentro de la información del Máster correspondiente”.
Quiero aclarar también que me consta que Carmen Montón, entonces diputada, asistió a alguna clase. La recuerdo porque una vez salimos juntas y la esperaba un taxi. Me explicó que se iba a Valencia tras las clases. Lo sé también porque comentamos los temas de nuestros TFM, y ella me recomendó leer un informe después de contarle que mi TFM sería sobre medios y prostitución. Quedamos en que me lo podría enviar. Poco después lo recibí: me lo enviaba su asistente en el Grupo Socialista.
Como soy muy peliculera pensé que lo hacía por motivos de seguridad.
Las explicaciones que sí nos debe Montón y la URJC
Dicho esto: no es este un artículo para defender a Carmen Montón, sino para aclarar que no es sobre su presencia o no en las clases sobre lo que debe dar explicaciones, unas explicaciones que ella sigue debiendo después de su dimisión y que la URJC nos debe muy especialmente a todo el alumnado.
Porque son muchos los aspectos que no encajan.
El más grave, y que creo que corresponde a la universidad aclarar, es si se modificó irregularmente su expediente. Según la investigación de eldiario.es, “en julio de 2011, al acabar el curso, el expediente de Carmen Montón tenía una de sus asignaturas calificada con un 'no presentado' y el 25 de noviembre de 2011, alguien entró en el sistema informático de la URJC y cambió ese 'no presentado' por un 'aprobado', pese a que las actas de ese curso ya estaban cerradas”. Quién y por qué es una de las preguntas que espero que la universidad responda.
Sobre el funcionamiento del Instituto de Derecho Público también espero que la Universidad investigue y explique sus cuentas y un funcionamiento opaco e irregular, y que pida disculpas a sus alumnos.
También tendrán que aclarar la URJC y la exministra la entrega (y admisión de esta entrega) fuera de plazo y forma del TFM, ya que la investigación apunta que fue entregado sin haber superado las asignaturas correspondientes, algo efectivamente irregular. El artículo 8.2 establece que “para poder realizar la defensa del Trabajo Fin de Máster el alumno tendrá que haber superado el resto de las asignaturas del Máster, para lo que deberá entregar la justificación correspondiente”.
Además, deben aclarar si solicitó y fueron admitidas o no convalidaciones de alguna de las asignaturas del Máster en Estudios Interdiciplinares de Género con las de su licenciatura en Medicina. Montón negó haber pedido ninguna convalidación pese a que la profesora Sonia Núñez ha acreditado una convalidación en sus actas, según eldiario.es.
Y por último, debe explicar si plagió párrafos enteros en su TFM, como ayer desveló LaSexta, que demostraba que el trabajo de Montón había textos idénticos que aparecen en al menos 19 de las 52 páginas, párrafos sacados de tesis de autoras a las que Montón no cita e incluso de la Wikipedia.
El principio de igualdad
Resulta infinitamente triste este proceder cuando, como yo, crees en una Educación Pública, para todos y todas, que ha resultado enormemente dañada, no solo con este caso, sino también con los de Pablo Casado y Cristina Cifuentes. Garantizar la igualdad de oportunidades y de trato no puede ser un tema menor en una universidad pública, y desde luego no puede serlo para un cargo público.
Es además un mal chiste del destino que la ministra fuera portavoz en la Comisión de Igualdad del Congreso cuando estuvo matriculada en este máster, y que el contexto sea un Máster de Estudios de Género que incluía contenido sobre políticas públicas, planes de igualdad o cooperación.
Resulta triste también que los hechos investigados por eldiario.es pongan en cuestión la valía y esfuerzo de las que fuimos sus compañeras en ese máster y también la de su profesorado. El máster se desarrolló, a mi entender, dentro de la normalidad que puede haber en la que era la primera edición de este título.
A algunas no nos dieron el título de máster como quien reparte carnés del DIA o publicidad de videntes en la estación de Atocha. Aunque ahora tengamos que preguntarnos si nuestro título no es también “irregular”.
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Hay dos tipos de igualdad: la de iguales rasos y la de los muy iguales y mucho iguales, parafraseando a un eximio filósofo ¿del siglo pasado? Aunque, pensándolo bien quizá me equivoque y en realidad entre ambos haya muchos otros niveles, desde cabo igual a coronel idéntico. Me da a mí que si la ministra no ha sabido dar determinadas explicaciones, por lo que parece no muy complejas, es porque en realidad su graduación no fuera mucho más allá de las de los sargentos de La Granja, suficiente para pronunciarse pero no para mantenerse. Seguramente es necesario haber alcanzado un grado superior en igualdad más emparentado si no casado y bien casado con determinados ámbitos de poder, ¡uy, perdón, quería decir igualdad!. Los regalos se dan y se reciben, por supuesto entre iguales porque si no, por un lado hay limosna y por el otro exacción. Por eso los regalos entre los muy iguales y mucho iguales nunca podrán ser de la misma categoría que los de los iguales o los de los casi no iguales. Hay que tener en cuenta que la igualdad entre los primeros y los últimos viene siendo lo que podríamos llamar retórica o cuasi poética, con poca aplicación a la hora de comer.
Un relato muy interesante y completo. Sí hay alumnado a quien no le dieron la opción de hacerlo a distancia, nos encontramos de nuevo con un trato desigual.
He leido una entrevista a una alumna del mismo master en la que afirma que era presencial. En cuanto a la "supuesta modalidad online" a ella no se lo habian notificado y logicamente se quejaba de discriminacion, dado que ella trabajaba en Segovia y el master era impartido en Vicalvaro y tenia que pedir dias a la empresa para asistir a clase.
Aqui dejo la url del articulo:
https://www.eldiario.es/sociedad/el_master_de_Monton-carmen_monton-urjc_0_813319726.html