Música
Los Voluble: “Situamos en el mismo plano de importancia las tonás de Agujetas y el breakbeat andaluz”

Folclore digital, colectividad o apropiación cultural son algunos de los conceptos que definen las creaciones festivo-subversivas de Los Voluble y su discurso contrahegemónico.

Los Voluble 01
Los Voluble, en Nocturama Óscar Romero
22 ene 2020 10:25

Una fiesta electrónica entre lo político y lo popular. Pedro y Benito Jiménez son Los Voluble, un dúo de hacktivistas sevillanos que desarrollan desde hace más de dos décadas diferentes proyectos de experimentación audiovisual y activismo sonoro multiformato. Estos hermanos no entienden su trabajo sin la colaboración con otros artistas “de igual a igual” o en intervenciones con El Jueves, Vértebro o Bulos.net, entre otras muchas. Los centros sociales fraguaron el concepto de su proyecto, un “cuarto propio conectado” les dio las herramientas y la radio del pueblo actuó como laboratorio de remezclas y entretelas musicales.

Actualmente están surgiendo gran variedad de proyectos performativos alrededor de la música, los discursos contra-hegemónicos o el uso subversivo del arte pero, vosotros empezasteis en 1996… ¿Podéis hablarnos de vuestros orígenes?
¿Está surgiendo esa gran variedad? No sabemos, tenemos la sensación de que hay artistas que se suman a las causas más evidentes como la situación del clima o el feminismo, pero a veces nos genera la pregunta de si son “tácticas de posicionamiento” o propuestas realmente contra-hegemónicas.

Nosotros arrancamos en el cuarto de nuestra casa, que tenía dos cosas importantes: una televisión y conexión a internet. Hablamos de un año donde lo segundo era un poco de privilegio (gracias papá, gracias mamá). Al mismo tiempo que pensábamos y poníamos en marcha el Festival ZEMOS98 en El Viso del Alcor, estábamos investigando en las conexiones entre los visuales y la música.

La otra parte importante es que Benito tenía un programa de radio (gracias Radio Alcores) en el que podíamos experimentar sesiones de música mezcladas con miles de cosas: samples de discursos políticos o voces grabadas, flamenco, música experimental, música de baile. Ahí fue nuestra verdadera “escuela”, donde aprendimos a remezclar y yuxtaponer discursos.

Hemos seguido aprendiendo en cada sitio al que hemos ido, ya sea a actuar o de espectadores

En esos orígenes están las luchas del primer internet libre, las luchas anti-copyright y las conexiones del arte digital con proyectos como “Borderhack”, un festival telemático que se hacía en la frontera de Tijuana-San Diego. Hicimos sesiones desde “nuestro cuarto propio conectado” para que se escucharan allí o colaboramos con el net-label mexicano Música Para Espías. Después hemos seguido aprendiendo en cada sitio al que hemos ido, ya sea a actuar o de espectadores, así como en cada concierto o espectáculo en el que hemos tenido la oportunidad de colaborar.

Durante un taller afirmásteis que “la cultura se defiende compartiéndola”.
A veces asumimos lemas y se nos olvida citar las fuentes. Esta es una frase mítica de Hacktivistas, uno de los colectivos hacker más importantes del país. Lo importante en la actualidad es que estas luchas del movimiento que se aglutinaron en el #Nolesvotes están un poco desvaídas y parece que el problema fue solo el acceso a contenidos digitales (las temidas descargas) y no tanto la cultura digital. Ahora que se puede acceder a una cantidad ingente de música o de producciones audiovisuales por un módico precio o incluso gratis, soportando publicidad, tenemos la sensación que el lema de “la cultura se defiende compartiéndola” ha caído un poco en saco roto. Nosotros defendemos no solo el derecho de acceso sino el derecho de uso. Poder usar la cultura para remezclarla, para reinterpretarla, para reinventarla… Esos derechos que deberían estar por encima de los derechos económicos.

Entendemos la complejidad de todo esto, pero uno de los pilares del 15M fue este movimiento que debe promover la cultura desde un entramado más complejo de derechos culturales, donde el acceso no sea lo único. Como caso flagrante tenemos el ejemplo de las marcas de agua del Archivo de RTVE o el NO-DO. Por eso ahora, más que nunca, tenemos que reivindicar a las instituciones públicas que permitan y fomenten los usos de sus materiales, porque al final estamos hablando de cultura digital y lo que nosotras hagamos con los archivos originales no va a “romper” la copia.

Los Voluble 02
Los Voluble, en el Sónar Ariel Martini

En este sentido, ¿la cultura popular es apropiable?
Para nosotros solo lo que es apropiable es cultura popular. Seguro que académicamente no es muy correcto pero así lo vemos y así lo practicamos. Lo popular es algo que nos atraviesa el cuerpo y no entiende de autores originales o de registros en el repertorio de tal o cual entidad. Nos apasiona la cultura popular de hoy —el folclore digital— y también la cultura más “antigua”.

En ese sentido, no tenemos el punto historicista que tanto daño ha hecho a la idea de la pureza. Parece que lo antiguo es solo de una forma y cuando escarbas te das cuentas que las propuestas contemporáneas y experimentales, por ejemplo Vicente Escudero y nuestro amado Val del Omar, ya estaban desde el principio. Esto nos lleva a situar en el mismo plano de importancia las tonás de Agujetas con los sonidos breakbeat de las fiestas de Andalucía. Nuestra intención es investigar en esas conexiones que parecen imposibles pero que hacen que todo el mundo se le mueva algo por dentro. O al menos es algo que sentimos que ocurre en nuestras propuestas.

¿Qué entendéis por hacktivismo?
Un hacker por naturaleza es alguien que en su forma de relacionarse con la tecnología y la sociedad tiene muy presente la duda. A nosotros nos interesa la figura hacker no solo en su vertiente más tecnológica sino que pensamos que el hacktivismo es todo eso que envuelve a la ética hacker. Ahí es donde hay principios fundamentales como el compartir que decíamos antes, facilitar el código fuente (fundamental aquí la referencia que hace ZEMOS98 en el libro Código Fuente: La remezcla) o poner en duda los sistemas establecidos. Hemos de decir que también sabemos que existen contradicciones y que no todo lo que hacemos es 100% ético, ya que usamos ordenadores, electricidad que no siempre es verde o comemos comida basura, pero al menos intentamos situar algunas de estas propuestas en nuestros proyectos.

Así como el flamenco le canta a las fatiguitas, ¿puede hacerse también a través del breakbeat? A propósito de vuestra propuesta ‘Flamenco is not a crime’.
¿A qué le canta el break beat? Pues la verdad es que es una pregunta que siempre nos hemos hecho o nos ha interesado. Hay algo de impostura en las fatiguitas del flamenco ¿no? Es decir, hoy día, hay gente que canta carceleras que no ha estado en la cárcel pero como el canon se estableció así parece que el contexto da igual. A nosotros lo que nos lleva lo de las “fatiguitas” es a pensar “lo político” del cante, que claramente no es solo la letra que se canta sino dónde, cómo, por qué y en qué momento ubicas todo eso.

La expresión musical electrónica suele ser una respuesta, probablemente no directa o por la vía del hedonismo y la evasión, a la situación social

La cultura debe ser un acto político contextualizado, no un cartel de la Revolución rusa enmarcado para decorar un bar de cervezas artesanas. Así que las fatiguitas del breakbeat existen, claro que sí. Hablamos de una música de mediados de los 90 que fue perseguida, solo hay que recordar que el parlamento británico votó una ley que prohibía “toda reunión en torno a la música repetitiva” como respuesta desmesurada a las raves y free parties.

La expresión musical electrónica suele ser una respuesta, probablemente no directa o por la vía del hedonismo y la evasión, a la situación social. Lo que nos interesa en “Flamenco is Not a Crime” es entender esa dimensión de la fiesta como acto político, por lo que tiene de zona temporalmente autónoma, de organización colectiva y lo que tiene también de desafío a los tiempos marcados de la sociedad industrial.

Sabemos que a veces podemos caer en idealismos, pero queremos que Lady Chann se convierta en Tía Anica la Piriñaca y viceversa.

¿Tiene algo de reivindicación de la identidad andaluza este proyecto? ¿Cómo está siendo acogido fuera de Andalucía?
La verdad es que no tenemos ningún ánimo de ser nacionalistas o regionalistas. Sobre todo cuando hay cierta tendencia a decir que si no eres nosequé no puedes hacer nosecuanto. Hay que reconocer cierto resurgimiento del andalucismo, de reivindicar Andalucía frente a los “mesetarians” y todo eso nos hace gracia cuando hablamos de las personas no de las banderas. Andalucía es una tierra olvidada en infraestructuras, expoliada en términos económicos y en los recursos naturales cada vez más explotados por el monocultivo turístico. Ahí la cultura tiene mucho que decir y vemos que muchas veces se están utilizando los estereotipos para reforzar esa Andalucía de las esencias que fomenta la imagen turistificadora.

Intentamos tener un ojo puesto adonde vamos y por eso incluimos desde una cantante de folclore de la isla de El Hierro, a una bertsolari o música electrónica hecha con gaitas

Con eso tenemos que tener mucho cuidado porque a ver si vamos a caer en lo que supuestamente criticamos. “Flamenco is not a Crime” tiene mucho de nosotros y de nuestra cultura popular andaluza y la verdad es que es muy bien acogida donde vamos. Eso habla de lo “universal” que es esta cosa del flamenco y de lo absurdo de ponerle fronteras. También es verdad que siempre intentamos tener un ojo puesto adonde vamos y por eso incluimos desde una cantante de folclore de la isla de El Hierro, a una bertsolari o música electrónica hecha con gaitas.

En tiempos de discursos de odio y fake news ser crítico, en ocasiones, sale caro. ¿Habéis probado de las mieles de la censura?
Aunque parezca mentira sí. Hemos tenido siempre problemas con la censura económica por basar nuestro trabajo en la remezcla y no en la supuesta “creación original”, pero eso da para otros debates porque sobre todo hay cierta prensa cultural, que si no sacas un disco nunca te va a echar cuenta.

Pero bueno, sí hemos tenido problemas con los gerentes de un espacio que se tomaron a mal la frase “Every God is a Criminal” y tuvimos que parar el show a la mitad. Nos pareció tan patético que no queremos hacernos víctimas de eso. A esa ciudad, donde ocurrió, le debemos un bolo en condiciones con todo nuestro discurso.

Además del folclore digital, parte de vuestro contenido se centra en la denuncia política y social. ¿Qué nos destacáis de esa “catástrofe audiovisual” de Borderhack?
Aunque todo lo que hacemos tiene ese vórtice de la denuncia política, “Borderhack” es probablemente nuestra pieza más frontal y violenta. Cuando la hemos vuelto a reestrenar después de más de 15 meses sin tocar el material, no hemos podido evitar estar muy enfadados y tristes. Eso es porque “Borderhack” es el resultado de una colección de imágenes y sonidos a los que hemos ido teniendo acceso en los últimos 15 años sobre fronteras, represión policial, política migratoria y representación mediática de “los otros”.

Este archivo colectivo, que a su vez bebe de otros proyectos como Remapping Europe de ZEMOS98 y la European Cultural Foundation, Archivos OVNI, SOS Racismo, José Luis Tirado, Helena Maleno o Hibai Arbide, solo intenta poner en evidencia algo que ya decía nuestro compañero Lucas Tello de ZEMOS98 en una charla en Barcelona: “Occidente, fortaleza mediática”. Lo que suele sorprender de Borderhack es que terminamos bailando. Incluimos una potente selección musical internacional primando sonidos de África y América, donde tienen cabida muchos ritmos electrónicos de todas partes del mundo sobre imágenes de personas que cruzan la frontera y discursos de políticos fascistas.

¿El uso de la sátira hace que el mensaje tenga mayor calado?
Jejeje… No sabemos si más o menos calado, pero sí nos lo pasamos mejor usando el humor crítico. No queremos dejar de pasarlo bien mientras damos nuestra opinión.

¿Qué importancia tiene para vosotros la alfabetización audiovisual en el contexto actual?
En un contexto de saturación de la información y de acceso a miles de contenidos, la alfabetización mediática es tan necesaria como la lecto-escritora. La remezcla es una herramienta perfecta para introducir esas claves de lectura crítica de los medios, ya que para hacer una remezcla hay que saber leer esas imágenes y llevarlas a otros sitios. En ZEMOS98 se trabaja con talleres de remezcla en muchos contextos y siempre funcionan. Es algo que necesitamos fomentar y en realidad, mucha gente nos dice después de ver lo que hacemos que ha sido como ver el telediario pero echándole cuenta.

¿Hay algo de mairenismo en Los Voluble y su trabajo de arqueología musical?
Jajajaja… Bueno somos del pueblo de al lado. Lo que nos gusta de Mairena es que no esconde que mucha de esa arqueología es un poco arqueología-ficción. Vamos, que él se inventa las cosas y ese canon como gran parte del flamenco es una ficción. Es por eso que en ese sentido es un “creador” de cosas del flamenco. Pero nosotros no hacemos eso, sobre todo cuando tenemos gente cercana como el proyecto Antropoloops o los trabajos de arqueología heterodoxa de Niño de Elche de los que aprendemos tanto. De todos modos, como hemos visto en una pintada por ahí: “Antonio Mairena somos todas”.

A lo largo de vuestra carrera habéis realizado numerosas colaboraciones con otros artistas. ¿Cuán importante es la colectividad para vosotros?
Nos reconocemos en esa colectividad todo el tiempo. En realidad, aunque seamos muchas veces un “dúo” sentimos que estamos tocando y usando materiales de muchas otras personas. Quizás porque nuestro trabajo es tremendamente apropiacionista, siempre estamos en diálogo con ese código fuente. Y cuando tenemos la oportunidad de trabajar con otros artistas estamos todo el rato aprendiendo. La oportunidad de haber trabajado con Raúl Cantizano, Bulos.net, Niño de Elche, Rocío Márquez, Pablo Peña o Alex Peña, entre otros, es un regalo que aún estamos disfrutando.

Música
Raúl Cantizano, las máscaras del guitarrista
Con el propósito de crear música viva, y de paso desmontar algunos mitos, el guitarrista Raúl Cantizano investiga en su disco las posibilidades de ampliación del flamenco, un campo artístico muy virgen en su opinión.

¿Próximos proyectos a la vista?
Queremos seguir tocando tanto “Flamenco is not a Crime” como “Borderhack” durante 2020 y estamos preparando algunas cosas nuevas con Raúl Cantizano que ojalá tengan el hueco que se merecen. Algunas fechas que tenemos confirmadas son el 7 de febrero en Barcelona dentro del Festival Sâlmon, el 14 y el 15 de febrero actuaremos en el Festival Flamenco de Eslovenia y otras fechas que aún no se han anunciado.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Culturas
Cultura Máis de 30 artistas esixen aos catro festivais galegos de KKR que cumpran coas demandas do pobo palestino
Bandas como Bala, Highpaw, O Leo de Matamá, Dakidarria, Zénit, Hugo Guezeta ou Teresa Ferreiro apoian publicamente as demandas da maior coalición da sociedade palestina contra o fondo proisraelí.
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.

Últimas

Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Más noticias
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.