Multinacionales
Circulen, solo es otro caso de puertas giratorias

De todos los integrantes del último Gobierno de Rajoy, apenas dos años después de la moción de censura que lo expulsó de La Moncloa, no falta nadie por colocar.

Garcia Tejerina Bañez
Isabel García Tejerina y Fátima bañez, dos ejemplos de como han funcionado las puertas giratorias en el anterior gobierno de Rajoy.

 

Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad
26 sep 2020 07:00

La exministra de Agricultura y Medio Ambiente acaba de fichar por Iberdrola. La exministra de Empleo y Seguridad Social, que desde hace meses ya estaba a sueldo de la CEOE, también. Antes, el exministro de Justicia fue contratado por Codere; la ex vicepresidenta, por Cuatrecasas; el exministro de Economía, por EY y Llorente & Cuenca; el exministro de Fomento, por la misma agencia de cazatalentos que fichó a Esperanza Aguirre cuando dejó de ser presidenta de la Comunidad de Madrid.

De todos los integrantes del último Gobierno de Rajoy, apenas dos años después de la moción de censura que lo expulsó de La Moncloa, no falta nadie por colocar. Unos regresaron a sus puestos como altos funcionarios del Estado, otras obtuvieron acomodo en las instituciones europeas o en organismos internacionales; los demás tardaron muy poco en conseguir un buen puesto en las grandes empresas del país.

Tampoco se trata de fingir sorpresa por ver cómo funcionan las puertas giratorias. En las últimas décadas hemos conocido cientos de casos de miembros del ejecutivo y altos cargos empresariales que fueron ido intercambiando sus posiciones entre el sector público y el privado. De la misma manera que los presidentes del gobierno que privatizaron las eléctricas acabaron en sus consejos de administración, ahora la ministra que impulsó la reforma laboral ha pasado a trabajar para la patronal y el ministro que aprobó la ley mordaza dirige los servicios jurídicos de una multinacional de las apuestas. Bienvenidas a la “nueva normalidad”.

Movimiento de sillas

A principios de 2012, unos meses después de salir del gobierno, la ex vicepresidenta del gobierno Elena Salgado fichó por Endesa. El truco que utilizó entonces esa eléctrica es el mismo que ahora ha empleado Iberdrola para incorporar a las exministras Fátima Báñez e Isabel García Tejerina: hacerlo a través de sus filiales latinoamericanas, para burlar la regulación sobre incompatibilidades y posibles conflictos de intereses. Aunque, en realidad, la legislación española es tan laxa que ni siquiera podría aplicarse en estos dos últimos casos: se supone que no hay conflicto de intereses si han transcurrido dos años entre el cese de cargos públicos y las actividades en empresas privadas “relacionadas con el cargo desempeñado”.

El truco que utilizó Endesa con Elena Salgado es el mismo que ahora ha empleado Iberdrola para incorporar a las exministras Fátima Báñez e Isabel García Tejerina

“Es inaceptable privar a la política de los conocimientos y la experiencia de buenos profesionales. Que haya movimiento de sillas parece razonable, bastante más que la supresión pura y simple de esa posibilidad”. A finales de 2016, el diario El País se veía obligado a fijar su posición con este editorial que justificaba la necesidad de que existan puertas giratorias. Y es que, en los momentos de mayor fuerza social del ciclo 15M-Podemos, la crítica a la devolución de favores prestados entre políticos y empresarios llegó a hacerse viral. Cómo olvidar el tiempo en que Telefónica tuvo en nómina a personajes como Urdangarin, Rato y Zaplana.

En ese mismo año, cuando saltó a los medios la noticia de que la exministra Trinidad Jiménez también había fichado por Telefónica, Pedro Sánchez llegó a prometer que modificaría la legislación para incluir “un supuesto especial de incompatibilidad al cese de altos cargos destinado a evitar el fenómeno de puertas giratorias, fijando un periodo de incompatibilidad de cinco años para quienes pretendan incorporarse a empresas del sector sobre el que no tenían experiencia profesional previa y sobre el que hayan tenido responsabilidades de regulación o gestión”. En esa línea, el grupo parlamentario confederal de Unidas Podemos en el Congreso presentó en 2019 una proposición de ley para endurecer la normativa sobre conflictos de intereses.

Todas esas iniciativas quedaron aparcadas tras la formación del “Gobierno de progreso”. De hecho, en mayo de este año, los exministros del PSOE José Montilla y José Blanco fueron nombrados consejeros de Enagás, la empresa gasista participada por el Estado. Blanco, además, es consejero delegado de la consultora Acento, creada recientemente por él junto al exportavoz parlamentario del PSOE Antonio Hernando para ofrecer a las empresas “una interlocución permanente con los poderes públicos sobre la regulación y su influencia en las inversiones de la compañía”. Esta agencia de lobby ha fichado también a Alfonso Alonso, exministro de Sanidad en el primer gobierno de Rajoy.

Crisis económica
La seguridad jurídica y la “reconstrucción” de la CEOE
Cuando los empresarios hablan de “innovación para salir de la crisis”, lo que vuelven a exigir es que se reduzcan aún más los impuestos a las grandes compañías, que el Estado siga subvencionando sus costes laborales y que se las rescate con fondos públicos.

Una gran alianza público-privada

La evolución del poder económico, político, jurídico y cultural de las empresas transnacionales no podría entenderse sin la alianza estratégica con los aparatos estatales de sus países de origen y la connivencia —aceptada o impuesta— de los Estados de destino. Frente a la extendida percepción de que los intereses de las grandes corporaciones se oponen a los de los Estados-nación, la realidad es que el proceso de expansión global de las transnacionales no habría sido posible sin el apoyo de los Estados centrales. Estos han jugado un papel decisivo a la hora de reforzar, a través de las instituciones públicas, la lex mercatoria que protege los negocios privados de la clase político-empresarial.

Desde la producción normativa, reforzando su capacidad de legislar en favor de estas corporaciones, hasta la financiación de sus actividades vía exención de impuestos, ventajas fiscales, bonificaciones laborales, créditos blandos o subvenciones a fondo perdido. Desde la difusión del discurso hegemónico sobre las virtudes de la gran empresa hasta la ampliación de los dispositivos de represión y control social, pasando por la construcción de infraestructuras de comunicación y transporte. Como han escrito Tombs y Whyte en su libro La empresa criminal (Icaria, 2016), “forma corporativa y Estado quedan así tan estrechamente conectados que, en el capitalismo contemporáneo, cada uno es la condición de posibilidad del otro”.

La ecuación vendría a quedar del siguiente modo: los gobiernos apoyan la expansión de las transnacionales con sede en su territorio como la mejor forma de beneficiar a la clase político-empresarial de la que ellos mismos forman parte. La justificación oficial pasa por el “efecto goteo”, con el que se supone que, junto a los grandes propietarios y directivos de estas empresas que van a seguir engrosando sus fortunas, la riqueza irá filtrándose poco a poco a las capas más bajas de la pirámide económica. Este es el discurso que han utilizado los sucesivos gobiernos españoles y las principales compañías del país con sus diferentes actualizaciones de la Marca España, ese proyecto de gran alianza público-privada con el que ha tratado de fortalecerse la percepción social de que aumentar la internacionalización empresarial y atraer inversiones extranjeras es la única forma de salir de la crisis.

El mecanismo de las puertas giratorias, al fin y al cabo, sirve para engrasar toda esta maquinaria. El hecho de que los exgobernantes se busquen una jubilación millonaria como asesores o consejeros de las grandes compañías no es sino la parte más visible de la maraña de relaciones político-jurídico-económico-mediático-familiares que preside el capitalismo. Un entramado que tiene ramificaciones que alcanzan lo más variado de las altas instituciones del Estado, desde la casa real hasta los servicios secretos. Un saqueo organizado y sistemático de lo público en el que, tal y como vemos a medida que se van conociendo nuevos casos de corrupción, están implicados prácticamente todos los que son o han sido algo dentro de las élites del país.

Antes de incorporar a su directorio a las exministras Báñez y Tejerina, Iberdrola fichó como asesor a Félix Sanz Roldán, exdirector del Centro Nacional de Inteligencia y enemigo declarado del comisario Villarejo. Se da la circunstancia de que, durante más de una década, la compañía tuvo en nómina a Villarejo para realizar tareas de espionaje a políticos y empresarios rivales. “Me sale más barato matarle, macho”, llegó a decirle el responsable de seguridad de Iberdrola al policía cuando estaban planeando una campaña de desprestigio contra Florentino Pérez. Este caso, al igual que el del BBVA, está siendo investigado por la Audiencia Nacional y ya hay decenas de directivos imputados por cohecho, revelación de secretos y corrupción. Pronto veremos nuevos capítulos.

Pero qué “reconstrucción”

Al principio de la pandemia, temiendo que su reputación pudiera verse dañada, las grandes empresas publicitaron que este año iban a reducir los sueldos de sus máximos directivos y que se suspendía el pago de dividendos. En verano, la CEOE  renovó su imagen y se presentó como la gran aglutinadora de los intereses de “nuestras empresas”, para así blindar sus privilegios fiscales y asegurar la centralidad de las grandes corporaciones en el modelo socioeconómico. Y hoy, muchas compañías ya anuncian que van a volver a repartir beneficios en 2021 y que la “reconstrucción” pasa por aplicar el enésimo plan de ajuste estructural.

Ni V, ni U, ni W, ni el logo de Nike: ahora se pronostica que la “recuperación” será en forma de K y que eso hará que se amplíen las desigualdades entre la mayoría de la población y los dirigentes del capitalismo español. Mientras está en marcha la penúltima aplicación de la doctrina del shock, el malestar social originado por el desmantelamiento de lo público y la gigantesca crisis económica que viene dejan en segundo plano la indignación por esas puertas de la “colaboración público-privada” que no paran de girar.

Que haya gobernantes que nada más dejar el ejecutivo son contratados por las grandes corporaciones sigue siendo percibido negativamente por buena parte de la opinión pública. A veces, como ocurre con el rosario de escándalos empresariales, parece que hemos perdido la cuenta de cuántas vueltas han dado los líderes de la clase político-empresarial que nos gobierna. Pero, según ha quedado reflejado en la última encuesta del CIS, la corrupción y el mal comportamiento de los políticos siguen situándose entre las principales preocupaciones de la ciudadanía. Continuará.

Multinacionales
Fondos públicos, negocios privados

La internacionalización empresarial siempre ha sido una “cuestión de Estado” para los gobiernos españoles, que han apoyado la expansión de las grandes empresas españolas a otros países a través de una batería de instrumentos financieros, sin tener en cuenta los impactos socioambientales de sus actividades.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión ¿Y por qué no se llama el “Caso Acciona”?
En las sentencias cambian los nombres de los peones, los prescindibles, los politiquillos desgraciados que van y vienen mientras se repiten, invariablemente, hasta el hartazgo, los mismos nombres de las grandes empresas corruptoras.
Ocupación israelí
Análisis De CAF a Sidenor: las empresas que hacen negocios en el genocidio
VV.AA.
CAF promueve la ocupación. Sidenor participa, lo conoce y no hace nada por evitar el genocidio. Los grandes bancos financian las industrias militares.
#70885
27/9/2020 23:40

Me resulta difícil de creer que un político legisle contra sus intereses.

0
0
#70805
26/9/2020 12:53

En el Código Penal debería incluirse el delito de “puertas giratorias”.

1
0
Corrupción
Corrupción El juez decreta prisión provisional sin fianza para Santos Cerdán
El juez acepta la propuesta del fiscal y decreta cárcel contra el ex secretario de organización socialista por integración en organización criminal, cohecho y tráfico de influencias.
Alquiler
Racismo y alquileres Siete de cada diez migrantes se ve en la necesidad de vivir de alquiler frente al 14% de los hogares españoles
“El precio del prejuicio” es el título del más reciente estudio del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona, IDRA, en el que disecciona la relación entre las personas migrantes y su acceso a la vivienda.
República Democrática del Congo
República Democrática del Congo La RD del Congo y Ruanda, mediados por Estados Unidos, firman un acuerdo de paz incierto
El acuerdo busca crear cadenas de valor en las que intervengan ambos países, con una mayor presencia de los Estados Unidos en la zona. La poca presencia de las víctimas del conflicto en las conversaciones genera dudas en la sociedad civil congoleña.
València
València La Audiencia de Valencia confirma la imputación a Argüeso en el juicio de la dana
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial concluye que la resolución de la instructora “no es irrazonable ni arbitraria”, ratificando la imputación del ex secretario autonómico de Emergencias.
Opinión
Opinión Feminismo de clase y lucha por la hegemonía cultural
Muchos espacios feministas suelen incorporar códigos simbólicos y culturales burgueses que deslegitiman a los de la clase obrera. Aparte de las condiciones materiales, es necesario abordar la hegemonía cultural que estructura esta exclusión.
Análisis
Análisis Negar, polarizar, avanzar: el asalto de la ultraderecha a las políticas climáticas
El llamado Pacto Verde Europeo se ha convertido en el principal caballo de batalla de la guerra cultural del negacionismo climático, sobre el que anudar los diferentes discursos negacionistas de la extrema derecha.

Últimas

Sevilla
Cumbre de la ONU en Sevilla Cumbre de la ONU en Sevilla: sin EEUU, sin hablar de Palestina y con poca ambición según las ONG
Más de 150 representantes internacionales debatirán en la Cumbre de la ONU hasta el 3 de julio con el objetivo de firmar el Compromiso de Sevilla, un acuerdo “hipócrita y poco ambicioso”, según las organizaciones sociales
Barcelona
Derecho a la vivienda Amenazas de violencia extrema y una paliza a los habitantes de un bloque okupado de Barcelona
El Salto accede a las llamadas y mensajes de audio amenazadores que un grupo de desokupa envía al vecindario del bloque Llenguadoc, donde confirma cumplir con el mandato del propietario del edificio.
El Salto Radio
El Salto Radio Peinando canas 3: ¡Vamos al cine!
En el tercer capítulo de esta serie dedicada al colectivo sénior destacamos el trabajo de El Parlante, entidad organizadora del festival La Gran Pantalla.
Palestina
Palestina 72 personas asesinadas en Gaza en las últimas horas
Los ataques se han intensificado en el norte del enclave y la población continúa siendo atacada por el ejército israelí en los puestos de distribución de comida de la Fundación Humanitaria Gaza.
Palestina
Tribuna Tres o cuatro días sin comer en Gaza
El drama de no poder dar suficiente comida a tus hijos es inmenso, sobre todo cuando sabes que a pocos kilómetros hay camiones llenos de ayuda. Parados. Bloqueados.

Recomendadas

Historia
Historia ‘Weimar’, y su eco
‘Tiempos inciertos’, la exposición dedicada a la República de Weimar en el CaixaForum de Barcelona, apenas se deja nada, pero vuelve a incurrir en la idea de las “dos Alemanias” contrapuestas.
Economía social y solidaria
Historia Lo que Franco arrebató al cooperativismo y a la economía social y solidaria
La dictadura franquista combatió de forma cruel el movimiento cooperativo fraguado en la II República, y durante la propia guerra con las denominadas colectividades, y pervirtió la idea de autogestión a través de los ideales falangistas.
Río Arriba
Río Arriba Yayo Herrero: “El holocausto nazi no es una excepcionalidad en la historia de Europa, es un modus operandi”
Nueva entrevista de Río Arriba en formato podcast y vídeo en el que hablamos de ecofeminismo, transiciones ecosociales justas, decrecimiento, colapso, poner la vida en el centro y mucho más.