Securitización
La despolitización de la inseguridad y la sanción pecuniaria de la desigualdad

Los partidos ya no usan electoralmente la inseguridad ciudadana (salvo Vox), pero persisten los efectos de la generalización de los discursos de ley y orden de décadas pasadas
Fernando Grande-Marlaska y Alfredo Pérez Rubalcaba
Dos ministros de Interior Fernando Grande-Marlaska (actualmente en el cargo) y Alfredo Pérez Rubalcaba (2006-2011). Foto de Interior.
Profesora de criminología e investigadora en la Universidade da Coruña
14 jun 2022 06:30

Quedan lejos los tiempos de las políticas de ley y orden (Law and Order) para hacer frente a la inseguridad ciudadana surgidas en la Inglaterra de los años 70, pero algo permanece de sus ecos. Estas políticas, que consistían —llanamente— en la persecución penal de pobres y marginales como fórmula para combatir las olas de criminalidad, supusieron una reformulación de la cuestión social como cuestión de seguridad. Además, fueron la respuesta de múltiples líderes políticos europeos, como Thatcher, Schröder, Jospin o Sarkozy, ante la politización de la inseguridad —entendida como entrada en las pugnas electorales— que se vivió a finales del siglo XX.

En España, las leyes que bajo el mandato de Aznar incrementaron la represión de la pequeña delincuencia (y que vincularon los delitos con la inmigración, utilizando el código penal para finalidades de control de fronteras), son la mejor muestra de este tipo de políticas.

Hoy en día el escenario es muy distinto y la inseguridad no es un caballo de batalla electoral. La reciente pandemia mundial, la crisis climática, la escasez de recursos energéticos, la guerra retransmitida en directo por redes sociales y sus efectos sobre la población, hacen suponer que las mayores amenazas a la inseguridad no vienen de los sectores marginales.

Descartando los monólogos cansinos y fuera de lugar de VOX, ¿qué otro partido tematiza la seguridad en sus campañas electorales o sus discursos? ¿Qué propuestas plantean?

De hecho, con la excepción de casuísticas muy localizadas, que suelen estallar en verano (ocupaciones, botellones en Barcelona, etc.), durante los últimos años los debates e iniciativas políticas relacionadas con la seguridad en España han sido más bien escasos. Descartando los monólogos cansinos y fuera de lugar de VOX, ¿qué otro partido tematiza la seguridad en sus campañas electorales o sus discursos? ¿Qué propuestas plantean?

Racismo
Moha Gerehou: “Vox habla de cerrar las fronteras como si ahora estuviesen abiertas”

Inquieto, inteligente y buen conversador, Moha Gerehou divulga la realidad afrodescendiente y la lucha antirracista en multitud de charlas y conferencias en todo el Estado.

Más allá de la promesa incumplida sobre la derogación de la Ley mordaza (LO 4/2015 de Seguridad ciudadana), las iniciativas políticas sobre este tema brillan por su ausencia. La falta de interés político por las políticas de seguridad en España puede corroborarse en el ranking de países donde los partidos discuten más sobre orden público, criminalidad y sistema de justicia, elaborado por el Manifesto Project, del Centro de Investigación Social de Berlín, mediante el análisis de los programas electorales de 28 países europeos durante los últimos 10 años. En ese ranking, España se sitúa penúltima, en el puesto 27, solo por encima de Grecia.

La gestión securitaria apenas aporta réditos políticos, pero las alarmas sociales vinculadas con olas de criminalidad o a la proliferación de actos incívicos siguen siendo una potente arma en manos de la oposición, independientemente del partido político y de sus políticas de seguridad, para poner en un aprieto a quién tiene el poder político (que se lo pregunten al gobierno de Barcelona en Comú). Ante demandas sociales relacionadas con la inseguridad ciudadana, simplemente se siguen las directrices policiales y se espera que pasen (como sucede en el barrio de Os Mallos en A Coruña).

No se suele optar por grandes despliegues de medios, ni por dar demasiadas explicaciones sobre el contexto, la evolución de las cifras, o los medios destinados. En términos políticos, ni la publicidad ni la transparencia de las actuaciones se utilizan para mejorar las valoraciones públicas, sino que, en términos policiales, la estrategia va por otro lado.

En los publirreportajes policiales, que casi a diario se cuelan en los informativos, siempre lucen más las patadas en las puertas y las detenciones llevadas a cabo por robocops en el marco de operaciones antiterroristas (o, a malas, la manida imagen de los alijos de droga) que cualquier atisbo de rendición de cuentas de la actividad policial.

La falta de atención de la política estatal sobre cuestiones securitarias no es el peor escenario. Tiene múltiples ventajas, ya que nos ahorramos la repetición de debates improductivos y desgastados que abogan por el populismo punitivo como respuesta irreflexiva a los problemas sociales o a la inseguridad en algunos espacios públicos.

Para desertar del modelo securitario de control policiaco-céntrico es necesario ampliar las coordenadas y los actores de los debates

Pero también tiene grandes inconvenientes, como la falta de interés por una verdadera rendición de cuentas, el enquistamiento de respuestas desfasadas a realidades sociales muy diversas, o la policialización de los debates securitarios, es decir, la sacralización de la perspectiva policial como única posible y cualificada sobre cuestiones de seguridad (de ahí que las únicas iniciativas políticas sobre seguridad de los últimos años se hayan realizado al dictado de las necesidades corporativas).

Policía
Policía Metropolice: la distopía policial
La Policía supone el principal recurso para abordar multitud de asuntos aunque las cifras de delitos sean históricamente bajas y pese a su ineficacia en temas como el de las bandas

Para desertar del modelo securitario de control policiaco-céntrico es necesario ampliar las coordenadas y los actores de los debates. Por ello, las autoras del libro Metropolice. Seguridad y policía en la ciudad neoliberal, compartimos algunos análisis sobre los efectos de las políticas de “ley y orden”.

¿Qué ecos han llegado de las políticas de “ley y orden” a Metropolice?

En Metropolice se ha pasado la pantalla de las políticas de “ley y orden”, de las estrategias de tolerancia cero y de la policía dura que asedia penalmente a jóvenes desempleados, drogadictos u otros “maleantes”. Sin embargo, la nueva pantalla no ha implicado un cambio significativo de los fines y objetivos, sino de los medios.

La piedra angular de la gestión de la inseguridad no es la criminalización de la pobreza, es la imposición de sanciones administrativas, que frecuentemente se transforman en multas, dirigidas mayoritariamente a las personas pobres, más o menos racializadas

Para gran parte de las policías urbanas, PDA en mano, el código penal se ha sustituido por un elenco de normativas administrativas a las que la policía recurre según la ocasión: ley de seguridad ciudadana, ley de extranjería, ordenanza de civismo, exigencia de licencias municipales para ejercer una actividad, etc. En Metropolice la piedra angular de la gestión de la inseguridad no es la criminalización de la pobreza, es la imposición de sanciones administrativas, que frecuentemente se transforman en multas, dirigidas mayoritariamente a las personas pobres, más o menos racializadas, según el contexto.

Policía municipal Pamplona 0

La gestión administrativa del espacio público, fundamentada en el orden público y la seguridad ciudadana, la convivencia y la extranjería, ha permitido la expansión de los poderes policiales mediante la ampliación de los pretextos de intervención, que no deben limitarse a la persecución del delito una vez se ha cometido.

La gestión administrativa del espacio público ha permitido la expansión de los poderes policiales mediante la ampliación de los pretextos de intervención

La despenalización del control de la inseguridad también ha implicado una reducción de las garantías judiciales intrínsecas a los procesos penales, así como una mayor agilización de las actuaciones, que ya no dependerán de los jueces, sino de la propia instrucción policial. Es cierto que las sanciones administrativas son menos graves que las penales (una multa es siempre más llevadera que la privación de libertad, sobre todo para quiénes disponen de recursos económicos para pagarlas), pero estas incrementan la certidumbre y la prontitud de la sanción.

En la década de los años 2000, de la mano de las ordenanzas de convivencia se produjo una especie de estallido del “municipalismo policial” mediante el cual se habilitó legalmente la actuación policial en casi cualquier ámbito imaginable de la vida urbana

En la década de los años 2000, de la mano de las ordenanzas de convivencia, como dice Manuel Maroto, se produjo una especie de estallido del “municipalismo policial” mediante el cual se habilitó legalmente la actuación policial en casi cualquier ámbito imaginable de la vida urbana. Así, ante denuncias por ruidos, cacas de perros, beber alcohol, patinar, dormir en la calle, prostitución, malabarismos en los semáforos, venta ambulante, etc., la policía puede intervenir, iniciando un procedimiento sancionador que puede terminar en multa, pero también obligando a la persona a desplazarse o a que cese su actividad.

Represión
Ordenanza de la vergüenza La ciudadanía alicantina se moviliza contra la ordenanza que multará la mendicidad y la prostitución
El próximo martes 15 de febrero se prevé la aprobación de una ordenanza que lleva tiempo anunciándose y que ha despertado las críticas de numerosos sectores de la sociedad, al considerar que criminaliza a las personas sin hogar y a las trabajadoras sexuales imponiéndoles multas sin ofrecer alternativas reales.

Tras la aprobación de la conocida y controvertida Ordenanza de Convivencia de Barcelona de 2005 (que el gobierno de Barcelona en Comú iba a modificar, pero que ahí sigue), otras muchas ciudades reprodujeron el modelo y el contenido. Una década más tarde (2015), la conocida como Ley Mordaza, consolidó y elevó al ámbito estatal muchas de las previsiones de estas normas, de modo que el control del civismo y la convivencia se convirtieron en una pieza más del engranaje policial, apenas cuestionados y utilizados para la gestión cotidiana del espacio público.

Trabajo sexual
"Las ordenanzas que sancionan la prostitución penalizan a las mujeres"

Los ayuntamientos que sancionan el trabajo sexual multan más a las mujeres que a sus clientes. Encarna Bodelón, directora de un grupo de investigación sobre ordenanzas de prostitución, aboga por superar las normas sancionadoras y promover nuevas reglas que garanticen derechos.

Otra herencia de las políticas de ley y orden que encontramos en Metropolice recae en la importante dimensión simbólica de la gestión del orden en la calle y el reforzamiento de las estratificaciones del espacio público:

“Mediante la legitimidad que aporta la prohibición de una conducta en una norma jurídica, las ordenanzas de convivencia han reforzado la estigmatización y el rechazo de determinados individuos etiquetados como incívicos. Prostitutas, vendedores ambulantes, mendigos, limpiadores de parabrisas o malabaristas de los semáforos, músicos de calle, sin techo, etc., ya no son (solo) excluidos por ser pobres, son excluidos por incívicos y por ello, además, son merecedores de una sanción, la multa (independientemente, de que puedan o no pagarla).” (Metropolice, p.57-58)

Prostitutas, vendedores ambulantes, mendigos, limpiadores de parabrisas o malabaristas de los semáforos, músicos de calle, sin techo, etc., ya no son (solo) excluidos por ser pobres, son excluidos por incívicos

Además, cuando «los incívicos» son personas racializadas, la estigmatización y criminalización se refuerzan:

“La normativa incluye algunas identidades y excluye a otras, ya que prohíbe conductas que constituyen formas no-normativas de estar en el espacio público que llevan a cabo determinados colectivos y no otros (por ejemplo, se puede consumir alcohol en la calle cuando se hace sentado en la terraza de un bar, pero no se puede si se hace en un banco). Se trata de una política simbólica de definición de usos del espacio de acuerdo con las estratificaciones sociales, raciales, de género y económicas, que favorecen a quienes detentan privilegios y relegan, ahora sancionándolos por infringir normas de convivencia, a quienes se encuentran en una posición subalterna”. (Metropolice, p.59)

Ordenanzas de convivencia, la ley de seguridad ciudadana o la ley de extranjería se acaban utilizando más para desplazar de los centros urbanos a aquellas persones que generan molestias que para resolver problemas de convivencia

De este modo, ordenanzas de convivencia, la ley de seguridad ciudadana o la ley de extranjería finalmente se acaban utilizando más para desplazar de los centros urbanos a aquellas persones que generan molestias que para resolver problemas de convivencia, de modo que acaban operando como forma para la separación espacial entre «deseables» e «indeseables». Las personas percibidas como amenaza o sin capacidad de consumo se ven así desplazadas y relegadas a las periferias, donde, si hay conflictos vecinales, importa menos y simplemente se esperará a que pasen.

Sobre este blog
Metropolice pretende ser un pequeño medio de difusión de problemáticas asociadas a los dispositivos de control policial, el securitarismo y las instituciones carcelarias.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Editorial
Editorial Hostia a hostia
El mensaje va calando. El populismo punitivo vende y vende bien. La inseguridad está ya entre las principales preocupaciones de los ciudadanos de bien
Psiquiatría
¡Dejad de ser psiquiatras! ¡Dejad de ser psiquiatras!
Dos experiencias de deserción de la salud mental llaman a moverse de sitio
Violencia policial
Sin policía Crear y fortalecer tejidos comunitarios en los barrios o cómo resolver nuestros problemas sin policía
El colectivo Sin Poli organizó un encuentro para poner en común formas alternativas de resolución de conflictos sin mediación policial. Se compartieron experiencias en torno a los barrios, la juventud, la violencia machista y violencia psiquiátrica.
Sobre este blog
Metropolice pretende ser un pequeño medio de difusión de problemáticas asociadas a los dispositivos de control policial, el securitarismo y las instituciones carcelarias.
Ver todas las entradas
Educación pública
Iglesia Semana Santa: negocios, procesiones en colegios, inmatriculaciones y fervor
Más allá de la expresión cultural, la Semana Santa tiene una esfera económica que genera millones de euros y otra social que le sirve a la Iglesia Católica para legitimar sus privilegios dentro del Estado español.
Industria
Transición industrial Mecaner, un cierre injusto o cuatro alternativas con mirada ecosocial para mantener la fábrica de Urduliz
ESK y LAB han presentado el ‘Plan de Transición Ecosocial’ que ha elaborado la cooperativa Garúa como una herramienta para la búsqueda de soluciones al ERE propuesto por la multinacional Stellantis.
Palestina
Palestina Viaje al fondo del horror
El fotoperiodista Javier Bauluz cubrió la primera Intifada, la primera gran rebelión del pueblo palestino desde la creación del estado israelí.
Argentina
Argentina Myriam Bregman: “El de Milei es un típico gobierno neoliberal con recetas ortodoxas clásicas”
Quien fuera candidata de la izquierda a la presidencia en las elecciones en las que Milei salió victorioso, evalúa las consecuencias del gobierno de La Libertad Avanza y las respuestas que están dando los distintos actores políticos.
Maternidad
Maternidades Reaprender la espera
El tiempo de gestación es largo y va a un ritmo distinto al que acostumbras: el ritmo natural al que desarrolla una playa, un monte, un océano. Y no estamos ya habituados a darle la mano a la pausa.
Momus Operandi
Momus operandi Todo es una narración
Nos dicen que las mentiras son la única realidad. Que aprendamos a mentirnos, que nos engañemos, que no nos importa la salud, ni los derechos laborales, ni las violencias estructurales.
Ríos
Radiografía fluvial de España La tierra que no amaba sus ríos
Los ríos ibéricos agonizan. Casi la mitad de las masas de agua está en mal estado. Presas, sobreexplotación, contaminación y crisis climática son sus principales amenazas, con la agroindustria como mayor agresora.
Accidentes laborales
Accidentes laborales Detenidos tres empresarios en Galicia tras la muerte de un migrante que trabajaba sin equipo de protección
El joven de 28 años, que estaba empleado con un contrato irregular, falleció el 26 de febrero tras precipitarse desde una carretilla elevadora sin la protección necesaria para esa labor.

Últimas

Ocupación israelí
Palestina El Salto te ofrece una camiseta para apoyar económicamente a la UNRWA
No cesamos de buscar nuevas vías para visibilizar un mayoritario clamor social que pide un alto el fuego al que apenas se da cabida en el discurso mediático convencional. Todos los beneficios de esta campaña irán destinados a la UNRWA.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La PAH València clama por el derecho a una vivienda digna: “¿Duermen tranquilos?”
Centenares de personas protestan frente al palacio de la Generalitat para exigir que se haga efectivo el derecho a la vivienda ante la insoportable alza de los precios.
Sidecar
Sidecar Crisis intratable en la República Democrática del Congo
Una y otra vez los actores externos han fracasado a la hora de contener la escalada de violencia en la República Democrática del Congo.
Deportes
Rugby femenino +35 Las Milnoh Granada, un club de rugby femenino +35 creado y gestionado por mujeres
32 mujeres nacidas en mil novecientos y pico, federadas en un equipo que les ha dado un espacio propio, sentido de pertenencia, una tribu donde “yo soy porque somos”
América Latina
Caribe Haití: el fracaso neocolonial y el “eterno castigo de su dignidad”
La crisis de gobernabilidad que vive Haití después del alzamiento paramilitar que liberó a más de 3.600 presos y expulsó al primer ministro es un capítulo más de una historia colonialismo y dependencia.
Trabajo sexual
Estudio sobre trabajo sexual De la Policía, los dueños de locales y los clientes: así es la violencia que sufren las trabajadoras sexuales
Las trabajadoras sexuales sufren múltiples violencias y un estudio las recoge en sus propios términos. Las violencias más frecuentes por parte de los clientes consisten en la retirada del condón sin consentimiento o malos tratos verbales.
Urbanismo
Urbanismo La nueva Ley del Suelo va al Congreso bajo la acusación de fomentar pelotazos urbanísticos
Sumar y Podemos no garantizan el apoyo a la ley, que limita las posibilidades de declarar nulos los planes urbanísticos, así como la acción ciudadana contra las irregularidades urbanísticas.

Recomendadas

Memoria histórica
Marc Solanes “Mi bisabuela luchó en el frente y fue considerada una mala madre, pero lo hizo por sus hijas”
En ‘Las niñas de Elna’ (Pollen, 2024) el periodista reconstruye la historia de las mujeres de su familia resolviendo enigmas para resignificar la imagen de la mujer en la historia.
Euskal Herria
Korrika Correr a favor del euskera cruzando fronteras
La Korrika es el mayor evento de Euskal Herria. En la última edición de esta carrera de más de 2.500 kilómetros ha participado un tercio de la población vasca.
Cine
María Alché y Benjamín Naishtat “El cine puede proponer imágenes y reflexionar, y por eso Milei necesita destruirlo”
María Alché y Benjamín Naishtat dirigen ‘Puan’, una película optimista y amarga, entre la comedia y el cine social, que ofrece nuevas lecturas tras los primeros cien días de gobierno de Milei en Argentina.