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Masculinidades
Señores que preguntan cosas
El objetivo es entender qué has hecho tú en el día de hoy que participe en la rueda del patriarcado. Y para eso te lo tienes que preguntar. A ti mismo, a los y las demás.
Ayer estuve de cañas con un grupo de amigos, y salió un debate sobre género. Me suele ocurrir ser la “persona de referencia” en los grupos cuando sale el tema, soy “la que sabe de esas cosas”. Y suele ocurrir que uno o varios señores del grupo me pregunten cosas.
“Me gustaría saber tu opinión respecto al debate sobre la prostitución dentro del feminismo”. Hay señores que, cuando te hacen esta pregunta, han leído sobre el tema. Otros, la mayoría, no mucho o nada. Se agradece, sin duda, que estas conversaciones ya formen parte de las cañas con colegas, y no sólo de las asambleas feministas.
Mi chico contó una anécdota. Al poco de enrollarnos, mientras me preguntaba cosas sobre feminismo, me dijo: “Eres mi feminista de cabecera”. En ese momento no entendió que yo le respondiese algo así como: “Entiendo que lo dices como un piropo, pero estoy harta de ser la feminista de cabecera de los señores que me rodean”. Le molestó que no me lo tomase como un piropo new age. Lo maravilloso es que, cuatro meses después de eso, es él quien le explica a su amigo, a partir de esa anécdota, por qué necesitamos que los hombres no seáis pasivos, sino activos, en la deconstrucción del machismo y la masculinidad hegemónica.
No queremos educaros, queremos hablar con vosotros sobre esto. Queremos que lo deconstruyáis con nosotras
Otra amiga que participaba en la conversación, al terminar, me felicitó por cómo estaba “educando” a mi chico. Le respondí que yo no estaba educando a nadie. Porque no queremos educaros, queremos hablar con vosotros sobre esto. Queremos que lo deconstruyáis con nosotras. Queremos que sea una conversación horizontal, donde a ti te interese tanto como a mi lo que estamos hablando, donde pensemos qué puede hacer diferente cada cual para que esto cambie. Porque os necesitamos para desmontar el patriarcado, y para eso necesitamos que dejéis de sostenerlo y perpetuarlo. Porque el machismo no es un problema de las mujeres, sino un problema de los hombres que sufren las mujeres.
Qué maravilla que ahora los señores (algunos) preguntéis cosas. Reconozcáis (algunos) en las feministas no sólo interlocutoras válidas, sino expertas informadas sobre “lo que está pasando”, todo este movimiento de tierras que lleva décadas moviendo las placas tectónicas de nuestro sistema. La cuestión está en qué preguntas estáis haciendo.
La conversación con los dos amigos, los señores que me preguntaban cosas ayer, tuvo un momento más que interesante. Una vez que hablamos de prostitución, de teoría queer y otros temazos, yo les pregunté: “¿Y qué sabéis sobre las masculinidades?”. Caras de asombro. “¿Sobre qué?”. Les conté, brevemente, que en los años 70 algunos señores empezaron a hablar sobre la construcción de su propio género, de cómo, a raíz de la perspectiva de análisis que ha generado el feminismo sobre la construcción del género, sobre todo el femenino, nace la inevitable reflexión sobre ese otro género dicotómico, el masculino.
La respuesta de estos señores pasó de preguntarme cosas a explicarme las cosas que han aprendido y las cosas que “hacen bien”. “Yo ya no hago chistes machistas”, “yo me cambio de acera cuando me cruzo a una mujer que camina sola por la calle de noche”.
Si estáis de acuerdo en la idea de que las mujeres seguimos estando discriminadas, ¿qué hacéis vosotros para sostener esa discriminación en vuestro día a día?
Mi respuesta fue que esa reacción, la de contar lo que hacéis bien, es bastante habitual. Y añadí que el quid de la cuestión era otro: “Si estáis de acuerdo en la idea de que las mujeres seguimos estando discriminadas, ¿qué hacéis vosotros para sostener esa discriminación en vuestro día a día?”.
Colapso. “Todo”, “nada”, “no entiendo lo que quieres decir”... (en honor a la verdad diré que el número de cervezas que habíamos ingerido a esas alturas de la conversación no estaba ayudando a que nos entendiésemos). Eso no quita para que recupere aquí la pregunta: ¿Qué haces tú en tu día a día para sostener la discriminación de las mujeres? ¿Te lo habías preguntado así? Cuidado con buscar sólo las medallas, los minipuntos, por haber entendido cosas. ¿Sabes si alguna mujer se ha sentido insegura teniendo sexo contigo? Responderás que, hasta donde tú sabes, tal o pascual. Pero ¿lo has preguntado? ¿Sabes si tus amigas consideran que eres alguien a quien se le puede hacer críticas sobre cómo se comporta y que las aceptes de buen grado, o al menos las tomes en cuenta y no respondas a la defensiva automáticamente? ¿Sabes si tus compañeras de trabajo sienten que les quitas la palabra en las reuniones? ¿Sabes si tu pareja mujer considera que repartís equitativamente las tareas del hogar, o el cuidado de las criaturas?La pregunta no es lo que tú crees que piensan, sino: ¿se lo has preguntado directamente?
¿Qué haces tú en tu día a día para sostener la discriminación de las mujeres? ¿Te lo habías preguntado así?
“Yo lo que he entendido es que tenemos que ser proactivos”, dijo mi chico casi al final de las cañas. Interésate por la deconstrucción del patriarcado y los roles de género de forma genuina, como te interesas por otros temas sobre los que lees, te informas y reflexionas por tu cuenta. Si un tema te interesa, pongamos por ejemplo la política (o la ecología, o el running, me da igual), ¿a que no te limitas a preguntar sobre el tema a otras personas? ¿A qué le dedicas algo de tiempo, a buscar información por Internet, escuchas las noticias, o te metes en grupos de interés en redes sociales? Por eso no vale con tener una “feminista de cabecera” a la que pides la información necesaria para salir del paso en este contexto en el que ya sentís la exigencia externa de tener un mínimo conocimiento sobre el tema. Si estás a favor de la igualdad, lo más importante es que asumas tu responsabilidad como parte del mecanismo y que lo que haces y dices colabora apoyando u obstaculizando el camino hacia la igualdad.
Violencia machista
Cómo hacer que los hombres odien la violencia machista y no a las mujeres
No es lo mismo que tú pienses que eres “buen chaval”, a que durante una reunión de trabajo estés pendiente, en presente, de no interrumpir a tus compañeras, de apoyarlas en sus demandas o proyectos si ves que no se les está dando la misma prioridad que a los de otros compañeros.
No es lo mismo que tú pienses que eres “buen chaval”, a que hables con tu pareja de si está cómoda con cómo gestionáis la convivencia, qué necesita o qué echa de menos, en qué cosas siente que estás perpetuando tu rol masculino en una forma que a ella le perjudique.
No es lo mismo que tú pienses que eres “buen chaval”, a que cuando mantengas relaciones sexuales con una mujer le preguntes si se siente cómoda, le ofrezcas decirte lo que necesite si en algún momento deja de sentirlo.
No es lo mismo que tú pienses que eres “buen chaval” a que de verdad asumas el compromiso de deconstruir esto con nosotras
No es lo mismo que tú pienses que eres “buen chaval”, a que le preguntes a tus amigas si sienten que pueden contar contigo cuando les pasa algo, cuando necesitan que las escuchen con ternura, sin juicio y creyendo en lo que dicen.
No es lo mismo que tú pienses que eres “buen chaval” a que de verdad, en tu vida diaria, tengas en cuenta que eres un privilegiado en cuanto al eje de género y estés atento a no repetir patrones sin darte cuenta que dañan a las mujeres de tu entorno.
El objetivo es entender qué has hecho tú en el día de hoy que participe en la rueda del patriarcado. Y para eso te lo tienes que preguntar. A ti mismo, a los y las demás. Eso es lo que de verdad hará que aportes al cambio hacia la igualdad. Porque no es lo mismo que tú pienses que eres “buen chaval” a que de verdad asumas el compromiso de deconstruir esto con nosotras.
A mis Migueles, por compartir el camino
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En esa concepción dicotómica tan violenta de lo que debe ser el género, la razón cayó solo en una cajita. En una aburrida, pero que disfruta ostentando su poder: la masculinidad.
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Hay una tesis oculta, sobreentendida, en el artículo: son los hombres los que perpetúan el patriarcado.
Yo creo que este supuesto es erróneo y contraproducente, pues son también muchas las mujeres que asumen (quizá inconscientemente) los valores patriarcales. Ignorar el papel de la mujer en esta inercia cultural es poco científico y realista. Son muchas las "mamitas" que planchan las camisas a su hijo y lo tratan como a un "señorito".
Quizá porque trabajo en un entorno donde son mayoría las mujeres, me encuentro día a día más mujeres machistas que hombres machistas.
Echo en falta que estos artículos entiendan que hay "personas machistas"; solo se dirigen a machistas con pito.
Pienso lo mismo... Estoy de acuerdo con todo el artículo excepto esa frase. Da a entender que sólo las mujeres tienen consciencia sobre los problemas de género. Y no es así.
Los roles machistas también los pueden adoptar las mujeres inconscientemente.
La construcción socia funciona de esta manera, primero se hace creer a la mujer que puede ser un hombre, ellas estudian y salen a trabajar, dejando de lado su rol natural, a los hombres no se les puede hacre creer que hagan el rol de mujer. Es la nueva lucha de esta ingienería social, Si un hombre trabaja y tiene que hacer los trabajos del hogar, la vida marital le sera un estorbo.
Igual lo que es un estorbo es tener que aguantar a un señorito que no sabe ni plancharse una camisa porque no es su "rol natural". Lo que hay que leer, mamita.
No existe el patriarcado
Solo es un invento paranoico de estos grupos de feministas
En sociedad ocidental se protege mucho ala mujer, hay leyes y programas de ayuda social
El Feminismo está haciendo grandes progresos en sustituir a la Iglesia Católica en sermonear
...Simpático artículo. Quedo fascinado por la FORMA del mensaje, que se parece muchíiiiisimo a las charlas del Opus Dei (sí, lo conozco). "Da igual que te creas buen chaval... Tú busca en tu interior y verás cómo sí que eres un pecador..."
Yo tuve que abroncar a unas profesoras compañeras en una reunión sobre los problemas de un alumno: decían que su hogar era disruptivo, anormal, porque la madre trabajaba fuera y el padre estaba todo el día en casa (y se sonreían entre ellas).
Tú, mujer: ¿qué has hecho hoy para mantener el patriarcado? Ya sé que eres buena chavala, pero haz examen de conciencia.
Interesante, pero tengo que buscar trabajo... mis privilegios de desempleado no me dan para pagar facturas
Nunca me lo había planteado así, empezaré a cambiar las preguntas que hago
¿vuestro novios ya dan la patita y van a cagar al arenero solitos o también les teneis que explicar como hacerlo?
El comentario, ha superado el criterio de los moderadores, que no admiten comentarios insultantes Machisras o discriminatorios ?
Sí, lo aprobé yo. No lo veo tan insultante, solo una pataleta de machito ofendido. Me parece el comentario perfecto para mostrar que hay un montón de machistas enfadaditos por este tipo de artículos que no son capaces de entender que hayan hombres que escuchan y hablan con sus parejas para intentar mejorar y avanzar hacia una sociedad más feminista.
Estás interesado en esa actividad? Seguramente si necesitaras ayuda pues al principio te enseñarían.