Un cargo de Sumar se llevó seis millones para gestionar una residencia pública con una empresa con cinco días de antigüedad

Una de las personas clave de Yolanda Díaz en Galicia, Iván Olmos, recibió de su madre la concesión tras ganar un concurso millonario del Ayuntamiento de Verín (PSOE) al que solo se presentó ella para gestionar un centro de día durante 15 años.
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05 JUN 2024 10:46 Actualizado
27 may 2024 05:30

El jefe de comunicación de Sumar en Galicia y cofundador del partido de Yolanda Díaz a nivel estatal, Iván Olmos, consiguió una adjudicación de seis millones de euros para gestionar una residencia pública con una empresa creada solamente cinco días antes de que se cerrara el concurso que la elegiría. Además, en ese proceso de contratación pública, realizado por el Ayuntamiento de Verín, un municipio de la provincia de Ourense, solamente se presentó, pese a los millones en juego, la empresa de la que él es ahora administrador único tras cedérsela su madre. Pero el recorrido de esta sociedad mercantil comienza varios años antes, con ese vínculo familiar directo de una de las personas clave de la campaña de Sumar en las elecciones gallegas, donde Díaz no consiguió ni un solo escaño.

En una comunicación posterior con esta redacción, Olmos ha reconocido que ya tenía el 20% de la propiedad de la empresa cuando se produjo la licitación.

Para contextualizar esta historia es necesario remontarse al menos hasta agosto de 2018. En ese momento, el Ayuntamiento de Verín, gobernado por el PSOE, se encuentra terminando el pliego de cláusulas administrativas para abrir un procedimiento abierto del que salga la contratación de la concesionaria que se encargará del servicio de atención a la tercera edad del centro de día municipal en cuestión. Paralelamente, las mareas gallegas comienzan a resquebrajarse en peleas internas, aunque todavía sobrevive el pacto del nacionalismo gallego, representado por la Anova de Xosé Manuel Beiras y Martiño Noriega, con la izquierda confederal de Yolanda Díaz y Pablo Iglesias.

El ahora jefe de comunicación de Sumar en Galicia fragua entonces una de esas primeras rupturas, siendo cabeza de lista por Ourense para las primeras elecciones generales de 2019 con la candidatura de En Marea, separado de la coalición frenteamplista de Podemos, Esquerda Unida, Mareas en Común y EQUO al margen del BNG. La candidatura del jovencísimo Iván Olmos (1994) apenas conseguiría 2.188 votos y el 1,15 % del voto en su provincia, anunciando el acantilado al que se asomaría aquella división política incomprensible para el electorado de ese espacio.

Al concurso del centro de día solo se presentó una empresa y sin experiencia

Pero en el mundo mercantil, mientras tanto, los movimientos de tablero eran otros. Después de que el Ayuntamiento de Verín rematase los pliegos administrativos para el futuro centro de día de la localidad, sus técnicos comenzaban a trabajar en el anuncio de la licitación, que no se haría pública hasta el ocho de noviembre de 2018. De manera llamativa, ni entonces ni ahora están accesibles los pliegos de prescripciones técnicas en la Plataforma de Contratación del Sector Público. En el documento, tanto la ruta electrónica de los administrativos como la de los técnicos llevan a un mismo documento. Cabe preguntarse cómo cualquier ciudadano o ciudadana podría de esta forma presentarse rigurosamente a la licitación. El Ayuntamiento de Verín no ha querido responder ni a esta pregunta ni a ninguna de las planteadas por esta redacción.

¿Las cifras más relevantes del negocio bajo el foco? Fundamentalmente, 5.987.520 euros para una concesión que se alargaría 15 años, la mayor licitación publicada por este consistorio en su historia, al menos según la serie histórica de contratos públicos accesible en el Portal de Transparencia. Las empresas interesadas tenían exactamente 30 días para presentar sus ofertas. Sin embargo, los días corrían y en el registro del ayuntamiento apenas había movimiento.

Llegaron las 14.00 horas del cuatro de diciembre de 2018, fecha y hora en la que se cerraba el período de presentación de ofertas: la primera fase del proceso había concluido. Casi un mes después, llegó el acto público de apertura de ofertas. Para sorpresa de los integrantes de la mesa de contratación —y de cualquier persona que esté familiarizada con este tipo de concursos—, a pesar de lo objetivamente atractivo del contrato, en el registro solo había dos sobres. Uno de una persona a título individual, firmado por Ana S. I. y otro rubricado por la empresa Xerontoloxía Verín SL, en ese momento, a nombre de la madre del jefe de comunicación de Sumar en la tierra de Yolanda Díaz, María Consuelo F. F.. 

El primer sobre, de una particular, no contenía ni los aspectos más básicos demandados por el gobierno local: su supuesta empresa no “está debidamente clasificada” ni contaba “con los requisitos de solvencia económica, financiera y técnica o profesional”; no declaraba estar al corriente en el cumplimiento de los deberes de alta y pago o exención del Impuesto de Actividades Económicas; no aceptaba someterse a la jurisdicción de los juzgados y tribunales españoles de cualquier orden, para todos los incidentes que de modo directo o indirecto pudieran surgir del contrato; y no declaraba si estaba o no inscrita en el registro de licitadores. Es decir, los fallos de forma más básicos de un concurso público.

En el otro sobre estaba la única empresa que se presentó y la única, también, que entraría a participar en el concurso: Xerontoloxía Verín SL que, en tiempo y forma al menos, había presentado de manera adecuada su candidatura. Esta empresa, hoy en manos de una de las personas clave y cofundadora del partido de la vicepresidenta segunda del Gobierno español, se había creado, según el Registro Mercantil, exactamente cinco días antes de que se cerrase el plazo para presentar candidaturas. Este detalle choca frontalmente con las condiciones desarrolladas por el Ayuntamiento gobernado por Gerardo Seoane Fidalgo (PSOE) para argumentar que necesitaban privatizar el servicio de atención a mayores a través de una empresa gestora: “Las corporaciones locales normalmente no disponen de la capacidad necesaria para la gestión directa de estas equipaciones, que, por su nivel de especialización, exigen personal cualificado y una gerencia, organización y funcionamiento muy específicos, por lo que se recurre a la gestión indirecta por medio de empresas especializadas y acreditadas del sector”, reza la memoria que justifica su insuficiencia de medios. ¿Se puede considerar a una empresa con cinco días de antigüedad como especializada y acreditada en el sector?

El abogado de la empresa y del propio Olmos considera que sí: “Tenía, en el momento de la licitación, una amplia experiencia de casi 20 años como auxiliar de clínica en geriatría primero (desde 2000) y enfermera después (desde 2005) en la atención a personas mayores y dependientes”, defiende en conversación con El Salto y añade que también la avala haber trabajado para Cruz Roja. En esencia, considera su asesor legal que haber trabajado como auxiliar de clínica y de enfermera capacitó a su cliente frente al Ayuntamiento de Verín para demostrar su crédito y su especialización en el sector.

Desde la empresa reconocen “que pueda chocar la constitución de la empresa pocos días antes de la adjudicación”, pero argumentan que era “la única manera de concurrir sin comprometer el patrimonio familiar”. En realidad, las cuentas, explican, no abarcaban grandes riesgos si perdía la licitación: “Arriesgaba 400 euros de gastos notariales y registrales 30 euros de impuestos indirectos”, explican. La adjudicación que se llevó rozaba los seis millones de euros.

El cargo de Sumar se hizo con la propiedad de la empresa y de la concesión

Una vez descalificada la propuesta insostenible a muchos niveles de la otra persona que se presentó al concurso del Ayuntamiento de Verín, la mesa de contratación, compuesta por el alcalde socialista, tres vocales más y una secretaria, trabajadores todos del consistorio, comenzó la ponderación. Al ser una única sociedad la potencial adjudicataria que, además, presuntamente cumplía los requisitos administrativos —conviene recordar que, según el pliego, no se conocen las prescripciones técnicas más allá del plan de viabilidad, poca incertidumbre había en quién ganaría el contrato millonario. Y, de hecho, así fue. El 18 de marzo de 2019, a algo más de un mes de las Elecciones Generales donde Iván Olmos cristalizaría la primera gran escisión de las mareas y el primer gran fracaso estratégico de la izquierda federal, su madre se hacía con la concesión de 15 años del Centro de Día Municipal de Verín que luego acabaría en sus manos. Pero faltaba algo de tiempo para eso.

Apenas 15 días después de la adjudicación, a finales de marzo de 2019, en un tiempo récord para poner en marcha una residencia de estas características, el Centro de Día de Verín abría sus puertas, como atestigua la prensa local. Pero apenas podría cumplir un año de trayectoria ininterrumpida. La pandemia de coronavirus irrumpió y el Gobierno decretó el Estado de Alarma el 14 de marzo del siguiente año, de 2020. El entonces presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, no levantaría la prohibición comunitaria de mantener centros como este cerrados hasta septiembre de 2020, cuando, progresivamente se comenzaría a recuperar la normalidad hacia finales de 2021. Es en ese momento, cuando el cofundador de Sumar se hace con el control total de la concesión. Así lo reflejan los datos del Registro Mercantil en su Boletín Oficial: el día 14 de diciembre de 2021, Iván Olmos, se convirtió en el administrador único de Xerontoloxía Verín SL y hasta hoy es el último responsable y beneficiario de esta adjudicación valorada en seis millones de euros para lo que reste de esos 15 años.

Sumar niega conocer el caso y Olmos su responsabilidad en la adjudicación

El propio Olmos ha preferido no responder a las preguntas concretas de esta redacción y ha trasladado sus comunicaciones en voz de su abogado, el mismo de la empresa que dirige, pero sí ha querido aclarar que cualquier hecho anterior a su entrada como administrador único no le atañe, pese a que su negocio se sustente en la misma concesión millonaria y de más de una década: “Puedo responsabilizarme de mi etapa de gestión pero no de la etapa de gestión de mi madre”.

Por otro lado, el partido del que es promotor, Sumar, también ha querido apuntar su visión de los hechos: “Sumar Galicia desconocía la existencia de la empresa Xerontoloxía Verín SL y de la adjudicación de la gestión del centro de día por parte del Concello de Verín en el año 2019”. E insisten en que su formación “es un movimiento político que apuesta por la transparencia en la gestión pública y por las buenas prácticas empresariales en todos los ámbitos”.

Rectificación
En cumplimiento de la ley Orgánica 2/1984, de 26 de marzo, reguladora del derecho de rectificación, El Salto ha publicado una nota enviada por Iván Olmos a esta investigación.
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