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Ibex 35
Florentino Pérez recibe el batacazo empresarial más sonoro de su carrera con el fracaso de su Superliga
No ha bastado con su innegable tirón entre los medios de comunicación españoles, las medidas cautelarísimas del juez Manuel Ruiz de Lara, ni el apoyo de aficionados en las redes sociales: Florentino Pérez asiste a la mayor derrota empresarial de su carrera. La Superliga, presentada entre el domingo y el lunes, nació muerta. El martes 20 de abril, la salida de seis socios fundadores, los equipos británicos, dio el golpe principal al proyecto. En la mañana del miércoles, el Atlético de Madrid, la Juventus de Turin, el AC Milán y el Internazionale de Milán han abandonado el barco de Pérez quien, no obstante, defendía hasta última hora de la noche de ayer la “reformulación” del proyecto.
Solo quedan dentro, a las 14:20 del miércoles 21, el Real Madrid y el FC Barcelona, el impulsor de la Superliga y un equipo agobiado por sus deudas financieras.
Acostumbrado a ganar, el empresario madrileño, dueño de la constructora ACS, aparece como el gran perdedor de un pulso con las principales instituciones del negocio del fútbol, la UEFA y la FIFA. No obstante, el paso en falso puede revertir, a medio plazo, en nuevas concesiones por parte de los propietarios de Champions League a los clubes “rebeldes”.
Sin embargo, la mal calculada apuesta de Pérez, para la que contaba con la infraestructura de JP Morgan, que por medio de la deuda de los clubes se postulaba como futuro propietario del espectáculo del fútbol, puede dejar secuelas en el valor de marca de los clubes implicados. El diario AS, propiedad del Grupo Prisa —uno de los pocos medios no siempre favorables a los intereses de Pérez— citaba a Brand Finance, una consultora, para calcular entre 2.500 y hasta 4.300 millones de euros las pérdidas en “valor de marca” de los clubes rebeldes.
La más que posible marcha atrás en el proyecto limitará esas pérdidas, si bien el daño reputacional del Real Madrid ya se ha dejado notar. Las hinchadas inglesas, las más reacias al cambio de modelo propuesto inicialmente por sus clubes, se manifestaban ayer al grito de “Fuck Pérez” y, en pocas horas, consiguieron que los dueños de los dos equipos de Manchester, los tres de Londres y el Liverpool, recularan y rompieran la baraja.
La familia Glazer, propietaria del Manchester United, resumió su cambio de postura con un “hemos escuchado atentamente a nuestros fans, el Gobierno británico y algunos accionistas” para salir de manera inminente de la competición. Uno tras otro admitieron que habían cometido un “error” y todos fueron recibidos como el hijo pródigo por el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, quien ve cerca el hundimiento definitivo de la Superliga.
Parada en Europa
La actitud de jugadores, exjugadores y mánagers de la Premier League ha sido fundamental para detener el proyecto. En España, la reacción ha sido tardía, pero ha llegado de la mano del Club Atlético de Madrid S.A.D., que antes del mediodía ha publicado un comunicado para anunciar que se bajaba de la Superliga, aludiendo a “la concordia entre todos los colectivos que integran la familia rojiblanca, especialmente nuestros aficionados” como uno de los motivos para su salida. Antes, equipos como el Valencia CF o el Cádiz ya habían protestado oficialmente ante una secesión deportiva que no escondía la idea de generar un fútbol de ricos y otro que funcionaría como vivero de jugadores. No tan distinto de lo que existe ahora pero sancionado por la imposibilidad de ascender al olimpo por mérito deportivos.
La apuesta de Pérez era abrir el negocio a los fondos de inversión, para lo que contaba con la banca de inversión Key Capital y el respaldo de JP Morgan
El fútbol, sin embargo, es una trama secundaria en el ajuste empresarial que se ha dado desde el domingo. La apuesta de Pérez era abrir el negocio a los fondos de inversión, para lo que contaba con la banca de inversión Key Capital y el respaldo de JP Morgan. El presidente del Real Madrid y constructor ha enarbolado el discurso de “salvar al fútbol” mediante la inyección de capital financiero, pero ha dejado flecos sueltos que han podido ser más definitivos que el rechazo de los fans para que la Superliga, a las 13h del 21 de abril, sea una idea derrotada.
Esos flecos los expresó otro tiburón de los negocios, el administrador de Mediapro, Jaume Roures: “¿Cuál es el valor añadido de esta Superliga en cuanto a contenido que no aporte la Champions?”, se preguntaba en declaraciones a EFE. Roures, uno de los artífices de la burbuja del fútbol en España, se mostraba especialmente escéptico sobre las posibilidades del paquete Superliga de aumentar el número de abonados en las plataformas digitales. Para Roures, la propuesta de JP Morgan solo añadiría 200 millones de euros en beneficios a los clubes sobre lo que ahora reparte la UEFA a través de la Champions. El chocolate del loro.
Pérez, no obstante, contó con aliados en su breve pulso con los dueños europeos del negocio. A solicitud de la Superliga, el Juzgado de lo Mercantil 17 de Madrid, cuyo titular es el magistrado Manuel Ruiz de Lara, adoptó medidas cautelarísimas para impedir a la FIFA, la UEFA y a todas sus federaciones o ligas adoptar medidas que prohibiesen o condicionasen la puesta en marcha de la Superliga.
“La realidad es que el fútbol vive un momento delicado y tiene que reaccionar. La reacción no puede estar en manos de estos personajes. El nuevo proyecto debe garantizar también la fortaleza del resto de equipos, también financiera”, defendía en Al Rojo Vivo Antonio García Ferreras, director de comunicación del Real Madrid de 2004 a 2006 bajo la presidencia de Pérez. Otro de sus exempleados, el periodista de OK Diario Eduardo Inda, se lanzaba en un editorial a la defensa del plan: “Florentino es el alma mater de esta Superliga que multiplicará estratosféricamente los ingresos de los participantes”.
Poca costumbre de perder
La noticia del fracaso de la Superliga, que no ha muerto oficialmente pero que, a mediodía del 21 de abril solo conforman cuatro equipos, es el mayor borrón empresarial en la carrera de Florentino Pérez (Madrid, 1947), nombrado uno de los 25 mejores presidentes ejecutivos del mundo por la revista de la Universidad de Harvard.
Como recordaba Felicia Barrio en la sección Sistémico Madrid, de El Salto, Pérez es uno de los raros ejemplos de alguien “hecho a sí mismo” en el ecosistema cerrado del capitalismo patrimonialista español. Empezó su carrera en la Guía del Ocio, pero pronto se situó en distintos puestos de representación política asociados a la obra pública: fue concejal de Saneamiento y Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Madrid, subdirector general en el Ministerio de Industria, director general de Infraestructuras en el de Transporte y presidente del extinto Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario.
Posteriormente, se produjo el desembarco definitivo de Pérez en el sector privado, desde donde se ha convertido en la decimoprimera mayor fortuna de España, según la Lista Forbes de 2020 pese a que, como reseña la revista financiera, su fortuna cayó un 25% en el último año.
La historia, sin embargo, muestra la irrefrenable ascensión del antiguo político centrista. “En 1997, año en que ACS cobró vida gracias a la fusión de OCP Construcciones S.A., Ginés Navarro Construcciones S.A., Invesán S.A. y Vesán, S.A., Florentino Pérez sumaba el 8,67% de una empresa valorada en 950 millones. Al cabo de 2018, 21 años después, tiene el 12,5% de un negocio de 10.500 millones”, reseñaba Barrio.
Entre medias, Pérez falló en su intento de controlar Iberdrola. Las informaciones filtradas por el excomisario José Villarejo, sitúan en ese caso a Pérez como víctima de los manejos del expolicía y macho alfa de las cloacas del sistema. El entonces presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, desplegó su influencia política para impedir la llegada de ACS al consejo de administración de la energética. El resultado fue otro fracaso para Pérez: en 2012 se retiró de la puja por su control. No obstante, todo transcurrió entre bambalinas, con mucho menos ruido que el actual intento fallido por cambiar las reglas del negocio del fútbol.
Régimen del 78
Duelo al sol y navajazos en las cloacas
Los papeles de las empresas de Villarejo siguen poniendo bajo sospecha las prácticas de baluartes del Ibex 35. En esta ocasión las sospechas se vuelcan sobre Iberdrola. Sus ejecutivos estarían detrás de un intento por desacreditar a Florentino Pérez, presidente de la constructora ACS.
Madrid en sus manos
En otras ocasiones, el olfato de Pérez y, por encima de eso sus vínculos con el poder político, le han llevado a protagonizar otras historias de éxito. Es el caso de la recalificación de la Ciudad Deportiva del Real Madrid: una operación con un beneficio de 501,8 millones de euros para el club de Chamartín. Algo para lo que Pérez empleó sus contactos personales: “A principios de los ochenta, Florentino fue concejal del Ayuntamiento de Madrid por UCD, donde compartió bancada con Luis Eduardo Cortés, concejal de urbanismo de la CAM durante la recalificación de 2001”, explicaba Carlos Prieto en un artículo reciente en El Confidencial. La recalificación vino acompañada de un aumento de la edificabilidad en la zona desde 0,3 metros de pisos por metro cuadrado de suelo hasta 1,7 metros. Merced a ese cambio, en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid hoy se yerguen cuatro torres (y una quinta en proyecto) que definen el skyline de Madrid a la espera de la Operación Chamartín, otra expansión urbanística por la que Pérez pujó a comienzos de los 2000.
La relación de Pérez con los distintos equipos municipales y la oposición de izquierdas —tanto de Izquierda Unida como del propio PSOE o de los sindicatos mayoritarios— ha sido óptima
Con excepciones, como la de la concejal del PSOE Matilde Fernández, la relación de Pérez con los distintos equipos municipales y la oposición de izquierdas —tanto de Izquierda Unida como del propio PSOE o de los sindicatos mayoritarios— ha sido óptima. A diferencia de otros empresarios de rancio abolengo como el exministro Juan Miguel Villar Mir, el “talante” y la capacidad de seducción de Pérez ha salido vencedor frente a los escollos ideológicos.
En abril de 2019, el presidente del Real Madrid participaba en un acto con la alcaldesa Manuela Carmena en el que agradecía públicamente al consistorio la reforma del estadio Santiago Bernabéu, para lo que la entonces alcaldesa de Ahora Madrid y ese mismo año candidata de Más Madrid, junto con el concejal José Manuel Calvo —hoy en el Grupo Mixto tras su salida de Más Madrid en 2020— aprobó un plan urbanístico especial que sorteó la anulación por parte del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de la autorización anterior. “Tenemos que ayudarles en todo lo que podamos”, declaró entonces Carmena.
El Ayuntamiento decidía ayudar al club más laureado de la ciudad después de que la Unión Europea obligara al Estado a cobrar la deuda de 18 millones de euros del Real Madrid por intereses devengados respecto a las operaciones económico-inmobiliarias de unos terrenos en el barrio madrileño de Las Tablas, una cantidad que el Gobierno municipal de Alberto Ruiz Gallardón decidió no cobrar.
Tres años antes, la oposición municipal criticaba un acuerdo de resolución del contrato entre el consistorio y Dragados, filial de ACS, para el Paseo de la Dirección. La hoy delegada de Gobierno en Madrid, Mercedes González (PSOE) denunció la “vergüenza anunciada y denunciada” que constituía para la ciudad dicho acuerdo, que pagó hasta el último euro de los 126 millones de ejecución de obras y aportó siete parcelas a Dragados —dos de ellas fueron vendidas por otros 130 millones— pese al retraso de una década en la ejecución de las obras.
Sean los otros halcones del fútbol internacional los que han doblado su brazo o los fans de los equipos británicos quienes han frustrado su proyecto, la derrota de Pérez es noticia
En lógica estatal, el caso Castor es otra muestra de la fortuna de Pérez para caer de pie incluso en sus operaciones más arriesgadas. El proyecto del almacén de gas era propiedad de la empresa Escal UGS, propiedad en un 66% por ACS, y fue el motivo de más de 1.000 temblores registrados en 2013 en una zona que nunca había sido considerada sísmica.
La marcha atrás de Castor no impidió que el Gobierno de Mariano Rajoy aprobase en 2014 una indemnización de 1.350 millones de euros a Escal UGS. En diciembre de 2017, el Tribunal Constitucional declaró nula dicha indemnización. Estimó entonces que no se dieron razones de urgencia y necesidad que la Constitución exige al Poder Ejecutivo. Sin embargo, en octubre de 2020 el Supremo revocaba la decisión y exigía al Estado que pagase a los tres bancos que financiaron la obra promovida por Pérez esa cantidad milmillonaria.
Proyecto Castor
“El PP pagó por el Castor de la manera más lesiva para la población”
Alfons Pérez es parte del equipo de personas que ha presentado la querella por el Proyecto Castor que podría sentar al presidente del Real Madrid y cinco exministros del PP y PSOE ante la Audiencia Nacional.
La empresa del presidente del Real Madrid ya ha cobrado esa indemnización por el proyecto pese a que un juzgado investiga el conocimiento por parte de la empresa Escal UGS de “la potencial peligrosidad sísmica que podía acarrear”, en un juicio en el que dos directivos de la subsidiaria de ACS están acusados de delito ambiental. En enero de este año, un Real Decreto-Ley permitía a Hacienda que ampliase en 638 millones euros un crédito para pagar las indemnizaciones a los bancos que cubrieron el proyecto de Pérez.
La plataforma ciudadana Caso Castor exige que ACS retorne a Enagás la indemnización percibida junto con los intereses y daños y perjuicios pertinentes, para que, a través de esta entidad, “el Estado pueda así honrar su deuda con las entidades financieras acreedoras”.
Venerado en España por gran parte de la afición de su club, ponderado como un “ser superior” por sus colaboradores y con un fino olfato tanto político como empresarial —en la combinación entre ambos ha cimentado sus éxitos—, el final anunciado de la Superliga devuelve a Florentino Pérez al suelo. Sean los otros halcones del fútbol internacional los que han doblado su brazo o los fans de los equipos británicos quienes han frustrado su proyecto, la derrota de Pérez es noticia.
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No ha sufrido ningún batacazo, él sabe y ha dicho que antes o después va a terminar ganando e imponiendo su idea, igual que pasó con Santiago Bernabéu hace 70 años. Esto no es una batalla entre el pueblo y los ricos, es una batalla entre diferentes bandos de ricos por ver quién se hace todavía más rico. Y van a terminar ganando quienes tienen el apoyo del capital transnacional, como siempre.
Comparar a Florentino Perez con Santiago Bernabeu es como comparar a Urtain y Poli Diaz con Muhammad Alí y José Legrá.
Santiago Bernabéu fue un adelantado a su tiempo, antes de ser presidente del Real Madrid en el club blanco fue futbolista, entrenador ,delegado ,directivo y finalmente presidente ,lo mejor de todo es que el no era ningún millonario de hecho cuando el era futbolista el fútbol español todavía no era profesional.
Muhammad Ali y José Legrá eran dos artistas del noble arte del pugilismo y dos grandes campeones del mundo.
De poco sirvió, porq la Champions se está convirtiendo en la Euroliga pa empezar el fair play financiero lo van a quitar xd
Vaya consuelo... Este Capo merengue solo tiene el EGO herido, de momento, mientras sigue extrayendo recursos y masacrando comunidades con sus 'obras' por todo el planeta. Por lo menos Al Capone fue detenido y procesado por un delito fiscal.
En lugar de destacar la poderosa metáfora que todo este negocio ha puesto de manifiesto en relación a los poderes que, de facto, controlan este nauseabundo reino (un ser iluminado +acumulación posmoderna de capital + complicidad de la prensa + respaldo de un tribunal elegido a dedo), en lugar de eso, se pone a elogiar la figura, magnificándola por este fracaso