Granada
Un nuevo espacio en Granada ofrece diagnóstico, acompañamiento psicosocial y prevención de VIH e ITS
Hoy, 1 de diciembre, es el Día Mundial Frente al VIH-Sida. En España se diagnosticaron 3.196 nuevos casos de VIH según datos de julio de 2024. En Andalucía, el número de nuevos diagnósticos de VIH ha bajado: 507 casos en 2023, con una incidencia de 5,9 por cada 100.000 habitantes. Supone una caída de cerca del 10 % respecto a 2022, según los últimos datos del Plan Andaluz frente a las Infecciones de Transmisión Sexual (Paitsida). Sin embargo, las organizaciones que trabajan en prevención y salud comunitaria lanzan una advertencia: el diagnóstico tardío sigue siendo una asignatura pendiente.
En un contexto donde la salud sexual sigue siendo un terreno marcado por desigualdades y silencios, Apoyo Positivo pone en marcha Casa Granada, un espacio abierto y accesible con servicios gratuitos de diagnóstico, acompañamiento psicosocial y prevención, que apuesta por la diversidad, el acompañamiento integral y la innovación comunitaria.
Casa Granada abre el centro dos años después de que distintas organizaciones sociales de la provincia mostraran su oposición al cierre en 2023 del Centro de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) de Granada, ubicado en el Hospital Doctor Olóriz de la ciudad. Cierre que dio fruto a una plataforma ‘'No al cierre del Centro de ITS', conformada por la asociación LGBTI+ Granada Visible, la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública, Médicos del Mundo, la Federación Española de Asociaciones de Estudiantes de Medicina (Ifmsa y la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha).
Consideraban que el cierre del Centro, sumado al cierre de la casa de acogida para personas con VIH de Cruz Roja Granada, suponía “un recorte de los servicios públicos sanitarios dirigidos al tratamiento y la prevención de las ITS”, cuando la evidencia científica demostraba que suponen herramientas esenciales para conocer mejor la epidemiología del VIH, monitorizar precozmente posibles cambios en los patrones de transmisión y mejorar la prevención y el control tal y como han venido manifestando el Grupo EPI-VIH como el Grupo EPI-ITS.
El nuevo centro que está operativo desde hace unas semanas en la calle Primavera del Zaidín, ofrece un catálogo de servicios que abordan la salud desde una mirada amplia, donde lo clínico convive con lo psicológico y lo social: Pruebas rápidas de VIH e ITS sin cita previa, con acompañamiento y vinculación inmediata al sistema sanitario en caso de diagnóstico positivo; programas de reducción de riesgos y apoyo específico para personas que practican chemsex; atención psicológica, sexológica y social, con especial atención a jóvenes, personas LGTBIQ+, migrantes y colectivos vulnerabilizados y actividades formativas, talleres y espacios de encuentro para mejorar el bienestar emocional y reforzar redes de apoyo.
Casa Granada, que forma parte de un ecosistema que Apoyo Positivo ya ha desarrollado con éxito en Málaga y Cádiz a través de Casa Torremolinos y Casa Bahía, llega a la ciudad con la determinación de que “el enfoque comunitario es clave para mejorar la prevención, el diagnóstico y el acompañamiento en VIH, ITS y salud integral”; además de ampliar su presencia en España —con actividad previa en Madrid y Orense— y reforzar su compromiso con los territorios. La organización insiste en que Casa Granada es “una pata más” del sistema, un complemento necesario para llegar allí donde los recursos convencionales no alcanzan.
“La gran lucha del virus no es el control médico, es el estigma”, Abel Viña, coordinador de Casa Granada.
El nombre del proyecto no es casual. Como apuntó Jorge Garrido, director ejecutivo de Apoyo Positivo, durante la reciente presentación, Casa rinde homenaje a los hogares seguros que las mujeres trans crearon en Estados Unidos durante la crisis del VIH, “espacios que funcionaron como refugio, clínica improvisada y red de cuidados cuando el estigma lo atravesaba todo”. Casa Granada integra el programa Focus, una iniciativa internacional impulsada por Gilead Sciences orientada a facilitar el cribado sistemático del VIH y las hepatitis virales, vinculando a las personas con el sistema sanitario.
Un centro para quienes más barreras encuentran
Hablamos con Abel Viñas, que coordina al equipo que trabaja en Casa Granada. Nos cuenta que el trabajo de Apoyo Positivo se inscribe en una trayectoria que ya suma 33 años de recorrido, desde que la entidad nació en 1993 como respuesta directa al vacío institucional que dejó la irrupción del VIH en España. “Apoyo Positivo surge acompañando a la muerte y a los familiares, porque en aquel momento no había otra respuesta”, recuerda. Con el paso de los años y el avance de los tratamientos, la organización amplió su campo de acción. El punto de inflexión llegó en 2010, cuando consolidaron su identidad como ONG LGBTI centrada en salud sexual, sin perder de vista su origen comunitario y su compromiso con las personas más vulnerables.
“Trabajamos con personas con VIH, con usuarios de chemsex, y con personas diversas, como personas trans en cualquier momento de su transición”, Abel Viña, coordinador de Casa Granada.
Desde Casa Granada, explica Viña, nos dirigimos a un perfil de usuarios diverso, pero con necesidades muy específicas. “Trabajamos con personas con VIH, con usuarios de chemsex, y con personas diversas, como personas trans en cualquier momento de su transición”. No se limitan a realizar pruebas rápidas de VIH, sífilis y hepatitis A, B y C: también acompañan procesos complejos atravesados por consumo, identidad, estigma y acceso desigual al sistema sanitario. Aunque Casa Granada ofrece cribados rápidos, Viña incide en que el seguimiento debe ser dual: “Recomendamos venir una vez cada tres o seis meses y la otra ir al centro de salud. Nosotros no cubrimos todas las ITS, como gonorrea y clamidia”.
VIH hoy: del miedo al conocimiento
Una parte esencial del trabajo de Abel y su equipo consiste en acompañar emocionalmente los diagnósticos. Hoy, con los tratamientos antirretrovirales de alta eficacia —los Targa—, el VIH se ha convertido en una enfermedad crónica completamente controlable. “Desde 2015 hablamos de indetectabilidad. El mensaje es claro: indetectable es igual a intransmisible”, señala.
“Desde 2015 hablamos de indetectabilidad en el VIH. El mensaje es claro: indetectable es igual a intransmisible”, Abel Viña, coordinador de Casa Granada.
Una sola pastilla diaria permite mantener la carga viral tan baja que la persona no puede transmitir el virus por vía sexual. Sin embargo, la ciencia avanza más rápido que el estigma. “La gran lucha del virus no es el control médico, es el estigma”, insiste. Recuerda que hasta hace muy poco las personas con VIH tenían prohibido donar órganos, algo que no ocurre con otras enfermedades, que todavía hay datos que señalan que hay personas que se sentirían molestas con una persona con VIH trabajando en su oficina. En este sentido, la ONU ha fijado un horizonte claro para 2030: cero estigma.
En este camino, la información es clave. Viña lo resume así: “Todos tenemos derecho a una educación sexual y reproductiva efectiva. La información es gratuita, y cuando pasa algo, necesitamos herramientas para afrontarlo”.
Nuevas vías de tratamiento y nuevas realidades
Además de la pastilla diaria, algunas personas optan por tratamientos inyectables cada dos meses. No se trata de un avance clínico en sí mismo, puntualiza Viña, sino de una mejora en comodidad y adherencia. “Es la misma combinación de fármacos. Ayuda a personas con problemas de estómago o dificultades para tomar la medicación con regularidad”.
Por otro lado, muchas personas descubren su diagnóstico cuando acuden a solicitar la PrEP, la profilaxis preexposición para prevenir el VIH. “Quienes ya tienen información previa lo gestionan mucho mejor”, explica. En estos casos, el centro trabaja con una guía de acompañamiento que incluye temas como la indetectabilidad, la comunicación del diagnóstico, la gestión de comorbilidades o el envejecimiento prematuro.
Abel Viña tiene un mensaje claro para la población de Granada: Si hay una vida sexual activa, es fundamental hacerse las pruebas al menos una vez al año. “Un año es un periodo en el que ninguna infección avanzaría lo suficiente como para complicar su tratamiento”, señala. Casa Granada nace precisamente para eso: facilitar el acceso, derribar barreras, acompañar sin juicios y ofrecer información rigurosa. Un espacio donde la salud sexual se entiende como un derecho y donde cada persona encuentra un lugar seguro desde el que empezar a cuidarse.
Casa Granada opera como un eslabón entre la comunidad y los servicios públicos. El equipo mantiene contacto directo con las unidades de enfermedades infecciosas de los hospitales de Granada y de Baza, lo que permite realizar derivaciones inmediatas ante un resultado reactivo de VIH.
El centro también trabaja con Cristina Torres Luzón, coordinadora de los enfermeros referentes de ITS en Granada. “La próxima semana haré una presentación de nuestro recurso para todos ellos”, explica Viña. Para principios de año preparan una formación específica en ITS, counseling, diversidad y chemsex, reforzando así la capacitación del personal sanitario que atiende en primera línea.
“Respecto al chemsex, creemos que no todo consumo es problemático. La persona decide su objetivo; no obligamos al cero consumo”, Abel Viña, coordinador de Casa Granada.
Respecto al chemsex, uso sexualizado de drogas, uno de los ejes del centro es la reducción de daños: “Creemos que no todo consumo es problemático. La persona decide su objetivo; no obligamos al cero consumo”. Ese enfoque, poco habitual en recursos más institucionales, permite construir espacios de confianza donde personas homosexuales, bisexuales y otras personas LGTBI puedan hablar abiertamente de prácticas sexuales, drogas y necesidades emocionales sin miedo a ser juzgades.
El auge del chemsex en la comunidad LGTBI es un fenómeno que Abel observa con preocupación: “Muchos usuarios tienen dificultades para llevarlo sin poner en riesgo su vida cotidiana o su salud sexual”. Por eso, además de psicología y sexología, el centro ofrece acompañamiento entre iguales, un programa de pares en el que las personas que han vivido experiencias similares acompañan, orientan y sostienen a quienes inician el camino de reducir, abandonar o comprender su consumo.
Por el bienestar emocional y contra la serofobia
Marta García, de la Mesa en Defensa de la Sanidad Pública, señala que los recursos relacionados con la salud nunca sobran, y celebra que CASA Granada realice pruebas rápidas de otras ITS además de VIH, aunque “preferimos que los recursos sean públicos, porque deben serlo y porque, en general, pueden llegar a más segmentos de la población”.
Elena Acosta portavoz de la plataforma ciudadana 'Granada Visible' ha celebrado la llegada de Apoyo Positivo a Granada en nombre de la organización, “van a ofrecer un servicio que la Sanidad Pública debería proveer pero no hace; además, desde una perspectiva inclusiva, no patologizante y sin discriminación”.
Les parece especialmente importante el servicio para las personas migrantes, trabajadoras sexuales, personas queer y trans “a quienes, en otros contextos se les niega una atención adecuada, se les culpabiliza, se les 'etiqueta' por su actividad sexual, etc”. Elena explica que, según la información recabada en otros centros del país, “Apoyo Positivo ofrece acompañamiento y apoyo mutuo a las personas que reciben diagnósticos positivos en VIH, atendiendo su bienestar emocional y guiándoles ante el desconcierto inicial, la desinformación, la discriminación y la serofobia”.
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