We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Ha bajado Dios a vernos. Admitámoslo, hace tiempo que nos robaron el fútbol. Con el formato actual, es imposible que los clubes sin presupuestos multimillonarios y plantillas kilométricas puedan ganar la Copa de Europa. Antes, cuando el dinero se repartía un poco menos mal y solo había un par de superatletas por equipo, podían triunfar el Steaua de Bucarest, el Celtic de Glasgow, o el Feyenoord de Róterdam. Ahora solo está al alcance de quienes saquean minuciosamente las canteras de los demás o que, peor aún, roban las infancias a niños de otros continentes. Ahí te pudras si te destrozan la rodilla antes de llegar a lo más alto.
“Florentino Pérez y su banda son la versión más golfa de una aristocracia del fútbol que lleva decenios goleándonos sin bajar del autobús”
En esas estábamos, aguantando un año sí y otro también, cuando van Florentino Pérez y su banda, nos mean y dicen que llueve. Escuece, sí, pero si ampliamos el foco, veremos que solo son la versión más golfa de un sistema de juego con el que la aristocracia del fútbol lleva decenios goleándonos sin bajar del autobús. A la Superliga y a la UEFA les une mucho más de lo que les separa, son de la misma cuadrilla de macarras que daban palizas a futbito en el colegio a todo quisqui porque eran de la clase de los mayores.
Fútbol
Escisión de los ricos JP Morgan y Florentino Pérez se enfrentan a la UEFA para relanzar la burbuja del fútbol
Estuvieron de acuerdo en eliminar los dorsales del uno al once para vender más camisetas. Luego en cambiar las equipaciones cada año para lo mismo. Se sacaron de la manga las fases de grupo de las competiciones continentales para llevárselo crudo. Dieron vía libre a que equipos y selecciones ganaran millonadas haciendo anuncios horteras de multinacionales, a la vez que censuraban a los futbolistas que apoyaban públicamente huelgas generales. Se lo pasaron en grande gastándose el dinero de repartos televisivos injustos y defraudando fiscalmente. No dijeron ni esta boca es mía cuando los especuladores globales compraron equipos que habían arruinado aquí y allá. Unos hablan de libertad de mercado y otros de mérito deportivo y de valores, pero a todos se la bufa que hayan muerto 6.500 trabajadores construyendo los estadios para el mundial de Qatar.
Explotación laboral
Explotación laboral El Mundial de Qatar se cobra 6.500 vidas migrantes
Recapitulando, dado que los tiburones están ahora mismo a dentellada limpia, es un momento inmejorable para poner en pie el fútbol desde abajo. De entrada, habría que resistirse a la tentación de darle la vuelta a demasiadas cosas. De hecho, con unos pocos cambios, que pueden contarse con los dedos de una mano, podría bastar y sobrar para sentar las bases y, luego ya, sobre la marcha.
“Con unas pocas medidas nos quitábamos a los ventajistas de encima, al tiempo que los clubes modestos podrían aspirar a grandes victorias”
Lo primero, que todo el mundo, juegue donde juegue, pueda participar con sus selecciones nacionales, no faltaba más. Lo segundo, no nos pongamos nerviosos, esta temporada se acaba todo lo empezado, pero la siguiente Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid fuera de La Liga. Lo tercero, cláusulas específicas para blindar las fichas frente a los equipos de la Superliga, a partir de un suelo draconiano y por módulos de, pongamos, cincuenta en cincuenta. ¿Quiere usted fichar a Moncayola para tenerlo calentando banquillo? Ningún problema, son 100 millones de euros. ¿Mejor Chimy Ávila? Pues vaya aflojando 150 o vuélvase por donde ha venido. En cuarto lugar, proteger de verdad las canteras prohibiendo que los jugadores salgan de sus clubes de origen hasta cumplir los 27 años, ni a la Superliga ni a ningún otro equipo. Y por último, repartir de manera radicalmente equitativa y democrática los ingresos televisivos.
Con esas cinco medidas, que mira que son pocas, iba a cambiar el fútbol lo que no está escrito. De entrada, dos por uno: nos quitábamos a los ventajistas de encima, al tiempo que los clubes modestos podrían aspirar a grandes victorias. Total, que todo esto era una quimera hasta que Florentino Pérez y JP Morgan se han empeñado en que la pelota comenzara a rodar. Empieza el partido, no hay rival pequeño.
Relacionadas
Crisis climática
Clima Adaptación al nuevo clima
Consumo
Black friday Acciones de boicot contra Israel en el “día sin compras” y en el Día de Solidaridad con Palestina
Opinión
Opinión Yo he venido aquí a licitar
Qué asco de fútbol !!!! Eso que ganan siempre los mismos no es fútbol, y encima es el espacio idílico para la ultraderecha..., ¡vomitivo!
No tengo ni idea de fútbol así que me parece bien, una explicación ilustrativa. Solo echo de menos que, entre las propuestas de mejora, no se nombre el fútbol femenino.
Pues no lo veas. Sinceramente nos da igual... No eres mejor que nadie por eso
Es que el fútbol hay que jugarlo, desde pequeñito en la era del pueblo o en los solares y descampados de la ciudad