Francia
Luces y sombras de la ofensiva de Francia contra Shein
El Tribunal de París examinará el 26 de noviembre la posible suspensión de Shein. Esa cita judicial representa ahora mismo la mayor amenaza a la que hace frente en Francia la plataforma china de moda ultrarrápida. Las autoridades galas iniciaron la semana pasada una ofensiva contra esta multinacional responsable de algunas de las peores prácticas del capitalismo contemporáneo, desde la explotación laboral hasta un impacto muy nocivo para el medioambiente. Las medidas contra Shein anunciadas a bombo y platillo corren el riesgo de evidenciar la impotencia del Estado si no llegan a buen puerto. Y han coincidido con la apertura en la capital francesa de la primera tienda física, una inauguración marcada por las protestas en las inmediaciones de activistas que pedían proteger a la infancia, y no a Shein.
La venta de muñecas para pedófilos motivó —o sirvió como pretexto— el anuncio del 5 de noviembre de dos procedimientos para suspender en Francia la web y la aplicación: uno a través de la vía administrativa y el otro judicial
La venta de muñecas para pedófilos motivó —o sirvió como pretexto— el anuncio del 5 de noviembre de dos procedimientos para suspender en Francia la web y la aplicación: uno a través de la vía administrativa y el otro judicial. El primero de ellos quedó abortado apenas 48 horas después. “El Shein de hoy (viernes) no se corresponde para nada con el del miércoles”, dijo entonces el ministro galo de Empresas, Serge Papin, refiriéndose al cierre del bazar virtual de la multinacional. Otras empresas habían vendido allí productos ilegales, como armas de fuego o muñecas que incitan a la pederastia.
Por consiguiente, la suspensión por la vía judicial es el principal riesgo que pesa en Francia sobre esta plataforma, que promueve un consumo adictivo de ropa barata y de mala calidad. La Agencia France-Presse informó este martes que ese juicio se celebrará dentro de dos semanas. Representará la hora de la verdad para Shein.
Amenaza de una suspensión temporal
Los jueces decidirán ese día si suspenden la web y la aplicación de este gigante del sector textil, fundado en 2008 y cuya principal sede se encuentra en Singapur. En el caso de que se decanten por una medida de ese estilo, resultaría temporal. Es decir, el bloqueo de la web duraría “el tiempo que (la empresa) necesite para demostrar que el conjunto de sus productos respeta la normativa en Francia”. Tampoco comportaría que los clientes dejaran de comprar inmediatamente, porque podrían hacerlo a través de un VPN, medio utilizado de manera masiva para esquivar las recientes restricciones en las páginas porno.
No obstante, esta amenaza de suspensión es la más ambiciosa de las medidas tomadas por las autoridades francesas para frenar la implantación de Shein. Cuenta, de hecho, con 34 millones de consumidores en Francia, siendo este su mayor mercado en la Unión Europea. El desembarco estos últimos años de la multinacional ha coincidido con la crisis de varios grupos históricos en el sector textil galo, como Camaïeu o IKKS. A pesar de que conserva la etiqueta de “país de la moda”, prácticamente no quedan fábricas de ropa. Y la irrupción de la moda ultrarrápida, con Shein y Temu al frente, contribuye al aumento de las emisiones de CO2 y fomenta la explotación laboral en China.
Francia ha impulsado varias investigaciones administrativas y judiciales contra Shein estos últimos años y ha multado tres veces en 2025 al gigante asiático por un total de 191 millones de euros
Francia ha impulsado varias investigaciones administrativas y judiciales contra Shein estos últimos años. Ha multado tres veces en 2025 al gigante asiático por un total de 191 millones de euros. Se trata de una cifra importante, pero aparentemente irrelevante en comparación con la cifra de negocios de 37.000 millones de dólares registrada el año pasado por el grupo.
Además, el proyecto de ley de los presupuestos del año que viene, actualmente debatido en la Asamblea Nacional, incluye una tasa de dos euros para los pequeños paquetes procedentes de fuera de Europa, con el objetivo de frenar el consumo desenfrenado de ropa por internet. El Senado aprobó en junio una legislación que prohíbe la publicidad de las empresas de la moda ultrarrápida. La versión adoptada finalmente por la Cámara Alta resulta, sin embargo, menos ambiciosa que el borrador inicial, impulsado por la diputada conservadora Anne-Cécile Violland.
Preocupante éxito de la tienda en París
El hecho de esquivar los efectos de esa ley es uno los motivos por los que Shein abre este mes sus primeras tiendas físicas en Francia. La apertura del primer comercio en el mundo del gigante asiático tuvo lugar el 5 de noviembre en el Bazar del Hôtel de Ville (BHV), una conocida galería situada al lado del Ayuntamiento de París, en pleno corazón de la capital. Pese a las protestas por parte de activistas ecologistas enfrente del BHV, esta apertura ha sido sinónima de un éxito de público preocupante. Ha atraído “a más de 50.000” compradores y visitantes en pocos días, según datos del centro comercial.
Además, Shein abrirá tiendas en otras cinco localidades francesas durante las próximas semanas. Lo hará primero el 18 de noviembre en Dijon y Reims, luego en Grenoble el día 21 y a principios de diciembre en Angers y Limoges. Este desembarco ha resultado posible gracias a su alianza con Frédéric Merlin, un sulfuroso empresario, de 34 años, que ha contado como mentor con el expresidente Nicolas Sarkozy, que acaba de pasar 20 días en la cárcel debido a su condena por la trama libia. “He decidido no hacer marcha atrás respecto a mi decisión (de asociarse con Shein), porque estoy convencido de que se trata del sentido de la historia”, escribió Merlin en su cuenta de Instagram.
Para esquivar los efectos de la legislación contra la moda ultrarrápida, el gigante asiático llegó a un acuerdo en septiembre con Pimkie, otro de los grupos franceses en horas bajas y que ahora dedica una parte de su producción a venderla únicamente en la plataforma china. También ha contado con el apoyo de otros insiders en el universo de las élites galas. De hecho, contrató como asesores a dos exministros: el macronista Christophe Castaner, al frente del Ministerio del Interior entre 2018 y 2020, y la conservadora Nicole Guedj, que formó parte del Gobierno durante la presidencia de Jacques Chirac.
¿La impotencia de un Estado sin el apoyo de la UE?
Todos ellos han contribuido al momento paradójico de Shein al otro lado de los Pirineos. Por un lado, abre grandes tiendas en el centro de varias localidades. Por el otro, las autoridades amenazan con cerrar su web y aplicación. Además de la investigación judicial en curso en Francia, otros países de la Unión Europea han iniciado procedimientos contra esta empresa, pero de menor alcance.
“Hay 14 países europeos con procedimientos en curso contra Shein, lo que muestra la lentitud de estas investigaciones respecto a la rapidez de estas empresas”, reconoció Clara Chappaz, la exministra del Sector Digital, en declaraciones a France Info. Por ejemplo, Francia, Bélgica, Irlanda y Países Bajos, junto con la Comisión Europea, se asociaron para impulsar una investigación sobre el gigante asiático. Gracias a ellos, denunciaron algunas de sus prácticas comerciales, como descuentos fraudulentos, engaños a través de falsos certificados de greenwashing o un uso sin garantías jurídicas de los datos de los clientes.
Francia, Bélgica, Irlanda y Países Bajos, junto con la Comisión Europea, se asociaron para impulsar una investigación sobre el gigante asiático y denunciaron algunas de sus prácticas comerciales, pero estas iniciativas no han ido más allá
Más allá de denunciar sus prácticas ilegales y de multas —Italia la sancionó con un millón de euros en agosto—, estas iniciativas no han ido más allá. De momento, París se ha quedado sola con su intento de bloquear la web, tentativa que no cuenta con el apoyo de la Comisión Europea. “No entendemos nada. No conocemos ni siquiera la base jurídica que quiere utilizar Francia para llevar a cabo el procedimiento de suspensión. Es un galimatías”, declaró un alto funcionario bruselense al diario Le Monde.
Desde Bruselas, han recordado, asimismo, que la actual legislación comunitaria sobre los gigantes de internet (Digital Services Act) no permite bloquear la actividad de uno de esos grupos. Una medida de este tipo solo puede tomarla el país donde se encuentra su sede en Europa, es decir, Irlanda en el caso de Shein. París corre el riesgo de quedarse a medias en su mediática ofensiva en contra de la plataforma. Y evidenciar la impotencia de un Estado ante una multinacional.
Inteligencia artificial
La Unión Europea abraza la ley del algoritmo más fuerte
Relacionadas
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!