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Extremadura
Algunas reflexiones al hilo de la celebración del Festival de Teatro Clásico de Mérida
El Festival de Teatro Clásico de Mérida programa espectáculos hasta el 25 de agosto.
El teatro griego nace de ceremonias religiosas relacionadas con el dios Dionisio. De los rituales dionisíacos fueron surgiendo con el paso del tiempo los diferentes géneros del teatro clásico: el drama, la comedia y la tragedia, inspirados principalmente en el conjunto de creencias mitológicas de la civilización griega.
Los mitos son historias ejemplares, ejemplos de vida, modelos de comportamiento. En palabras de Robert Graves: “Los mitos forman una carta constitucional sagrada por la que se autoriza la continuidad de instituciones, costumbres, creencias y ritos antiguos, o se aprueban sus modificaciones.”
El teatro clásico griego fue un poderoso instrumento de comunicación, utilizado por los dirigentes políticos griegos para transmitir los valores culturales de la sociedad que querían construir.
Como dice el sociólogo Georges Balandier: “La ciudad griega antigua, los grandes mitos y el teatro que los hacía visibles mantienen entre sí una relación de correspondencia. La actuación de los personajes reveladores –Prometeo, Edipo, Antígona-, sirve para dar apariencia a los principios que gobiernan la vida colectiva, los dilemas y conflictos que esta plantea. Todo sistema de poder es un dispositivo destinado a producir efectos, entre ellos los comparables a las ilusiones que suscita la tramoya teatral.”
Desde este punto de vista teatral y político, en España llevamos ya demasiado tiempo soportando un exceso de sobreactuación
El teatro romano bebió de las fuentes griegas en las formas y en el fondo. Sobre parte de este fondo, Georges Balandier continúa diciendo: “Todo poder político acaba obteniendo la subordinación por medio de la teatralidad. Esta teatralidad representa, en todas las acepciones del término, la sociedad gobernada. Se muestra como emanación suya, le garantiza una presencia ante el exterior, le devuelve a la sociedad una imagen de sí idealizada y aceptable.”
Sí, bueno, vale, griegos y romanos, pero hoy, aquí y ahora… ¿Qué relación se puede establecerse entre el teatro y la política? Según Georges Balandier: “El modo democrático establecido sobre la base de la representación, según la cual el poder resulta de la regla mayoritaria, requiere el arte de la persuasión, del debate, la capacidad para crear efectos que favorezcan la identificación del representado con el representante. Se dramatiza por medio de las elecciones, a través de las cuales se crea la impresión de que puede jugarse siempre una nueva partida. Las nuevas técnicas han puesto a disposición de la dramaturgia política los instrumentos más poderosos: los medios de masas, la propaganda, los sondeos políticos”.
Teatro
Para que la última palabra no sea la de ellos
El Teatro de la Dignidad estrena este sábado en la Sala Trajano de Mérida la obra Lo que ellos aún ignoran. Historia de un juicio a la pobreza.
Desde este punto de vista teatral y político, en España llevamos ya demasiado tiempo soportando un exceso de sobreactuación. La política se ha convertido en un espectáculo de consumo. Las campañas electorales son puro marketing de venta. Los debates electorales tienen una lamentable semejanza a cualquier reality show o programa basura. Actuar con racionalidad, coherencia, prudencia, dignidad, sensatez, lógica, inteligencia, cultura no está bien visto, es poco espectacular, no tiene suficiente atractivo para el consumo de las masas.
En Sierra de Gata existe una gran preocupación ante la posible puesta en marcha de un proyecto de minería a cielo abierto que haría inviables los planes de desarrollo puestos en marcha en los últimos años con mucho esfuerzo y dificultad
Pero el caso es que aquí estamos y así nos vemos. E inmersos en esta realidad dramática, aderezada con algunos formatos de comedia de enredos, contemplamos como en Extremadura, el nuevo gobierno ha creado una Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, en la que se juntan bajo el mismo paraguas las funciones de protección y evaluación de impacto ambiental con la de aprobación de los proyectos con incidencia ambiental que se pretenden evaluar.
Ante esta dramaturgia política, la Asociación para la Comunicación e Información Medioambiental denuncia que: “Con ello sigue la misma política que otrora, juntando en la misma consejería la protección ambiental con aquellos proyectos que más conflicto están generando entre los movimientos ciudadanos que pretenden salvaguardar su territorio y el medio ambiente. Antes fueron las centrales térmicas y la refinería, y ello motivó la unión de las consejerías de Industria y Protección Ambiental, ahora son los cientos de permisos de investigación minera que se tramitan actualmente en Extremadura, lo que ha motivado que al paquete de transición ecológica se incorpore la minería, siguiendo por cierto la estela de nuestro actual Ministerio de Transición Ecológica.”
En este contexto escénico, debo señalar que en Sierra de Gata existe una gran preocupación ante la posible puesta en marcha de un proyecto de minería a cielo abierto que haría inviables los planes de desarrollo puestos en marcha en los últimos años con mucho esfuerzo y dificultad. Las alegaciones presentadas en su contra, hace más de siete meses, no han sido contestadas, creando un velo de oscuridad que alimenta una incertidumbre cargada de sentimientos trágicos…
Y los ciudadanos continuamos consumiendo el espectáculo de la realidad que nos muestran los medios de comunicación. Por cierto, el Festival de Teatro Clásico de Mérida programa espectáculos hasta el 25 de agosto.
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