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Energías renovables
Decenas de poblaciones afectadas por megaproyectos fotovoltaicos se organizan en defensa de otro modelo energético
Un fantasma recorre el País Valencià. Se trata de la lucha por la vida, la defensa del territorio y la sostenibilidad del entorno rural. En el fondo, la coordinadora se posiciona contra el capitalismo verde, aquel que con la excusa del medio ambiente, utiliza como fetiches las placas solares y los aerogeneradores con el objetivo de continuar acumulando capital. Un lujo que el planeta ya no se puede permitir. En forma de megaproyectos se imponen grandes instalaciones en lugares que en principio opondrán poca resistencia, brindan poca información a sus habitantes, generalmente les obligan a mal vender o alquilar sus tierras, generando división entre los que necesitan vender y los que ven peligrar su medio de vida, destrozan la naturaleza y también las zonas por las que se transportará la energía que finalmente va a parar a grandes centros de consumo. Este modelo ha sido estudiado y rechazado ampliamente por organizaciones independientes en todo el mundo e incluso por las Naciones Unidas.
El pasado domingo 6 de febrero la coordinadora realizó su primera acción de forma descentralizada. En total, 25 municipios del País Valencià se manifestaron en los pueblos de Alcalà de Xivert-Alcossebre, Alzira, Ayora, Borriol, Buñol, Camporrobles, Carcaixent, Catadau, Cinctorres, Chella, Chiva, Elda-Petrer, la Vall d'Uixò, les Coves de Vinromà, Monóvar, Montesa-la Costa, Morella, Requena, Sant Joan de Moró, Siete Aguas, Utiel, Vilafamés y Villar. Colectivos y plataformas ecologistas y en defensa del territorio de estos pueblos, organizados en la Coordinadora Valenciana por la Ubicación Regional de las Energías Renovables, se posicionaron en contra del modelo energético del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, así como contra el Decreto Ley 14/2020 del gobierno valenciano.
El pasado domingo 6 de febrero la coordinadora realizó su primera acción de forma descentralizada. En total, 25 municipios del País Valencià se manifestaron en contra del modelo energético del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, así como contra el Decreto Ley 14/2020 del gobierno valenciano
Indignadas con el modelo actual de transición energética, la coordinadora ha organizado dos jornadas de denuncia para este fin de semana. Por un lado, junto con la ONG Perifèries y el periódico La Directa, convoca el sábado 26 de febrero con el lema “Hacia un modelo energético sostenible” a las 18:30, al estreno del documental “El camí de sol”, en el Octubre Centro de Cultura Contemporánea. Posteriormente, se realizará un debate con la presencia en la mesa del periodista Lluis Pascual, la activista Ana Martí de la plataforma contra el proyecto fotovoltaico Magda, el geógrafo Luis del Romero y el director del documental Toni Silva. Por otro lado, el domingo 27, convocan a la ciudadanía a una gran concentración en la Plaza de la Virgen a las 12:00 hrs. con el lema “Por un mundo rural vivo”.
En el comunicado para la convocatoria señalan que “en un momento en el que el recibo de la luz está disparado y el proceso de cambio es inevitable, tenemos la oportunidad histórica de democratizar el acceso a la energía y caminar hacia un nuevo modelo realista y sostenible de transición energética”. La coordinadora cuestiona que el modelo energético actual está “en las manos de grandes empresas y fondos de inversión”. Así, en la práctica, los resultados serán contradictorios ya que aquellas personas que pretenden vivir del cultivo tradicional, de sus tierras “difícilmente podrán competir con estas empresas”. Exigen por tanto que las diputaciones y ayuntamientos “lideren la implantación de comunidades energéticas locales, CEL” que contribuyan a la democratización de la energía y “al consumo de proximidad potenciando la implicación social”.
Exigen por tanto que las diputaciones y ayuntamientos “lideren la implantación de comunidades energéticas locales, CEL” que contribuyan a la democratización de la energía y “al consumo de proximidad potenciando la implicación social”
Para los grupos y colectivos de la coordinadora, el Decreto Ley es “incapaz de planificar y ordenar racionalmente las instalaciones proyectadas para energías renovables en territorio valenciano”. Además, las entidades, en espera de entrevistas con las Consellerías de Agricultura, Economía Sostenible y Política Territorial exigen al gobierno valenciano “diálogo y participación” dos procesos ausentes y en contradicción “con las grandes palabras que se lleva el viento”. Reclaman la paralización “urgente y necesaria” del modelo planteado por el Ministerio y el Decreto Ley del gobierno valenciano, “hasta que se priorice el ahorro, el respeto a los ecosistemas y los territorios del interior, la eficacia energética, las comunidades energéticas locales y el autoconsumo”, además rechazan el modelo propuesto de renovables a gran escala “que incentiva la burbuja especulativa y el desvío de fondos europeos, sin planificación territorial, sin participación ciudadana y alejada de donde se necesita la mayor parte de la energía”.
Las energías renovables no son el problema, para los colectivos de la coordinadora es “innegable la necesaria e inaplazable transición energética mediante el despliegue de las energías renovables”, pero aseguran, “esta tiene que ser planificada desde lo público, con la participación de la sociedad y las entidades locales y no desde los intereses especulativos”. Las entidades exigen que las instalaciones de energía renovable se ubiquen allá donde más consumo y necesidad hay “de una manera ordenada, racional y dimensionada y dónde menos impactos negativos tengan”. Condición que, según los manifestantes, “lamentablemente, constatamos que no se está cumpliendo; más bien todo el contrario“. La plataforma señala que la inmensa mayoría de proyectos presentados son grandes instalaciones, siguiendo un modelo de concentración, en suelos baratos, en lugar de “distribución próxima”, lo que hace que las empresas promotoras vayan a parar “a los lugares donde más mal pueden hacer, exigiendo luego la construcción de centenares de kilómetros de tendidos eléctricos que multiplican los daños”.
La plataforma señala que la inmensa mayoría de proyectos presentados son grandes instalaciones, siguiendo un modelo de concentración, en suelos baratos, en lugar de “distribución próxima”, lo que hace que las empresas promotoras vayan a parar “a los lugares donde más mal pueden hacer”
De acuerdo con los estudios señalados, el modelo del Ministerio según la coordinadora “no deja beneficios en el territorio donde se implanta, de hecho, los impactos son muy graves contra la agricultura, el paisaje y el medio ambiente” señalan las rebeldes. A la par, auguran “negativas consecuencias sociales y económicas, más paro, más despoblamiento y pérdidas de rentas”, así como la degradación del capital natural del territorio “con grave perjuicio de la biodiversidad y la sostenibilidad”.
La lucha por otro modelo energético, también implica la lucha por la democratización. En este sentido, la coordinadora interpela también a los ayuntamientos. Para los colectivos, estos no deben “renunciar a su capacidad de ordenar el territorio y defender los valores propios. Estar siempre junto a su gente y pedir mejorar un decreto ineficiente e insolvente, así como presentar mociones solicitando la modificación de aquellos artículos del decreto que vulneren la autonomía municipal”.
Junto a la presentación de enmiendas que la coordinadora quiere presentar a centenares de proyectos “desmesurados, inadecuados y con graves impactos” que afectarán a muchos municipios de las comarcas del interior, están estudiando otras acciones de tipo legal y político para evitar los irreparables daños que se originarán de seguir adelante los proyectos que, “de manera provisional e incompleta afectan, al menos hasta ahora a 15.000 hectáreas”. Estos proyectos están planificados para instalarse en suelo no urbanizable “situación que tendría que ser la excepción, pero que se ha convertido en la regla” señala Julio Rodrigo, portavoz de la Coordinadora. Se trata de tierras agrícolas, zonas de gran valor ecológico, paisajes de alto interés y referentes culturales, así como zonas que se han venido empobreciendo y marginando, en proceso de despoblación y deficitarias de servicios y dotaciones “una desigualdad histórica que hay que corregir” señala el activista.
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Para la coordinadora es necesario modificar el Decreto Ley para asegurar la sostenibilidad energética en el País Valencià. Rodrigo demanda que “se desarrollen los detalles de los proyectos”, puesto que el capitalismo verde, “cuenta con un discurso maleable que se adapta fácilmente a los cuestionamientos que se le realicen”. Tras las manifestaciones del 6 de febrero, el President de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró que las instalaciones fotovoltaicas “tendrán que instalarse donde proceda, en lugares que no supongan afectación al territorio o al paisaje”, pero ha remarcado en que “hay que ponerlas” porque son “garantía de desarrollo económico y de un estado de bienestar mucho más fuerte”.
Para el President, el País Valencià ha de ser “soberana en términos energéticos” el territorio, señala “puede tener mucha más energía verde y somos partidarios de ella... siempre teniendo en cuenta que se tiene que instalar con unas determinadas condiciones“. Por último, Puig concluyó “queremos un estado del bienestar potente y para ello necesitamos un crecimiento económico que sea capaz de generar recursos”.
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Detrás de esas "revoluciones" de las energías renovables (la revolución de los tejados), están las mismas multinacionales energéticas que durante muchos años se han opuesto al despliegue de estas energías, falsamente llamadas limpias.
El sistema neoliberal se reinventa para afrontar esa revolución tecnológica, virtual, control de datos e inteligencia artificial, y para ello necesita de mucha energía, justo cuando la crisis energética ya es un hecho incuestionable. Van a ser nuestros tejados los que alimenten todo ese mundo de máquinas "inteligentes", y de no conseguir hacerlos fracasar en sus proyectos, seremos nosotrxs quienes estaremos bajo las órdenes de las máquinas y sus algoritmos. De hecho ya lo estamos... "Pulse uno si quiere..."