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Laboral
El metal al rojo vivo

Esta semana el sector del metal gaditano va a aumentar su temperatura hasta fundirse. Y no solo por la cercanía del verano. Hay varios acontecimientos que dispararán el termómetro de la lucha sindical en nuestro sur.
El martes, la plantilla de Acerinox deberá decidir su futuro. Así, podrá optar en sus elecciones sindicales por dos modelos bien diferenciados: el del sindicalismo comprometido y de lucha o el del sindicalismo de concertación. Las actuaciones de uno y otro son conocidas en la fábrica de Palmones. Por ello, la cita cobra especial trascendencia tras la huelga de 137 días mantenida en 2024 y con la amenaza que pende sobre parte del Comité de Huelga al que la empresa le reclama 30 millones de euros por considerarlos responsables de una huelga ilegal. La cantidad, a priori, puede parecer desmesurada, pero se queda muy corta. Es tan insuficiente que no ha servido para doblegar al sindicalismo “cateto” y de base que representan ATA y CGT. Y es que esa línea de actuación se enmarca en la emprendida por la FEMCA contra los sindicalistas de CTM a los que -también en verano- acusaron de huelga ilegal. Fue un sonado fracaso para la FEMCA. La patronal tiene que subir mucho la apuesta si aspira a doblegarlos.
Los empresarios del metal gaditano no quieren ni escuchar las siglas de ATA, CGT y CTM. Sus motivos tienen. En el “mercado” sindical, hay otras opciones sindicales que le salen mucho más baratas a cualquier empresario.
Al día siguiente, tendremos una importantísima cita judicial: las 3 de Airbus. El Juzgado de lo Penal número 1 de Cádiz juzgará a los militantes de CGT que decidieron luchar contra el cierre de la planta y participaron en las movilizaciones. Más de 10 años de cárcel y también varios miles de euros integran la acusación sostenida por la Fiscalía. Para apoyar la causa, cualquiera puede contribuir aquí: https://cgtandalucia.org/solidaridad-con-las-3-de-airbus-puerto-real/
Y ante este escenario, la música de fondo no puede ser otra que la que proviene de otro Juzgado de lo Penal número 1: el de Xixón. Su titular ha dictado recientemente Auto por el que acuerda no suspender las penas a los sindicalistas de CNT (“Las 6 de La Suiza”) y los envía a prisión. Asistimos a una ofensiva despiadada y sin precedentes que afecta a la libertad sindical, de expresión, de reunión y de manifestación. Sin embargo, estamos seguros de que el calor de la solidaridad podrá con la hoguera de vanidad cuyo fuego azuzan quienes carecen de compromiso con los valores democráticos y el ejercicio de los derechos fundamentales. Como nos decía el abogado Hugo Gómez: “La Justicia está del lado de los poderosos y además politizada de una forma grosera”.
Pero no todo son malas noticias, la semana terminará con el inicio de la huelga del metal en la provincia de Cádiz. La falta de acercamiento para alcanzar un nuevo Convenio volverá a situarnos en similar contexto que el vivido en 2021. Una patronal cicatera y que se niega a adaptarse a la realidad del sector va a provocar la convocatoria de paros y el inicio de la huelga indefinida. Esta vez, el conflicto también se inicia en paralelo al del mismo sector en Cantabria, donde tras un seguimiento abrumador de los paros ya se encuentran en vías de alcanzar un acuerdo.
Y en todos estos episodios el papel del Gobierno de “progreso” deja bastante que desear desde cualquier perspectiva social. Se ha destacado interviniendo, por un lado, como agente activo de la represión (es ya inolvidable la imagen de la tanqueta blindada enviada por Marlaska al Río San Pedro) y por otro lado, como muñidor de los acuerdos de concertación social, del que es el ejemplo más claro el suscrito para cerrar la fábrica de Airbus en Puerto Real y profundizar la desindustrialización total de la Bahía de Cádiz (Cádiz Electrónica, Delphi, Gadir Solar, LTK, Altadis, SDS, etc.) La actuación gubernamental es la mejor garantía de que en el ámbito de las relaciones laborales nunca ningún empresario ingresará en prisión. Cueste lo que cueste. Ese ámbito queda reservado -en exclusiva- para el sindicalismo alternativo. No puede ser casualidad que todos los implicados en los procesos formen parte del mismo. Como nos recordaba también Hugo Gómez: “El Estado es una organización de los capitalistas para legislar. Y los tribunales aplican eso y establecen una jurisprudencia y una doctrina acorde con las políticas del Estado.”
Por último, también en el sindicalismo reivindicativo y durante la misma semana, recordaremos una efeméride: el ingreso en prisión de Cándido y Morala, allá por el 16 de junio de 2007. Los sindicalistas asturianos de la Corriente Sindical de Izquierdas fueron condenados por aquel entonces a tres años de prisión por participar en las movilizaciones de la plantilla de la Naval de Gijón. Precisamente, en aquella ocasión una exitosa movilización social consiguió que saliesen de prisión tras 19 días presos. Se coordinó desde el espacio del sindicalismo alternativo una importantísima campaña de solidaridad antirrepresiva con muy buenos resultados. Responder a las agresiones a los sindicalistas sigue siendo un desafío al que tenemos que enfrentarnos. Ejemplos de vida como el de Hugo nos indican algunos caminos.