Desastres naturales
Cientos de personas salen a la calle tras los terremotos en Granada

Lo de que Granada es una ciudad con una energía telúrica invisible que a tantos románticos (en sentido decimonónico) deja huella, en parte es cierto. Eran alrededor de las diez y media de la noche, y los habitantes de la ciudad estaban en su gran mayoría al abrigo de los braseros, cuando la tierra empezó a temblar de una manera reconocible para los granadinos: era un terremoto que sobrepasaba los cuatro grados de magnitud.
Lo que no se podían imaginar los habitantes de la capital nazarí es que el mismo fenómeno se repetiría unas cuantas veces más a lo largo de la noche. A consecuencia de ello, cientos de personas buscaron cobijo en las plazas y descampados, al aire libre y lejos de un techo, incluso a pesar del toque de queda.
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