De haberlo sabido
Purpurina sí, pero no mucha

La disputa en torno al Orgullo se ha ido transformando según pasan los años. Mientras los conservadores se mantienen tranquilos, sonrientes, sin necesidad de coger el encendedor para prender la mecha, nosotras nos tiramos de los pelos.

Codirectora de Maldito Bollodrama

@lauraterciado

7 jun 2023 07:00

Con el mes de junio, llega el Orgullo LGTBIQ+. Y, como ocurre cada vez que pasamos esta hoja del calendario, llega también la polémica. Lo curioso es que esta disputa se ha ido transformando según pasan los años. Hace una década, lo que se oía eran argumentos en contra de la celebración basados en la exhibición de cuerpos desnudos, menores indefensos ante tanta perversión, el ruido y la suciedad en las calles. Era una aberración inadmisible.

De unos años a esta parte, el discurso de quienes se oponían a la celebración empezó a cambiar ligeramente: “Que lo hagan… pero en la Casa de Campo”. “No estamos en contra, pero no queremos que nuestros hijos lo vean”.” No nos importa con quién se acuesten, pero no necesitamos saberlo”.

Los conservadores se han dado cuenta de que la actitud prohibicionista ha dejado de funcionar: según el colectivo conquista derechos, coge fuerza el rechazo al vetusto argumentario de que la sexualidad es un asunto privado y no hay nada que celebrar. Aunque, por supuesto, se sigan descolgando banderas, regulando límites sonoros e instrumentalizando la aprobación de leyes progresistas LGTBIQ+ para alarmar al votante de derechas. Los bloques conservadores se han situado a un lado del tablero tibio y equidistante, friendly y aparentemente razonable. Los progresistas rabian, ellos sonríen calmados.

Un buen ejemplo es lo que vimos hace unos días en la Cumbre del G7 entre Giorgia Meloni y el primer ministro de Canadá. Justin Trudeau criticó a la italiana, delante de las cámaras, la posición de sus políticas en términos de derechos LGTB. Ella tardó muy poco en convencerle de que esto no estaba ocurriendo y que “era víctima de las fake news”.

En la Cumbre del G7, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, criticó a su homóloga italiana Georgia Meloni la posición de sus políticas en términos de derechos LGTB. Ella tardó muy poco en convencerle de que esto no estaba ocurriendo y que “era víctima de las fake news”

Gaslight de manual. Porque lo que hace la líder ultraconservadora, mientras persigue a las familias homoparentales, es mostrar la imagen de no tener ningún problema con la existencia de personas homosexuales, siempre y cuando no se afilien a lo que ella llama el “lobby lgtb”. Si no intentan “imponer” su forma de relacionarse o comportarse en público. Si no lo llaman familia. Porque, no lo olvidemos, en Junio se ha producido en Italia, igual que lleva pasando años en Francia, una marcha masiva por la conmemoración del Mes del Orgullo de la Familia (hetero, por supuesto) y la fecha no es casual.

Mientras que se disparan las denuncias de agresiones lgtbifóbicas, el ambiente en las calles se tensa y en las redes sociales el odio se dispara, ciertos líderes ultraconservadores parecen hacer justo lo contrario. ¿Qué está pasando?

Lo cierto es que el capitalismo, como siempre hace, se ha impuesto y ahora el Orgullo LGTBIQ+ da dinero. Mucho dinero. Pero también otorga una especie de lavado de cara público y una especie de “caché”: si colocan banderitas multicolores en sus fachadas, las empresas quedan bien, igual que los comercios, igual que los ayuntamientos.

El pinkwashing manda. El “apoyo” a la comunidad es una postura que cada vez más marcas internacionales adoptan. Nada es casual. Es automático, es publicidad básica, acción y reacción. Cuando se usa nuestra bandera para promocionar instituciones, productos, marcas o incluso a individuos, el público percibe al emisor como moderno, inclusivo, merecedor de hueco en la sociedad progresista.

El Orgullo empieza a experimentar el fenómeno de la Navidad: a comienzos de junio empezamos a ver cómo las empresas empiezan a lanzar purpurina a cañonazos igual que desde octubre empezamos a ver turrones en el supermercado

El pasado junio, criticamos que Isabel Díaz Ayuso se quejase de que el Orgullo LGTBIQ+ duraba antes un día, después una semana y ahora un mes, pero hay que admitir que está ocurriendo. Porque, aunque nos guste estar presentes en la agenda social, política y mediática, el Orgullo empieza a experimentar el fenómeno de la Navidad, igual que desde octubre empezamos a ver turrones en el supermercado, desde principios de junio empezamos a ver cómo las empresas empiezan a lanzar purpurina a cañonazos. Y con ella, a los rostros “aliades”.

Después de que Twitter ardiese con la polémica de que la programación del Atlantic Pride de A Coruña está encabezada por las Nancys Rubias (cuyo líder es un hombre heterosexual que le ríe las gracias a Vox, por mucha “pluma que tenga”) llega ahora lo de Cristina Pedroche.

Personas sin hogar
Sinhogarismo Demandan un recurso habitacional específico para la población LGTBIAQ+ en situación sin hogar
Un informe realizado por entidades sociales revela la alta demanda de solución habitacional para personas LGTBIAQ+ y la falta de recursos para responder adecuadamente a las necesidades de este colectivo.

La presentadora es este año la imagen de la campaña de El Corte Inglés con Puma para el Orgullo, cuya fotografía viene acompañada del (obviamente) también tibido mensaje de “libres para ser quienes queramos ser”. Pero, ¿hay algo de malo en todo esto? La respuesta es rotundamente sí. Estas acciones y estos mensajes contribuyen a esa posición tibia, equidistante y oportunista de las causas sociales que flaco favor hacen al colectivo.

Parémonos a pensar, ¿qué ocurrió el año pasado? ¿Cuál fue la polémica? En Madrid, el pregón. Si Chanel es bisexual o no, si necesita decirlo realmente y, de no hacerlo, si merece o no ocupar ese espacio. La Pantoja con el “soy una de vosotras”, con lo que bien podría tanto referirse a que es un ser vivo bípedo o a que es una mujer homosexual o bisexual.

Sufrimos una falta de representación LGTBIQ+ brutal hasta en el mes del Orgullo, a pesar de que candidatas válidas no faltan

No es una cuestión de salir del armario o no, es algo tan básico como que sufrimos una falta de representación LGTBIQ+ brutal hasta en el mes del Orgullo. Y que no son pocas las personas que ponen la cara y el cuerpo por esa representación, candidatas válidas no faltan. Pero para las marcas vende más una aliade. Y para los ayuntamientos, también viene mejor.

Porque, mientras los conservadores se mantienen tranquilos, sonrientes, sin necesidad de coger el encendedor para prender la mecha, nosotras nos tiramos de los pelos. Nosotras discutimos, nos quejamos, pataleamos. Y no nos hemos dado cuenta de que le han dado la vuelta a la tortilla: ahora somos las personas del colectivo las que nos quejamos de lo que pasa en el Orgullo.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

De haberlo sabido
Opinión Nos merecemos una explicación
Desde que recuerdo, llevo respondiendo a preguntas que no quiero ni debería recibir. Pero a nosotras nunca se nos dan explicaciones.
De haberlo sabido
Opinión Luz de Gasvidad
Mientras Isabel Díaz Ayuso, acompañada de Feijóo, paseaba sonriente, posaba en las fotos y hablaba con los tenderos, tres activistas de Femen se enfrentaron a ella al grito de “los derechos LGTBI no se tocan”, una protesta ignorada por los medios.
De haberlo sabido
Investidura Ni dios, ni patria. Ni bandera
El domingo, Pablo se hizo una foto con una bandera de España en una mano y una arcoiris en la otra. “Hoy tocaba estar aquí”, posteó en una manifestación llena de patriotas españolistas, ultracatólicos, falangistas y neofascistas.
Genocidio
Genocidio La Flotilla de la Libertad pospone el viaje a Gaza hasta un próximo intento
Las activistas internacionales que tienen previsto zarpar para llevar ayuda humanitaria hasta Palestina anuncian que volverán a intentar zarpar para romper el bloqueo israelí.
Palestina
Palestina Estudiar y formarse mientras sobrevives a un genocidio
La destrucción generalizada de las infraestructuras ha tenido un impacto brutal en el sistema educativo palestino.
Política
Política El PSOE escenifica un apoyo unánime a Sánchez ante la incerteza sobre su dimisión
Miles de militantes y simpatizantes se concentran en Ferraz mientras la dirección socialista se reúne en su comité federal televisado y transformado en un mitin de apoyo al presidente.
México
América Latina México a las urnas: los claroscuros de AMLO y la primera presidenta
Todo apunta que el 2 de junio, por primera vez en la historia, una mujer llegará a la presidencia. Claudia Sheinbaum, sucesora de Andrés Manuel López Obrador, se presenta como “hija del 68” en un país todavía asolado por el conflicto interno.
Análisis
Análisis Racionar el agua, cortar derechos; historias desde Bogotá
Ante la sequía, la alcaldía de la capital colombiana arrancó con una política de racionamiento de agua. La medida ha puesto sobre la mesa las dinámicas estructurales que acompañan a la crisis climática.

Últimas

El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Sidecar
Sidecar Prioridades cruciales de la izquierda francesa
La única forma que el partido de Mélenchon prevalezca en esta coyuntura desfavorable y preserve su frágil hegemonía sobre los demás partidos progresistas es ampliar su base electoral de cara a las elecciones presidenciales de 2027.
Galicia
Redes clientelares Todas las veces que la Xunta de Feijóo contrató a sus familiares y a los de otros altos cargos
Mientras Sánchez reflexiona sobre su dimisión tras el ‘lawfare’ contra su mujer, el líder del PP ha prometido que no consentiría a su pareja contratar con un Gobierno del que él formase parte, pero sí lo permitió con su hermana, su prima y su cuñado.
Más noticias
PNV
Opinión Más allá de la corrupción
Lo que parece perturbar al PNV es la posibilidad de que se establezca un sistema que priorice los derechos y el bienestar de la ciudadanía sobre sus intereses partidistas y clientelares
Palestina
Flotilla de la Libertad Los cargos públicos integrantes de la Flotilla a Gaza regresan a España
Mientras la flota que llevará ayuda a Gaza permanece en Estambul por los impedimentos de Israel para que zarpe, las políticas españolas deciden retornar a España, ante el anuncio de Pedro Sánchez.
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Vecinas y vecinos de Madrid acampan frente al Hospital Doce de Octubre de Madrid
El colectivo prevé permanecer frente al gran hospital madrileño para mostrar su rechazo al deterioro de la sanidad pública y programa actividades para los próximos tres días.

Recomendadas

Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Vivir y resistir en Andalucía, la comunidad con más desahucios del Estado español
En Andalucía, la comunidad con mayor número de desahucios, se producen 11 al día. En todo el territorio surgen experiencias que luchan por la vivienda digna en un lugar donde tener un techo “se ha vuelto una utopía”.
Cine
Estíbaliz Urresola “El cine no debe quedar impasible ante las atrocidades que suceden”
La directora de ‘20.000 especies de abejas’ sigue recibiendo reconocimientos por su película, pero pide que se transformen en aplicación de mejoras concretas para el colectivo trans.