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Corrupción
Caja Laboral y CAN invirtieron 3,7 millones en una empresa imputada por blanqueo
Superleague Formula aparece en un auto de la Audiencia Nacional como presunta empresa pantalla de blanqueo de capitales provenientes de la compra de Angola a España de armamento y útiles policiales.
El 3 de marzo de 2009, la empresa dedicada a la organización de carreras de coches Superleague Formula decidió en consejo de administración una ampliación de capital. La ampliación se cerró el 25 de junio con 10 aportaciones: Caja Laboral y Comercial Cueto aportaron un millón y medio cada uno. La suma de los otros ocho inversores fue de poco más de 520.000€, según consta en el Registro Mercantil. Comercial Cueto consiguió adueñarse de Superleague Formula con el 51% de la participación, según el auto del juez instructor de la Audiencia Nacional, José de la Mata.
carreras y armas
¿Por qué el banco de la cooperativa guipuzcoana invirtió en una empresa de organización de carreras de Fórmula 1 que hacía aguas desde que nació junto con un presunto traficante de armas? Caja Laboral ha justificado su inversión a Hordago asegurando que “una inversión en una empresa en fase start up es normal tener gastos y muy pocos ingresos, tal y como contemplaba su plan de negocio”. La caja ha negado “invertir de la mano de Juan Carlos Cueto”, el presidente de Comercial Cueto y principal imputado de la trama, y afirma que “Juan Carlos Cueto entró como inversor en un momento posterior al de nuestra entrada”. Esta información la desmiente el Registro Mercantil, ya que Comercial Cueto ya había invertido al menos 5 millones en 2008, y el auto instructor, ya que con la última inversión de un millón y medio Comercial Cueto se convirtió en el principal accionista de Superleague Formula. A pesar de ello, desde Caja Laboral insisten en que “con Juan Carlos Cueto no tuvimos ninguna relación más allá de la que tuvimos con el resto de accionistas”.
La Audiencia Nacional ha investigado los negocios “de riesgo” de Juan Carlos Cueto. En el auto con el que pone fin a la instrucción le imputa una retahíla de delitos que van desde organización criminal hasta blanqueo de capitales, junto a otras 26 personas, Superleague Formula —actualmente Global Reach—, Comercial Cueto 92, Defex y una persona más, Guilherme Augusto de Oliveira Taveira Pinto, actualmente en busca y captura. El auto instructor considera a Cueto, junto con otros tres empresarios, como el “líder” de la trama. Y la trama arranca con un contrato armamentístico entre la empresa de Cueto y el Gobierno de Angola por valor de 152 millones de euros, el triple del precio real del equipamiento policial que España le vendió a Angola, y que dejó dos tercios de beneficio para el entramado corrupto que trató de blanquear unos cien millones entre 2008 y 2009, según el auto del juez instructor José de la Mata.
En 2008, el año anterior a invertir Caja Laboral 1,5 millones de euros en Superleague Formula, la empresa declaraba ya pérdidas de 25 millones de euros. Dos años después, redujo su capital a cero perdiendo la caja guipuzcoana toda su inversión
Desde Caja Laboral, se contesta a Hordago que “con Cueto no hubo ninguna relación. Hubo movimientos y cuando se redujo el capital a cero y se realizó otra ampliación decidimos salirnos perdiendo la inversión”. Cuando la caja invirtió ese millón y medio de euros, la trayectoria de la empresa Superleague ya era de dudosa solvencia: el año anterior había declarado unas pérdidas de más de 25 millones. Dos años después de la inversión de la cooperativa guipuzcoana, Superleague redujo a cero euros su capital. Y la inversión de Caja Laboral se esfumó.
¿Qué ocurrió con los millones aportados por los inversores de Superleague Formula? El auto del juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata, considera que al menos 11 millones “tienen su origen de forma directa o indirecta de los fondos procedentes del contrato de material policial investigado”. El auto investiga en profundidad el origen de la trama y el entramado internacional, es decir, adónde y cómo ha ido a parar el grueso de los 152 millones de euros que el Gobierno de Angola pagó a la empresa de Cueto y a la empresa pública Defex, que se fusionaron en una Unión Temporal de Empresas (UTE) para conseguir dicho contrato.
Las 275 páginas del auto instructor realizan un seguimiento detallado sobre los 30 imputados, más el fugado, y de cómo tejieron en el tiempo una red internacional de blanqueo de capitales que les permitió apropiarse indebidamente de alrededor del 62% de la factura de la venta de material policial a Angola. En sus mensajes de correo electrónico, Cueto, Angel María Larumbe —coronel retirado y directivo de Defex—, José Ignacio Encinas —presidente de Defex— y Manuel Iglesias Sarriá —también directivo de Defex— llamaban a ese beneficio el “factor mágico”. Consistía en doblar e incluso triplicar el precio real de venta para así enriquecerse ilícitamente, repartiendo diversas comisiones y mordidas para consumar la apropiación.
La Audiencia Nacional investiga cómo se tejió una red internacional de blanqueo de capitales en la que los imputados se apropiaron de alrededor del 62% de los 152 millones de la venta de material policial a Angola por parte de la UTE entre la empresa pública Defex y Comercial Cueto
Por ello conviene detenerse en el momento en que Cueto y sus compañeros firmaron el contrato con Angola: el 12 de junio de 2008. Justo un año antes de que Caja Laboral invirtiera en Superleague su millón y medio de euros. Es en este punto cuando el relato se complica y se asemeja a una película de acción: durante el año siguiente, Angola transfirió en varias entregas 152 millones. Ese dinero fue transferido a varios bancos de España y Luxemburgo. Fue un banco de Luxemburgo, paraíso fiscal europeo, el que dio aviso de las operaciones bancarias de la trama corrupta. La fiscalía luxemburguesa inició la investigación que De la Mata ha concluido diez años después.
CLAVE MAYOR
Hasta aquí, el auto. Pero si se observan las cuentas disponibles al público de Superleague Formula, aparece otra entidad de Euskal Herria unida a esta empresa imputada por blanqueo de capitales. Se trata de Clave Mayor, la gestora de inversiones de riesgo participada por la ya desaparecida Caja Navarra. Mediante su fondo de inversión Ronda Innovación, Clave Mayor invirtió 2,2 millones de euros en Superleague un año antes de que lo hiciera Caja Laboral. Y también los perdió. Todos esos fondos, que ascienden a 3,7 millones de euros, se evaporaron, de acuerdo con el certificado literal expedido por el Registro Mercantil.
¿Qué ocurrió? ¿Fueron fondos usados para blanquear el dinero procedente de Angola? Solo la Audiencia Nacional podría tener acceso a los destinatarios de los gastos de Superleague Formula y, por tanto, solo ella podría esclarecer si se produjo apropiación indebida en beneficio de los directivos de Clave Mayor, la cual formó parte de la gerencia de Superleague tras invertir en ella, y de qué sucedió con lo aportado por Caja Laboral, quien sorprendentemente no destinó un representante pese a su inversión económica. Clave Mayor sí lo hizo: primero actuó como consejero Isidoro Parra Macua y, tras cesarse a sí mismo, lo sustituyó César Mendoza Yoldi, según consta también en el Registro Mercantil.
Clave Mayor, gestora de inversiones de riesgo participada por la ya desaparecida Caja Navarra, invirtió 2,2 millones de euros que perdió, pero a diferencia de Caja Laboral, sí que destinó a una persona, Isidoro Parra, al consejo de administración de Superleague
Hordago ha preguntado al economista y miembro de la Plataforma per una fiscalitat justa, ambiental i solidària, Xavier Martínez, qué es una empresa pantalla y cómo opera: “Imagina que abres un local, un restaurante por ejemplo, e inviertes mucho dinero para arreglarlo, por lo que la contabilidad te da pérdidas sustanciosas. Pero luego metes dinero de otro lado, vamos a suponer que de un prostíbulo, como ocurre muchas veces en España, y así mezclas una actividad lícita como la restauración con una ilícita como la prostitución. Por lo que las pérdidas legales ya no son tan cuantiosas y declaras nuevas pérdidas o incluso beneficios, ya que sobre el papel has escrito unos movimientos de dinero que en la realidad no se han producido”.
¿Y si el dinero viene del extranjero? “En el comercio internacional engordan las facturas de las importaciones/exportaciones. Aumentan el valor de la compra-venta y así justifican el tránsito de ese dinero, que realmente no era necesario”, añade Martínez. Es una práctica habitual en el comercio internacional ilícito. Los imputados se referían a esta práctica como el “factor mágico”. Sobre el blanqueo de capitales en el caso de Superleague, el juez ha investigado el dinero de origen angoleño, pero en el auto no aparece descrito a qué se destinaban los fondos de origen español.
Sobre las intenciones de los imputados, el juez De la Mata las describe con rotundidad: “Todas las operativas desarrolladas por la UTE Cueto Defex en Angola consistían en conseguir contratos públicos para la empresa pública Defex S.A. mediante el pago de comisiones ilícitas a autoridades y funcionarios públicos angoleños. Para ello, pagaban también comisiones extraordinarias a agentes. De camino, los directivos responsables del contrato, aprovechándose de la absoluta falta de mecanismos y procedimientos de prevención de delito que tenían las mercantiles involucradas, aprovechaban para apropiarse de cantidades multimillonarias de los contratos de la UTE para beneficio particular. Y todavía, en el caso de Defex S.A., sus directivos se aprovechaban aún más del absoluto descontrol administrativo de la empresa”.
Carreras con patrocinio angoleño
Fútbol y Fórmula 1. El campeonato Superleague Formula aspiraba a combinar estos dos deportes de repercusiones globales. El presidente de su consejo de administración entre enero de 2006 y abril de 2010, Àlex Andreu, además de fútbol y Fórmula 1, también combinó presuntamente los delitos de blanqueo de capitales y falsedad documental que le imputa el juez José de la Mata de la Audiencia Nacional, según el auto instructor al que Hordago ha tenido acceso.El concepto de la Superleague era sencillo: clubes de fútbol patrocinaban un bólido con sus colores y su escudo, y competían en una carrera de similares condiciones a las de Fórmula 1. Sevilla, Milán, Oporto y Liverpool fueron algunos de los 23 equipos que participaron en los tres años que duró la competición, que arrancó en 2008 y terminó abruptamente en 2011. En 2010, una de las carreras se realizó en el circuito navarro de Los Arcos, un circuito que cuenta con una inversión de 50 millones financiada por el Gobierno de Navarra.
Superleague Formula consistió en un campeonato de Formula 1 en el que competían bólidos bajo los colores de clubs de fútbol. La competición duró solo tres años y contaba con el patrocinio de Sonangol, la empresa petrolera estatal angoleña
El director financiero de la compañía, Martí Escursell, explicó a El País en 2008 que calculaba sus ingresos en 340 millones de euros y que provendrían de la publicidad en los monoplazas, de la venta de entradas, de los derechos de televisión y del patrocinio del campeonato, una partida que supondría el 70% de sus ingresos, según explicó Escursell. Pero nada de eso ocurrió y el patrocinio llegó prácticamente de la mano de Sonangol, la petrolera pública angoleña, que se comprometió a llenar de combustible los tanques de los monoplazas.
Entre 2009 y 2010, coincidiendo con el patrocinio de Sonangol y los cobros del contrato de Angola, las cuentas de Superleague Formula mostraban unos ingresos de 17 millones de euros que provenían de fuera de la Unión Europea, y concentrados en un 73% en un único cliente que con toda probabilidad sería la petrolera angoleña. Desde su creación en 2004 hasta 2011, cuando Superleague Formula S.A, cambió su nombre a Global Reach, la compañía tuvo unas pérdidas totales de 60 millones de euros, de acuerdo con los resultados de cada uno de estos ejercicios publicados en la cuenta de pérdidas y de ganancias de la sociedad.
los involucrados
El recorrido histórico de Superleague arranca con una bilbainada: el imputado Àlex Andreu y Robin Webb crearon en 2004 Superleague como una Sociedad Limitada, de este modo evitaron la auditoría externa que requiere una Sociedad Anónima y se adjudicaron la increíble autovaloración de un millón de euros a su plan de empresa. Con ello podían afirmar que su empresa valía un millón de euros sin invertir ese millón. En 2007, ya con una bolsa de inversores externos, se constituyeron en sociedad anónima.
Llama la atención que en Superleague se concitó un variopinto grupo de inversores, que incluía a empresarios vinculados con el Partido Popular de Valencia y de Madrid, al Grupo Mondragon, a los supuestos traficantes de armas Juan Carlos Cueto y Beatriz García Paesa, a la sociedad Tripoint Assets Limited cuyos propietarios son anónimos por encontrarse su sede en las Islas Vírgenes, y a Clave Mayor, definida como el fondo de capital riesgo del Opus Dei en El banquete. Expolio y desaparición de la CAN (Txalaparta, 2013), libro donde se ha analizado con mayor precisión el expolio y la desaparición de Caja Navarra.
A partir de la bilbainada, Àlex Andreu fue agregando inversores. Entre los primeros en llegar se encuentra el catalán Alfonso Rodes Vila, presidente de Havas Media Group. El grupo Havas es una multinacional francesa dedicada a la publicidad y a las relaciones públicas, que conforma uno de los mayores grupos globales de publicidad y de comunicación. En 2006 llegó una nueva tanda capitaneada por la flamante empresa Invest Formula Valencia, que puso como representante en Superleague al abogado Manuel Broseta. Su bufete es conocido por recibir adjudicaciones cuando el PP gobernaba en el País Valencià y por haber creado el andamiaje legal de la Fórmula 1 en Valencia, aunque dicho andamiaje quizá sea ilegal: entre las imputaciones de 2018 del Juzgado de Instrucción número 2 de Valencia figuran como investigados tres empleados de la empresa pública encargada del circuito de Cheste y dos abogados del despacho de Manuel Broseta, José Llixiona Gómez-Ygual y Miguel Navarro Máñez.
Entre los inversores se encontraban la imputada por el caso Beatriz García Paesa, sobrina del famoso espía, el investigado por la Púnica David Colomer y el abogado de la Formula 1 en Valencia Manuel Broseta
Por otro lado, el administrador único de Invest Formula Valencia era David Colomer. David Colomer es un directivo del grupo Havas. Este directivo ha sido investigado en la trama Púnica por la adjudicación de un contrato del Canal de Isabel II a una filial del grupo Havas llamada Arena Media. Según informaba El Confidencial, esta adjudicación se produjo tras una reunión del propio Colomer con Salvador Victoria, considerado como la mano derecha de Ignacio González. También según El Confidencial, Arena Media fue la misma agencia que contrató el PP de Madrid para su campaña de las municipales y autonómicas de mayo de 2015, y también era proveedora habitual del PP nacional. Conviene recordar que Pablo González, que hermano del expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, ha sido imputado por la Audiencia Nacional en el caso Mercasa, que investiga los sobornos pagados por esta empresa pública en Angola para conseguir contratos públicos. Guilherme Taveira Pinto, imputado y en busca y captura por el caso de la venta de armas y material policial a Angola, también sería el presunto sobornador del caso Mercasa.
En 2007 aparece en Superleague Clave Mayor con sus 2,2 millones de inversión e Isidoro Parra como representante. Tras el pelotazo del contrato con el Gobierno angoleño en 2008, llegaron escalonadamente los 11 millones de Angola, vía Luxemburgo, del contrato de venta de material armamentístico. Además hay que agregar el millonario patrocinio posterior y casi en solitario de la petrolera pública angoleña a la competición automovilística.
Finalmente, en 2009 entra Caja Laboral junto con Comercial Cueto. Cueto ya había invertido otros 2,5 millones en 2008, según el Registro Mercantil, y en 2009 ostenta el 51% del capital social de Superleague Formula, según el auto instructor de la Audiencia Nacional. En medio de estos inversores se encuentran los imputados y, entre ellos, la imputada más especial de todas: Beatriz García Paesa. El auto le atribuye la participación en el aumento de capital de Superleague suscribiendo acciones por valor de 16 millones con fondos transferidos desde Luxemburgo. Pero ¿quién es Beatriz García Paesa? Beatriz es la sobrina de Francisco Paesa, el espía español más conocido.
Su tío estuvo implicado en el caso Roldán, del que se cree que se quedó con el dinero que este había robado, y que en 1998 fingió su propia muerte en Tailandia. Una tapadera que se desmontó en 2004 cuando fue relacionado con el crimen organizado para derrocar al dictador de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang. Y quizá el dato más interesante: entre 1991 y 1993 participó, junto con Roldán, en una operación para la venta de armas a Angola, a pesar de la prohibición internacional que existía de vender armas a este país, que se encontraba inmerso en una guerra civil finalizada en 2002.
Dentro de este entramado, Beatriz García Paesa era una pieza clave, ya que, según el auto, se encargó de “implementar la estrategia acordada, poner en marcha y supervisar toda la estructura de sociedades, gestionar todo un grupo de blanqueadores profesionales en Luxemburgo, asumir directamente buena parte de la falsificación de facturas y documentos, y distribuir los fondos ilícitos obtenidos”.
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