Las banderas no nos dejan ver el bosque

La exposición La Guerra Espacios-Tiempos del Conflicto, inaugurada el pasado domingo 15 de octubre en la Casa Invisible de Málaga, ha causado una extraña polémica en los periódicos locales y nacionales.

La Guerra. Espacios-Tiempos del Conflicto.
Larissa Saud Exposición "La Guerra. Espacios-Tiempos del Conflicto". Bandera en pared del proyecto Estatados de Byron Maher
22 oct 2017 13:45
La Guerra. Espacios-Tiempos del Conflicto es una exposición que trata sobre el conflicto bélico en sus más variados contextos. Con su primera parada en Málaga pretendía (y de hecho así lo seguirá haciendo hasta el día 31 de octubre) poner sobre la mesa lo que mueven las guerras: manipulación, exaltación, vísceras. Nacionalismo a flor de piel. Lo paradójico del asunto es que con su inauguración la pasada semana en Málaga, se ha generado una auténtica batalla que, de nuevo, lleva a la cultura y a los espacios autogestionados como la Casa Invisible a un escenario de guerra.

Alejandro Caballo, viceportavoz de Ciudadanos Málaga, convocó el jueves 20 de octubre una rueda de prensa delante del espacio expositivo pidiendo el desalojo de la Casa Invisible y la convocatoria un concurso para emprendedores culturales. La moción sera votada el próximo 30 de octubre.

No obstante, Carballo y los suyos parecen olvidar que en septiembre de 2015, tras una reunión entre el colectivo de la Casa Invisible y el Ayuntamiento de Málaga, con participación de todos los grupos municipales, se descartó la apertura de un proceso de concurso público, dada la trayectoria e incidencia cultural del espacio en la ciudad.

Los dos requisitos exigidos en dicho encuentro por parte de los responsables del consistorio malagueño fueron cumplidos ya hace más de un año, en la primavera del pasado 2016: por un lado, la declaración de la Fundación de los Comunes, en la que se integra la Casa Invisible, como Entidad de Interés Público Municipal; y por otro, la presentación de un Proyecto Básico de Rehabilitación del Inmueble, que ha coordinado el arquitecto José Manuel López Osorio. La documentación de este proyecto puede consultarse directamente en la página web de la Casa Invisible.

Hay que recordar, asimismo, que las negociaciones de estos tres últimos años se retomaron por parte del Ayuntamiento de Málaga tras un fallido intento de desalojo en las vísperas de la Navidad de 2014. La respuesta inmediata de la Casa Invisible logró convocar a casi cinco mil personas de Málaga pidiendo la permanencia de este espacio cultural y de gestión ciudadana. Desde entonces, dos crowdfunding han sido realizados con éxito para dar inicio al plan que rehabilitación del edificio. "Todos los pasos que nos pedían hacia la cesión lo hemos dado, ahora esperamos que el Ayuntamiento cumpla su parte", comenta Carlos López, miembro del colectivo.

La moción de Alejandro Carballo no es casual: se da después de que una de las obras integrantes de la exposición La Guerra. Espacios-Tiempos del Conflicto, consistente en una bandera española en forma de soga, fuera expuesta en unos de los balcones del centro cultural, generando cierto revuelto en los medios locales y nacionales.

Ello ha sido la excusa perfecta para volver a entonar los cantos de desalojo, en este caso encubierto bajo una absurda polémica en torno al uso de los símbolos nacionales y la falsa sacralidad de las banderas. El colectivo organizador de la exposición, no obstante, asumió la responsabilidad colectiva de la obra para proteger al autor en un comunicado conjunto con la Casa Invisible lanzado a mediados de esta semana. En él, se aclara que la exposición denuncia "los problemas más graves del mundo actual, aquellos que en concreto se relacionan con la multiplicidad de manifestaciones que tiene la guerra, destacando entre ellos el patriarcado, los conflictos armados, el racismo, el cambio climático, los feminicidios, los estados de excepción, las fronteras, los controles de seguridad, la represión o la desigualdad social".

Así, la exposición en sí se convierte en un verdadero metalenguaje de la vida real. Son realmente tiempos difíciles en los que un nacionalismo ciego no nos deja ver que activistas desaparecen en varias partes del mundo o que millares de mujeres son asesinadas por el patriarcado. El estado de excepción es diario para muchas. Como decía Oscar Wilde,  "el arte imita la vida" o ¿era al revés?

#CulturaSinCensura #LaInviSeQueda

La Casa Invisible ha lanzado ya una campaňa en redes sociales denunciando la tentativa enmascarada de desalojo, además de la censura artística. Una concentración festiva reivindicativa esta siendo convocada para el próximo sábado 28, a las 12.00 horas, en las puertas de la Casa Invisible, sita en c/ Nosquera 9-11.
Cartel de la convocatoria


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