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Crisis climática
La Acampada por el Clima dice adiós tras exigir hechos contra la crisis ante la ministra Ribera
La plataforma 2020 Rebelión por el Clima y Extinction Rebellion, que se han reunido con Teresa Ribera este jueves, ponen fin al campamento tras cuatro días de actos y anuncian nuevas movilizaciones para exigir al Gobierno que declare la emergencia climática y actúe de forma contundente para rebajar las emisiones.
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
“Hemos sido escuchadas y de aquí en adelante vamos estar observándoles y movilizándonos cada vez con más fuerza hasta que se apliquen la medidas vinculantes”. Así se ha manifestado Luisa Diezmo, activista de 16 años de la plataforma 2020 Rebelión por el Clima, tras salir de la reunión con la ministra de Transición Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ha tenido lugar este jueves sobre las 14 horas.
Pasadas las 15 horas la joven activista explicaba que el Gobierno les ha dado la razón —y les ha puesto como excusa la imposibilidad de llevar a cabo medidas concretas mientras no se consiga un gobierno estable—. Los jóvenes de la acampada que el lunes se levantó en el Ministerio han recogido sus tiendas, aunque anuncian que no pararán las movilizaciones: “Levantamos el campamento y vamos a estar observándoles, nos vamos a movilizar más y más hasta que se hagan medidas vinculantes”, ha asegurado Diezmo, que cree que la reunión con la ministra es la prueba de que sus movilizaciones han servido.
De esta manera, el campamento dice adiós tras cuatro días de reivindicaciones en las que los grupos detrás de la semana de movilizaciones —la plataforma 2020 Rebelión por el Clima, formada colectivos y confederaciones como Ecologistas en Acción, Fridays for Future o Greenpeace, y Extinction Rebellion— han dado a conocer sus reivindicaciones.
“A la ministra le vamos a exigir nuestras cinco demandas, que es por lo que estamos aquí acampados”, señalaba Nadia Ballesteros, portavoz de Extinction Rebellion, horas antes del encuentro con la ministra, que ya vaticinaba como poco productivo: “Hemos tenido dos reuniones antes, no va a cambiar nada”. Sin embargo, la activista amenazaba: “En caso de no hacernos caso vamos a seguir en las calles. Esto es una carrera de fondo y no acaba aquí, la acampada no es un fin, es un medio”.
CUATRO DÍAS DE ACTIVIDAD CLIMÁTICA
“Hace 30 años que los científicos venimos diciendo más o menos lo mismo. Cada vez sabemos un poco más, pero ya en la cumbre de Río —en 1992— sabíamos lo suficiente para hacer cosas. Hace más de 30 años que sabemos que no vamos bien. No hace falta tener una evidencia científica para mover a la sociedad, lo que hace falta es juntar a la sociedad”. Las palabras de Fernando Valladares, doctor en Ciencias Biológicas e investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), arrancaban el aplauso del público asistente congregado el miércoles frente al Museo de Ciencias Naturales.
El acto al que Valladares había sido invitado, junto a otros colegas científicos —un ‘Funeral de la especies’ que contó con una performance a cargo de Extinction Rebellion (XR)— es uno de los muchos que se han celebrado esta semana en las inmediaciones del Ministerio de Transición Ecológica. Allí, desde el lunes, la Acampada por el Clima reivindica que el Gobierno se ponga manos a la obra, de forma seria y sin palabrería, para frenar la emergencia climática, un campamento que nació tras una acción de desobediencia civil que cortó una de las arterias principales de Madrid
La primera reivindicación de la acampada era que se declarara una emergencia climática “que lleve consigo políticas acordes a lo marcado por la ciencia y recursos económicos suficientes para abordarlas”, según señala el consenso de las organizaciones convocantes.
En ese sentido, Fernando Prieto, otro de los científicos invitados por los colectivos, coordinador del Observatorio de Sostenibilidad, apuntaba en el acto frente al Museo de Ciencias Naturales: “Estamos en una situación muy crítica, por eso estamos pidiendo la emergencia climática. Ya hemos subido más de un grado de lo que podíamos subir y si seguimos en esta tendencia estamos entrando en un momento muy peligroso para la humanidad, al igual que para la desaparición de las especies”.
El Congreso de los diputados ya solicitó al Gobierno el pasado 17 de septiembre que declare la emergencia climática, sin que haya habido respuesta por parte de este y con críticas desde los colectivos que forman el movimiento por el clima, que tildaron el texto aprobado en la Cámara baja de “vacío” y sin consecuencias reales.
2020 Rebelión por el Clima y Extinction Rebellion exigen además una “acción inmediata” que implique “reducciones drásticas de las emisiones en el menor tiempo posible, en línea con lo planteado por la comunidad científica”, recordando que, cuando se cumple un año del informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), “no existe ninguna medida ni a nivel político ni empresarial alineada con sus recomendaciones”.
Asimismo, los colectivos de la Acampada por el Clima piden “que se diga la verdad a la ciudadanía respecto a la crítica situación climática y ecológica que vive el planeta y la responsabilidad del crecimiento económico en la degradación ecológica actual”, la puesta en marcha de “instrumentos ciudadanos participativos de supervisión y garantía de las medidas”, y que la justicia climática se ponga en el centro de toda acción “para evitar que los que menos han contribuido al problemas y los sectores más vulnerables sean los que más sufran los efectos”.
La acampada, que ha funcionado durante cuatro días con un pleno de delegadas, representantes de los diferentes grupos de afinidad presentes en la acampada, ha contado con un nutrido programa de asambleas y actividades durante toda las jornadas. “De diez de la mañana a diez de la noche ha habido actividades desde el primer día: conciertos, teatro y performances o charlas”, señalaba a El Salto Juan Carlos, uno de los jóvenes acampados.
2020 Rebelión por el Clima y Extinction Rebellion ya han anunciado que, mientras el Gobierno no acate sus demandas y hagan caso a la comunidad científica, proseguirán con las movilizaciones.
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Para los que hemos estado en acampando estos días, la gente que se está intentando hacer con el control de Extinction Rebellion, al menos en Madrid, nos la ha jugado y se la ha jugado a los propios miembros de Extinction Rebellion y a las otras organizaciones (Fridays for future, Ecologistas en acción, etc.) que habían preparado la acampada y sobre todo, la acción del lunes, que ha llevado meses de trabajo, para que luego ellos intenten capitalizarla.
Desde el primer momento de la acampada, un grupo pequeño de personas de Extinction Rebellion han estado manipulando la acampada para que se aprobaran las decisiones que ellos habían tomado previamente, evitando una asamblea general con capacidad de decisión (en la que debatir unos objetivos entre todos) y sustituyéndola por el modelo de "asambleas de delegados" (que en otras ocasiones sí pueden funcionar) con las que les era más fácil imponer sus lineas y evitar que se planteasen las opciones que no les interesaban. Es decir, vetando que la gente se pusiera en contacto con los movimientos sociales (bien porque pensaran que les pudiera restar protagonismo, bien porque su plan era más personalista, corto de miras y estaba pre-definido). Cuando se podría haber aprovechado la acampada para definir unos objetivos propios, fijar una estrategia y sobre todo, hacer un llamamiento a movimientos sociales y estudiantes para que viniesen y conseguir algo mucho más potente y con continuidad.
Su único objetivo, ha quedado demostrado, era reunirse con la Ministra, dejando para ello el campamento en suspensión hasta el día que ella volvía a España y habiendo pactado previamente con ella que la acampada se levantaría antes del sábado para no molestar visualmente al desfile del 12 de octubre. Solo tenían puestos los ojos en ella y en hablar con los medios de comunicación. Bien, ha ocurrido lo que ya sabiamos, la ministra "no ha prometido nada concreto", es decir, se ha reido de nosotros.
Por cierto, entre dichos manipuladores profesionales, estaba Jorge, el autor de la carta de marras a la policía, quien impuso la necesidad de publicarla en contra del resto de personas de XR presentes en la reunión de la que salió esta. Carta que ha sido la causante de que parte de los movimientos sociales de Madrid se alejaran de la iniciativa (quizás si supieran que la mayoría de personas de XR está en contra de de dicha carta, sí hubieran venido).
No pasa nada, hemos aprendido mucho en estos intensos días, hemos conocido nuevos compñaeros de aventura y mantenemos las mismas ganas de luchar por el planeta. Ahora tenemos claro que tenemos que estar atentos a la manipulación y sobre todo, a ciertos individuos, y echarles de Extinction Rebellion antes de que acaben con la organización desde dentro convirtiéndola en algo que no es. El punto fuerte de la acampada ha sido toda la gente joven que se ha hecho cargo de la gestión de la misma en el día a día. Así como otras organizaciones como Ecologistas en acción, que han prestado su ayuda desinteresadamente y sin buscar protagonismos.
ya han salido en todos los medios, así que ya han cumplido con las órdenes para poder recibir la próxima subvención.
qué pasó con los acampados al lado del Reina Sofía? la revolución no será televisada.
¡Ah, la juventud! Esa etapa en la que uno pretende conseguir en la calle lo que no se consigue en las urnas... a mí de jovencilla me pasaba igual, era la terremoto antisistema del barrio, luego una madura y se da cuenta de que cuatro mocosos no pueden imponer sus ideas al resto de la sociedad, sino que.hay que aceptar las decisiones de la mayoría, nos gusten más o menos, porque la democracia es precisamente eso, aunque no suene muy atractivo.