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Argentina
Myriam Bregman: “El de Milei es un típico gobierno neoliberal con recetas ortodoxas clásicas”
Myriam Bregman (1972), o la Rusa, como muchos la conocen, es abogada y tiene una larga trayectoria política. Bregman fue una de las fundadoras del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (1997) —una red de abogados que se creó para defender activistas presos—, y de “Justicia Ya!” —un colectivo querellante conformado a partir de la reapertura de los juicios por el genocidio argentino en 2005—. También fue una de las abogadas de Jorge Julio López, un testigo desaparecido en 2006, luego de prestar declaración contra Miguel O. Etchecolatz, quien finalmente fue condenado por genocidio.
Bregman es diputada nacional desde el año 2021 y, en las últimas elecciones (2023), fue la candidata a la presidencia del Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad, donde obtuvo un 2,67% de los votos. Con un estilo más desenfadado que el resto de sus compañeros trotskistas, la Rusa, seduce, incluso, a peronistas desencantados del kirchnerismo y sus alianzas. En esta charla con El Salto, Bregman se refiere a las últimas elecciones —donde “la izquierda” fue muy criticada por no llamar a un voto estratégico en contra de Javier Milei—, la movilización popular, ser la oposición no peronista a este gobierno, el trotskismo en Argentina, y los infructuosos intentos por hacer una sola manifestación el pasado 24 de marzo —la fecha de conmemoración del golpe de 1976—, entre otros.
Análisis
Análisis Milei y la irrupción de los anarcocapitalistas
¿Cómo describirías al actual gobierno de Javier Milei y qué balance haces del gobierno de La Libertad Avanza?
Este es un gobierno típico de la derecha neoliberal que trata de encubrirse con buenos productos de marketing, de venderse como rebelde, y de mostrarse como contestatario contra la dirigencia política. Trata de vender una imagen que está muy lejos de lo que representa, porque es un típico gobierno neoliberal con recetas ortodoxas clásicas. Pero por más que intenten encubrirlo, en estos 100 días se vio que es un gobierno totalmente subordinado a la política de Estados Unidos y que su prioridad es pagarle al Fondo Monetario Internacional (FMI), y que, en esa escala de prioridades, está realizando un ajuste muy grande, no sobre la casta, como anunció en campaña, sino sobre las mayorías trabajadoras.
Y si tuvieras que hacer alguna diferenciación entre lo que es el actual gobierno y el gobierno kirchnerista/progresista que lo precedió, ¿qué dirías?
No sé si diferenciación, me parece que son gobiernos de características diferentes, pero lo primero que diría es que el gobierno de Alberto Fernández (Frente de Todos/kirchnerismo), produjo una desilusión muy grande entre muchos de los que los votaron, y que creyeron que ese gobierno venía a llenarle nevera, o que volvía al asadito después del gobierno de Mauricio Macri, y se terminaba la etapa del ajuste del FMI, y terminó siendo todo lo contrario. Sobre esa desilusión con el gobierno de Alberto Fernández, es que se construyó la posibilidad de que gane un personaje como Javier Milei, y se dio algo que en nuestro país parecía muy lejano, es decir, que alguien con esas características pueda acceder al gobierno. Yo creo que solo pensando en la profunda desilusión que provocó el gobierno anterior se puede entender una cosa así.
Ya hay sectores que empiezan a sentir en su propio cuerpo, y en su propio bolsillo, que el discurso de la casta no era más que eso, un discurso, y que el verdadero objetivo era volverle a sacar una tajada a la clase trabajadora de este país
¿Te parece que este gobierno ya está provocando alguna desilusión entre sus propios votantes?
Sí, aunque todavía no es masivo, porque lleva muy poco tiempo de gestión y muchos de los que lo votaron dicen que hay que aguantar un poco, darle una oportunidad. Todavía está muy fresco el enojo con el gobierno anterior, y hay que tener muy presente lo que significó para las mayorías populares haber confiado tanto en un gobierno que terminó no cumpliendo ninguna de sus expectativas. Creo que, a pesar de eso, ya hay sectores que están siendo atacados directamente y empiezan a sentir en su propio cuerpo, y en su propio bolsillo, que el discurso de la casta no era más que eso, un discurso, y que el verdadero objetivo era volverle a sacar una tajada a la clase trabajadora de este país, y a los jubilados, para dársela a los sectores más concentrados de la economía y a los acreedores internacionales.
Y si tuvieras que hacer alguna diferenciación entre el gobierno de Juntos por el Cambio (el partido del expresidente Mauricio Macri), y el de Milei, ¿qué me podrías decir? Y, en relación a eso, ¿cómo ves la posibilidad de que Macri forme parte del gobierno de Milei?
Lo de Macri es una posibilidad que está dando vueltas, él cumplió un rol muy importante en apuntalar a Milei para la segunda vuelta, y Patricia Bullrich (fue candidata a presidenta en la primera vuelta por Juntos por el Cambio, en la segunda llamó a votar a Milei), le dio los votos que eran necesarios para la conformación de una mayoría en el balotaje y terminó ganando por una diferencia de 12 puntos. Entonces, creo que han cumplido un rol muy importante en la conformación del gobierno de Milei y que la conclusión de Milei es que Macri fracasó (en su presidencia) por haber ido muy despacio en el ataque, y que él tiene que atacar más rápido. Esas son las medidas que estamos viendo en este momento, después, si lo miras a fondo, pueden ser diferentes grados de ajuste, pero la política que llevan adelante, y el objetivo de ambos gobiernos, es el mismo. Son dos gobiernos típicos de la derecha neoliberal, con valores bastante conservadores, que intentan atacar conquistas que los trabajadores y trabajadoras de la Argentina han peleado mucho por conseguir.
Argentina
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¿Cómo ves el panorama de cara al tratamiento del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), en la Cámara de Diputados? (El DNU, hoy vigente, con el que Javier Milei inauguró su gobierno, y con el que busca desregular la economía argentina y modificar o derogar unas 100 leyes, fue tratado y rechazado en el Senado hace algunas semanas, y depende de Diputados su definitivo rechazo o aprobación).
Lo que veo es que la oposición política no termina de jugársela para tirarlo abajo. Después de que se logró el rechazo en el Senado, uno esperaría que se convoque rápidamente a Diputados y que, rápidamente también, nos sentemos ahí, lo tratemos y, de última, que el que no viene quede expuesto y se vea que el DNU sigue vigente gracias a que ese diputado no se sentó a su banca. Pero lejos de eso, se hacen todo tipo de especulaciones, y la oposición política, tanto radicales como peronistas, le están dando tiempo a que el DNU siga vigente y causando efectos. No hay nada que impida que nos sentemos en el recinto y veamos quién viene a rechazar este DNU.
¿Crees que tanto la caída de la Ley Ómnibus (el otro paquete de medidas con el que el gobierno pretende llevar adelante una reforma completa del Senado), como la del DNU en el Senado, tuvieron que ver, entre otras cosas, con una incipiente movilización callejera?
Sí, porque lo relaciono con un proceso de movilización más grande, y con una marcha que se dio el mismo 20 de diciembre, a días de la asunción de Milei. También lo de la marcha del 27 de diciembre, el paro nacional del 24 de enero, más todas las movilizaciones que se fueron dando los días siguientes, o las asambleas barriales que se están desarrollando en Buenos Aires, en La Plata, en Rosario, en Córdoba, etc., y que tienen como eje el rechazo a la ley Ómnibus y el DNU. Creo que cumplieron un rol al demostrar que no existía esa unanimidad que parecía que había cuando llegó la Ley Ómnibus al Congreso, que parecía que pasaba como por un tubo, pero luego se fue empantanando, y en ese empantanamiento no solo hubo peleas intersectoriales de los sectores económicos concentrados, sino que también jugó un papel importante el rechazo popular.
Es inaudito que las grandes organizaciones que tiene aún la clase obrera de nuestro país, no estén en el centro de la escena mientras el gobierno está atacando con todo lo que tiene para pasar su ajuste
El hecho de que haya en el poder un gobierno con las características del de Milei ha hecho que se establezcan algunas alianzas inéditas, como la de la Central General de los Trabajadores (CGT), la principal central obrera argentina, y los organismos de derechos humanos. Entiendo que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), también tuvo alguna reunión con la CGT, ¿qué me puedes decir sobre esto?
Nosotros nos reunimos porque la CGT le pidió reunión a todos los bloques del Congreso. Nosotros tenemos un bloque importante, de cinco diputados, en un Congreso sumamente fraccionado, así que nos reunimos, pero seguimos manteniendo la misma postura que tuvimos siempre. Vamos a luchar contra el DNU y contra la Ley Ómnibus, o contra las distintas versiones que de ella manden, pero creemos que lo que hace falta en este momento es organizar la resistencia en la calle, en los lugares de trabajo y en los lugares de estudio, y que la CGT y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), tienen que cumplir un papel en ello. Es increíble, que después del paro no hayan llamado a nada más, y que las peleas las estén dando por separado. Se anuncian despidos en el Estado, y en distintas empresas como en GPS, que es una empresa que trabaja para Aerolíneas Argentinas en (los aeropuertos) de Ezeiza y Aeroparque, y no pasa nada. Yo creo que lo peor que nos puede pasar es volver a repetir la historia de los ‘90 donde Menem iba realizando ataques, privatizaciones, cierres de empresas, y se peleaba por separado. Así que, más allá de la reunión, yo lo que creo es que en este 24 de marzo (fecha de conmemoración del Golpe del 24/3/76), hay que levantar como consigna la exigencia de que las centrales sindicales llamen a un plan de lucha y a un paro nacional. Es inaudito, que las grandes organizaciones que tiene aún la clase obrera de nuestro país, no estén en el centro de la escena mientras el gobierno está atacando con todo lo que tiene para pasar su ajuste.
Entiendo que no se logró que haya una sola manifestación este 24 de marzo, ¿no? (la entrevista se realizó unos días antes de la manifestación)
No se logró porque los sectores alineados con los organismos de derechos humanos históricos, y demás, se opusieron. Centralmente, es el peronismo el que está detrás de esto, y habla con nombre propio en varias de las reuniones que se han tenido, y no tenían acuerdo para que el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, pudiese expresarse con su documento. A mí me parece un hecho muy lamentable porque podríamos haber realizado una marcha en común, y luego cada cual sube al escenario y lee su documento expresando sus políticas y sus consignas. No le puedes impedir al otro sector que levante sus reclamos, porque una cosa es que estemos todos contra el negacionismo y contra el genocidio, y en eso podemos coincidir, pero después hay una gran discusión sobre cómo hacer para que este país no vuelva a repetir la triste historia que estamos viviendo. No solo cómo enfrentamos a la derecha actual, sino cómo salimos de esta situación de pobreza, que se parece mucho a la miseria planificada de la que hablaba Rodolfo Walsh en su carta abierta.
El FIT fue muy criticado, en noviembre pasado, cuando decidió no llamar a un voto estratégico en el balotaje, ante la posibilidad, y la amenaza, hoy una realidad, de que Milei fuera gobierno. Digamos, una estrategia similar a la que se dio en Brasil, en octubre de 2022, cuando un inédito frente de izquierda —compuesto por fuerzas que de no tener enfrente a Bolsonaro era impensable que pudieran converger—, llamó a votar a Lula. Te pregunto entonces, hoy, con el diario del lunes en la mano, ¿no creen que hubiese sido mejor un voto estratégico que evitará, cuanto menos, un empobrecimiento tan fuerte de la población como el que estamos viviendo?
Esa es la posición del peronismo, que se alineó detrás de un candidato tan de derecha que perdió por 12 puntos (Sergio Massa, Frente de Todos), y que venía a realizar un ajuste terrible. La designación de voto estratégico es la designación del peronismo, y de nadie más. En segundo lugar, el FIT fue muy criticado por un peronismo que quería que le validáramos ese candidato horrible. Yo fui candidata, estuve en los debates presidenciales, fui muy clara, y creo que fui la que más enfrenté a Milei en toda la campaña electoral. En cambio, Sergio Massa le puso candidatos en sus listas, y le sostuvo las listas para que le sacara votos a Patricia Bullrich y a Horacio Rodríguez Larreta (el otro candidato que compitió en la interna presidencial de Juntos por el Cambio). Es decir, esa construcción, y esa pregunta, no es una pregunta a Myriam Bregman, es una posición del peronismo que yo no comparto.
Si lo vemos en términos históricos, tenemos el bloque más grande que haya tenido jamás la izquierda en nuestro país: cinco diputados nacionales y representaciones en muchas legislaturas
Bueno, pero lo de Brasil…
Si quieres en otro momento charlamos lo de Brasil, yo te estoy respondiendo lo de Argentina. Nosotros hicimos una diferenciación muy clara con Milei, y jamás llamamos a votarlo, y yo lo expresé de mil maneras. Creo que lo que nos tienen que dar explicaciones son ellos (el peronismo) de por qué Sergio Massa, que, supuestamente, era la alternativa, hoy por hoy está trabajando para un fondo buitre y se borró completamente después de que decía que venía el fascismo.
Los partidos de izquierda más trotskistas de Argentina, tienen, históricamente, poca representación numérica en el Congreso, ¿a qué se lo atribuís?
Creo que tiene que ver con la descripción que acabamos de hacer, hay un proceso que no es precisamente de giro a la izquierda popular, pero que la izquierda acompaña, es decir, los avances y retrocesos que puedan tener las luchas de nuestro pueblo. Ahora, si lo vemos en términos históricos, tenemos el bloque más grande que haya tenido jamás la izquierda en nuestro país: cinco diputados nacionales y representaciones en muchas legislaturas y Concejos Deliberantes. En Jujuy, por ejemplo, obtuvimos el 25% de los votos cuando ingresó mi compañero Alejandro Vilca, la segunda fuerza en Jujuy, algo que para la izquierda era impensado y que hoy es una referencia en el mundo. De hecho, recibimos muchos pedidos de entrevistas y de visitas, preguntando cómo es esa experiencia de avance de la izquierda en la Argentina.
La última, en Argentina hay mucha gente que dice que apoya a Myriam Bregman, pero no tanto a los otros referentes trotskistas, ¿eres consciente de esta situación? ¿a qué se lo atribuís?
No, yo creo que con mis compañeros de partido compartimos las mismas ideas, después, puede que algunos sientan una simpatía especial por la lucha que yo siempre he dado en relación a los derechos humanos, o en defensa de las fábricas recuperadas, pero uno sabe que las ideas de base son las mismas y la pelea las compartimos entre todas y todos.
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Muchas gracias por dar la entrevista a Miriam, la única referente de izquierdas de toda Argentina. Estamos cansados de discursos centristas como los del peronismo que, al final, acaban haciendo el mismo daño al pueblo que Milei.
Como dice el FIT, en la unidad sindical y la huelga, están las dos herramientas principales de la clase trabajadora Argentina.