Tribuna
La patria excluyente

Aún constatando nuestras diferencias, podemos emprender un camino en el que nos encontremos con la clase trabajadora de protagonista, como ya lo hacemos en muchos espacios y movilizaciones.
UGT CC OO Banderas
Manifestación de UGT y CCOO David F. Sabadell
Acción Sociopolítica y Comunicación de CCOO de Euskadi
17 jul 2024 05:00

Alguien me contó alguna vez que el intercambio epistolar forma parte de la mejor de las tradiciones revolucionarias, a lo que me gustaría añadir otra excelente tradición, la de recomendar lecturas en la época estival. Si me permite el reponsable de ELA Pello Igeregi, le propongo una que se aleja de nuestro negociado: es una especie de intercambio epistolar y se llama La amigdalitis de Tarzán, de Bryce-Echenique. En un fragmento, se afirma lo siguiente: “La señora realidad es la verdadera gran triunfadora de todas nuestras batallas”.

Con el afán de matizar respondo a la última interpelación de Igeregi. Quiero dibujar una realidad que nos aleje un poco del trazo grueso habitual de parte de la acción política y parece que sindical. A lo largo del presente intercambio de artículo hemos desgranado algunas de las características de lo que moldean, a mi entender, dos modelos distintos de negociación colectiva. A continuación intentaré justificar esta afirmación respondiendo algunas de las afirmaciones de Igeregi que trascienden la propia negociación colectiva y apuntan a modelos sindicales diferenciados.

Tribuna
Tribuna Frente al monopolio sindical
ELA no valora la existencia de convenios estatales. Únicamente hemos solicitado que, allí donde hay otras mayorías sindicales, podamos mejorar los convenios miserables que se firman en Madrid.

Creo que levantar la mirada y dotar de perspectiva a nuestro análisis es positivo y nos permite vislumbrar el análisis parcial que se hace sobre la supuesta pretensión de CCOO de constituirse como sindicato único al final de la dictadura mientras que otras organizaciones defienden la pluralidad sindical. La realidad es que mientras la Asamblea de Barcelona de CCOO (12 de julio 1976) tenía que hacerse en la clandestinidad, el tercer congreso de ELA celebraba, en ese mismo año, su segunda sesión en el frontón Astelena de Eibar con la policía custodiando dicho espacio.

Como se intuye, hay una diferencia sustancial entre que te persiga la policía y que te proteja. Como también la hay entre la creación de un movimiento sindical “unitario, organizado, de carácter socio-político, de clase, democrático e independiente de todos los Estados y de todos los partidos” y la creación de un sindicato único, como se afirma en el artículo que nos sirve de “excusa” para responder. Marcelino Camacho intuía ya entonces que aquella iniciativa no iba a fructificar e instaba en aquella asamblea a iniciar nuestro propio camino constituyente como CCOO.

Un dato poco conocido es que en 1988 supimos que el sindicato ELA estaba en parte financiado por el Gobierno de EEUU con fondos de la Fundación Nacional para la Democracia, creada por iniciativa de Ronald Reagan

Nuestras historias son diametralmente distintas y quizás esa sea una de las claves que expliquen nuestras diferencias organizativas. Un dato poco conocido, pero sintomático de nuestros diferentes puntos de partida: en el año 1988 se dio a conocer que el sindicato ELA estaba en parte financiado por el Gobierno de Estados Unidos con fondos procedentes de la Fundación Nacional para la Democracia, organización privada creada por iniciativa de Ronald Reagan. Estos fondos comenzaron a recibirse ya en el año 1983. Cuando Igeregi pretende trazar una línea entre un supuesto sindicato único y las organizaciones que defendieron la democracia, debe atenerse a que los matices se abran paso, aún a riesgo de que la “épica” sindical nacionalista acabe pareciéndose al sindicalismo anticomunista que algunos de sus financiadores promovían, también en Euskadi.

Después de este apunte histórico, comentar que Igeregi justifica en su artículo la negativa a firmar en 2013 un acuerdo interprofesional como el del 2017, lo que habría adelantadi la prevalencia a los convenios vascos sobre los estatales. Según él, no iban a firmar una paz social con Confebask porque su “patria pasa por poder luchar en nuestro territorio por unas buenas condiciones de trabajo”. Convendría seguir examinando este acuerdo dando un paso más atrás en el tiempo.

Tribuna
Modelos sindicales Frente al monopolio de la negociación colectiva
No podemos abandonar ningún ámbito de interlocución para negociar las condiciones de la clase trabajadora, porque somos un sindicato y no una empresa con “clientes vip” en función de donde trabajan.

A Igeregi se le olvida mencionar, quizá confiado en nuestra falta de memoria, que en 2011 un año después de la entrada en vigor de la reforma laboral del Partido Popular CCOO, LAB y UGT, en la sede del CRL, hicieron un intento serio para negociar y acordar un acuerdo interprofesional que diera prioridad aplicativa a los convenios sectoriales vascos. Una negociación laboral desde posiciones sindicales distintas. ELA no estuvo porque su patria no pasaba por atacar la reforma laboral del 2010. Tuvimos que esperar seis años más.

Una década después, Igeregi justifica su rechazo a la reforma laboral de 2021 en base a que, según él, “se mantenía el 90% de la reforma laboral de 2012 impulsada por el PP”. Una reforma laboral que avanzó en la reducción de la temporalidad y la precariedad, en recuperar el poder colectivo del sindicato en la negociación colectiva y en incorporar a la legislación alternativas a los despidos no puede ser calificada como una reforma de mínimos. Dicho esto, surge la duda de cuál es el porcentaje aceptable para ELA de modificación de un texto legal para apoyarlo.

Parece que la patria de ELA tiene un flanco débil: la supuesta búsqueda de los mayores beneficios para la clase trabajadora vasca se intenta llevar adelante sin tener en cuenta a CCOO y sus logros en ámbitos superiores de negociación.

En todo caso, aconsejo no perder el tiempo. El porcentaje de cambio daba lo mismo, el problema es que cuando se reniega por activa y por pasiva del único instrumento que tenemos para incidir y modificar las políticas públicas, que no es otro que el diálogo social, cualquier acuerdo que emane de ese ámbito, por muy positivo que sea, será rechazado y minusvalorado de manera radical, aunque luego se aprovechen de manera descarada de los derechos conseguidos. O dicho de otro modo, en los términos de Igeregi, practicar el sindicalismo parasitario sin rubor.

Convendría recordar en este punto que, del diálogo social tan denostado por ELA han surgido más iniciativas además de la reforma laboral. Por ejemplo, fruto del diálogo social, a través de las medidas extraordinarias adoptadas por el Gobierno y los agentes sociales, se salvaron durante la pandemia en Euskadi unos 153.000 empleos.

Parece que la patria de ELA tiene un flanco débil: la supuesta búsqueda de los mayores beneficios para la clase trabajadora vasca se intenta llevar adelante sin tener en cuenta a CCOO y sus logros en ámbitos superiores de negociación. Una ecuación que, esta vez sí, recuerda a la aspiración de un sindicalismo hegemónico nacionalista y poco plural. Esta apuesta excluyente ha generado situaciones esperpénticas y poco favorecedoras del sindicalismo en su conjunto.

Galería del 1 de Mayo en Bilbao - 1

Basta recordar la convocatoria de huelga general del 20 de junio de 2002 de CCOO y UGT en Euskadi. Por obra y gracia de ELA y LAB se convirtió en una doble convocatoria: la del 20J convocada por nosotras y la del 19J convocada por los sindicatos nacionalistas. La explicación que da ELA de aquella convocatoria es la siguiente: “ELA convoca una huelga general un día antes que la convocada a nivel del estado por UGT y CCOO contra la nueva reforma laboral del gobierno que deteriora aún más la situación de las personas desempleadas, pero tampoco quiere dar un cheque en blanco a las organizaciones sindicales estatales”. O sea que huelga sí, pero con los nuestros.

Otra muestra más reciente es el aviso a navegantes de ELA a LAB cuando se les ocurre moverse del mapa y firmar, por ejemplo, el convenio de vinícolas de Araba: “La unidad de acción que LAB protagoniza junto a CCOO y UGT supone un giro total. Estos dos sindicatos son defensores de la estatalización de las condiciones de trabajo, han acordado recortes como los de las pensiones, defienden un modelo de diálogo social y además son la vanguardia contra la normalización del euskera”.

No deja de ser sorprendente, y pelín chauvinista, asociar lo que viene de Madrid (España) con “lo miserable” mientras que, por antítesis, lo vasco, lo de aquí, parece identificarse en términos positivos

En otra parte del extenso artículo de Igeregi, califica como “miserables” los convenios que se firman en Madrid. No deja de ser sorprendente, y pelín chauvinista, asociar lo que viene de Madrid (España) con “lo miserable” mientras que, por antítesis, lo vasco, lo de aquí, parece identificarse en términos positivos. Como sindicato plural de verdad, no de postín, no podemos compartir estas dualidades que son tan poco representativas de una sociedad mucho más cerca de la pluralidad de lo que aparentemente opina Igeregi.

Ya hemos afirmado, y volvemos a hacerlo aquí, que la estructura de la negociación colectiva en cascada posibilita que los convenios estatales se constituyan en la red intermedia entre los convenios territoriales más cercanos y el estatuto de los trabajadores. El ámbito estatal de la negociación colectiva es determinante y vertebrador de una red de protección federalizante para la clase trabajadora que debe combinar esa pretensión con una estructura que integre los espacios de negociación en ámbitos inferiores. Debemos desarrollar la negociación colectiva sobre realidades productivas y marcos geográficos muy diversos, donde cada sector responde a situaciones características distintas y trayectorias históricas diferentes, y situaciones socioeconómicas diversas.

Lo que para Igeregi es “miserable” ha significado una cobertura digna para muchas trabajadoras y trabajadores. En concreto, el CRL, en su último informe sociolaboral recuerda que casi 28.000 personas que antes sí tenían un convenio propio negociado en Euskadi se encuentran en la actualidad bajo la cobertura de un convenio en vigor negociado a nivel estatal, tras haber decaído su convenio como consecuencia de la aplicación de lo dispuesto en la Reforma Laboral de 2012. Desconozco si el señor Igeregi, cuando habla de patrias, entiende que 28.000 currelas sin convenio son un daño colateral asumible por una estructura de negociación colectiva que no asuma un marco estatal.

Me veo obligado a hacer un apunte más. Se afirma que “podremos criticar que se firme un convenio con condiciones de trabajo malas o criticaremos que no se apoye una huelga, pero nunca acusamos a CCOO por haber secuestrado el convenio de ayuda a domicilio de Bizkaia durante más de 7 años. Ese convenio, en el que CCOO tiene prácticamente la mayoría absoluta, no estuvo vigente porque la patronal no mejoraba suficientemente su oferta”. Creo que, curiosamente, se ha confundido el hecho de ser el sindicato mayoritario nuestro caso en el SAD con ostentar la mayoría sindical con posibilidad de firmar el convenio. Difícilmente podemos “secuestrar” un convenio si no tenemos mayoría suficiente para firmarlo.

bilbao 1 de mayo 2023 ccoo-ugt
La cabecera del sector CC OO y UGT a su paso por Gran Vía. Gessamí Forner

Las organizaciones que sí tenían mayoría suficiente desde 2019 paralizaron junto a la patronal, tanto movilizaciones como negociaciones, acumulando las trabajadoras unas pérdidas de poder adquisitivo de casi el 12% hasta el año 2022. Cuando CCOO tiene la posibilidad de firmar el convenio junto con UGT y sacar de esa dinámica negativa a las trabajadoras del sector lo hace con subidas que pueden llegar al 20% si el IPC final superara en 2027 el 17,5% que es la subida pactada.

Creo que más allá de los números, el ejemplo del SAD y el análisis que hace ELA de este convenio provincial refleja otra de las señas de identidad de este sindicato a la hora de entender la negociación colectiva. Mientras que la opinión es crítica con el convenio firmado en Bizkaia, si vamos a Gipuzkoa, donde ELA es mayoritario en el sector, su apuesta es abandonar el convenio sectorial e ir a negociar el servicio ayuntamiento a ayuntamiento.

En ninguno de los ayuntamientos guipuzcoanos en los que ELA firma convenio se ha logrado ni una jornada inferior a la lograda en el de Bizkaia ni un salario/hora bruto superior en 2023

Es una apuesta legítima si, por lo menos, tuviera como consecuencia el fortalecimiento de la “patria” de ELA, el supuesto beneficio de la clase trabajadora. Pero los datos nos dicen que no, que en ninguno de los ayuntamientos guipuzcoanos en los que ELA firma convenio se ha logrado ni una jornada inferior a la lograda en el de Bizkaia ni un salario/hora bruto superior en 2023. Igual es que el rédito afiliativo consecuencia de la fragmentación de la negociación colectiva es más importante que algunas patrias.

Tenemos otro ejemplo más reciente que, a riesgo de tirarme a la piscina, conviene explicar, ahora que en Bilbao, de momento, la única manera de hacerlo es metafórica. En fechas recientes se ha firmado el convenio provincial de locales y campos deportivos de Bizkaia. Los sindicatos firmantes han sido CCOO, LAB y UGT, cuya representación conforma la mayoría absoluta en el sector. Este nuevo acuerdo, entre otras mejoras, recoge una reivindicación histórica como la equiparación de la jornada del personal que trabaja en los polideportivos con el personal de la administración pública, o las 1592 horas anuales, ya que la jornada anterior era de 1660 horas al año.

Pues bien, ELA, después de posicionarse en contra y a pesar de que el convenio está aprobado, decide que va a llevar la negociación a algunos centros de trabajo donde puede contar con una representación suficiente para mantener el conflicto abierto. No parece, a primera vista, una aceptación democrática del resultado de la negociación de la mayoría sindical que, parece, sólo es legítima cuando ELA la compone. Cuando somos otras organizaciones las que la componemos, esta organización, mediante la estrategia de fragmentación de la negociación colectiva, practica el derecho de veto.

Acabaré con un consejo que no es mío, sino de Luis García Montero, y que creo que es válido para cualquier organización: “Los que se aferran a unas señas de identidad demasiado tajantes olvidan que el mundo está vivo gracias a una permanente metamorfosis”. Nos puede servir para que, aún constatando nuestras diferencias, podamos emprender un camino en el que nos encontremos, sin apriorismos ni patrias, y con la clase trabajadora de protagonista, como ya lo hacemos en muchos espacios y movilizaciones.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Laboral
Laboral Los sindicatos marcan desde Euskal Herria el rumbo de las mejoras laborales en España
Los sindicatos piden a Yolanda Díaz impulsar un Salario Mínimo Interprofesional propio, avances en la negociación colectiva territorial y presionan para la reducción de la jornada laboral.
País Valenciano
Laboral Seis trabajadores despedidos tras convocar elecciones sindicales luchan en los tribunales por su readmisión
Los empleados de Qatium, una de las ramas de Aguas de Valencia, fueron despedidos de un día para otro tras el preaviso de elecciones. Consideran que se trata de represión sindical y piden el despido nulo.
Laboral
Laboral CCOO denuncia que Glovo no ha cumplido sus promesas (y obligación) de hacer trabajadores a sus riders
El sindicato vigila cada paso de la empresa seis meses después de la ‘ley Riders’ y denuncia en Aragón y Navarra la cesión ilegal de trabajadores con “empresas paralelas”.
Baleares
Un modelo insostenible El rechazo a la turistificación se expande en Canarias, Baleares y Barcelona
Tras la masiva manifestación en las Islas Canarias del pasado mayo, Palma de Mallorca, Barcelona y San Sebastián salen este 15 de junio a la calle contra un modelo de turismo desmedido insostenible para el territorio y sus habitantes.
Oriente Medio
Oriente Medio Decenas de muertos en una noche de sirenas y misiles cruzados entre Israel e Irán
Después del ataque israelí contra la infraestructura energética y militar iraní, cientos de misiles iraníes atraviesan el cielo israelí e impactan en Tel Aviv, Bat Yam, Tamra y Haifa.
Galicia
Galicia Activistas bloquean una planta de Altri en Portugal y avisan de que frenarán su expansión en Galicia
El grupo atrancó con cadenas y soldadura las entradas de la planta de Celbi en Leirosa, en la mayor acción directa hasta el momento contra la expansión de la multinacional papelera en territorio gallego: “O povo é quem para Altri”.
Crónica
Justicia En la sala de un juicio a una madre protectora
Esta es una crónica de un juicio a una mujer que pidió medidas por sospechar de abusos sexuales a su hija en el domicilio paterno sin que ninguna institución moviera un dedo y, un mes después, cogió un vuelo a su país para intentar protegerla.
Violencia machista
El Estado que revictimiza Violencia institucional: “Si lo hubiera sabido antes, no hubiera denunciado nunca”
Rocío ha sufrido violencia psicológica, física y sexual por parte de su expareja. Y también violencia institucional en todas las puertas de la red de recursos institucionales que ha ido atravesando.
Editorial
Editorial Justicia irracional
Por acción o por omisión, las instituciones violentan a las mujeres. Se llama violencia institucional.
Relato
Relato Rendirse
A mi pesar me tocaba compartir mesa con aquellos documentos y, como estaba de los primeros (no lo habría imaginado al llegar), ya no conseguía quedar por encima, con lo que me gusta.
Madrid
Movimiento republicano Miles de personas claman en Madrid contra la monarquía y por la República
En el 11 aniversario de la proclamación de Felipe VI, una marcha unitaria reclama que este reinado sea el último de España.
Rap
Rap Los Chikos del Maíz: “La música urbana está llena de fachas y votantes de Vox”
Tras un fin de gira accidentado, Toni y Nega dan una tregua indefinida a su proyecto con dos conciertos en Madrid. Horas antes de llenar la sala en la primera cita, visitan la redacción de El Salto.
Río Arriba
Río Arriba Luis González Reyes: “Vivimos en un mundo en la que la escasez es un elemento central”
Primera entrevista del programa Río Arriba en formato podcast y vídeo donde hablamos de las nuevas guerras neocoloniales por recursos en la era de Trump y Putin, de la escasez, del decrecimiento y el colapsismo.

Últimas

Ocupación israelí
Movilizaciones Un centenar de organizaciones de 26 países denuncian a la empresa vasca CAF y su tren del apartheid
Más de 50 localidades salen a la calle este fin de semana para señalar a la empresa que construyó el tranvía que conecta Jerusalén con territorio ocupados y exigir el fin del genocidio en Gaza.
La vida y ya
La vida y ya Un rato de cada lunes
Pero, lo más coincidente ha sido, expresado de distintas maneras, su agradecimiento hacia ese lugar. Su lugar elegido.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí La policía egipcia impide con violencia la marcha internacional a Gaza
La marcha de 4.000 personas a Gaza es reprimida por la policía del régimen de Al-Sisi. La organización pide a las embajadas que reaccionen y protejan a sus ciudadanos.
Galicia
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar a Altri
Queremos investigar a los responsables políticos y empresariales del que podría ser el mayor atentado ambiental de la historia reciente de Galicia.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De océanos y detenciones
VV.AA.
La acidificación del agua marina supera sus límites mientras Israel aborda la Flotilla por la Libertad.
Más noticias
Análisis
Análisis del CIS La calma antes de la tormenta: la dimisión de Santos Cerdán como punto de inflexión
El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha muerto pocas horas después de nacer por la dimisión de Santos Cerdán, aunque sirve como foto fija de un escenario que favorece a la derecha.
Argentina
Extrema derecha La motosierra de Milei se ceba con los hospitales públicos y las personas con discapacidad
Los recortes del Gobierno afectan al Hospital Garrahan, un centro de alta complejidad, referente pediátrico nacional y latinoamericano, y también a los recursos de las personas con discapacidad, a los que el ejecutivo califica de “idiotas”.

Recomendadas

Pensamiento
Economista Clara Mattei: “El liberalismo y el fascismo están unidos en su protección del orden del capital”
El ambicioso ensayo 'El orden del capital' nos traslada al Reino Unido y la Italia de la I Guerra Mundial, que se contemplan como un momento bisagra: el auge de socializaciones y cooperativizaciones que tuvo lugar durante la contienda y la inmediata posguerra fue abortado a través de un 'shock' austericida destinado a restaurar la centralidad de los grandes capitales.
Derecho a la vivienda
Jaime Palomera “La vivienda necesita una revolución”
Investigador y uno de los fundadores del Sindicat de Llogateres, Jaime Palomera presenta ‘El secuestro de la vivienda’, un libro sobre el juego amañado en el que los propietarios son cada vez más ricos y los inquilinos cada vez más pobres.
Redes sociales
Industria editorial Escritores fantasma: así trabajan los auténticos autores de los libros de éxito que publican los ‘influencers’
Detrás de cada libro firmado por un ‘influencer’ hay otra persona que ha trabajado a destajo para entregar a tiempo un texto en el que su nombre no aparece por ninguna parte y que, además, ha tenido que renunciar a sus derechos como autor.
Brasil
Extrema derecha Arte en tiempos de fascismo: cuando enseñar a Goya y Rubens le cuesta el puesto a un profesor
Una clase de Historia en la escuela municipal en una localidad del Estado de São Paulo desemboca en acusaciones contra el profesor y una campaña de difamaciones que encabeza el concejal de educación de la zona, de la extrema derecha bolsonarista.