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Tribuna
Carta abierta de una empresa de la economía social y solidaria
En las últimas semanas diversas entidades de la economía social y solidaria han sido objeto de titulares tendenciosos y difamaciones que están generando mucho ruido sobre las cláusulas sociales en la contratación pública y nuestra profesionalidad. Una de esas entidades es Pandora Mirabilia. En esta carta explicamos quiénes somos, qué hacemos y por qué queremos trabajar con todas las administraciones públicas.
“A mi edad, ¿cómo voy a denunciar?”. Es el testimonio de uno de los personajes de la exposición Mitos de las violencias machistas, que ha recorrido de forma itinerante decenas de distritos de Madrid. En una visita guiada con un grupo de educación para personas adultas en Latina, una mujer de más de 60 años se siente interpelada y comparte su caso. La violencia de género en mujeres mayores es un problema invisible, pero ella, con apoyo de amigas y familia, ha puesto fin a una relación de maltrato de 40 años sin sentirse culpable.
El alumnado de primero de un instituto de Fuencarral reflexiona sobre las relaciones de buen trato a partir del cuento “Lucha ama a Libertad” de la colección Un cuento propio. Ester, de 13 años, levanta la mano: “Si tu novio te exige que le enseñes los mensajes de tu móvil o que dejes de hacer algo que te gusta por él, eso es control y chantaje emocional, no es amor”. En las aulas, el cuento funciona para deserotizar estas actitudes tóxicas y da pie para hablar de cómo queremos relacionarnos.
En el colegio de La Paloma, en pleno corazón de la ciudad, niñas, niños, profesorado y familias realizan un diagnóstico de manera participativa para identificar cómo se puede mejorar el patio. Desde infantil a sexto de primaria hay una demanda que se repite: “El fútbol ocupa mucho espacio, nosotras no tenemos lugares para jugar, tenemos que estar en las esquinas con cuidado de que no nos den pelotazos”. A partir de esa y otras demandas se lleva a cabo una transformación del patio con la participación de toda la comunidad escolar.
Estas situaciones forman parte del día a día del trabajo de Pandora Mirabilia, una pequeña empresa cooperativa que forma parte de la denominada economía social y solidaria (ESS) y que desde hace más de 10 años desarrolla proyectos de comunicación, investigación, educación y consultoría desde una mirada feminista. Trabajos que responden a una necesidad social real y urgente: fomentar la diversidad e igualdad de oportunidades entre niñas y niños, mujeres y hombres, así como corregir las desigualdades y prevenir las violencias machistas en diferentes ámbitos y contextos.
Pandora Mirabilia, así como el resto de empresas de la ESS que estos días están siendo foco de ataques interesados, desarrolla proyectos e iniciativas con un fin social, tal y como recogen nuestros estatutos. En nuestro caso, trabajamos para prevenir la violencia de género y fomentamos la integración social con proyectos de intervención social. Pero las empresas de la ESS ofrecen todo tipo de servicios que promueven un consumo responsable en distintos ámbitos como alimentación, energía, movilidad, psicología, seguros y finanzas o turismo y, lo que es más importante, siempre sin ánimo de lucro y poniendo la satisfacción de necesidades sociales en el centro de los proyectos.
Cláusulas sociales en la contratación pública
La nueva Ley de Contratos del Sector Público, aprobada en octubre en el Congreso de los Diputados, insta a las Administraciones públicas a incorporar en su contratación los criterios sociales y ambientales que la ESS lleva décadas aplicando. Esto estimula que se contrate a empresas que tienen un plan de ahorro y eficiencia energética. Empresas donde no hay brechas salariales y que practican una gestión transparente, democrática y participativa.Esta nueva ley también apuesta por empresas que favorecen que las y los trabajadores puedan conciliar sus trabajos con los cuidados familiares. En Pandora Mirabilia, las siete trabajadoras actuales tratamos de organizar el trabajo para cuidarnos y cuidar a otras personas. El teletrabajo, jornadas flexibles y la posibilidad de disfrutar de excedencias por cuidados familiares son prácticas habituales en nuestra empresa.
Pero a la hora de hablar de contratación pública, no solo hay que atender a la manera en la que una empresa se organiza. Los resultados y la profesionalidad también importan. Eso también lo contempla la Ley. Para ello, cuando se adjudiquen contratos públicos, la oferta económica más ventajosa ya no es lo que más puntúa sino que la calidad técnica también es decisiva. Lo mismo ocurre con la invitación a contratos menores: si no cumpliéramos con creces y diéramos buenos resultados, ninguna administración volvería a contratarnos.
En los más de diez años de recorrido de Pandora Mirabilia, municipios y mancomunidades gobernados por distintos partidos, y también instituciones como el el Instituto de la Mujer (tanto durante la legislatura del PP como del PSOE), nos han invitado a participar en contratos menores por nuestra trayectoria profesional. También nos hemos presentado a diversos pliegos y convocatorias públicas. Muchas las hemos ganado. Otras no, con frecuencia cuando el criterio económico era lo prioritario. Porque no estamos dispuestas a rebajar condiciones laborales ni a devaluar el trabajo de igualdad.
De igual manera, nos hemos presentado a subvenciones de fundaciones privadas y mixtas. A veces las hemos ganado. Ninguna de estas entidades ha puesto en cuestión nuestro trabajo ni lo ha condicionado. De hecho, nos han vuelto a llamar y hemos seguido ganando convocatorias. Disponemos de decenas de certificados de buena ejecución que avalan nuestra profesionalidad, expedidos por todas ellas.
Hemos trabajado para decenas de clientes. Ayuntamientos, consejerías, fundaciones, ONG, asociaciones, empresas privadas, sindicatos, universidades, otras cooperativas y AMPAS. También consumidoras individuales que participan en nuestros cursos online o que compran nuestros cuentos feministas. Nos hemos recorrido las aulas de distintos distritos y municipios españoles, sus centros de día y espacios culturales, espacios de igualdad, librerías de aquí y allá. Hemos formado a cientos de niñas y niños, jóvenes, profesoras y profesores así como profesionales de distintos sectores.
En Pandora nos importa lo que hacemos y nos preocupamos por hacerlo bien, cada vez mejor. Poner en duda nuestra profesionalidad y difamarnos con titulares tendenciosos es poner en duda a todos esos clientes que han contratado nuestros servicios. Cuando una administración pública nos ha invitado a contratos menores ha sido porque su personal técnico nos conoce por estos servicios. Poner en duda esos contratos es poner en duda también a ese personal técnico y la propia legislación española que insta a promover empresas de la ESS, algo que además nace de una directiva de la Unión Europea.
Además, nos preocupa cómo trabajamos. Queremos hacerlo intercooperando con otras entidades, conciliando nuestras vidas, respetando el medioambiente, con transparencia y democracia interna. Por eso estamos orgullosas de formar parte de Grupo Cooperativo Tangente, grupo en el que participamos para poder responder técnica y económicamente a trabajos de mayor envergadura y que también está sufriendo difamaciones estas semanas. Estamos contentas de ser parte de la economía social y solidaria. Queremos ser muchas más. Seguiremos poniendo nuestro granito de arena para hacerlo posible.
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Muchas gracias compañeras por poner voz a todas las personas que apostamos por hacer una economía que tiene en cuenta a las personas, los cuidados y los recursos del planeta, hacia una transformación real y práctica de la sociedad.
Enhorabuena por el artículo...al final la verdad sale a relucir...seguid trabajando también...
Gracias por defender a todas las que creemos que sois buenas de verdad, profesionales, amigas, comunicadoras, madres, profesoras, hijas, ...
Enhorabuena por el trabajo. Y por la claridad con la que lo defendéis.