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Coordinadora general de Ezker Anitza-IU
Secretaria del área de la mujer de Ezker Anitza-IU
Hoy, 25 de noviembre es el Día Internacional de la Eliminación de las Violencias hacia las Mujeres y, nosotras, como mujeres y militantes de Ezker Anitza-IU, volvemos a reivindicar nuestro compromiso por la construcción de una sociedad feminista que nos permita vivir a las mujeres vidas sin violencias, subordinación y explotación.
Desde Euskadi nos unimos al grito global que recorre el mundo luchando por un cambio de rumbo a nivel internacional. Nosotras lo tenemos claro: para acabar con la violencia machista debemos romper la alianza entre el capitalismo y el patriarcado, que se alimenta de nuestras desigualdades y a la vez que nos oprime, nos necesita para mantener y aumentar sus beneficios y privilegios.
Este año está siendo un año de crisis sanitaria y económico-social. La lucha contra el cocvid nos ha llevado a sufrir restricciones de movilidad, confinamiento y precariedad; y las mujeres, como siempre, hemos estado en primera línea luchando por la vida.
Durante estos meses se ha puesto en evidencia que esta sociedad está construida desde la desigualdad, la subordinación y las violencias, a la vez que hemos visto que quienes sostenemos la vida y defendemos lo que es esencial, tenemos rostro de mujer.
Este año las mujeres estamos sufriendo el virus del covid y el del machismo. Debemos parar el contagio de la violencia, de la reproducción de roles y estereotipos que, tras dañarnos de forma invisible, se justifica.
El virus del machismo también lo paramos juntas y juntos, haciendo visibles las violencias y siendo conscientes de que cumplen un papel relevante en perpetuar la desigualdad
Este virus también lo paramos juntas y juntos, haciendo visibles las violencias y siendo conscientes de que todas las actuaciones machistas cumplen un papel relevante en perpetuar la desigualdad.
Por eso también reclamamos en la nueva Ley de Educación una visión transversal feminista y una asignatura de educación afectivo-sexual desde la diversidad y por la igualdad entre hombres y mujeres que sea obligatoria en todas las etapas educativas. No podemos seguir contando asesinadas. ¡Educación feminista ya!
Aumento de la violencia
Ya hemos visto que la situación de confinamiento y las medidas tomadas para afrontar la crisis sanitaria han intensificado el riesgo de violencia de género. Muchas mujeres se han encontrado en una especial situación de vulnerabilidad e incertidumbre como demuestran los datos de la última Macroencuesta de Violencias contra las mujeres: aumento en más del 50% del uso telefónico del 016, de más de un 100% de su uso online, así como las más de 4.000 detenciones por violencia machista durante las primeras seis semanas de cuarentena.
Y es que, según los datos del Ministerio de Igualdad, las llamadas al 016 se incrementaron el pasado abril en un 60% con respecto al 2019 y las consultas online aumentaron casi un 600% en relación a abril del año anterior. Se han puesto en marcha varias medidas, pero debemos redoblar esfuerzos y entender socialmente que el terror que sufren muchas mujeres encerradas con sus maltratadores es una cuestión de todas y todos como sociedad.
En lo que llevamos de año, en España se han cometido 80 feminicidios, tres de ellos en Euskadi: asesinatos de mujeres por el hecho de ser mujeres. Pero no nos podemos olvidar de las 32.000 mujeres que viven hoy en el estado con protección policial, ni de las 137 mujeres que son asesinadas cada día en el mundo por un miembro de su familia.
Según datos oficiales, 30 mujeres han sido asesinadas en los últimos diez años en Euskadi, 4.781 mujeres viven en nuestra comunidad con algún tipo de protección de la Ertzaintza por violencia de género, y 15 mujeres son agredidas en Euskadi cada día por el mero hecho de ser mujeres. Y solo el 8% de las mujeres que han sufrido violencia sexual fuera de la pareja llega a denunciar.
Las violencias machistas también son pandemia, tan necesario es “quedarse en casa” como “quedarse en casa segura”
El machismo, una pandemia
Las violencias machistas también son pandemia. Ningún aislamiento social nos protege frente a la violencia machista. Tan necesario es “quedarse en casa” como “quedarse en casa segura”. ¡Empoderamiento feminista contra las violencias machistas!
Así, mañana nuestra coalición Elkarrekin Podemos-IU en el Parlamento Vasco presentará una moción, que esperemos se apruebe de manera unánime, para que se lleve a cabo en Euskadi un diagnóstico sobre atención frente a las violencias machistas en tiempos de cocvid-19, para evaluar y coordinar la respuesta adecuada de todas las administraciones en mejora de la prevención, detección y atención frente a las violencias machistas en tiempos de pandemia y asegurar que los fondos públicos para el empoderamiento feminista y la labor de las organizaciones feministas no se vea recortado. Frente a la pandemia machista, empoderamiento feminista.
Seamos claras: las violencias contra las mujeres no son casos aislados, se llama patriarcado, y pese al negacionismo de una ultraderecha que niega nuestras violencias y nos quiere solas y aisladas, estas cifras nos hablan de la urgencia de cambiar los cimientos de nuestra sociedad.
ONU Mujeres estima que el 35% de las mujeres de todo el mundo han sufrido violencia física y/o sexual por parte de su compañero sentimental o violencia sexual por parte de una persona distinta a su compañero sentimental en algún momento de su vida. Más de 750 millones de mujeres menores de 18 años que viven actualmente en todo el mundo se casaron siendo niñas. 120 millones de niñas de todo el mundo (1 de cada 10) han sufrido coito o relaciones sexuales forzadas en algún momento de sus vidas. Al menos 200 millones de mujeres y niñas han sufrido la mutilación genital en los 30 países donde existen datos de prevalencia representativos. Las mujeres adultas representan el 51% de las víctimas de trata de seres humanos detectadas a nivel mundial.
Y es que son múltiples las violencias machistas que se ejercen sobre nosotras, como la cultura de la violación que justifica el privilegio masculino para satisfacer sus deseos sexuales con nuestros cuerpos, normaliza, excusa, tolera e, incluso, perdona la violación y, al mismo tiempo, culpabiliza a la víctima. Es imprescindible incidir en ella para acabar con las violaciones y las manadas y poder caminar por la calle sin miedo. Porque la calle y la noche, ¡también son nuestras!
Además, la explotación sexual es un negocio millonario que se sustenta en la feminización de la pobreza, la vulnerabilidad de muchas mujeres y, cómo no, en la creciente demanda masculina de cuerpos de mujeres para su consumo. Un consumo compulsivo que se pone también de manifiesto en el alquiler de vientres de mujeres para gestar aprovechándose de su situación de necesidad y pobreza.
También exigimos el cierre de prostíbulos y una alternativa digna para las mujeres prostituidas, cualquiera que sea su situación administrativa y procedencia. ¡Nuestros cuerpos ni se compran ni se alquilan!
Desde Euskadi Ezker Anitza-IU seguiremos trabajando por la adopción de medidas especificas para la protección de todas las mujeres e infancia, frente a todas las violencias, para conseguir una ley efectiva contra las violencias machistas
Abordaje integral
Debemos abordar de forma integral la violencia institucional: los sesgos de género en la educación y la salud, la corresponsabilidad del estado en los cuidados, el papel de las religiones y de los medios de comunicación en la transmisión de roles y estereotipos, así como la victimización secundaria al ser agredidas por el sistema que debiera protegernos.
Todo esto se multiplica conforme se conjugan las desigualdades de clase, edad, raza, diversidad funcional, orientación sexual… Por lo que sólo desde la diversidad de nuestras opresiones y reconociendo las violencias específicas que sufren las mujeres mayores, migrantes, racializadas o trans, podemos realmente eliminar el machismo de nuestra sociedad. Queremos una sociedad libre de violencias para todas.
Además, en esta situación de confinamiento, las redes sociales han sido la vía imprescindible de contacto con el exterior y ha demostrado que este tampoco es un espacio seguro para nosotras. Ha aumentado el acoso en redes amparado por el anonimato que permite intimidar, insultar e incomodar sin consecuencias. Como pone de manifiesto el caso (que no forma parte de las estadísticas) del suicidio de una mujer por violencia machista a causa de la difusión en cadena de un vídeo íntimo.
Por todo ello, desde Ezker-Anitza-IU entendemos que no sólo necesitamos planes integrales que den respuesta a las mujeres víctimas de las diferentes violencias machistas, sino atajar la raíz de nuestras desigualdades. Estamos liderando las estadísticas del paro, de la precariedad laboral y la exclusión social a la vez que sostenemos la reproducción de la vida durante una crisis en la que los estados se han quedado sin herramientas tras años de políticas neoliberales.
Así que, desde Euskadi y a través de nuestra formación, seguiremos trabajando por la adopción de medidas especificas para la protección de todas las mujeres e infancia, frente a todas las violencias, para conseguir una ley efectiva contra las violencias machistas en Euskadi y en el Estado. ¡Porque si nos tocan a una, nos tocan a todas!
Este 25 de noviembre, desde nuestras casas, nuestros barrios y nuestros pueblos, alzamos nuestra voz recordando que el feminismo es la mirada crítica que necesitamos para cambiar el mundo juntas y juntos. El feminismo es nuestra vacuna.
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