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Sanidad pública
Doce años sin elecciones sindicales en Osakidetza
En los próximos meses serán varios cientos de miles de personas trabajadoras en Euskal Herria las que elijan a sus representantes sindicales para los próximos cuatro años. Un hito fundamental en el mundo del trabajo, pues se cuenta entre las pocas herramientas democráticas de las que disponemos en la esfera económica. Nos encontramos sumidos en un ciclo electoral que determinará casi la mitad de los delegados sindicales en la Comunidad Autónoma de Euskadi. Cuando haya concluido, la clase trabajadora tendrá 8.000 compañeras y compañeros que tendrán que defender sus intereses durante los próximos cuatro años.
Este es un claro indicador de la salud del mundo del trabajo: para nuestra suerte, en este territorio, la lucha sindical, los convenios laborales y en definitiva, la organización de las personas trabajadoras todavía es un factor absolutamente determinante de la vida económica. Lamentablemente, en todos los ámbitos laborales no se cumplen como deberían. Uno de los mayores empleadores de este país, el ente público que vela por nuestra salud, está entre ellos.
Algunos servicios de Osakidetza llevan la friolera de 12 años sin unas elecciones sindicales.
Osakidetza, con más de 35.000 trabajadores, no ha celebrado ni una sola elección sindical desde el año 2011. Es decir, en algunos ámbitos y servicios llevamos la friolera de 12 años sin poder elegir a nuestros representantes. Esta situación, anómala donde las haya, se encuentra avalada por la desidia del cuerpo gerencial de Osakidetza, y por supuesto, por la preocupante inacción de los sindicatos mayoritarios que han mantenido a sus representantes sindicales todos estos años caiga quien caiga. Debe quedar claro que la mayoría de estas figuras no han sido votados por nadie, sino que han ido sustituyendo a quienes fueron elegidos en su día y se han ido jubilando.
ESK lleva años denunciando esta inaceptable situación que se está cronificando en el Servicio Público de Salud Vasco. Reclamando, año tras año, el mismo ejercicio democrático que exigimos todos a empresas como Mercedes y Michelín, o a Administraciones Públicas como el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz. Pero la falta de elecciones no es el único agravio a la democracia sindical en Osakidetza. En los últimos tiempos, desde ESK también hemos intentado impulsar procesos electorales en varios ámbitos y servicios del ente público, los cuales han sido sistemáticamente impugnados no sólo por parte de la gestión, sino por el resto de los sindicatos. Los últimos, el pasado 21 de octubre, preavisos que han vuelto a ser impugnados por ELA, SATSE, LAB, SME, UGT, CCOO y UTESE, siempre de la mano de la patronal.
Desde ESK-Osakidetza nos volvemos a preguntar qué intereses comparten estos sindicatos con la gerencia de Osakidetza. ¿Por qué el mínimo exigido a empresas capitalistas no es recogido por uno de los dos servicios públicos más importantes bajo la tutela de la administración pública vasca? ¿Qué ganan estos sindicatos aferrándose a sus cargos? ¿Qué legitimidad tiene para negociar en nombre de una plantilla que no los ha elegido?
Estas preguntas resonaban ya con fuerza tras una década de austeridad, con una gestión de la escasez enmarcada en los techos de gasto público. Hoy, cuando pasan dos años de la mayor catástrofe sanitaria a la que este servicio se haya tenido que enfrentar, estas preguntas son atronadoras. Una plantilla extenuada por la pandemia, condenada a la concatenación de contratos y harta del despotismo de un gerencia que acosa a los denunciantes de corrupción, merece elegir a su representación sindical.
¿Qué ganan estos sindicatos aferrándose a sus cargos? ¿Qué legitimidad tiene para negociar en nombre de una plantilla que no los ha elegido?
Desde el sindicato ESK creemos que no podemos consentir que esta anomalía democrática se perpetúe. Nos parece fundamental que en un momento de conflicto abierto como el que vivimos, en un todo o nada por el servicio público de salud, contemos con los órganos de representación sindical más operativos posible. Por todo ello, el pasado 22 de noviembre de 2021, ESK registró sendos escritos a la Directora General de Recursos Humanos y al resto de sindicatos presentes en Mesa Sectorial instando a todas las partes a convocar elecciones y advirtiendo que, de que no ser así, ESK las impulsará en los ámbitos en los que cuente con legitimidad. Fruto de este escrito, el pasado 15 de diciembre de 2021 mantuvimos una reunión con ELA y SATSE a petición de ambas. En el desarrollo de dicha reunión, nos reafirmamos en nuestra firme voluntad de intentar por todos los medios celebrar elecciones sindicales a lo largo del 2022.
De la reunión intersindical salimos con el compromiso adquirido por parte de ELA y SATSE de convocar a la mayor brevedad una reunión con todos los sindicatos con representación en el ente con el fin de abordar de una vez por todas esta problemática. ESK, habiendo concedido un voto de confianza a dichas organizaciones, pero observando que dicha convocatoria no llegaba a producirse, realizó un preaviso en la Junta de Personal de Emergencias el pasado 13 de abril de 2022.
Desde el sindicato ESK creemos que en un momento de conflicto abierto como el que vivimos, debemos contar con órganos de representación sindical elegidos y lo más operativos posible.
En dicha misiva hablábamos de la puesta en marcha por la parte social y a instancias de LAB de un proceso negociador para acordar los nuevos ámbitos electorales en Osakidetza. Como recordábamos en dicho escrito, este no es un proceso nuevo, la parte social —es decir, la representación sindical a la interna del ente público— ya llegó a un acuerdo en 2015, ¿Supuso el inicio de proceso electoral alguno? No hasta la fecha. Cuatro años después volvió a acordarse de nuevo, con idéntico resultado. ¿Es realmente necesario llegar a otro acuerdo de la parte social en 2022? ¿Qué ha cambiado de 2019 hasta ahora? A no ser que los sindicatos presentes en Mesa Sectorial acudan con un acuerdo ya alcanzado con la dirección del ente y sólo busquen la aprobación del resto. De ser así, ESK estaría encantado de iniciar el consabido proceso electoral; insistimos, lo único que nos mueve es la urgencia en renovar los órganos electorales. Nuestro único propósito es garantizar un mínimo de higiene democrática en un ámbito tan importante como es el sistema de salud público.
Por último, denunciar la total opacidad de los sindicatos que actualmente integran la mayor parte de la representación sindical. Resulta ya tristemente habitual que ELA, SATSE, LAB, SME, CCOO y UGT OSAKIDETZA, a pesar de las reiteradas peticiones de ESK de ser informados de los Órdenes del Día, de las Actas y de los Documentos que se manejan en las negociaciones que se dan en la Mesa Sectorial, tal información sea totalmente inexistente. Esta representación sindical argumenta que lo que pretende es vencer el bloqueo y forzar a Osakidetza. Entonces, ¿por qué tanto ocultismo?