Opinión
Descolonizar la enfermedad

En el camino colectivo por nuestra descolonización, también es necesario que hablemos sobre salud, cuerpo y enfermedad. Porque, aunque desde diferentes sabidurías ancestrales existen diversas maneras de concebir y de sanar nuestrxs cuerpxs, la visión de la ciencia y la medicina de Occidente se nos impone como si fuera la única válida. Esto es resultado del violento proceso de colonización y de imperialismo europeo en gran parte del planeta, y del intento de aniquilamiento y dominación de los pueblos originarios, de sus saberes y cosmovivencias, en el que tanto la ciencia como la medicina de Occidente, han sido herramientas fundamentales.
La medicina occidental, que se nos ofrece hoy como un remedio “eficaz” frente a las enfermedades, hace parte de un sistema civilizatorio moderno/colonial que a la vez nos está enfermando. El Covid 19 por ejemplo, ha sido solo un síntoma de una enfermedad colectiva más profunda. Y no solo a nivel físico sino también a un nivel emocional, energético, espiritual, algo que la medicina occidental no sabe tratar porque para ella el cuerpo es como una máquina, útil principalmente para la producción dentro de este sistema capitalista.
Una parte fundamental de descolonizar nuestra salud es comprendernos como parte de una totalidad interdependiente entre sí. De la salud de los ríos, de las montañas, de los insectos, dependerá también la nuestra
Uno de los grandes problemas de la cosmovisión occidental es que se sostiene en la división entre humanidad y naturaleza, como si las personas no fuéramos parte de ella. De esta forma subalterniza a los demás seres vivos poniendo en la cúspide de la pirámide al hombre blanco. Esto ha generado un desequilibro a nivel planetario que hoy estamos enfrentando, un desequilibro que se traduce en enfermedad, no solo para la humanidad si no para todo el planeta. Por esto, una parte fundamental de descolonizar nuestra salud es comprendernos como parte de una totalidad interdependiente entre sí. De la salud de los ríos, de las montañas, de los insectos, dependerá también la nuestra.
También es importante que tengamos en cuenta que dentro de este sistema capitalista la industria farmacéutica es uno de los negocios más rentables. Si la enfermedad se ha convertido en una gran fuente de ganancia para Occidente, ¿qué debemos esperar de su medicina? Tampoco se trata de desechar o estigmatizar las diversas tecnologías que nos ofrece la medicina occidental, pero sí debemos tener en cuenta que detrás de ellas hay un interés de lucro, así como también, que no son la única posibilidad de tratamiento.
La enfermedad es, en sí misma, la posibilidad de una reflexión, una transformación, para una sanación personal y colectiva, más profunda
Descolonizar la enfermedad también implica repensar nuestra propia idea de “enfermedad”. Para Occidente la enfermedad es un mal localizado que debe ser erradicado lo antes posible a través de pastillas, vacunas u operaciones. Aquí la persona enferma no tiene mayor agencia, solo le resta esperar, como buen “paciente”, a que dichas tecnologías surtan efecto, como máquinas a las que hay que repararles, y si es necesario, cambiarles las piezas cuando éstas se averían. Las explicaciones suelen limitarse a un problema de hábitos o de genética, es decir se limitan al cuerpo físico, a diferencia de otras medicinas que tienen en cuenta el cuerpo energético y emocional, así como también la relación con los demás seres, visibles e invisibles, que nos rodean. La enfermedad es un mensaje del propio cuerpo que señala la necesidad de un cambio, es en sí misma la posibilidad de una reflexión, una transformación, para una sanación personal y colectiva, más profunda. No se trata únicamente, como se interpretó durante la pandemia, de un hecho negativo, que hay que extirpar de nuestras vidas lo antes posible para poder regresar a la “normalidad”.
Como parte de El descubrimiento de Europa, un proyecto artístico político descolonial, durante la pandemia comenzamos una investigación en torno a cómo podemos descolonizar la relación con nuestro propio cuerpo y nuestra salud, lo que derivó en una publicación digital que precisamente llamamos Descolonizar la enfermedad. Esta publicación, que se realiza en conjunto con el centro cultural La Parcería y La Parcería Edita, reúne escritos, videos, rituales, ilustraciones, poemas, remedios y entrevistas, de 37 autoras, autores, en su mayoría del Sur global, desde diversas perspectivas descoloniales. Por estos días se cerró el crowfunding con el que se podrá imprimir en formato libro para estar disponible en todo el Estado español.
Y es que creemos que después de la pandemia quedó pendiente una reflexión pública más profunda a nivel global sobre nuestra propia salud luego de esta gran enfermedad colectiva. Esto implica un cuestionamiento a los límites y a las imposiciones de la ciencia y de la medicina de Occidente, así como también a su modelo civilizatorio ecocida. Así mismo es necesario que nos abramos a los diversos saberes de tantos pueblos indígenas, afros, campesinos, que nos proponen otras posibles formas de relacionarnos con nuestro propio cuerpo, nuestra propia salud y con los demás seres que nos rodean, más allá de las fronteras que históricamente nos ha impuesto Occidente.
Feminismos
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