Salud mental
Rompernos, cuidarnos, aprender

Decidí contar un relato, una historia de tantas sobre la gente que se rompe, sobre cómo me rompí. Es un canto a partirse en compañía, a compartir porque es necesario vivir. Es el susurro de que nos necesitamos para mantenernos con vida.
Sevilla sin Miedo 1

Estudiante de filosofía y militante LGTBI.


25 oct 2022 11:40

El cielo está penetrantemente oscuro, son las once de la noche y me siento fracturado por el sentimiento más humano que hay en mí: el lacerante dolor del miedo y la tristeza que llegan a lo más profundo de mis costuras. No es un sentimiento que solo experimentemos las personas con algún tipo de diagnóstico. El sufrimiento se extiende, nos rompe a todos. Es profundamente humano y especialmente punzante. Hacía días que no sentía cómo el frío me llegaba a los huesos, que los músculos se agarrotaban, que los dientes rechinaban y la piel se retorcía. Me rompí. Recordé cuando me pasaba aquello en el pueblo, solo, una casa hostil, una rabia desgarradora me hacía romper, porque cuando yo me partía, necesitaba romper. Hoy, sin embargo, me abandono al temblor, solo conozco la languidez de la sacudida. Es difícil describir qué se siente cuando los ojos se te llenan de barro, la boca de ceniza y los pulmones insuflan la pena que deja en tu boca un sabor amargo. No se me ocurre ninguna forma más clara de definir mis crisis, mi malestar, cuando “malestoy”.

Hacía días que no sentía cómo el frío me llegaba a los huesos, que los músculos se agarrotaban, que los dientes rechinaban y la piel se retorcía. Me rompí

Es más, los diagnósticos psiquiátricos queman los puentes que se levantan en estas situaciones. Son la lengua de serpiente, los cantos de sirena que nos llevan a la caverna. Inoculan un ardiente veneno. Las últimas veces que me pasó esto fue eso mismo lo que me hizo acercarme a mi dolor con temor y a los demás con desconfianza. Las últimas veces me encerraron en una habitación de un blanco nuclear que olía a muerte de forma desgarradora. Sin embargo, esta vez permanecí en una granja rodeado del olor de la alegría, del aroma a vida que desprendía la gente. Eso quedará para más adelante.

Las últimas veces me encerraron en una habitación de un blanco nuclear que olía a muerte de forma desgarradora. Sin embargo, esta vez permanecí en una granja rodeado del olor de la alegría, del aroma a vida que desprendía la gente

Hay un dicho calabrés que recita “Chi non ha non é” (El que no tiene no es). Cuando me rompo me revelo no como un cascarón vacío, sino vaciado. La vulnerabilidad se hace carne entre perder el habla y las hablas perdidas. Es el momento en el que las palabras se te atoran en el punto justo de la garganta para hacerte casi atragantarte. Cuando te rompes tratan de realizar torturas sobre tu cuerpo, de exorcizarlo, porque solo un tejido social inhumano puede considerar aquello más profundamente humano casi una posesión demoníaca. Nuestro espacio se achica por el dolor, se comprime, nos asfixia, nuestra agencia se va quebrando. No tengo mucho más allá de eso, algunas clases tienen la mala suerte de solo tener su cuerpo y es de lo más común que se rompa en este sistema. Son muchos los que no son después de partir lo último que les quedaba, muchos reciben la última patada, otros viven con miedo a ella. El ambiente violento con el que convivimos se vuelve irrespirable mientras nos ahoga entre sus tentáculos. Cada vez tenemos y somos menos.

Yo en ese momento era muy poca cosa. De repente suena una voz a mi lado “¿Estás bien?”. A veces, cuando nuestro espacio merma y se vuelve oscuro y obtuso, nos perdemos lo que pasa a nuestra vera. Yo suelo andar desconsoladamente y luego pararme, supongo que es una forma de huir de ese espacio y tratar de ganar terreno por una especie de conquista de mis pies. Esa pregunta es marciana, no solo porque llegara de otro planeta, aquel de las personas que se encontraban inmediatamente a mi lado, sino porque parecía abrir vasos comunicantes donde antes un diagnóstico los quemaba como el fuego valyrio, pegajoso y rápido. Había losas que caían sobre los caminos, ahora hay una mano que se tiende abriendo un camino entre la bruma.

Política
Lamernos las heridas (Oda a la militancia)
La militancia no solo es una forma de crear un mundo nuevo a la larga, sino una forma especial de convivir con la realidad aquí y ahora.

Era un entorno repleto de militancia, de militantes. Contarle todo lo que me pasa supuso una acción política. Eso pienso profundamente. Consideramos nuestro dolor en gran medida como parte de ese cenagal gélido del cálculo egoísta, como una propiedad privada más en el que mi dolor es mío y he de protegerlo. No solemos compartirlo, sino atesorarlo, incluso se habla de él como una especie de objeto de consumo del que debemos obtener una enseñanza, consumirlo para aprender. Muchos de los que enarbolan este discurso arguyen que el dolor jamás se irá, al menos el dolor existencial. Estoy de acuerdo. Ahora bien: la mayoría de la población desconoce lo que es experimentar ese dolor. Convivimos con un sufrimiento que producimos colectivamente, con el dolor de la supervivencia. ¿Qué nos enseña esta carrera desesperada por sobrevivir más que a mantenernos a flote?

Consideramos nuestro dolor en gran medida como parte de ese cenagal gélido del cálculo egoísta, como una propiedad privada más en el que mi dolor es mío y he de protegerlo. No solemos compartirlo, sino atesorarlo

Aun así, hay un rayo de luz y mucha oscuridad. Y es por esto que digo que contarlo fue un acto hondamente político: darnos la mano, conjurar en común, tramar colectivamente; de repente mi espacio no era solo mío. Cuando estoy solo es fácil reconocer mi dolor como una panoplia reaccionaria, como una especie de desgracia personal. Hablar con mis compañeras significa comprender que todos nos rompemos, que lo que creía inocentemente que son mis problemas, son en realidad nuestros problemas, y eso significa que hay un porvenir por el que luchar juntas. Jamás aprendí de mi dolor, nunca nada me pareció tan absurdo como mantenerme a flote en este barrizal que nos arrastra constantemente.

Sin embargo, no es lo mismo romperse y acabar más allá de las puertas de una fría institución, que romperse con gente más acá de tu lado. Aprender a tratar el dolor de otra forma, eso es lo profundamente político. Parafraseando a Marx: nos hemos limitado a observar nuestro sufrimiento con mayor o menor admiración, ahora se trata de transformarlo. Sustituir la soga que ataba mis problemas al interior por el hilo con el que formar lazos. En una sociedad donde nuestro sufrimiento se caracteriza por el desborde, urge construir en común, con la brujería del que escucha y los saberes profanos que definen nuestros cuidados. Buscar otro modelo, otro mundo, uno donde tender la mano sea lo habitual, donde la boca se descongestiona ¡al paso de cuatro, seis, ocho pies!

Sustituir la soga que ataba mis problemas al interior por el hilo con el que formar lazos. En una sociedad donde nuestro sufrimiento se caracteriza por el desborde, urge construir en común

Reivindico el apoyo mutuo del que yo aprendí todo. No me refiero al amor, no. Bettelheim tiene una pequeña frase que reza “El amor nunca es suficiente”. El amor se debe fundar sobre vínculos reales y puede nacer de la más árida opresión. Oponer a los viejos lazos la solidaridad y la camaradería.

Aprendí en los GAM (Grupo de Apoyo Mutuo) que seguramente no haya un momento específico donde esto pase, más bien en el paso del tiempo se va tejiendo entre nuestros dedos una red que nos mantiene en continuo contacto, que cada vez hay más nudos y es más difícil caerse. Pero esa posibilidad siempre está ahí. La última vez que caí me encontraba en un tumulto que se impregnaba de la dulce solidaridad, el olor a muerte ni estaba ni se le esperaba, solo quedaba la tranquilizadora presencia de las compañeras y el voluptuoso olor a camaradería. Este ambiente tejía su red entre su aroma y su música particular. Nos necesitamos para imaginar más allá. Claro que tratar de otra forma el llanto desconsolado de una desolación penetrante tiene mucho de político, los cuidados son una praxis profundamente política.

Bettelheim tiene una pequeña frase que reza “El amor nunca es suficiente”. El amor se debe fundar sobre vínculos reales y puede nacer de la más árida opresión

Transformar lo que nos acongoja, lo que nos ahoga, haciéndolo colectivo. Leí entre la tinta seca de algún autor que compartir nuestro dolor implica la creación de una conciencia colectiva radical. Eso contiene pensar que tener compañeros no solo mantiene la capacidad de seguir hacia delante de forma incesante, sino ser capaces de replegarse, de recogerse en su regazo. Desprivatizar el dolor sin miedo. No he usado en ningún momento de este escrito la palabra “amigo”. Tiene su sentido: los anarquistas usan la palabra compañero, en su tradición significaba “los que comparten el pan”. Para mí el uso de esa palabra aquí adquiere ese matiz, el de compartir el pan, compartir lo necesario para vivir, con las mías aprendí que a esa frase le sobraban palabras, yo diría: “Compartir para vivir”. Hacer de los cuidados y la ternura una trinchera.

Entre los murmullos de aquella mano que se tendía oía la melodía de una canción y aquel verso de María Arnal: “que la vulnerabilidad me haga más libre y más justa”. Y que lo haga con ellas porque nadie se salva sola.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

València
dana Activistas protestan en València contra la inacción climática y la gestión de la dana
Extinction Rebellion, AE-AGRÓ, Rebelión Científica y personas afines han desplegado una pancarta con el lema: “El capitalismo y su inacción climática matan”, en la fuente del Tribunal de las Aguas.
Activismo
Mobilización Miles de persoas protestan en Vigo contra a Xunta pola precariedade do sistema educativo
Nais e pais reclaman ao presidente da Xunta, Alfonso Rueda, e ao conselleiro de Educación, Román Rodríguez, máis contratacións de profesorado e mellor na inclusión de alumnos e alumnas con diversidade.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Inteligencia artificial
Inteligencia artificial Los creadores rechazan las licencias ampliadas para el uso de sus obras en la IA: “Es un genocidio cultural”
El Real Decreto para regular la concesión de licencias colectivas ampliadas para la explotación masiva de obras protegidas por derechos de propiedad intelectual para el desarrollo de modelos de Inteligencia Artificial recibe el rechazo generalizado.
Galicia
Economía ¿Quién lidera el negocio del eucalipto en Galicia al que Altri quiere sumarse?
El estallido social que ha producido el intento de la multinacional Altri y la Xunta de instalar una nueva celulosa en Galicia abre la necesidad de poner el foco en el sector forestal, donde se encuentran algunas de las mayores fortunas del Estado.
Siria
Rojava El rompecabezas sirio que estalló en Alepo
El nuevo escenario sirio se ha gestado bajo la intervención implacable de Turquía, patrocinadora del Ejercito Nacional Sirio y otros grupos yihadistas que libran la guerra de Erdogan contra el pueblo kurdo.

Últimas

Personas sin hogar
Personas sin hogar Encierro en el Ayuntamiento de Granada para reclamar albergues para las personas sin hogar
Decenas de activistas exigen tratar, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, con la alcaldesa de la ciudad sobre la necesidad de medidas urgentes ante la gravísima situación de las personas sin hogar en plena ola de frío.
Opinión
Tratados UE-Mercosur, el acuerdo que acabará con el modelo de agricultura europeo
Toda la producción agroalimentaria familiar, de pequeña escala y que desarrollan la economía local va a salir perdiendo, sea en Europa o los cuatro países latinoamericanos.
Siria
Siria Israel bombardea la transición siria
Mientras el nuevo gobierno del país intenta proyectar legitimidad dentro y fuera de sus fronteras, el ejército sionista expande su control del territorio en los Altos del Golán, y Europa congela miles de solicitudes de asilo de personas sirias.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda La moratoria del ‘escudo social’ no ha servido para impedir tres de cada cuatro desahucios
Un redactado poco claro, que deja libertad a los jueces para saltarse la moratoria, limita su alcance. A pocas semanas de su fin, organizaciones de vivienda piden que sea mejorada, ampliada y convertida en permanente.
Baleares
Memoria histórica Acuerdo en Baleares entre la izquierda y el PP para no derogar la ley de memoria histórica
El Govern ya no buscará los apoyos de la ultraderecha en los presupuestos ni cumplirá con uno de los puntos más calientes del programa, como era la derogación de la ley de memoria democrática.
Más noticias
Tribuna
Tribuna El día después del derrocamiento de Al Asad en Siria
El pueblo sirio ha sufrido lo indecible en los últimos años en sus aspiraciones de soberanía y de liberación. La pregunta ahora es ¿cómo se va a reconfigurar el reparto de poder en Siria y en la región?
Tren de alta velocidad
Explotación laboral Huelga en Iryo para los días clave de Navidad: “Solo queremos que respeten el Estatuto de los Trabajadores”
CGT convoca paros los días fuertes de estas vacaciones para, antes de comenzar a negociar un convenio propio, conseguir el abono de dietas a la plantilla de tripulación y el cobro del plus de nocturnidad.
Estados Unidos
Estados Unidos Detenido el presunto autor del asesinato de un CEO: “Parece que tiene mala voluntad hacia las corporaciones”
El presunto asesino del director ejecutivo de UnitedHealth, Brian Thompson, ha elogiado en un manifiesto a Unabomber, el terrorista de la derecha estadounidense que en los 80 cometió varios atentados con fines políticos.

Recomendadas

Cine
Ramón Lluis Bande “Asturies tiene sin construir el relato de su tiempo revolucionario”
El cineasta Ramón Lluis Bande entiende la memoria histórica como un “camino de exploración formal infinito” y de reflexión sobre el propio lenguaje cinematográfico “en relación con la realidad, la historia, el arte y la política”.
Fondos buitre
Madrid Ecosol, la cooperativa agroecológica que lucha por sobrevivir al desalojo del fondo buitre Élix Rent
Este gigante inmobiliario, que ya ha logrado hacerse con la práctica totalidad del edificio que alberga el proyecto, se niega a renovar su contrato de alquiler ya que busca rehabilitar el inmueble y alquilarlo a precios desorbitados.
Siria
Siria Cuando el miedo a la deportación es real: obligados a volver a Siria
Turquía lleva mucho tiempo deportando a los refugiados sirios. Aunque intenta justificar sus prácticas ante la comunidad mundial, estas vulneran el derecho internacional.
Argentina
Extrema derecha Un año del experimento Milei: 12 meses de ajuste y crueldad en Argentina
Este 10 de diciembre se cumple un año de Gobierno de La Libertad Avanza, un año de políticas ultraliberales, de recortes, despidos y privatizaciones que no han encontrado, al menos por ahora, nadie que lo detenga.