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Ecofeminismo
Haciendo fortuna con las olas de calor
@Nuriablazs Responsable de Internacional de Ecologistas en Acción
coordinadora del área de energía y clima de Ecologistas en Acción @MarinaGrosBreto
Según la Organización Meteorológica Mundial, el año 2024 fue el más cálido jamás registrado. Ese año la temperatura media de la superficie de la Tierra superó en 1,5 ºC la media del período 1850-1900. También completó una serie de registros de diez años de récord de temperaturas. Aún así, el objetivo a largo plazo de no superar los 1,5 ºC marcado por el Acuerdo de París todavía se puede cumplir, pero se necesitan políticas climáticas a nivel global ambiciosas y mucha movilización ciudadana para ponerlas en marcha.
Es justo esto lo que no están haciendo la mayoría de los gobiernos, pero tampoco los bancos, que son actores necesarios para poner en marcha nuevos proyectos de extracción y exportación de combustibles fósiles. Así lo muestra el reciente informe Banking on Climate Chaos, el más exhaustivo análisis sobre financiación en combustibles fósiles publicado hasta la fecha. Este documento muestra que las 65 principales entidades bancarias del mundo han invertido casi 7 billones de euros en proyectos relacionados con la explotación de combustibles fósiles desde la adopción del Acuerdo de París.
Mientras las temperaturas aumentan, haciendo que los mares y océanos retengan más calor y provoquen grandes catástrofes naturales, como la terrible DANA que asoló Valencia, los grandes bancos siguen invirtiendo en empeorar el problema.
El gigante de las finanzas americano JP Morgan Chase, con un total de 192.288 millones de dólares, es el mayor inversor en proyectos fósiles desde la firma del Acuerdo de París. Los bancos españoles como Banco Santander, BBVA y CaixaBank también figuran en la lista negra de este informe, ya que a pesar de sus teóricos compromisos ambientales, siguen invirtiendo en proyectos catastróficos.
El Banco Santander es además uno de los más destacados. Ocupa el poco honroso 18º puesto en el ranking de mayores inversores en el caos climático, y es el segundo banco europeo que más inversiones fósiles financia, solo detrás del británico Barclays. El BBVA ocupa un nada desdeñable puesto 34 a nivel mundial y CaixaBank (La Caixa Group) este año ha descendido varias posiciones, hasta el puesto 49.
Desde Ecologistas en Acción solemos resaltar las malas prácticas de inversión del Banco Santander. Hemos llegado a dedicarle un informe en exclusiva donde recogemos su implicación no sólo en proyectos relacionados con el gas o el petróleo, sino también con la deforestación o en la industria armamentística. Hemos enviado numerosas cartas a la Dirección del banco, la Sra. Ana Botín, así como a sus responsables de RSE (Responsabilidad Social Empresarial) alertándoles de los impactos que están produciendo sus inversiones en el medioambiente y en las comunidades locales, especialmente en el Golfo de México, Texas y Luisiana cuando hablamos de infraestructuras gasistas, pero también en la población palestina, cuando hablamos de las inversiones en la industria militar. Su respuesta: “La financiación de Santander de proyectos de combustibles fósiles es baja en relación a otras entidades de tamaño similar”, refiriéndose al informe de Banking on Climate Caos de 2023. Una actitud totalmente desvergonzada, autoeximiéndose de su responsabilidad porque “otros lo hacen peor”. Mientras la realidad que vemos es que año tras año sigue escalando puestos en el ranking de mayores inversores de los combustibles fósiles. ¡Enhorabuena Banco Santander, lo estás haciendo muy bien para dejar un planeta habitable para todas!
El informe Banking on Climate Chaos de este año destaca el papel del Santander en la financiación del yacimiento de Vaca Muerta, en Argentina. Vaca Muerta es una de las mayores reservas mundiales de petróleo y gas de esquisto. El gas y petróleo de esquisto se extraen con la técnica de fractura hidráulica o fracking, que consiste en inyectar a alta presión una mezcla de agua, arena y productos químicos en el yacimiento para fracturar la roca y facilitar la salida del hidrocarburo.
Esta técnica es especialmente peligrosa, ya que induce actividad sísmica en la zona de extracción, tiene un impacto climático cinco veces mayor que la extracción de hidrocarburos convencionales, contamina las aguas por el uso de químicos que precisa y es un riesgo para la salud de las comunidades cercanas a los puntos de extracción. Por estas razones el fracking está prohibido en algunos países, al menos diez a nivel europeo, incluído el Estado español.
El propio Banco Santander recoge el fracking entre las actividades prohibidas de su política de gestión de riesgos medioambientales, sociales y de cambio climático. A pesar de ello, el banco ya ha proporcionado créditos y servicios financieros a compañías que operan en Vaca Muerta como YPF, Shell o Total Energies. Las operaciones de fracking en Vaca Muerta son responsables del vertido ilegal de aguas con metales pesados y líquidos radioactivos, que han contaminado las aguas locales y las cosechas, además del riesgo de enfermedades que suponen. También se han documentado terremotos causados por esta actividad, y se le adjudica una emisión de 5,2 gigatoneladas de CO2.
El informe recoge numerosos vídeos testimonio de las comunidades de primera línea impactadas por diversos proyectos fósiles. En este caso os dejamos el vídeo testimonio de Lorena Bravo de la Nación Mapuche en Vacamuerta: https://www.youtube.com/watch?v=wDVulMG8xbU
Podría ser aún peor, ya que es uno de los bancos que, según el mismo informe, estaría en conversaciones para financiar un nuevo proyecto de gasoducto de 600km que iría hasta la costa Atlántica pasando por la zona protegida de Río Negro.
Seguimos hablando de fracking, pero esta vez con el producido en la cuenca pérmica en Estados Unidos. Tal y como denunciaron, Bekah Hinojosa (activista contra el fracking y SpaceX) y Chloe Torre (activista de Texas Campaign for the Environment) en el Toxic tour: la verdad sobre el fracking, el Banco Santander sería uno de los principales financiadores de RIOGRANDE LNG, una terminal de exportación de GNL (gas fósil licuado) que se ubicaría en Texas. “Básicamente serán fábricas de cáncer”, denunciaban las activistas.
Sin embargo, la lista de proyectos peligrosos que el Banco Santander apoya es mucho más larga. En Luisiana es banco promotor y prestamista de proyectos de Venture Global LNG, que pretende construir 4 terminales de exportación de GNL en el Golfo de México, entre ellas Calcasieu Pass 2 (CP2), que al estar todavía en fase de obtención de financiación su construcción podría pararse gracias a la acción ciudadana.
Y como no podría ser de otra manera, el Banco Santander también es el asesor financiero de la que sería una de las mayores plantas de exportación de GNL a nivel mundial: el proyecto Saguaro Energía, que se ubicaría en México. Este futuro proyecto representa una amenaza directa para la biodiversidad del planeta, ya que su operación supondría un impacto irremediable a uno de los ecosistemas más biodiversos del mundo, el Golfo de California. Este Golfo es patrimonio de la humanidad, declarado por la UNESCO y es conocido como el Acuario del Mundo. En esas aguas habitan cinco especies de ballenas que llegan a esta extensión de mar a descansar, reproducirse y criar a sus ballenatos. El apoyo del Banco Santander convertirá este ecosistema privilegiado en una nueva ruta global del comercio del gas fósil, sustentada por la permanente circulación de buques metaneros de 300 metros de largo. De este modo, estas pacíficas aguas se transformarán en una autopista de carga para llevar el gas procedente de fracking de Texas hasta el mercado asiático. La colisión con este tipo de embarcaciones es la principal causa de muerte de las ballenas en el mundo. A nivel climático supondría la emisión de 73 millones de toneladas de CO2 equivalente cada año a la atmósfera, lo que significa una cuarta parte de las emisiones anuales del Estado español en 2023. La campaña “Ballenas o gas” de los colectivos y organizaciones Mexicanas está consiguiendo una gran movilización y sensibilización de la población. Que también ha llegado al Estado español en forma de pegadas de pegatinas en cajeros del Banco Santander y manifiestos conjuntos con organizaciones mexicanas.
Necesitamos recuperar el poder que tiene nuestro dinero. Ninguno de los proyectos que hemos comentado sería posible sin la colaboración de entidades bancarias que los financien o de aseguradoras que den la cobertura necesaria. Este hecho las convierte en una gran herramienta que tiene la ciudadanía para presionar y cambiar las inversiones y hacer fracasar a proyectos que ponen en riesgo la vida en el planeta. No solo son los ahorros, hipotecas o incluso acciones… Las cuentas corrientes de Universidades, las empresas o las asociaciones tienen capacidad para cambiar el rumbo de las cosas, ya que los bancos son sensibles a su clientela. Por supuesto, el papel más importante lo tienen quienes tienen inversiones o acciones. Y también las administraciones públicas, quienes tienen en su mano impulsar regulaciones para que este tipo de inversiones dejen de ser posibles.