Salario mínimo
Huelga general para exigir un SMI de 1.500 euros en Euskal Herria

‘Gutxieneko soldata hemen erabaki. SMI 1.500 €. Mejorar salarios para repartir la riqueza’ este es lema con el que arranca la campaña y la convocatoria de huelga general para lograr un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para Hego Euskal Herria. Los sindicatos convocantes, ELA, LAB, Steilas, ESK, Hiru y Etxalde, denuncian que han llegado a este punto tras el bloqueo de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que se presentó el pasado mes de agosto y que, según denuncian, solo ha recibido bloqueo por parte del Parlamento Vasco. En Navarra, el recorrido fue aún más corto, pues la ILP no fue admitida a trámite por cuestiones jurídicas, pese a lograr el apoyo de 18.316 trabajadores y trabajadoras navarras, triplicando el mínimo exigido para estas iniciativas. 

La reivindicación es clara: llegar a 1.500 euros al mes de SMI en Euskal Herria. La ILP, impulsada por los mismos sindicatos que hoy convocan la huelga para el próximo 17 de marzo, demandaban el Estatuto de los Trabajadores para que cada comunidad autónoma pudiera establecer su propio SMI. Por eso, reclamaban que el parlamento vasco apoyaban la idea y después acudir al Congreso de los Diputados para hacerlo realidad. Tras meses de contactos con los partidos vascos y navarros, los sindicatos denuncian una “agresión antidemocrática” por no querer “ni debatir” la propuesta.

“Ha llegado el momento para luchar por un reparto más equitativo de la riqueza”, explica a Hordago la coordinadora general de LAB, Garbiñe Aranburu, que sa un dato muy relevante de cómo los salarios han dejado de tener el peso que tenían antes de la crisis de 2008: en Hego Euskal Herria en 2011 el peso de los salarios en el PIB era de un 49% y en 2024 es del 41%. ”Esto significa que los salarios se quedan con un trozo cada vez menor de la tarta”, indica, y señala que en Europa se han mantenido en el 47%. 

La estrategia para lograr que cada autonomía pueda fijar un SMI corresponde también a un anhelo político, como reconocen los sindicatos. “No se puede hablar un nuevo marco político-jurídico, sin tener en cuenta las condiciones de las personas trabajadoras”, explica Aranburu. Los sindicatos denuncian que el bloqueo ha sido mayor en Navarra, donde no solo se rechazó a trámite la ILP si no que la presidenta navarra, María Chivite, se negó a sentarse a dialogar con ellos, según denuncian. A diferencia de en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), los sindicatos UGT y CCOO no apoyaron la creación de un Acuerdo Interprofesional “siguiendo la orden y criterio de los empresarios” de la patronal navarra CEN. 

 “Las trabajadoras tenemos pocas vías para incidir en las políticas públicas y sin ningún tipo de argumento se han negado a tramitarlo", denuncia LAB

“Es muy grave que los representantes políticos nieguen a la sociedad el único camino para proponer cambios legales”, explican de forma conjunta los sindicatos convocantes de la huelga que aseguran que “se ha despreciado un ejercicio de autogobierno y soberanía que busca defender los derechos de la clase trabajadora”. Desde LAB insisten en que “las trabajadoras tenemos pocas vías para incidir en las políticas públicas y sin ningún tipo de argumento se han negado a tramitarlo o no lo han llevado a debate”, lo que señala, en su opinión, a que “hay una alianza entre gobiernos y patronales”. 

En concreto, se propone que el SMI para la CAPV y Navarra sea de 1.500 euros al mes para 2026 y que este avance sea fijado por los parlamentos autonómicos, al haberse perdido la oportunidad de modificar el artículo 27 del Estatuto de los Trabajadores en el Congreso de los Diputados. Respecto a la patronal, ELA, LAB, Steilas, ESK, Hiru y Etxalde piden a Confebask y CEN que firmen los acuerdos interprofesionales que sitúen la renta mínima en esa misma cifra en ambos territorios. 

Menos brecha salarial, mejores pensiones

Entre sus argumentos destaca que conseguir que el SMI aumente a los 1.500 euros reducirá en parte la brecha salarial impuesta a las mujeres trabajadoras y tendrá consecuencias positivas para colectivos más precarizados como los jóvenes, las personas migrantes o con diversidad funcional. Una mejora en la ciudadanía que se consolidaría gracias a que los 1500 euros al mes fueran, además del SMI, en la pensión mínima, “lo que vendría a cumplir una de las reivindicaciones principales del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria”, señalan los sindicatos y recuerdan que ILP pensionista sufrió la misma suerte que la del salario mínimo. 

“Está demostrado que cuando se establecen una base alta, el resto de salarios tienen más posibilidades de ir en alza”, comenta Aranburu en referencia a los 1500 marcados y explica que “es una reivindicación que responde a otras discriminaciones que se ven en ele mercado laboral”. Para la coordinadora general de LAB “el sindicalismo debe ser un isntruimento útli desde una vision feminista, antiracista, más en el contexto del auge de la extrema derecha”.