We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Represión
Jornadas Antirrepresivas y marcha a la prisión de Badajoz contra el sistema carcelario
La COPEL (Coordinadora de Presos en Lucha), el caso Altsasu, Fraguas Revive, La Cifra Negra, los CIEs (Centros de Internamientos de Extranjeros) y los asesinatos en un contexto de represión se han visto recogidos en un evento que tenía como objetivo recaudar fondos para el proyecto Fraguas Revive y, a la vez, recoger alimentos para la asociación Amigas del Sur, al que también se unieron artistas y grupos musicales reivindicativos como Er Pizu, Vila Mc Yeuh, Buterflai, Krochet, Batallón Obrero y Snif.
Agustín Moreno Carmona, expreso social y fundador de la COPEL habló de su recorrido en la cárcel y la situación de vulnerabilidad en la que ha quedado tras su puesta en libertad. Lleva años reivindicado en las calles, incluso con huelgas de hambre, que su estancia en prisión cuente para sus cotizaciones y que pueda servir para cobrar su jubilación. Moreno fue encausado por la Ley de Vagos y Maleantes durante la dictadura y posteriormente Ley de Peligrosidad Social, y ha acumulado 16 años de privación de libertad.
Derechos Humanos
Don Benito | Badajoz La historia de Agustín: en lucha por la dignidad y los derechos sociales básicos
Su historial viene, como él mismo señala, de la persecución política a su familia; de hecho, su padre ocupó un cargo electo del PCE en el 1936. Relata que fue utilizado por el sistema represivo como un “falso culpable” del “franquismo sociológico” que pretendía crear sensación de seguridad en la sociedad. Sin haber cometido ningún delito le atribuyeron la rotura de un escaparate y el robo de un electrodoméstico; “tengo documentación que acredita que no soy culpable de nada” cuenta Agustín, “no había ningún control a las autoridades, te podían tener semanas sufriendo vejaciones y torturas” como las que el mismo sufrió.
Intervinieron Gotzon Urrizola Aritz y Nekane Ortigosa Mujika, padres de uno de los jóvenes condenados a prisión en el Caso Altsasu por una pelea de bar con dos guardias civiles fuera de servicio
Por otra parte, intervinieron Gotzon Urrizola Aritz y Nekane Ortigosa Mujika, padres de uno de los jóvenes condenados a prisión en el Caso Altsasu por una pelea de bar con dos guardias civiles fuera de servicio, han contado toda la trayectoria de represión que han tenido que soportar desde que sucedieron los hechos, pero cómo también han compartido todo el apoyo recibido y la solidaridad volcada en el pueblo. “Altsasu siempre ha sido un pueblo reivindicativo desde los tiempos de la guerra civil”, expone Urrizola.
Durante el mismo año que ocurrieron los hechos, en todo el Estado se produjeron “9571 casos como el nuestro”, dijo Ortigosa apoyándose en datos aportados por el Ministerio de Interior, y, sin embargo, fue el único que se calificó como terrorismo, si bien finalmente, en 2018, la sentencia desestimó definitivamente el delito de este tipo. Han pasado incluso por el régimen FIES, relata la madre, algo “como una cárcel dentro de la propia cárcel”.
Las consecuencias de este montaje policial continúan en este momento con la aplicación de tercer grado, con control telemático, al que han accedido después de una larga estancia en la cárcel. Siguen cumpliendo las condenas, finalizando la última el año 2025.
Cárceles para migrantes inocentes
Los Centros de Internamiento de Extranjeros, mecanismos que utiliza la Unión Europea para recluir a las personas migrantes que tienen expediente de expulsión por estar de forma irregular en el territorio, también estuvieron en la agenda de las Jornadas. El abogado experto en migraciones Miguel Ángel Muja expuso la verdadera función “intimidatoria” de estos centros, que bajo la premisa de la legislación no son centros carcelarios, pero “disponen de celdas cerradas y celdas de castigo”, como el centro de Aluche (Madrid).
Las situaciones de injusticia que sufren los migrantes a diario en nuestro país por parte de un racismo institucional proveniente de las administraciones del Estado, provoca que, sin haber cometido delito alguno, queden todas estas personas en situación de marginalidad y exclusión . No es de extrañar, por ello, que representen un porcentaje de la población reclusa muy alto, alcanzando un 28,1% y casi el doble para Cataluña, con un 46,2%, según el Informe Space I–2020.
Artistas contra la represión
Entre las actividades del evento también se pudo visualizar el documental “La Cifra Negra” y mantener una videoconferencia con su director Alex Payá, quien decidió empezar este proyecto tas vivir de primera mano la criminalización desde los movimientos sociales. La obra difunde un mensaje claro de concienciación desde el cine, denunciando con testimonios en la violencia institucional, torturas, malos tratos y otras vulneraciones de los derechos humanos en el Estado español, pero también hace hincapié en la impunidad con la que se cometen estos crímenes.
Para amenizar los tres días de actividades en el centro social actuaron diferentes artistas. El vienes abrió el fin de semana con el rapero y jornalero Vila Mc Yeuh, comprometido con la lucha obrera y defensor de la amnistía de los presos políticos. Por otro lado, el sábado actuaron el cantautor anticarcelario Buterflai, el grupo de punk Batallón Obrero, Snif como banda local y Krochet, de Piornal, con un sonido punk limpio y bruto. Concluyó Er Pizu, comprometido con temas combativos y de largo recorrido por centros sociales, siempre fiel a sus ideas y su manera de entender la música como una herramienta más para luchar.
Las Jornadas tuvieron su broche final en la concentración solidaria con los presos, realizada junto al acceso del centro penitenciario pacense el domingo 24 por la mañana.