Racismo
Valentina Henríquez: “Los trámites migratorios fabrican sujetos de segunda categoría”
Valentina Henríquez, migrante y activista antirracista del colectivo Resistencia Migrante, denuncia la reciente reducción del sistema de información de extranjería en la ciudad de València y en la Universitat Politécnica. Además, hace un llamado a la comunidad migrante y racializada para que presionen por la restauración de los servicios.
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Valentina Henríquez es licenciada en arte por la Universidad de Chile y actualmente cursa el segundo año de doctorado en la Universidad Politécnica de València. Dejó su tierra natal para continuar sus estudios en España, ya que la lógica neoliberal del sistema chileno “le obligaba a endeudarse de por vida”. Desde hace diez años compagina sus estudios universitarios con su trabajo como camarera.
¿Qué está pasando con el sistema de información y tramitación de extranjería en la ciudad de València?
Nadie se imagina lo que es el sistema de extranjería hasta que lo vive, y es algo que te marca. La experiencia de una estudiante proveniente de un país no europeo guarda una gran distancia con la de alguien proveniente de un país del espacio Schengen. Cuando llegas aquí, no tienes nada más que una pegatina en tu pasaporte que dice que eres estudiante, así que lo primero que haces es ir a alguna oficina de extranjería para informarte. Allí te indican cómo solicitar una cita para enrolar tu huella y solicitar tu tarjeta de identificación de extranjera, la TIE.
Desde el 1 de junio, esa posibilidad no existe. La respuesta ahora cuando vamos a pedir información es un papel con una dirección de correo electrónico y una observación que señala, en negrita, que no debes presentarte físicamente en esa oficina. He escrito tres correos con distintas dudas y ninguno ha sido contestado. También he solicitado cita previa y la fecha más próxima es dentro de un mes y medio. Otras veces la plataforma no funciona... Es inevitable preguntarse qué hace una persona que no habla castellano o alguien que no tiene acceso a tecnología.
¿Por qué se reduce el servicio de información?
La excusa es que no hay suficientes funcionarios para atender al público o que el público es demasiado grande. Sin embargo, pensamos que se trata de un mensaje —bastante claro— de las instituciones con respecto a la migración. Si revisas el marco general de la Ley de Extranjería, puedes ver que el espíritu está fundamentado sobre una lógica neoliberal y racista, donde se deja bien claro que el tipo de migración por el que el país va a apostar será aquel que haga crecer su economía. Eso también se ve expresado en la burocracia asociada a los permisos de trabajo para estudiantes. Un estudiante sin beca es un problema. No dicen abiertamente que no puedes trabajar, eso sería demasiado, pero generan un sistema invisible que lo haga imposible.
El tipo de migración por el que el país va a apostar será aquel que haga crecer su economíaLa Ley de Extranjería parece ser algo muy etéreo hasta que la ves manifestada en tu vida. Los estudiantes extranjeros no-comunitarios tenemos que cumplir con una serie de requisitos para pedir la visa que nos permite tener una residencia como estudiantes. No basta con estar matriculada en una universidad por la que ya has pasado por un sistema de evaluación y aceptación; tienes que incluir hasta un certificado médico donde se exprese claramente que no tienes ciertas enfermedades contagiosas. También debes acreditar cada año tu situación económica, justificando que tú o tus tutores te mantienen con un mínimo de 600€ mensuales.
En la embajada de España en Chile, me dijeron que podía optar a un trabajo de máximo 20 horas. Pero estando ya en València, supe que la realidad era muy distinta y que realmente no era posible trabajar. La ley lo que permite es que un empleador pueda solicitar un permiso de trabajo para mí, con un contrato firmado y presentándose personalmente conmigo en una oficina de extranjería. Encontrar a alguna entidad dispuesta a hacer ese trámite contigo cuando nadie te conoce es casi imposible.
Te das cuenta de que tu identidad acaba de cambiar, de lo que significa la Europa fortaleza y de que tú estás fuera de ellaAhí es donde empiezas a darte cuenta de dónde estás parada y de que tu identidad acaba de cambiar, de lo que significa la Europa fortaleza y de que tú estás fuera de ella. Situaciones como esas se repiten con los seguros de salud privados que estamos obligados a contratar, con las becas a las que no podemos postular, con las dificultades para extender la visa para cumplir el calendario docente... Y así, un sin fin de etcéteras que van condicionando tu identidad a la de un sujeto de segunda categoría.
¿Qué ha pasado en la oficina de información de extranjería de la UPV?
Mi experiencia en trámites migratorios se puede abordar desde distintas perspectivas, pero generalmente son eventos, además de racistas, traumáticos y llenos de angustia. El visado inicial, las autorizaciones de regreso, la renovación y extensión de la TIE, el permiso de trabajo, la renovación del permiso...,son algunos de los trámites por los que he pasado. Nunca ha sido fácil, pero cuando estaba disponible el servicio de la Universidad, al menos contaba con un apoyo institucional.
El pasado lunes 2 de septiembre nos encontramos con que la Oficina de Programas Internacionales e Intercambio (OPII), donde se encontraba el servicio de extranjería, tenía un cartel en su puerta que decía “Students Exchenge Welcome” con una serie de indicaciones y a un costado de éste, otro cartel que decía “No hay servicio de extranjería”. Cuando pregunté por el motivo oficial del cierre del servicio, me dijeron que ya no daban abasto y que era un servicio que no estaban obligados a tener. El mero hecho de enfrentarte a una puerta donde se da la bienvenida a algunos y a otros no, es un gesto político del que la universidad debe hacerse responsable. No dudo que las personas que trabajaban en ese servicio se hayan visto sobrepasadas, pero la solución no puede ser suprimir esa oficina sin previo aviso ni de manera oficial.
El mero hecho de enfrentarte a una puerta donde se da la bienvenida a algunos y a otros no, es un gesto político del que la universidad debe hacerse responsable¿Qué acciones están organizando para defender el derecho a la información?
Participo en Resistencia Migrante, un colectivo de personas migrantes y racializadas en València. Creemos que lo más importante y urgente es visibilizar las problemáticas, hacer ver que la ciudadanía es un privilegio con el que nosotras no contamos. No tenemos representación para incidir en el cambio de ninguna ley, pero estamos absolutamente subyugadas a ellas. Defender el derecho a la información, en este caso, va de la mano con la denuncia del racismo institucional ejercido por el sistema de extranjería. Es necesario que la comunidad migrante se organice para restaurar el derecho a la información, pero también es necesario que la ciudadanía ponga oído a nuestras demandas.
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