PSOE
El señalamiento por los contratos a su pareja pone en jaque a la directora del Instituto de las Mujeres

La ministra de Igualdad pidió el miércoles explicaciones y “va a escucharlas” mientras que Sumar ha solicitado la comparecencia en la Comisión de Igualdad de Isabel García, directora del Instituto de las Mujeres desde el 27 de noviembre de 2023, cuando el Consejo de Ministros aprobó su nombramiento, propuesto por la ministra de Igualdad, Ana Redondo.
El motivo es la publicación de una información el 16 de julio en El Español que apunta a que Isabel García y su pareja habrían obtenido 64 contratos de municipios del PSOE para gestionar los Puntos Violeta. Según este medio, la directora del Instituto de las Mujeres habría recibido al menos 64 contratos públicos de Ayuntamientos gobernados por el PSOE desde mediados de 2022, unas adjudicaciones con las que habría facturado alrededor de 250.000 euros con las empresas que comparte con su mujer, Elisabeth García, ex asesora del PSOE en el Senado.
Según la información de El Español, desde que fue nombrada en su actual cargo, las empresas Elig Consultoría de Igualdad y Diversidad e Imber Consultoría de Igualdad han ganado dos concursos en la localidad madrileña de San Fernando de Henares por valor de 23.000 euros y han ingresado al menos 50.000 euros de administraciones locales gobernadas por el PSOE, especialmente en ayuntamientos de la Comunidad Valenciana.
Ana Redondo pide explicaciones
“Voy a pedir explicaciones esta misma mañana y voy a escucharla”, aseguró Redondo el miércoles a preguntas de los periodistas en el Congreso de los Diputados. Cuando Redondo nombró a Isabel García, tuvo que defender esta elección, que generó fuertes críticas por las posturas contrarias a la ley trans en redes sociales de la nueva directora.
Y es que Isabel García había mostrado reiteradamente posiciones tránsfobas, con afirmaciones en redes como “las mujeres trans no existen” y lenguaje propio del feminismo transexcluyente. García tuiteaba con las etiquetas #StopDelirioTrans y hablaba de la "ideología de género”. “La teoría queer avanza sin descanso con el único objetivo de perpetuar el heteropatriarcado y borrar a las mujeres de lo político”, decía en sus redes en octubre de 2019. El 30 de diciembre, García se disculpó y se comprometió por trabajar “por una política integradora”.
Igualdad decía entonces que a García la avalaba su currículum, tanto en la empresa privada como en el ámbito público y que su trayectoria “ha estado siempre relacionada con la gestión de equipos y la consecución de objetivos vinculados a las políticas de igualdad poniendo especial atención a las áreas de deportes, juventud e igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, así como la lucha contra la violencia de género”.
Un mes después, en enero de 2024, Ana Redondo salió al paso para defenderla durante la comisión de Igualdad donde varias personas cuestionaron a Isabel García. “Cuando hice este nombramiento me guié por el currículum político y vital: el currículum digital no pesa en mi ánimo”, decía. “Las redes son importantes pero creo que el currículum digital no puede ser una pieza fundamental para el nombramiento”.
Sumar ha pedido la comparecencia en Comisión de Igualdad de la directora del Instituto de las Mujeres y algunos cargos piden su dimisión
Sumar también ha pedido la comparecencia en Comisión de Igualdad del Congreso de la directora del Instituto de las Mujeres y ha recordado que ya se opuso a su nombramiento por considerarlo “un error por sus posicionamientos contrarios a los derechos humanos y por su patente transfobia”.
Sumar apuestan por un feminismo “abierto, inclusivo y diverso, que defienda y amplíe los derechos y libertades de las personas LGTBIAQ+”. “No entramos en las lógicas del feminismo privilegiado que excluye otras realidades que no miran hacia los techos de cristal”, subrayan.
Pero además, algunos cargos han pedido su cese o dimisión. “No hay excusa: tiene que dimitir o ser cesada”, ha dicho Elizabeth Duval, secretaria de comunicación de Sumar. Jimena González, diputada en la Asamblea de Madrid, se ha sumado a esta línea: “Todavía no se han dado explicaciones ni se ha confirmado la dimisión de Isabel García, que nunca debió ser nombrada. El delirio terf siempre fue esto: conservar a toda costa el poder, la influencia y la pasta”.
También en Podemos hay peticiones de dimisión: Irene Montero, eurodiputada y secretaria política de Podemos ha pedido su cese, igual que la diputada Ione Belarra.
“Tengo la conciencia tranquila”
Este mismo jueves, El Español publicaba una segunda información, esta vez sobre una alianza con otra empresa, Afianza Global Service SL, para supuestamente “crear la apariencia de que concurrían distintas empresas y ocultar que todo estaba pactado de antemano”, según este medio.
Unas horas después, Isabel García ha hecho público un comunicado: “No voy a permitir que nadie ponga en duda mi carrera profesional”, dice. En un escrito de dos páginas compartido en la red social X, García repasa su trayectoria desde 2015 hasta 2022, cuando “libre de responsabilidades políticas, decidí constituir una consultoría de igualdad junto a mi mujer”. En ese momento, sigue “yo ya no ostentaba ninguna responsabilidad orgánica, institucional ni de ningún tipo en el PSOE y decidí centrar mi actividad profesional en proyectos enfocados a la igualdad real entre mujeres y hombres”.
Isabel García asegura en un comunicado que procedió tal y como le indicó la Oficina de Conflicto de Intereses y que ha implicó la ley de forma escrupulosa
García asegura que, tras su nombramiento, contactó con la Oficina de Conflicto de Intereses para saber cómo proceder y se le indicó que debía actualizar su situación profesional y que la ley le permitía mantener hasta un 10% de las empresas que compartía con su mujer, explica. "Así procedí de forma inmediata, manteniendo a mi nombre un 8%. Es decir, he cumplido y cumplo escrupulosamente la Ley reguladora de los conflictos de intereses de los miembros del Gobierno y de los Altos Cargos de la Administración General del Estado, como no podía ser de otra manera”.
“Desde entonces, me he desvinculado no solo de la titularidad sino de la gestión de las dos sociedades en las que tenía participación, asumiendo la gestión exclusiva de las mismas mi esposa“, mantiene. ”Ninguna de las empresas de mi pareja ha recibido un solo contrato del Instituto de las Mujeres, ni ahora que yo lo dirijo ni con anterioridad. Nunca he hecho ninguna gestión o recomendación directa o indirecta ante los posibles clientes de las empresas, sean públicos o privados, para favorecer ningún contrato. E insisto en que los contratos que se han realizado con entidades públicas, de todos los colores políticos, y privadas son fruto del buen hacer profesional de mi esposa“.
”Tengo la conciencia tranquila, la certeza de haber hecho las cosas bien y me siento muy orgullosa del trabajo que estamos realizando desde el Instituto de las Mujeres", ha añadido. García pide una rectificación a El Español y asegura estar estudiando emprender acciones legales contra el mismo.
Preguntada en la mañana de este jueves, la ministra Ana Redondo ha asegurado que dará tiempo a la directora del Instituto de las Mujeres para que dé “las explicaciones que considere” y ha pedido “paciencia y humanidad”.
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