Poesía
Voces: un poema de Ángel Calle
Ángel Calle se define como "activista de la vida poética". Y también, como "mamífero en extinción", expresión que sirve de título a su último libro de poesía, y a este poema que nos regala.

Ángel Calle Collado es un hombre inquieto. Siempre experimentando, siempre reflexionando. En las asambleas, y por escrito. Sirvan de ejemplo Territorios en Democracia, publicada en 2015 por Icaria; o el libro Rebeldías en Común. Sobre comunales, nuevos comunes y economías colaborativas editado por Libros en Acción en 2017, en el que colaboraba con Comunaria.
Disfruta de una mirada profunda, a veces socarrona, tanto en su labor de ensayista, como en su poesía, o en su militancia. Ahora, se siente, y así lo expresa, en extinción. Lo refleja el título de su último libro de poesía,Mamífero en extinción, publicado por Huerga y Fierro en 2019.
Entre sus versos, el yo poético se reconoce parte de una especie suicida, capaz de saturar la atmósfera de CO2, de preferir los grifos de las plantas embotelladoras al derecho al agua potable, una especie que cree que se puede amar entre sábanas que crean fronteras. La especie que venera el Iphone y las corbatas. Sin embargo, al mismo tiempo, el yo poético se alinea con esos otros mamíferos, esos simios, también en extinción, que alimentan estrellas con amistad, que se sacuden las mochilas de mitos para construir un común, una esperanza.
MAMÍFERO EN EXTINCIÓN
Veo cómo se descuelga la vida con la gravedad de los tiempos
veo gente corriendo con la volatilidad de un anuncio de primavera
veo la lluvia que no llega y los árboles que desaparecen
veo horcas predispuestas del tamaño de un huracán de memes o de un informe de inversores
Me veo caer, veo cómo se me desmoronan las tetas, las orejas, el miembro
se cansaron de trepar como animales curiosos o acaso
les llama la tierra porque de ella nacieron y es hora de devolver lo prestado
No hay paracaídas pero sí tengo a mano sonrisas que regalan trozos de alma
sé por ejemplo que hay viandantes dispuestos a ofrecer sopas donde reanimar el deseo
caldos donde la luna vuelva a embestirme con su reflejo caliente
donde tu norte acabe realizando mi amor por los sures
Soy ahora más de quitarme las gafas y arañar un surco con una azada de pulsiones
voy ciego por los lúcidos caminos de las antipoéticas
soy de cabalgar los menos cabellos entre serpientes bellas, de merodear el abajo
Quiero tan sólo sacar el poema de la propaganda
quiero no ceder ante las autopistas irresponsables
las grandes ofertas para un suicidio enorme
las naves de huérfanos que no se dirigen la palabra
quiero desenredar jeroglíficos astillados que se me tatuaron en la infancia
Quiero caer mientras sangro como lo que soy, como lo que nos hacemos:
como un mamífero en extinción
El sol se hace mayor y atrás quedó la mañana verde
En este diáfano atardecer puedo reconocerme como un viejo simio
y retomar otros caminos junto a mi especie
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