Opinión
Si no es ahora, ¿cuándo?

Una llamada, desde el optimismo de la voluntad y desde la urgencia, a la organización, a la resistencia y al acuerdo en la diversidad, en la sinceridad y el respeto.
29 nov 2021 11:30

Esto no pretende ser una llamada a la insurrección. Intenta, modestamente, ser una llamada más a la insumi­sión, que es previa y necesaria. Lo primero, no someter ni la voluntad, ni la mente, ni la conducta. Lo segundo, ponerse de acuerdo en lo que se pretende conseguir en lo próxi­mo. Lo tercero, intentar acuerdos sobre cómo conseguirlo. Desde la diversidad. Desde la sinceridad y el respeto.

Si no es ahora cuando nos sacudimos, nos levantamos, nos organizamos, actuamos, los desenmas­caramos a ellos y a sus cómplices activos, los denunciamos, salimos a la calle, nos ex­ponemos, nos pronunciamos...

Si no es ahora... los nuevos fascismos neoliberales, en los que no entra sólo Vox y a los que tal vez para entendernos podríamos llamar trumpistas, se apropiarán sorprendente­mente del descontento, la frustración y la rabia, utilizando la manipulación más burda y mejor financiada, mintiendo sin límite, prometiendo sin intención de cumplir, asaltando de mil formas los diferentes “capitolios”. Y, siempre para nuestra desgracia, no la dirigirán hacia los verdaderos culpables los grandes multimillonarios a cuyo servicio están, sino contra otros pobres, descontentos, frustrados y, aún no suficientemente, rabiosos. Y, al final, contra cualquier forma de disidencia o rebeldía real. Contando con los medios de comunicación, con la ultraderecha judicial, con el trumpismo político y con el poder del dinero, trabajando sobre todo un proceso de infantilización e idiotización de amplio recorrido y notables resultados así como sobre la inoperancia, el desconcierto y la confu­sión de la supuesta izquierda.

Lo primero, no someter ni la voluntad, ni la mente, ni la conducta. Lo segundo, ponerse de acuerdo en lo que se pretende conseguir en lo próxi­mo. Lo tercero, intentar acuerdos sobre cómo conseguirlo. Desde la diversidad. Desde la sinceridad y el respeto

Si no es ahora… el tsunami de la mentira lo engullirá todo. No sólo aceptaremos pulpo como animal de compañía, sino que asumiremos que las multinacionales contaminantes están sinceramen­te preocupadas y luchando contra la crisis climática en marcha; que quienes están destru­yendo la naturaleza, esquilmando sus recursos y engordando por encima de nuestras po­sibilidades como especie son quienes van a encontrar soluciones milagrosas que, ade­más, les permitirán seguir engordando, esquilmando y destruyendo; que políticos cuya máxima preocupación es además de acumular votos no enfadar a los poderes reales y cuya complicidad ha sido clave para el incremento terrible de la pobreza, de la miseria, de la enfermedad, la inseguridad, la precariedad y la destrucción son quienes van a salir del bla, bla, bla y van de verdad a cambiar el rumbo, a defender a los de abajo con la fuerza, la decisión y la energía que se requieren.

Si no es ahora… todo terminará siendo publicidad explícita y/o encubierta. Sus métodos, sus trucos, sus saberes corruptos, invadirán hasta los últimos rincones, nos tratarán como personas incapaces, imbéciles, inmaduras y fácilmente manipulables, de manera que ter­minaremos mirando hacia donde quieran, viendo lo que decidan que veamos, opinando aquello con lo que continuamente nos machacan, votando a quien ofrezca la mejor y me­jor financiada campaña electoral (próxima y remota)… y terminaremos siendo lo que pre­tenden: menores de edad mental, emocional y ética, aislados e impotentes. Y si no es publicidad, terminará siendo represión pura y dura, persecución, palo y cárcel… o algo peor.

Si no es ahora… todo terminará privatizado, incluidas nuestras emociones, nuestros pen­samientos, no sólo los satisfactores de nuestras necesidades de salud física, emocional, intelectual y ética. Todo, casi absolutamente todo, será objeto de negocio y estará someti­do a la psicosis del lucro. Y “cuando todo sea privado, estaremos privados de todo”, la mayoría de la población sólo tendrá “derechos de papel”, no reales, y la población que no puede satisfacer sus necesidades más básicas ni, mucho menos, llevar una vida digna, se extenderá y multiplicará hasta extremos imprevisibles. La riqueza insultante y la prepoten­cia producirán, como lava de un volcán inextinguible y creciente, cada vez más desigual­dad, más miseria y, por desgracia, más resignación. Terminaremos pidiendo trabajo como quien pide limosna y nos olvidaremos ya nos hemos olvidado de reclamar la tierra, las fábricas, los bancos… y todo lo que debería ser común para poder empoderarnos de nuestra vida.

Terminaremos pidiendo trabajo como quien pide limosna y nos olvidaremos ―ya nos hemos olvidado― de reclamar la tierra, las fábricas, los bancos… y todo lo que debería ser común para poder empoderarnos de nuestra vida

Si no es ahora… el truco de los y las representantes que no rinden cuentas, que no obe­decen a quienes les eligen, sino que les sustituyen, deciden por ellas y ellos… que, en de­finitiva, no son representantes, “no nos representan”, habrá terminado de expulsarnos de las decisiones sobre nuestra propia vida. Y la democracia, que no es democracia que no es la solución colectiva a los problemas colectivos para que las personas, todas, puedan existir, crecer y vivir una vida que merezca la pena y tenga sentido será una cáscara cada vez más vacía de contenido. O lo que es peor, una herramienta coactiva de los amos. Y la desfachatez del Estado seguirá creciendo monstruosamente, convirtiendo en terroristas y, por tanto, perseguibles y castigables a quienes protestan, a quienes disien­ten, a quienes resisten sus embestidas e incluso a quienes crean, o intentan crear, otras realidades.

Si no es ahora cuando reaccionamos, tal vez no podamos hacerlo en mucho tiempo. Y la edad oscura que se avecina vendrá del peor modo posible, tanto en su duración como en su intensidad.

El futuro no está escrito, incluso aunque veamos cómo confluyen los diversos procesos decadentes, aunque seamos conscientes de que el jerarquismo, la funesta manía de vernos siempre en lucha por situarnos más arriba o no situarnos más abajo, por ver incluso la vida siempre como una pirámide competitiva, está sólidamente integrado en nuestras decisiones.

Es ahora.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
14 - D 14D: Por el derecho a la vivienda y contra la mercantilización de nuestras vidas
En Euskal Herria, hoy, sábado 14 de diciembre, la red de sindicatos de vivienda Euskal Herriko Etxebizitza Sindikatuen Sarea (EHESS) y el Sindicato de Vivienda Socialista han convocado una movilización masiva contra la mercantilización de la vivienda.
Opinión
Tribuna Tódalas razóns para dicir non a Altri
Aquí van unhas cantas razóns para xuntarnos este domingo en Compostela e deixar clara a nosa postura fronte a un espolio que nos están tratando de impoñer disfrazado de progreso, pero que só trae beneficio económico a uns cantos indesexables.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando no Álvaro Cunqueiro
Unha das vitorias ideolóxicas do PP de Feijóo en Galiza foi facernos crer que pagar por servizos esenciais nos hospitais durante o coidado dos nosos enfermos é o natural, que non hai outra maneira de abordalo, pero é mentira.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.

Últimas

Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.
Más noticias
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.
Crisis energética
Análisis Los aerogeneradores no son molinos, son gigantes
El megaproyecto eólico del Clúster Maestrazgo, punta de lanza del capitalismo verde, destruirá un área natural de alrededor de 1325 campos de fútbol.

Recomendadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.