Opinión
Niño herido sin familiares sobrevivientes

Niños en mitad de la guerra, puntos de no retorno, corrientes que quieren detenerse. Israel asesina, el cobalto mata y no nos pesan esas muertes.
Palestina recurso nablus - 33
Un niño asiste a los enfrentamientos con el ejército israelí en Nablus en septiembre de 2023. Bruno Thevenin
20 feb 2024 07:00

La semana se desbordó como un contenedor de melancolía derramada que nadie recoge, que nada contiene.  Una amiga muy querida se despide para siempre de uno de los pilares de su vida. Qué difícil despedirse de un pájaro o de un violín o de una flor o de ti. El aliento siempre asciende y se escapa, pero el amor permanece.

En una entrevista publicada en El País, un rapero, famoso y algo derrotado, declara que el género urbano pelea por pendejadas y nadie dice nada de Palestina. El horror es tanto que la música debería enmudecer. ¿Hay algo que podamos celebrar? La semana discurre inaplazable y Alba me propone asistir a una charla sobre Gaza. La sala se llena y un miembro de Médicos Sin Fronteras, un anestesista, nos cuenta que, de 20 hospitales bombardeados, 14 de ellos fueron objetivos directos. Bombas cayendo sobre los cirujanos, sobre los niños, los enfermos y sobre los heridos. Redundancia. Violencia elevada al cuadrado y un tipo de heroicidad que nadie quiere para sus hermanas. Alba llora, yo también.

Ocupación israelí
Opinión Palestina: llorar hasta ahogarles
Cerca de cumplirse los cuatro meses de permanente masacre en Palestina, crece el riesgo de que nos vayamos habituando a las noticias y lo que allí ocurre vaya perdiendo interés político y social.

Un señor palestino repite con vehemencia y desesperación: «nos están dando fuerte». Luego, María me llama y cenamos juntas. Me habla de una entrevista a Xavier Aldekoa, autor del prólogo del libro Cobalto Rojo. El Congo se desangra para que tú te conectes. La primera línea comienza así: «Para entrar en el infierno hacen falta cinco palabras». Allí son los niños quienes trabajan en las minas de cobalto y de nada sirve enviar observadores y denunciar porque empeoran las cosas. Los ponen a trabajar de noche.

Cobalto para que podamos estar más tiempo conectados, para subir esos reels a Instagram, para llenar el ciberespacio de intrascendencia, pero ‒sobre todo‒ para enriquecer a las grandes tecnológicas. Para eso ‒sí, para eso‒ los niños en el Congo gatean a tientas por túneles estrechos y la vida de miles de personas es un infierno. La conversación bascula, volvemos a Palestina y a María se le quiebra la voz.

Cuando un niño llega a un hospital de Gaza le preguntan por sus padres; si los han matado le anudan al tobillo una etiqueta cuyas siglas traducidas al castellano significan: «Niño herido sin familiares sobrevivientes»

Llueve, pero no lo suficiente. En la radio dicen que esta lluvia es sólo alivio, no remedio. Pablo me cuenta que, en el norte de Argentina, en el verano austral, la sensación térmica es de 53°: «Elena, nos vamos a cocinar vivos acá». Puntos de no retorno y el suelo bajo nuestros pies se resquebraja árido y reseco. Mi pelvis se tambalea. Si el AMOC se detiene, ¿cuántas Gazas sobrevendrán? Y así me encuentra la canción de Pajaro Sunrise. Israel asesina, el cobalto mata y no nos pesan esas muertes.

En Occidente nos envuelve una resignación triste, revestida de indiferencia, superficialidad y narcisismo. Los matones se han puesto letalmente serios mientras nosotros planeamos nuestras próximas vacaciones. Desde Gaza se retransmite en directo. Allí, los smartphones confeccionados con tanta avaricia y crueldad expían ‒sí, con x‒ sus pecados, se purifican convirtiéndose en relatores de la barbarie.  Las pruebas se amontonan en las redes. ¿Veremos a los genocidas en el tribunal? 

«Estamos en manos de Dios, cinco palabras para entrar en el infierno». Y un pequeño colirrojo tizón viene todas las mañanas de esta semana a mi terraza mientras las palabras de Yuri reverberan en las paredes: «Las noticias de la mañana destellaron en el intento de asustarte como si tú no estuvieses miserablemente asustado, ya lo suficiente».  Mi cuerpo se tambalea. Cuando un niño llega a un hospital de Gaza le preguntan por sus padres; si los han matado le anudan al tobillo una etiqueta cuyas siglas traducidas al castellano significan: «Niño herido sin familiares sobrevivientes». Ya son 17.000. Diecisiete mil. 17.000.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Palestina
Palestina Los aceituneros palestinos y los árboles milenarios que los arraigan a la tierra
La recolección de aceitunas es el momento más importante para las comunidades rurales palestinas. Pero con los ataques del ejército israelí y de los colonos intensificándose, también se ha tornado el más peligroso.
fllorentearrebola
20/2/2024 11:42

Estremecedor Elena!. Todas y todos nos hemos convertido en algo tan horrible como esos vecinos de Auschwitz que no vieron nada, que no olieron el hedor que salía de las chimeneas de los hornos crematorios, que no sabían nada, o que si sabían simplemente obedecían órdenes con esa banalidad criminal que enarbolan nuestros dirigentes políticos europeos de derechas y también de las izquierdas como las de este país, izquierdas chauvinistas, colonialistas, ecocidas, como las del gobierno de Sánchez y sus secuaces traicionando al Sáhara, convirtiendo a la bañera de Ulises en un mareo mortum, en un mar asesino... Gaza es la vanguardia y el futuro: todo el planeta se va a convertir en un campo de exterminio y no hacemos nada o peor todavía aceleramos como hacen nuestros alienados agricultores, como hace el ecocida Luis Planas, como hace la asesina traficante de armas Úrsula con der Layen, ... En unos días veremos a todos estos cómplices del genocidio, a todos los ecocidas de derecha e izquierda pedir el voto a las europeas: malditos sean, malditos son

3
0
Francia
Francia Macron se aferra a la continuidad y depende del jóker de los socialistas y la ultraderecha
El presidente francés nombra primer ministro al veterano centrista François Bayrou después de que este último le amenazara con retirar su partido de la coalición presidencial.
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Análisis
Análisis Rojava en peligro
Las intenciones de Turquía en Siria ponen en peligro no solo la Administración Democrática Autónoma del Norte y Este de Siria (AADNES) sino también la convivencia del resto de minorías presentes en el país.
Amazonía
Caso Chevron Pablo Fajardo: “Sacrificaron la Amazonía y la vida de la gente por racismo y por la ganancia económica”
El activista y abogado Pablo Fajardo fue elegido hace casi 20 años por la Unión de Afectados por Texaco para el juicio más importante contra la petrolera Chevron. Dos décadas después sigue luchando por la justicia ambiental y social en Ecuador.
Especulación inmobiliaria
Especulación en Madrid Las vecinas de Tribulete, 7 denuncian la especulación de Élix Rental Housing con una acción musical “fúnebre”
30 inquilinas de este bloque resisten en sus hogares pese a que este fondo buitre ya ha adquirido la totalidad del edificio para convertir los pisos en apartamentos turísticos. Este sábado, han vuelto denunciar el proceso de gentrificación del barrio
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
La vida y ya
La vida y ya Ya no sé quién vive en el primero
El barrio se ha transformado tanto que pueden pasar semanas sin ver por la calle una sola cara conocida porque los vecinos han sido sustituidos por turistas.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.

Últimas

Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Música
Música Un coro para homenajear las luchas obreras: “La canción protesta del pasado es historia viva”
El coro de canción protesta de Madrid nació para rescatar del pasado las tonadas de la lucha obrera y ponerlas al servicio de distintos activismos en el presente.

Recomendadas

Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”
Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.