Montajes policiales
El caso del policía infiltrado en los movimientos sociales de Barcelona

En España, la infiltración policial y la figura del Policía Encubierto se regulan en el art. 282 bis del Título III relativo a la Policía Judicial de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim).
Policía infiltrado
Fuente: La Directa
4 feb 2023 12:28

Imagínate hacer vida activa dentro de movimientos sociales políticos y estar con tu pareja sentimental, compartiendo tus espacios, tus vivencias, tus miedos, tus anhelos, tus secretos, todas tus intimidades, tus amigos, tus familiares, tus contactos, tu vida. Todo. Porque es tu pareja y has creado una relación, unas redes, un cariño y un sentimiento pleno de afecto. Es quien te acompaña en la vida. Incluso, esa persona llega a exigirte más, te pide más compromiso en la relación y hasta llega a poner en duda tus sentimientos, dice que no le das suficiente, que no le quieres tanto, por lo que te vuelcas por entero en esa relación.

Imagínate que pasan meses, un año, y que, de pronto, esa persona desaparece sin más. Con el tiempo, te enteras de que esa persona no era quien decía, sino que era un policía infiltrado con una identidad falsa que desapareció en cuanto terminó la misión de encubierto. Además, descubres que hay más personas afectadas como tú, con quien ese policía había mantenido relaciones sentimentales y/o sexoafectivas con el único fin de recabar información sobre vuestros movimientos políticos.

Detrás de todo esto se encuentran la Policía Nacional, el Ministerio del Interior y el Estado, que han llevado un control sobre vuestras vidas, sobre vuestros pensamientos, sobre vuestra ideología política, llegando a controlar vuestros cuerpos y hasta vuestra sexualidad, actuando en contra de vuestra libertad sexual y de vuestra libertad ideológica y política.

Esto es lo que les ha ocurrido a varias mujeres activistas de movimientos sociales de Barcelona que se han querellado contra el agente de policía encubierto D.H.P., su superior jerárquico y el Ministerio del Interior como responsables civiles subsidiarios por los delitos de abusos sexuales, contra la integridad moral, revelación de secretos e impedimento del ejercicio de los derechos cívicos.

Sabemos, además, que este no ha sido el único caso de infiltración policial en los movimientos sociales de Barcelona, sino que contábamos con otro caso también de la misma época que se descubrió poco antes que este, lo que nos demuestra que no están siendo casos aislados y nos deja con las dudas de si se irán descubriendo todavía más policías infiltrados en estos o en distintos movimientos sociales.

Ya contamos igualmente con casos muy parecidos en otros países, como en Reino Unido, donde la Policía Metropolitana y el Gobierno salieron a dar explicaciones y pedir disculpas cuando se destapó que varios agentes de la policía estaban infiltrados manteniendo relaciones sexoafectivas y sentimentales, en algún caso hasta formando familia con hijos, con varias mujeres que formaban parte de asociaciones políticas de izquierdas, progresistas y medioambientales con el fin de vigilarlas y controlar a esos grupos, teniendo que indemnizar a estas mujeres después de que los tribunales estimaran las acciones legales que estas mujeres habían presentado contra el Gobierno de Reino Unido y contra la Policía.

Asimismo, una mujer del mismo grupo de afectadas llevó el caso ante el Investigatory Powers Tribunal (IPT) de Reino Unido, un órgano judicial independiente del gobierno británico y el único competente para conocer sobre la vigilancia llevada a cabo por organismos públicos al que pueden dirigirse las denuncias sobre los servicios de inteligencia. En este caso, este Tribunal estimó que el Gobierno británico y la Policía metropolitana vulneraron los derechos humanos de las víctimas de cinco maneras diferentes, entre ellos, sus derechos a la integridad moral y sus derechos políticos, reconociéndoles daños psicológicos irreparables.

En España, la infiltración policial y la figura del Policía Encubierto se regulan en el art. 282 bis del Título III relativo a la Policía Judicial de la Ley de Enjuiciamiento Criminal (LECrim). Esta norma establece en su apartado primero que cuando se trate de investigaciones que afecten a actividades propias de la delincuencia organizada exclusivamente, “el Juez de Instrucción competente o el Ministerio Fiscal, dando cuenta inmediata al Juez, podrán autorizar a funcionarios de la Policía Judicial, mediante resolución fundada y teniendo en cuenta su necesidad a los fines de la investigación, a actuar bajo identidad supuesta y a adquirir y transportar los objetos, efectos e instrumentos del delito y diferir la incautación de los mismos.”

A modo de especificar qué se entiende legalmente por delincuencia organizada, la ley enumera una lista cerrada de los delitos que entran dentro de este tipo de delincuencia:

1) Delitos de obtención, tráfico ilícito de órganos humanos y trasplante de los mismos.

2) Delito de secuestro de personas.

3) Delito de trata de seres humanos.

4) Delitos relativos a la prostitución.

5) Delitos contra el patrimonio y contra el orden socioeconómico.

6) Delitos relativos a la propiedad intelectual e industrial.

7) Delitos contra los derechos de los trabajadores.

8) Delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

9) Delitos de tráfico de especies de flora o fauna amenazada.

10) Delito de tráfico de material nuclear y radiactivo.

11) Delitos contra la salud pública.

12) Delitos de falsificación de moneda, falsificación de tarjetas de crédito o débito o cheques de viaje.

13) Delito de tráfico y depósito de armas, municiones o explosivos.

14) Delitos de terrorismo.

15) Delitos contra el patrimonio histórico.

Solamente en estos casos se podrá llevar a cabo la autorización de investigaciones con policías encubiertos. Fuera de ellos no cabe legalidad alguna para poder infiltrar a un agente de policía actuando bajo una identidad supuesta.

Además, este mismo artículo, en su apartado tercero, hace una mención específica al momento en el que la actuación policial de investigación pueda afectar a los derechos fundamentales de la persona o personas investigadas, estableciendo que el agente encubierto tiene la obligación de solicitar del órgano judicial competente las autorizaciones que, al respecto, establezca la Constitución y la Ley, así como el deber también de cumplir las demás normas legales aplicables.

Así, el agente infiltrado estará, en principio, exento de responsabilidad criminal por las actuaciones que sean consecuencia necesaria del desarrollo de la investigación, siempre que guarden la debida proporcionalidad con la finalidad de la misma y no constituyan una provocación al delito. Pero esto no es óbice para, en caso de que el agente vulnere alguna de sus obligaciones y llegue a cometer una vulneración de los derechos fundamentales, poder proceder judicialmente contra el mismo por las actuaciones realizadas durante la investigación, debiendo inspeccionarlas un juez quien decidirá si, efectivamente, llegó a cometer vulneración alguna de los derechos fundamentales y no cumplió con sus obligaciones legalmente exigidas.

Por tanto, la ley nos deja claro que no se pueden llevar a cabo infiltraciones policiales fuera de los delitos especificados, siendo ilegales las investigaciones de agentes con identidades supuestas cometidas fuera de los casos mencionados en la ley. Aún más si se tratasen de infiltraciones policiales en movimientos sociales sin ningún tipo de actividad delictiva con el único fin de la vigilancia y el control políticos.

En este caso podríamos tener, por un lado, la posible vulneración de derechos fundamentales cometida por el agente infiltrado, pudiendo ser también responsables subsidiarios, su superior jerárquico y el Ministerio del Interior y, por otro, un operativo policial desplegado sin justificación legal alguna, llevado a cabo exclusivamente con el fin de la vigilancia y el control político. Son hechos, sin lugar a dudas, muy graves para la seguridad y garantías a la población de sus derechos fundamentales, sin que hoy por hoy pueda haber una tranquilidad y una confianza dentro de los movimientos sociales y políticos, especialmente para las mujeres, haciendo temblar la afirmación de que este país es fielmente un Estado de Derecho.

Espionaje
Un policía infiltrado durante tres años en movimientos sociales Cinco mujeres se querellan por abusos sexuales contra el policía infiltrado en los movimientos sociales
Cinco de las mujeres que tuvieron relaciones con D.H.P., policía que estuvo infiltrado durante tres años en los movimientos sociales catalanes, le acusan de abusos sexuales, delitos contra la integridad moral, revelación de secretos e impedimento del ejercicio de los derechos cívicos.

Aún con la magnitud del asunto, no solo no ha habido ningún tipo de explicaciones ni de disculpa pública por parte de las instituciones responsables, sino que, además, como si de una burla de nuestras garantías constitucionales, se tratase, a modo de sorna, el Ministerio del Interior ha premiado al policía infiltrado con una plaza en una embajada, siendo estas plazas las más cotizadas y solicitadas por los agentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, puesto que, además, estas plazas cuentan con unos salarios muy altos.

Ante este panorama, en vista de que ni el Cuerpo de Policía Nacional ni el Ministerio del Interior tienen intención alguna de disculparse, ni de mostrar arrepentimiento, ni de llevar a cabo algún tipo de reparación, no queda otra que acudir obligatoriamente a nuestra justicia y que pueda ser ella la encargada de hacer valer los derechos fundamentales.

Es cierto que en España no contamos con un Tribunal específico con la competencia exclusiva de llevar y conocer de los asuntos sobre los servicios de inteligencia del Estado y las posibles vulneraciones a derechos fundamentales que podrían cometer, como sí lo tiene el Reino Unido con su Investigatory Powers Tribunal. Tener un Tribunal de este tipo es muy beneficioso para cualquier país democrático que asegura ser un Estado de Derecho, puesto que con estos tipos de tribunales de control ad hoc se garantiza todavía más la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos que pueden llegar a ser vulnerados por parte del Estado.

No obstante, en caso de no obtener una respuesta satisfactoria por parte de nuestros tribunales, siempre queda, afortunadamente, la opción de acudir ante la justicia de la Unión Europea, la cual vela de una manera muy garantista por nuestros derechos humanos. Es asimismo muy favorable que ya contemos con los antecedentes ocurridos en Reino Unido con sentencias condenatorias contra el Gobierno británico y la Policía por estos hechos, estimando la efectiva vulneración de los derechos humanos por parte de estos.

El Salto Twitch
El Salto Twitch El caso del Policía infiltrado en los movimientos sociales de Barcelona
El programa especial de este jueves de febrero repasa el caso del agente que utilizó a varias mujeres para espiar a los movimientos sociales. Cinco de ellas han interpuesto una querella por cuatro delitos, entre ellos el de abuso sexual.

Que unos tribunales de un país democrático con unos valores prácticamente idénticos a los nuestros y a la práctica mayoría de los países de Europa vieran una efectiva vulneración de los derechos humanos de las víctimas por unos hechos aproximadamente iguales a los ocurridos en nuestro país, da una idea de la línea a seguir jurídicamente para este caso, además de la esperanza respecto a que se puede hacer justicia, llevar a cabo la reparación pertinente a las víctimas y, sobre todo, que se cree jurisprudencia aunada al respecto para que se lleve una correcta supervisión de la policía y de sus actuaciones en cualquier Estado de Derecho para que, al fin, estos casos no puedan volver a ocurrir.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Islas Canarias
Movilizaciones en Canarias Rebelión Científica se manifiesta ante un hotel en Tenerife y avisa con huelgas si no se escuchan sus demandas
Colectivos sociales, sindicatos y científicos crean un frente común para pedir un cambio de modelo tras las movilizaciones históricas en abril y octubre de este año.
Análisis
Análisis El pueblo mozambiqueño: la unidad del colectivo como respuesta a los desafíos presentes y futuros
Tras los primeros días de huelgas y manifestaciones, ganaba fuerza la pregunta “¿Hasta cuándo podrá aguantar la gente?”. Pues esta pregunta sigue sin respuesta.
Relato
Relato 39663A y 41288B
Un relato de Iban Zaldua sobre infiltraciones policiales.
Ceroenconducta
8/2/2023 0:41

¿Se imaginan este asunto al revés?
Unos mandos policiales, envian a una mujer policía a infiltrarse entre gente de las altas esferas economicas. La orden es tener sexo con quien fuese necesario, para conseguir información valiosa, que sirviese para desenmascarar la evasíon fiscal que hacen todas las grandes empresas.
Me gustaría vr los titulares de ese asunto.

0
0
LIBERTAD, VERDAD, DEMOCRACIA
5/2/2023 10:02

La Policía está para mantener el Orden Establecido.

Ya se sabe -(es muy burdo, zafio, soez, grosero)- qué clase de Orden Establecido hay aquí en ESPAÑISTÁN.

Es de auténtico Perogrullo.

0
0
cuidaditoquevoy
4/2/2023 22:08

Sobra mucha policía, nos parasitan demasiados controles sociales, cuando los delitos se persiguen con menos y con otros policías.

0
0
Oriente Próximo
Oriente próximo La diáspora kurda ante la caída de Bashar al-Assad
Siria enfrenta el fin de un régimen que durante décadas pareció inquebrantable. Desde la diáspora, la esperanza contenida de quien ha vivido demasiadas traiciones y promesas incumplidas.
Ley de Seguridad Ciudadana
Congreso de los diputados Reforma de la Ley Mordaza: ¿esta vez sí se puede?
Una de las mayores deudas de toda la izquierda del Estado español parece que está a punto de saldarse.
Análisis
Análisis El independentismo se reorganiza, pero ¿sigue siendo independentista?
Los partidos independentistas han sufrido la crisis del procés y el posprocés, y todavía no la han resuelto, sino, a lo sumo, la han aplazado. El PSC aparece como el ganador de una carrera con corredores agotados.
Literatura
Gustavo Faverón Patriau “Quizá la novela sea ahora mismo más relevante que nunca”
El escritor peruano Gustavo Faverón Patriau quería narrar en su nueva novela la historia de un boxeador que no sabía boxear pero tumbaba a sus rivales recitándoles al oído versos de César Vallejo. ‘Minimosca’ acabó siendo un cuentacuentos inagotable.
Galicia
Memoria histórica Así fue como el Patronato de Protección a la Mujer transformó Galicia en un convento de clausura
Las mujeres que cayeron en las redes del Patronato iniciaron un periplo de encierro, humillaciones, abusos y explotación que es desconocido para la mayor parte de la población. Queda hoy en la impunidad de un silencio que tenemos el deber de romper.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
Derecho a la vivienda
Vivienda El Sindicato de Vivienda de Euskal Herria propone la “expropiación de pisos turísticos”
Ponen en el punto de mira los intereses del sector inmobiliario y tachan de “falsas” a todas las medidas propuestas por los partidos políticos como la Ley de Vivienda.
Opinión
Tribuna Todas las razones para decir ‘Altri non’
Aquí van unos cuantos motivos para juntarnos este domingo en Compostela y dejar clara nuestra postura frente a un expolio que nos están tratando de imponer disfrazado de progreso, pero que sólo trae beneficio económico a unos cuantos indeseables.
Palestina
Eyad Yousef “No cuentes lo que queremos ser, cuenta lo que nunca hemos dejado de ser: un pueblo que quiere la paz"
Eyad Yousef es profesor en la Universidad de Birzeit, Cisjordania, y comparte su experiencia en una universidad que “representa el pluralismo y la libertad que tanto anhela la sociedad palestina”

Últimas

Relato
Relato Descubrirse las manos
Descubres tus manos: el palmar y el dorso, la posibilidad futura de la pinza atrapacosas, dos miembros que te vinculan al chimpancé y al lémur. Aprendes su mecanismo.
Música
Música Un coro para homenajear las luchas obreras: “La canción protesta del pasado es historia viva”
El coro de canción protesta de Madrid nació para rescatar del pasado las tonadas de la lucha obrera y ponerlas al servicio de distintos activismos en el presente.
Opinión
Opinión Sobrevivir pagando en el Álvaro Cunqueiro
Una de las victorias ideológicas del PP de Feijóo en Galicia ha sido hacernos creer que pagar por servicios esenciales en los hospitales durante el cuidado de nuestros enfermos es lo natural, que no hay otra manera de abordarlo, pero es mentira.
Siria
Oriente Próximo Israel impone hechos consumados sobre Siria para condicionar la transición según sus intereses
“Está escrito que el futuro de Jerusalén es expandirse hasta Damasco”, dijo este octubre el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, uno de los exponentes ultras del Ejecutivo.

Recomendadas

Pensamiento
Sarah Jaffe “En realidad tenemos que hacer menos. E impedir que algunas cosas sucedan”
La escritora y periodista Sarah Jaffe aborda el desengaño cotidiano al que nos aboca el mundo laboral e investiga cómo, a pesar de todo, las personas se organizan colectivamente en sus empleos para que “trabajar apeste menos”.
Ocupación israelí
Palestina Vivir en alerta: la resistencia palestina frente la ocupación israelí
La cruda realidad de las feministas palestinas que, ante la represión y las detenciones arbitrarias, continúan su lucha por la libertad, la justicia y los derechos humanos.
Madrid
Ciudades Fake Madrid, un paseo por los hitos del simulacro
Un recorrido por los grandes éxitos de la conversión de Madrid en una ciudad irreal.