Migración
La vendimia, la vivienda y el Covid en la Barriada de San José en Almendralejo

Juan Viera, Ricardo Caro y Francisco González, del Campamento Dignidad y de la Asociación de Defensa de lo Público, nos aproximan a la realidad de la vivienda de los trabajadores extranjeros en Almendralejo y al riesgo posible que implica en la extensión del covid-19.

Pisos del Marques de Almendralejo ok
Bloques de pisos conocidos como “los pisos del Marqués”, en Almendralejo Juan Viera

(Campamento Dignidad)

20 ago 2020 13:30

Cuando estamos en el inicio de la campaña de la vendimia se suceden las reuniones, videoconferencias, explicaciones y llamamientos de las autoridades regionales y municipales acerca de la aplicación de las medidas preventivas para evitar que los contagios del coronavirus ataquen a los trabajadores y trabajadoras agrícolas. No dejamos de escuchar las instrucciones a los empresarios agrícolas para que la clase obrera, en los desplazamientos al lugar del trabajo y durante las faenas en los tajos cumpla las normas sobre el uso de mascarillas, las distancias físicas entre unos y otros, no fumar a distancias determinadas de los demás, etc.

Nadie pone en duda la relevancia que adquiere que los jornaleros y jornaleras cumplan los protocolos sanitarios, no se infecten y se encuentren en unas perfectas condiciones físicas para realizar trabajos esenciales para la sociedad como los relacionados con la alimentación. Sin embargo, nuestros representantes institucionales parece que no tienen en cuenta otros aspectos diferentes al uso de mascarillas o el mantenimiento de las distancias físicas, que también influyen en los contagios y en su transmisión, como son las condiciones materiales en las que tiene lugar la vida social y familiar de las clases trabajadoras.

Desde hace muchos años esta barriada de Almendralejo aparece estigmatizada por la abundante presencia de familias rumanas y marroquíes. Cientos de ellas habitan en bloques de pisos, algunos de ellos conocidos vulgarmente como “los pisos del Marques”, de no más de 50 o 60 metros cuadrados...

Aún no hemos escuchado a la consejera de Vivienda, ni a la de Agricultura, ni a otras autoridades municipales o regionales referirse a la influencia en la salud, en una vida sana alejada de los contagios del virus, la limpieza y el buen estado de los barrios y las condiciones físicas y de bienestar de las viviendas en las que se alojan las familias que se desplazan a la recogida de la cosecha de uva.

Por tanto, recomendamos que las consejeras y sus asesores se adentren en ciertos barrios de las localidades extremeñas en donde viven un gran número de trabajadores y trabajadoras extranjeros/as para entender cómo hay cuestiones relevantes en las vidas de los seres humanos que tienen que ser consideradas junto a las formalidades sanitarias, por supuesto de obligado cumplimiento. Un buen ejemplo para el aprendizaje puede ser el barrio de San José, en Almendralejo.

Desde hace muchos años esta barriada de Almendralejo aparece estigmatizada por la abundante presencia de familias rumanas y marroquíes. Cientos de ellas habitan en bloques de pisos, algunos de ellos conocidos vulgarmente como “los pisos del Marques”, de no más de 50 o 60 metros cuadrados, viviendas de dimensiones excesivamente reducidas que suelen estar compartidas por varias unidades familiares; las infraestructuras físicas y las estancias internas y externas sufren un deterioro de años de abandono, por lo que en muchos casos las condiciones habitacionales presentan peculiaridades infrahumanas.

En horarios no laborales de tarde y noche, mujeres, niños y hombres tienen que salir a la calle por la imposibilidad de convivir en esos espacios tan limitados y mal dotados. A su vez, las altas temperaturas veraniegas crean un ambiente asfixiante, insoportable para una adecuada cohabitación en las estancias y para el disfrute de un mínimo confort. De este modo, las personas se ven arrojadas a unas relaciones sociales que se desarrollan en las vías urbanas y en sus aceras, lo que a su vez provoca el rechazo del vecindario, dadas las circunstancias que en ocasiones envuelven a una convivencia que presenta características marginales con corros charlando, bebiendo cervezas, comiendo pipas, etc.

La mayoría de las personas que vienen a los trabajos de la vendimia son rumanas, algunas marroquíes, una mayoría importante de ellas se alojan en bloques de pisos del barrio de San José que en muchos casos se encuentran en un avanzado estado de deterioro, siendo su derribo la única solución reparadora

Las soluciones tan poco comprometedoras que las administraciones públicas adoptan no pasan de apreciar y actuar sobre los hechos más superficiales dejando de lado e ignorando las verdaderas raíces que los producen. Así, la Junta de Extremadura procede a la concesión de una subvención de unos pocos miles de euros al Ayuntamiento para la contratación de personal especializado en la atención “social e informativa”, y la Delegación del Gobierno muestra su disposición y colaboración con él Ayuntamiento para incrementar la dotación policial que permita una mayor vigilancia en el barrio a fin de evitar las situaciones anómalas y conflictivas que se puedan producir en las relaciones vecinales.

Todo esto sucede desde muchos años, no es nada nuevo, es algo de sobra conocido por la población, y especialmente por quienes dirigen las entidades políticas municipales y regionales. Año tras año, se repite la película de los actos que se van a suceder en los despachos municipales, regionales y provinciales. Los fotogramas acontecen en el mismo orden secuencial. En todos los inicios de la vendimia las declaraciones y ceremonias estereotipadas de nuestros dirigentes se reproducen sin pena ni gloria. El covid-19 no ha cambiado nada; en todo caso, añade una foto más a las presencias públicas de nuestros dirigentes recordando que los jornaleros y jornaleras no se pueden contagiar en los desplazamientos ni en los trabajos.

La población tiene constancia de que las hemorragias de declaraciones de las autoridades persiguen una función propagandística para vender un mensaje vacío y sin soluciones. Sin embargo, los problemas reales tienen una naturaleza y unas características diferentes a las que consideran y analizan nuestros dirigentes institucionales, y por eso, se reproducen sin modificaciones, recolección tras recolección.

La cuestión de fondo es que la realización de la vendimia necesita de fuerza de trabajo y, por tanto, lo sustancial y lo que conviene es que haya un número más que suficiente de trabajadores y trabajadoras. Todo lo demás es secundario. No importa dónde vivan, ya sea en tiendas de campaña, chozas, naves o pisos de espacios de más o menos metros cuadrados. No importa que las viviendas tengan acceso oficial o extraoficial al agua, ni a la luz, ni que sea un problema para ninguna institución el derrumbe de las fachadas exteriores de los bloques de pisos. Lo que necesita el Capital es mano de obra, los problemas vecinales y los comportamientos marginales son cuestiones colaterales. Lo significativo es la reproducción del Capital y la producción de plusvalía.

Si la Consejería y el Ayuntamiento “pasan” del estado de las viviendas, y las posibles soluciones que remedien el deterioro de la Barriada San José, al menos las desconocemos, en el caso de la Consejería de Agricultura recibimos continuas muestras de su preocupación para que la clase obrera agrícola no se contagie del virus...

Las administraciones públicas no pueden interferir y tienen que facilitar que haya toda la mano de obra posible. Por encima de todo está la ley de la oferta y la demanda, mientras mayor sea el número de trabajadores y trabajadoras disponibles para vendimiar más facilidades tendrán los patronos agrarios para la contratación, menores salarios, más horas de trabajo, en definitiva, mayores oportunidades para la explotación laboral.

La mayoría de las personas que vienen a los trabajos de la vendimia son rumanas, algunas marroquíes, una mayoría importante de ellas se alojan en bloques de pisos del barrio de San José que en muchos casos se encuentran en un avanzado estado de deterioro, siendo su derribo la única solución reparadora de sus defectos constructivos; son edificaciones de muchos años, de dimensiones reducidas y en mal estado interior y exterior que no resisten una cédula de habitabilidad.

Por tanto, es inconcebible que unas administraciones públicas como el Ayuntamiento y la Consejería de Movilidad, Transporte y Vivienda no hayan declarado esos pisos inhabitables por cualquier ser humano, estando algunos de ellos en estado ruinoso. No entendemos la dificultad para llevar a cabo una revisión y declarar la inhabitabilidad de los mismos. No es lógico que las administraciones públicas den vía libre a que esos pisos sean alquilados y habitados. Pero claro, lo principal es la producción de plusvalía que está al resguardo de las condiciones en las que viven los seres humanos.

Si la Consejería y el Ayuntamiento “pasan” del estado de las viviendas, y las posibles soluciones que remedien el deterioro de la Barriada San José, al menos las desconocemos, en el caso de la Consejería de Agricultura recibimos continuas muestras de su preocupación para que la clase obrera agrícola no se contagie del virus. Recomienda a los empleadores agrarios que sus trabajadores y trabajadoras sigan el cumplimiento de las medidas preventivas, recomienda el uso del ritual sanitario para que los jornaleros y jornaleras no se infecten, afán que es muy loable.

Sin embargo, no tenemos constancia de que haya salido de su boca frase o mención alguna exigiendo a los Propietarios Agrícolas colaboración y participación económica para que los trabajadores y trabajadoras puedan tener dotaciones habitacionales decentes y adecuadas. La verdad es que tampoco la hemos escuchado nada referente al cumplimiento de salarios y horarios en las tareas agrícolas. No la conocemos petición expresa para que los Patronos Agrarios satisfagan las condiciones laborales establecidas en los convenios colectivos.

La Junta de Extremadura, el Ayuntamiento y la Patronal Agraria deben tomar las medidas precisas para que las personas que vengan a la realización de trabajos agrícolas de temporada dispongan de los servicios públicos adecuados y de viviendas en condiciones habitacionales decentes.

La Junta de Extremadura, el Ayuntamiento y la Patronal Agraria deben tomar las medidas precisas para que las personas que vengan a la realización de trabajos agrícolas de temporada dispongan de los servicios públicos adecuados y de viviendas en condiciones habitacionales decentes. La situación resulta potencialmente explosiva en el conjunto de la barriada en el caso de que alguien se contagie del covid-19. Por eso es necesario que, desde las diferentes administraciones públicas, se tomen todas las medidas preventivas enviando personal especializado a esta barriada para controlar mediante PCRs el estado de las personas, incrementar el personal sanitario para la atención primaria y una estricta vigilancia mediante personal especializado del cumplimiento de los protocolos sanitarios.

Otras cuestiones que se deben afrontar de manera urgente por las Administraciones Públicas, si se quiere evitar la agudización de los problemas mencionados relacionados con la vivienda y la barriada de San José en los próximos años, es el derribo de todos los bloques de pisos en mal estado y la regeneración de otras viviendas.

La Junta de Extremadura, el Ayuntamiento y la Patronal Agraria deben tomar las medidas precisas para que las personas que vengan a la realización de trabajos agrícolas de temporada dispongan de los servicios públicos adecuados, y de viviendas en condiciones habitacionales decentes lo que evitaría muchos de los problemas que hoy nos encontramos en esta barriada de Almendralejo.

En todo caso, de seguir con la misma dinámica, anteponiendo los intereses de la producción y el beneficio del capital a las necesidades de los seres humanos, sin cambiar el rumbo que favorece y alienta el enfrentamiento civil y el repudio del otro, seguirá creciendo el rechazo a la población de trabajadores y trabajadoras de otros países, y el fascismo envalentonado encontrará una tierra abundante y fértil para sembrar sus valores del odio, el racismo y la xenofobia.

Temporeros
“El espacio habilitado para los temporeros de Albacete es lamentable”, denuncia Médicos del Mundo

Para la entidad médica las actuaciones realizadas por el Ayuntamiento y la Consejería de Sanidad de Castilla La Mancha “no garantizan la seguridad sanitaria” promulgada por el Ministerio de Sanidad.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Vivir y resistir en Andalucía, la comunidad con más desahucios del Estado español
En Andalucía, la comunidad con mayor número de desahucios, se producen 11 al día. En todo el territorio surgen experiencias que luchan por la vivienda digna en un lugar donde tener un techo “se ha vuelto una utopía”.
Derecho a la vivienda
Derechos a la vivienda Catalunya se adelanta al Gobierno central y regula los alquileres de temporada y por habitaciones
El Banco de España recomienda en su informe anual “medidas restrictivas” para controlar los alquileres turísticos, de temporada y por habitaciones, convertidos en la vía predilecta de grandes y pequeños propietarios para eludir las legislaciones.
El Salto Twitch
El Salto TV Los caseros se comen tu sueldo
En el programa en directo de Economía Cabreada del 23 de abril analizamos el mercado del alquiler y las legislaciones de vivienda con Javier Gil del Grupo de Estudios Críticos Urbanos (GECU) y Martín Cúneo de El Salto.
Palestina
Bloqueo israelí Activistas toman el embarcadero de El Retiro en favor de la Flotilla a Gaza, bloqueada por Israel
“La Flotilla, rompiendo el bloqueo”, han coreado activistas que han desplegado pancartas y banderas palestinas en el embarcadero del Retiro en un homenaje a la Flotilla de la Libertad.
Palestina
Palestina Misión incumplida: sobre la cobertura de El Salto de la Flotilla rumbo a Gaza
Queremos dar una pequeña explicación a nuestra comunidad y, especialmente, a las personas que con su suscripción permiten que un medio como el nuestro, que es una rara avis en el contexto político y social en el que vivimos, salga adelante.

Últimas

El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Galicia
Política autonómica Redes clientelares, falta de autogobierno y consensos neoliberales: las claves del Gobierno gallego sin Feijóo
Políticas y analistas desgranan la hoja de ruta de la primera legislatura gallega de la era post-Feijóo: reforzamiento de los hilos de poder locales, falta de vocación autonómica, complejo de inferioridad y una marcada agenda neoliberal.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Genocidio
Genocidio La Flotilla de la Libertad pospone el viaje a Gaza hasta un próximo intento
Las activistas internacionales que tienen previsto zarpar para llevar ayuda humanitaria hasta Palestina anuncian que volverán a intentar zarpar para romper el bloqueo israelí.
Más noticias
La vida y ya
La vida y ya Paraguas o chubasquero
En algún momento aprendes que no da igual qué opción tomar. Aprendes que hacer las cosas de una u otra manera tiene repercusiones para otras personas, para el planeta.
Galicia
Galicia Muere a los 92 años la poeta, activista y revolucionaria Luz Fandiño
El fallecimiento ha sido anunciado públicamente por su amiga y alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín.
Palestina
Palestina Estudiar y formarse mientras sobrevives a un genocidio
La destrucción generalizada de las infraestructuras ha tenido un impacto brutal en el sistema educativo palestino.

Recomendadas

México
América Latina México a las urnas: los claroscuros de AMLO y la primera presidenta
Todo apunta que el 2 de junio, por primera vez en la historia, una mujer llegará a la presidencia. Claudia Sheinbaum, sucesora de Andrés Manuel López Obrador, se presenta como “hija del 68” en un país todavía asolado por el conflicto interno.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Vivir y resistir en Andalucía, la comunidad con más desahucios del Estado español
En Andalucía, la comunidad con mayor número de desahucios, se producen 11 al día. En todo el territorio surgen experiencias que luchan por la vivienda digna en un lugar donde tener un techo “se ha vuelto una utopía”.
Cine
Estíbaliz Urresola “El cine no debe quedar impasible ante las atrocidades que suceden”
La directora de ‘20.000 especies de abejas’ sigue recibiendo reconocimientos por su película, pero pide que se transformen en aplicación de mejoras concretas para el colectivo trans.